Cómo cultivar berenjenas en macetas

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Las berenjenas necesitan mucho espacio para crecer, pero puedes cultivarlas en una maceta, siempre y cuando tengas una lo suficientemente grande. La clave para mantener a tus berenjenas felices es usando vastas cantidades de luz solar, principalmente debido al hecho de que las berenjenas prosperan en suelos cálidos. También debes mantener el suelo completamente humedecido, pero no empapado, y bien alimentado con fertilizante y materia orgánica.

Preparación

  1. Compra pequeñas macetas o bandejas plásticas para jardín para comenzar tus berenjenas desde semillas. Necesitas una maceta por cada dos semillas. Las bandejas para plántulas y otros recipientes hechos de plástico barato pueden hacer que sea más fácil transferir tus plántulas a macetas más grandes más adelante.
  2. Escoge una maceta grande para albergar tu berenjena ya madura. La maceta debe tener una capacidad de 20 litros, como mínimo, y cada berenjena debe tener aproximadamente 30,5 centímetros de espacio para crecer. Como resultado, es posible que desees plantar solo una berenjena por maceta.
  3. Opta por una maceta de cerámica. Las berenjenas aman el calor, y las macetas de cerámica contienen mejor el calor que el plástico. Selecciona una maceta sin esmaltar si puedes recordar regar tus plantas frecuentemente, pero elige una esmaltada si tienes un historial de olvido de regar tus plantas. Las macetas sin esmaltar secan el suelo más rápidamente que las esmaltadas, por eso las berenjenas que viven en macetas sin esmaltar necesitarán regarse con más frecuencia.
    • Las macetas de cerámica también son más pesadas que las macetas de plástico, haciendo que sea más fácil soportar el peso de una berenjena madura.
    • La maceta también debe tener grandes hoyos de drenaje para ayudar a equilibrar el nivel de humedad del suelo. Los hoyos de drenaje también permiten que los excesos de agua dejen la maceta, minimizando el riesgo de pudrición de las raíces.
  4. Limpia tus macetas, especialmente si alguna vez contuvieron plantas. Frota suavemente el interior y el exterior de cada maceta con jabón y agua tibia. Si no limpias tus macetas, los huevos de insectos microscópicos y bacterias dañinas dentro de las macetas pueden dañar tus berenjenas.
  5. Prepara el medio de cultivo. Una opción simple y buena es una mezcla de dos partes de tierra para macetas y una parte de arena. La tierra ofrece a tu planta los nutrientes que necesita, mientras que la arena controla la humedad. Mezcla un poco de compost y fertilizante (5-10-5) dentro de la tierra para proporcionar nutrición adicional. Un fertilizante 5-10-5 contiene concentraciones relativamente suaves de nitrógeno, fósforo y potasio, con un poco de fósforo adicional para promover la fortaleza de las raíces y mejorar el rendimiento de las berenjenas.
  6. Invierte en un pequeño sistema de apoyo. Sin ningún soporte, tus berenjenas crecerán muy poco hacia arriba y, como consecuencia, producirán muy pocos frutos. Una jaula de tomate o una estaca tipi será suficiente para ofrecer a tu planta el soporte adecuado.

