Cómo reconocer los síntomas del cáncer de próstata

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El cáncer de próstata es la neoplasia más común entre los hombres y la segunda principal causa de muerte masculina, relacionada con esa enfermedad, en los Estados Unidos. La edad promedio al momento del diagnóstico es de sesenta y seis años (seis de cada diez diagnósticos en varones mayores de sesenta y cinco años) y a muy pocos hombres se les diagnostica este mal antes de los cuarenta años. El cáncer de próstata puede ser completamente asintomático y no existe un protocolo definitivo para detectarlo, debido a los falsos positivos y negativos que se presentan en las pruebas de detección actuales. Cuando se detecta, el 90 % de los cánceres aún se aloja dentro de la próstata y no se ha extendido a otras partes del cuerpo; esto significa que, tras cinco años, casi el 100 % de los hombres diagnosticados en esta etapa estará libre de la enfermedad. Si te preocupa el cáncer de próstata, aprende a reconocer los síntomas e incrementa tus conocimientos sobre las etapas del cáncer prostático y sobre los exámenes para diagnosticarlo, para que recibas tratamiento lo antes posible.

Reconocer los primeros síntomas de cáncer de próstata

  1. Identifica los síntomas del cáncer de próstata en su etapa temprana. Registra todos los síntomas que notes para que luego puedas comentárselos a tu médico. Estos síntomas no son pruebas definitivas de que tienes cáncer de próstata, pero podrían ser una señal de que necesitas un examen médico.
  2. Préstale atención a tus ciclos de micción. Si estos cambiasen drásticamente, podría ser un síntoma de cáncer de próstata; por ejemplo, si te toma más tiempo terminar de orinar. Debido a su ubicación, el tumor podría empujar la uretra o la vejiga e impedir el flujo normal de la orina. Esto se llama un flujo débil o lento. Fíjate si te toma más tiempo terminar de miccionar o si la orina es lenta o gotea de tu pene.
    • Tienes ganas de ir al baño, pero la orina no fluye. El tumor podría bloquear la uretra o la apertura de la vejiga hacia la uretra. (16) Si sientes que tienes que ir, pero no fluye nada de tu pene, o tan solo caen unas gotas de orina, quizá tengas una obstrucción más grave de la uretra o de la vejiga.
    • Sientes más ganas de orinar durante la noche o te despiertas con esa sensación. Si el tumor obstruyese la salida de la orina, la vejiga no podrá vaciarse completamente durante el día. Por ello, se llenará más rápido mientras duermes, a causa de la orina retenida. También podrías sentir deseos de orinar, pero no podrás debido a que el tumor bloqueará la uretra y la vejiga.
  3. Ten en cuenta el ardor al miccionar. Como se acumula más orina dentro de la vejiga, porque esta no se vacía completamente, podría producirse una infección que cause inflamación. Cuando la orina circule por la uretra, causará un ardor doloroso. La inflamación de la próstata causada por una infección se llama prostatitis.
  4. Fíjate si tu orina tiene rastros de sangre o si se tiñe de rojo o de rosado. Debido al crecimiento del tumor canceroso, podrían formarse vasos sanguíneos nuevos y muchos otros podrían lastimarse. A la presencia de sangre en la orina se le llama hematuria. Además, el crecimiento de la próstata podría ocasionar una prostatitis (inflamación de la próstata) e incrementar las infecciones del tracto urinario, lo cual podría ocasionar que haya sangre en la orina.
  5. Préstale atención a las eyaculaciones (orgasmos) dolorosas. La conexión entre el cáncer de próstata y la prostatitis (inflamación de la próstata debida a una infección) está bien documentada. Cuando esto ocurre, la inflamación podría irritar la glándula y causar orgasmos dolorosos.

