Cómo saber si un huevo está podrido

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¿Alguna vez has estado cocinando u horneando y te diste cuenta de que los huevos estaban fuera de la “fecha límite de venta”? O tal vez los huevos están en un recipiente sin fecha de caducidad y no estás seguro de cuándo debes botarlos a la basura. Por suerte, un huevo podrido es fácil de identificar. Este artículo te enseñará cómo averiguar si los huevos son buenos o malos, además de algunos trucos para determinar su frescura.

Prueba la frescura del huevo

  1. Coloca el huevo en cuestión en un tazón o en un vaso grande de agua fría y observa si flota. Hay una pequeña bolsa de aire en el interior de los huevos y con el tiempo cada vez más aire pasa a través de sus cáscaras porosas. A medida que más aire entra al huevo, la bolsa de aire se hace más grande, provocando que el huevo flote más.
    • Si el huevo se establece en la parte inferior de la taza de manera horizontal, está en su pico de frescura.
    • Si el huevo se establece en la parte inferior de la taza de manera vertical, significa que está envejeciendo, pero su consumo todavía es seguro.
    • Si el huevo está flotando, no es un huevo fresco. Esto no significa necesariamente que esté podrido o su consumo sea peligroso. Debes probar la frescura del huevo al romperlo y buscar signos de que esté podrido.
  2. Sostén el huevo cerca de tu oreja y agítalo, prestando atención a un sonido de chapoteo. A medida que el huevo envejece y la humedad y el dióxido de carbono se escapan a través de la cáscara, la yema y la clara comienzan a secarse y encogerse. Además, la bolsa de aire se vuelve más grande. Una bolsa de aire más grande le da al huevo más espacio para moverse dentro de la cáscara y crear un sonido de chapoteo.
    • Un huevo fresco no debe hacer mucho ruido al sacudirlo.
    • Un huevo que tiene el sonido de chapoteo solo indica que es viejo y no significa que su consumo no sea seguro.
  3. Rompe el huevo, vierte el contenido en un plato o en un recipiente grande y comprueba la calidad de la yema y la clara. La integridad del huevo disminuirá a medida que envejece, por lo que no se mantendrán unidas. Observa si el huevo parece extenderse en una amplia distancia en el plato o si se mantiene relativamente compacto. Un huevo que se extiende o parece un poco aguado tiene una clara delgada y ha pasado su pico de frescura.
    • Si la yema es plana y se rompe con facilidad, el huevo es viejo.
    • Si la yema se mueve con facilidad, esto significa que la chalaza (las hebras más gruesas de la clara del huevo que sostienen la yema en su lugar) se ha debilitado y el huevo está envejeciendo.
    • Mira el color de la clara de huevo. Una clara nublada indica un huevo muy fresco. Una clara despejada significa que el huevo es más viejo (pero todavía es comestible).

Identifica un huevo podrido

  1. Rompe el huevo y nota si huele. Este es el mejor indicador para identificar un huevo podrido. Un huevo podrido tendrá un mal olor penetrante cuando lo abras. El olor sulfuroso será evidente tan pronto como rompas el huevo (y posiblemente antes) y deberás desecharlo.
    • Un huevo podrido tendrá este mal olor, sin importar si está crudo o cocido.
  2. Rompe el huevo, coloca el contenido en un plato pequeño e inspecciona el color. El color de la yema cambiará en función de la dieta de la gallina que lo puso, así que los matices del color amarillo o anaranjado no tienen nada que ver con la frescura. En su lugar, inspecciona la clara de huevo o la albúmina. Si es de color rosa, verde o iridiscente, el huevo ha sido contaminado con la bacteria Pseudomonas aeruginosa y su consumo no es seguro. Si ves manchas negras o verdes en el interior del huevo, ha sido contaminado por hongos y debes desecharlo.
    • Si la yema de un huevo duro cocido tiene un anillo verde alrededor de ella, significa que el huevo ha sido recocido o cocinado en agua con un alto contenido de hierro. El consumo de este huevo sigue siendo seguro.
    • Si hay sangre o carne en el huevo, su consumo todavía es seguro y no significa que el huevo esté contaminado o podrido. Una mancha de sangre se produce cuando un vaso sanguíneo se rompe durante la formación del huevo y no tiene nada que ver con la frescura.