Planta las semillas

  1. Inicia tus semillas en el interior, para obtener un salto en la temporada de crecimiento. Las berenjenas necesitan temperaturas de 12,8 °C o más altas, lo cual puede ser difícil de proporcionar en el exterior durante la primavera. Comenzando tus berenjenas en el interior, puedes comenzar tan temprano como en abril.
  2. Llena tus macetas pequeñas o bandejas con mezcla de tierra. La tierra debe colocarse de manera suelta en los contenedores, pero no debe comprimirse.
  3. Haz un agujero de 1,25 cm (media pulgada) en el centro de cada maceta o compartimiento de bandeja. Utiliza tu dedo meñique o el extremo redondeado de un bolígrafo o lápiz para hacer hoyos con un buen diámetro.
  4. Coloca dos semillas en cada agujero. La plantación de dos semillas mejora las posibilidades de que brote al menos una semilla. Sin embargo, la plantación de más de dos semillas puede privar a las semillas de la nutrición necesaria para echar raíces.
  5. Cubre las semillas con mezcla de tierra adicional. Coloca ligeramente la tierra sobre las semillas en lugar de aglomerarla.
  6. Establece las macetas o bandejas en un alféizar cálido y soleado. Escoge una ventana con pleno sol, es decir, una que reciba sol directo durante al menos 8 horas por día. El sol pleno proporciona suficiente luz y calor para estimular el crecimiento.
  7. Riega tus semillas. Mantén el suelo húmedo al tacto todo el tiempo, pero no lo satures, especialmente si utilizas bandejas sin hoyos de drenaje. No querrás crear charcos en la superficie del suelo, pero también debes buscar evitar que el suelo se seque.
  8. Poda tus plántulas una vez que broten dos conjuntos de hojas. En cada maceta compartimiento de bandeja, conserva la más fuerte de las dos plántulas y corta la otra al nivel del suelo. No tires de la plántula más débil, ya que hacerlo puede perturbar las raíces de la plántula que deseas conservar.

Trasplanta las plántulas

  1. Prepara tus berenjenas para trasplantarlas una vez que hayan alcanzado al menos 15 centímetros de altura. Sin embargo, hazlo solo si el clima afuera es lo suficientemente cálido. Las berenjenas crecen mejor al aire libre, incluso en macetas, ya que tienen más acceso a la luz solar, y pueden ser polinizadas.
  2. Establece tu sistema de estacas en tu maceta permanente. Mantén los pies de la estaca o de la jaula para tomate plana en el fondo de la maceta, posicionando la estaca en forma recta y vertical.
  3. Llena el hogar permanente de tus berenjenas con tierra para macetas. Acumula tierra alrededor de la estaca y asegúrate de que la estaca se sostenga firmemente en su lugar. Deja 2,5 centímetros de espacio vacío entre la superficie del suelo y el borde de la maceta.
  4. Cava un hoyo en la tierra que sea tan profundo y amplio como el recipiente en donde se encuentran actualmente tus plántulas. El hoyo debe estar en el centro de la maceta.
  5. Saca la plántula más fuerte de su recipiente anterior. La plántula más débil ya debe estar podada.
    • Humedece el suelo, para hacerlo lo más compacto posible. Un suelo húmedo y compacto será más fácil para trasplantar que un suelo seco y desmoronadizo.
    • Si la plántula se encuentra en un recipiente de plástico barato, puedes sacarlo doblando el plástico.
    • Si la plántula se encuentra en un recipiente más rígido, es posible que necesites deslizar cuidadosamente una paleta de jardinería dentro de uno de los lados de la maceta y por debajo de la totalidad de contenidos de la maceta. Inclina el recipiente hacia un lado y guía lentamente la plántula, con tierra y todo, hacia fuera de la maceta.
  6. Coloca la plántula en el agujero de la maceta nueva. Mantén la plántula lo más recta posible.
  7. Agrega más sustrato alrededor de la plántula para mantenerla en su lugar. No presiones demasiado fuerte, ya que se podría dañar la raíz. pero sí debes llenar todo el espacio vacío que haya quedado, para asegurarte de dejar la plántula firmemente en su lugar.
  8. Riega la tierra. Dale una regada completa, pero no dejes que se formen charcos.