Identificar los síntomas del cáncer de próstata avanzado o metástasis

  1. Fíjate en los síntomas del cáncer de próstata avanzado o metástasis (diseminación del cáncer a otros lugares). Las Infecciones urinarias, la hiperplasia prostática y la prostatitis no son signos de metástasis. Existen varios síntomas que pueden acompañar al cáncer de próstata avanzado. Si estás riesgo de sufrir cáncer prostático, o si lo has sufrido en el pasado, debes estar atento en caso presentes alguno de ellos.
  2. Presta atención si tienes náuseas inexplicables, vómitos, estreñimiento y confusión. El cáncer de próstata puede atacar al hueso y causar un dolor óseo profundo, debilidad y, finalmente, fracturas. El calcio de los huesos podría volcarse en la sangre y producir unos niveles elevados de este mineral que causen náuseas, vómitos, estreñimiento y confusión.
  3. Ten en cuenta que las extremidades hinchadas (brazos o piernas) y la debilidad de los huesos de las piernas, brazos o caderas podrían ser signos de cáncer de próstata. El cáncer prostático puede diseminarse a los ganglios linfáticos; estos se encuentran en todo el cuerpo, incluida la zona pélvica. Los ganglios linfáticos ayudan a filtrar y vaciar fluidos en la sangre. Cuando los tejidos cancerosos bloquean los ganglios, estos últimos se extenderán y causarán una inflamación en la zona. Fíjate si tus extremidades, como las piernas o los brazos, están hinchadas. Si te parece que un lado está afectado, compara su tamaño con la extremidad del otro lado.
  4. Fíjate si sufres de falta de aliento inexplicable, dolor en el pecho o si toses con sangre. El cáncer de próstata podría propagarse a los pulmones. Fíjate si presentas una tos que no pueda tratarse con remedios de venta libre o con antibióticos, un dolor prolongado en el pecho o aislado en un área de este, falta de aliento y tos con sangre. El cáncer interrumpe el funcionamiento normal de pulmón, lo cual causa daño e inflamación de los tejidos y las arterias. Esa inflamación ocasionará la acumulación de líquido en la membrana que recubre los pulmones (derrame pleural) y podría causar falta de aliento y dolor en el pecho.
  5. Entiende que las dificultades para caminar, los dolores de cabeza, la pérdida de sensibilidad en ciertas partes del cuerpo, la pérdida de memoria y los problemas para retener la orina son signos de cáncer avanzado. La carcinomatosis leptomeníngea es el tipo de cáncer más común que se propaga de la próstata al cerebro. Puede manifestarse con dolores de cabeza, pérdida de sensibilidad en el cuerpo, dificultad para caminar, incapacidad para retener la orina (incontinencia) y dificultades de memoria.
  6. Presta atención al dolor de espalda y a la sensibilidad al tacto. El cáncer de próstata puede propagarse a la médula espinal. Esto puede llevar a la compresión de la columna vertebral y causar dolor de espalda, dolor y debilidad muscular con o sin pérdida de la sensibilidad. Podrían surgir algunos problemas neurológicos, como retención urinaria o, con menos frecuencia, incontinencia urinaria o intestinal.
  7. Comprende que el sangrado rectal al momento de ir al baño podría ser un signo de que el cáncer se ha extendido al recto. Los estudios de casos han documentado que el cáncer de próstata puede propagarse al recto debido a su proximidad. Fíjate si sangras o presentas dolor abdominal al momento de evacuar las heces.
  8. Comprende que algunos síntomas asociados con el cáncer de próstata podrían ser síntomas de una enfermedad diferente. Por ejemplo, una infección del tracto urinario podría presentarse con ardor al orinar y fiebre, pero no tendrá ninguno de los otros síntomas del cáncer de próstata. En todo caso, ya sea que el ardor y la fiebre se deban al cáncer de próstata o a una infección del tracto urinario, debes consultar con tu médico. Lo mejor será buscar asesoría médica experta y realizarte las pruebas y los exámenes de rutina para un diagnóstico adecuado.
    • La prostatitis puede manifestarse con los mismos síntomas que el cáncer de próstata, pero suele producir más dolor en el bajo vientre, la espalda baja y la región pélvica. La prostatitis puede deberse a una infección y presentarse con fiebre mientras que el cáncer no.
    • La hiperplasia prostática benigna (HPB) puede imitar los síntomas del cáncer de próstata hasta un punto en el cual solo una prueba de diagnóstico y un examen ayudarán a descartar la neoplasia. Sin embargo, la HPB, con mayor frecuencia, presenta síntomas en el tracto urinario inferior como: urgencia de orinar, chorro de orina débil, necesidad de despertarse en la noche para ir al baño (nicturia) y esfuerzo para evacuar la orina. Además, casi el 50 % de los hombres entre los cincuenta y los ochenta años podrían experimentar problemas de erección o dificultades para eyacular.
    • La nicturia (micción nocturna) es común a medida que se envejece. Cuantos más años tengas, la vejiga perderá elasticidad y la capacidad de retener más orina. Además, a medida que pasa el tiempo, nuestros cuerpos producen menos hormonas, lo cual ralentiza la función renal nocturna; esto ocasiona que se produzca más orina de lo normal. Esta combinación origina que despiertes frecuentemente por la noche para orinar, así como también una mayor frecuencia durante el día. La HPB y el cáncer de próstata pueden causar nicturia, pero normalmente se manifestará con un chorro débil de orina, sensación de ardor en el pene al miccionar, ausencia de orina, eyaculación dolorosa y problemas para lograr una erección.
    • Las micciones frecuentes durante el día y la noche también pueden ser un síntoma de la diabetes (azúcar alta en la sangre), que también puede ocasionar complicaciones graves. Si orinas con frecuencia durante el día y la noche, sería recomendable que le pidas consejo a tu médico. Mantén un diario de evacuaciones, el cual consiste en registrar durante dos días cuánto líquido bebes, con qué frecuencia vas al baño y cuánta orina produces, los medicamentos que tomas, las infecciones del tracto urinario y cualquier otro síntoma relacionado. Tu médico revisará el diario para determinar la(s) causa(s) posible(s) y el tratamiento para la nicturia.
  9. Ten en cuenta que el cáncer de próstata podría ser asintomático. A menudo, muchos hombres con cáncer de próstata no presentan ningún síntoma. Si estás en riesgo de padecer cáncer de próstata, sería una buena idea que te examines regularmente, tengas o no síntomas.