Usa fechas y horas

  1. Comprueba la “fecha límite de venta” en el paquete. La fecha límite de venta también puede aparecer como “no vender después de” o “EXP”. Esta fecha es, como máximo, 30 días después de que los huevos fueron empaquetados. Los huevos que se mantienen refrigerados y no se han roto deben estar buenos por lo menos un mes después de su fecha límite de venta.
    • La fecha límite de venta aparece en el formato día/mes en la mayoría de los países de habla hispana. Por ejemplo, los huevos que deben venderse como máximo el 15 de marzo son etiquetados con la siguiente fecha: 15/03.
    • La “fecha límite de venta” se refiere a la última fecha en la que los huevos pueden estar disponibles para la venta al público. Los huevos deben sacarse del empaque después de esta fecha. Esto no significa que los huevos estén mal o podridos después de esta fecha.
  2. Comprueba la fecha de consumo preferente en el paquete. La fecha de consumo preferente también puede estar etiquetada como “consumir antes de” o “consumir preferentemente antes de”. La etiqueta de fecha de consumo preferente debe estar dentro de los 45 días siguientes a la fecha en que los huevos fueron empaquetados. Trata de usar estos huevos dentro de dos semanas después de la fecha de consumo preferente.
    • “Consumo preferente” se refiere al periodo de tiempo en que los huevos están en su pico de frescura, con la mejor textura, sabor y propiedades aglutinantes. Esto no significa que los huevos estén en mal estado o podridos después de esta fecha.
  3. Usa el código de 3 dígitos que te dice cuándo se envasaron los huevos. La fecha límite de venta y la fecha de consumo preferente no son obligatorias por la ley federal (algunos estados las requieren y otros las prohíben), pero todos los huevos deben ser etiquetados con la fecha en que fueron empaquetados. Esta fecha por lo general aparece como un código de 3 dígitos con la fecha de calendario juliano. Esto significa que los huevos empaquetados el 1 de enero se etiquetarán como 001, los huevos empaquetados el 15 de octubre se etiquetarán como 288 y los huevos empaquetados 31 de diciembre como 365.
    • Busca la fecha juliana en el extremo de la caja de cartón. Verás el código de planta (la letra “p” seguida de números) que indica en dónde se envasaron los huevos y junto a él verás el código de fecha de calendario juliano.
    • La Unión Europea también exige que los huevos estén marcados con una fecha de empaque. Incluso si los huevos se venden sueltos y no en una caja de cartón marcada, el consumidor debe tener acceso a esa información.
  4. Tira a la basura cualquier huevo que haya sido refrigerado y luego expuesto a temperatura ambiente durante 2 horas o más. Una vez que un huevo se haya enfriado en el refrigerador, es importante mantenerlo a la misma temperatura. Un huevo fresco es un ambiente más cálido empieza a sudar, lo cual puede estimular a las bacterias a crecer en el exterior del huevo. Debido a que la cáscara del huevo es porosa, a veces es posible que las bacterias en la cáscara se infiltren y contaminen el huevo.
    • Para evitar las fluctuaciones de temperatura, almacena tus huevos en la parte más fría de tu refrigerador, no en la puerta. Es más probable que la temperatura fluctúe en la puerta, ya que esta se abre y cierra constantemente, lo cual puede provocar que los huevos suden.
    • Si compras los huevos sin lavar y a temperatura ambiente, no es necesario que los refrigeres. En muchos países (la mayoría europeos), se mantienen a los huevos a temperatura ambiente. Esto es seguro porque los huevos no han sido lavados (como lo son en Estados Unidos) y todavía tienen una barrera protectora llamada “cutícula” que mantienen a las bacterias a raya.
  5. Consulta las normas de empaquetado de tu país para determinar cuánto tiempo debes conservar tus propios huevos. Si tienes gallinas ponedoras y te preguntas cuándo los huevos se podrirán, puedes consultar las normas de tu país. Es un hecho que los huevos estarán buenos por lo menos dos meses, si no es más.
    • Si no estás seguro de cuánto tiempo has tenido los huevos frescos o si crees que tienen más de dos meses, ten en cuenta los signos de los huevos podridos y viejos para ayudarte a decidir si debes o no utilizarlos en la cocina.

Advertencias

  • Si las personas de alto riesgo (las más jóvenes o las de edad avanzada) van a consumir huevos, es posible que quieras utilizar solamente los que están en su punto máximo de frescura. Si bien los huevos por lo general están bien después de su fecha de vencimiento, es posible que desees tomar precauciones adicionales si piensas dárselos a las personas con sistemas inmunológicos débiles y limitarte a darles solo los huevos frescos.
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