Cuidado y cosecha

  1. Coloca tu maceta en un lugar soleado. Un lugar en el exterior que reciba sol pleno es ideal, ya que tanto la luz como el sol son esenciales para promover una buena cosecha. Las berenjenas crecen en suelos cálidos.
  2. Riega tu berenjena diariamente. En climas cálidos y secos, tu planta puede necesitar varios riegos por día. Siente la superficie del suelo con la punta de tus dedos y satura la tierra si parece seca. Permitir que el suelo se seque disminuirá la cantidad de berenjenas que pueden crecer.
  3. Agrega un fertilizante líquido una vez cada una semana o dos. Utiliza un fertilizante soluble en agua y riega tu planta antes de agregarlo a la tierra, en lugar de agregarlo al suelo seco. Sigue las instrucciones en la parte trasera de la etiqueta para determinar una cantidad apropiada.
    • Si las hojas de tu berenjena comienzan a palidecer, es posible que necesites agregar más fertilizante. Un refuerzo de fertilizante 5-10-5 ayudará de manera significativa si la falta de nutrición es el único problema de tu planta. Un fertilizante de número alto, es decir, con un alto porcentaje de nitrógeno, fósforo y potasio puede resultar demasiado fuerte.
    • No caves un hoyo más profundo que 1 1/4 centímetros debajo de la superficie del suelo para agregar el fertilizante. Si excavas un hoyo más profundo que eso, puedes perturbar las raíces de la berenjena, que son más bien superficiales.
  4. Controla el pH del suelo. Un suelo con un pH entre 6,3 y 6,8 será suficiente para las necesidades de tu berenjena. Con un papel tornasol o un medidor de pH obtendrás una lectura exacta.
    • Si necesitas aumentar el pH, prueba utilizando cal agrícola.
    • Si necesitas disminuir el pH, agrega materia orgánica adicional, por ejemplo compost o residuos vegetales, o cambia el fertilizante por uno que contenga urea.
  5. Ata tu berenjena a la estaca, para promover el crecimiento hacia arriba. A medida que la planta comience a trepar, ata (sin apretar) el tallo de la planta a la estaca utilizando cordel o hilo de tela fina. Atar el hilo demasiado fuerte puede cortar el tallo o ahogarlo.
  6. Vigila las plagas de cerca. Los gusanos cortadores son una de las plagas que más comúnmente atacan a las berenjenas, pero generalmente pueden mantenerse lejos colocando un collar para gusanos cortadores sobre la planta. También puedes considerar un pesticida orgánico para alejar a los gusanos cortadores y a muchas otras plagas
  7. Cosecha tus berenjenas cuando su piel tenga un aspecto brillante. La fruta dejará de crecer y, en muchos casos, tendrá el tamaño aproximado de una naranja grande. El tiempo que lleve variará dependiendo de la variedad que escojas, pero las berenjenas, en la mayoría de los casos, estarán listas para la cosecha dentro de los dos o tres meses después de que la plantación inicial de semillas.
    • Corta las berenjenas de su vid utilizando tijeras de podar. El vegetal debe tener solo un tallo corto una vez retirado.

Consejos

  • Muchas variedades de berenjena crecen bien en macetas. La "maceta negra" es una variedad criada recientemente, especialmente pensada para jardinería en macetas. Las variedades "Black jack" y "superhybrid" también son altamente resistentes a la marchitez por verticilosis, una enfermedad que afecta comúnmente a las berenjenas y que afecta gravemente a su rendimiento. Los novatos deben considerar las variedades "hansel" o "cuento de hadas". Si deseas cultivar berenjenas blancas, puedes probar con la variedad "gretel", también.
  • También puedes comprar plántulas de berenjenas en viveros en lugar de iniciarlas con semillas. Solo sigue las instrucciones de siembra desde el paso de trasplante en adelante. Planta tus plántulas a principios de junio aproximadamente, para asegurar que el suelo sea lo suficientemente cálido.

Advertencias

  • Se cuidadoso con los pesticidas, tratamientos contra hongos y otros químicos con los que rocías tus berenjenas. Muchos de estos químicos no son aptos para consumo humano, lo cual significa que no debes utilizarlos en vegetales que planeas comer. Siempre controla la etiqueta del producto antes de utilizarlo en tus plantas.

Cosas que necesitarás

  • Semillas de berenjenas
  • Plántulas de berenjenas
  • Bandejas plásticas para plántulas o macetas pequeñas
  • Macetas grandes de cerámica
  • Tierra para macetas
  • Fertilizante
  • Regadera o manguera
  • Sistema de estacas.
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