Diagnosticar el cáncer de próstata

  1. Visita a tu médico. Es recomendable que consultes con un médico si tienes alguno de los síntomas del cáncer de próstata. Existen muchos otros diagnósticos posibles, como la prostatitis, la infección del tracto urinario y la hiperplasia benigna de próstata, que podrían imitar el cáncer; sin embargo, lo mejor será descartar el cáncer de próstata tan pronto como sea posible. El médico elaborará una historia clínica detallada y te hará un examen físico para ordenar el examen de diagnóstico adecuado; también te preguntará acerca de tus síntomas, tus antecedentes familiares, tu dieta, tu historial sexual y las sustancias que consumas, como drogas o tabaco.
  2. Conoce cómo tu médico diagnosticará el cáncer de próstata. Si bien puedes contarle tus síntomas al médico, la única manera de obtener un diagnóstico claro es mediante la realización de varias pruebas o exámenes específicos. Si el cáncer es probable o debe investigarse, el médico puede hacerte varios exámenes o pruebas de detección:
    • Examen de tacto rectal (ETR). El médico palpará la próstata con el dedo índice enguantado y lubricado, a través del recto. Después el médico palpará la parte del recto que da hacia el ombligo; la próstata está encima y adelante. El médico sentirá cualquier forma irregular (protuberancias e hinchazones), los contornos (lisos o no), el tamaño y la sensibilidad. Un hallazgo anormal sería una próstata agrandada, rígida, llena de protuberancias y cuyos bordes no sean lisos. Por desgracia, el ETR no descarta el cáncer de próstata.
    • Examen de antígeno prostático específico (PSA por sus siglas en inglés). El médico insertará una aguja en tu brazo, tomará una muestra de sangre y la enviará al laboratorio para que detecten el PSA, que es una proteína específica que se encuentra en la próstata. La conclusión de la mayoría de médicos es que un nivel de 4ng/ml o menos puede considerarse normal. Los hombres con un nivel de PSA entre cuatro y diez tienen una probabilidad entre cuatro de tener cáncer de próstata. Si el PSA es mayor que diez, las probabilidades de tener cáncer de próstata serán mayores al 50 % (10). Los niveles de PSA pueden dar como resultado falsos positivos o falsos negativos. Los niveles elevados sirven como una guía y podrían no indicar cáncer de próstata ni ningún otro problema. Los niveles normales no indican que no tienes cáncer. La eyaculación (actividad sexual reciente), una infección de la próstata, el examen de tacto rectal y andar en bicicleta (lo cual presiona la próstata) podrían causar una elevación del PSA. Los varones que no tengan síntomas de un mal prostático y cuyos niveles de PSA estén elevados quizá deban repetir la prueba luego de 2 días. Si los niveles de PSA son elevados, de una manera constante, podría justificarse una ecografía transrectal o una biopsia de la próstata (se inserta una aguja en la próstata para extraer una muestra del tejido y analizarla), si es que se presentan síntomas. El cáncer se puede presentar incluso si los resultados del examen PSA son normales.
    • Ecografía transrectal (ETR). Se inserta una sonda pequeña y lubricada, por el recto, la cual emite ondas sonoras que pueden producir una imagen en la pantalla. El médico buscará un aumento en el tamaño de la próstata y formas y contornos anormales. Mediante este método no siempre puede diferenciarse una próstata normal de una atacada por el cáncer.
    • Biopsia. Esto implica el uso de una ETR para guiar una aguja dentro de la glándula prostática y tomar una muestra del tejido para analizarla. El médico podría tomar muestras de más de un área para analizarlas. Esta es una prueba definitiva tanto para la hiperplasia prostática benigna como para el cáncer de próstata. El médico podría optar por realizar esta prueba si existe un nivel de sospecha alto pero los estudios previos arrojan resultados negativos o normales. El patólogo empleará la escala de Gleason para analizar la biopsia del tejido de la próstata. Se podrá asignar una escala del uno al cinco en la cual cinco indicará la presencia de células cancerígenas y uno indicará que los tejidos son normales. Si el cáncer estuviese presente, la mayoría de las biopsias serán de grado tres o superiores, los grados uno y dos no se utilizan frecuentemente.
  3. Se consciente de que tu médico podría ordenar otras pruebas si él o ella sospechase un diagnóstico diferente. Por ejemplo, tu médico podría solicitar un análisis de orina si sospechase una infección del tracto urinario. El análisis de la orina mostraría gran cantidad de leucocitos (células defensivas) y posiblemente nitritos, si hubiese una infección bacteriana.
    • Hiperplasia prostática benigna. Las mismas pruebas y exámenes que se usan para detectar el cáncer de próstata se utilizan para detectar la hiperplasia prostática benigna y muchos de sus resultados se superponen; no obstante, en este último caso, la biopsia no mostrará células cancerosas.
    • Prostatitis. La próstata será sensible al tacto durante el examen rectal, a diferencia de lo que ocurre cuando se padece de cáncer.

Entender el cáncer de próstata

  1. Aprende sobre la próstata. La próstata es una glándula masculina que se localiza debajo de la vejiga y delante del recto. Al principio, su tamaño, durante la juventud, es similar al de una nuez, pero luego crece poco a poco, a medida que el hombre envejece. La función de la próstata es producir parte del líquido que nutre las células espermáticas que componen el semen masculino. La uretra, que es el conducto a través del cual los hombres orinan y eyaculan, pasa a través de la próstata y se dirige hacia la vejiga.
  2. Entiende cómo se desarrolla el cáncer de próstata. El cáncer de próstata es un tumor maligno de la próstata. Cuando surge el cáncer, las células de la próstata crecen muy rápido (células malignas) y hacen que se forme una masa dentro de la glándula prostática. Debido a su ubicación, afecta a la vejiga, a la uretra y a los músculos alrededor de la zona. El cáncer de próstata tiene varias etapas:
    • Al cáncer de próstata temprano también se le conoce como cáncer de próstata localizado. La neoplasia se encuentra dentro de la próstata y puede estarlo, inclusive, durante años sin causar ningún problema.
    • En la etapa avanzada del cáncer de próstata, la enfermedad se expande fuera de la próstata e invade otras partes del cuerpo y los tejidos. El cáncer de próstata puede diseminarse a los ganglios linfáticos de la pelvis y a otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo, como a los pulmones y a los huesos.
  3. Conoce los factores de riesgo para el cáncer de próstata. Algunos factores de riesgo pueden controlarse, como los relacionados con el estilo de vida; sin embargo, la mayoría de factores de riesgo no pueden controlarse. Si bien no puedes controlarlos, es bueno que sepas que quizá tu riesgo sea mayor. Los factores de riesgo para el cáncer de próstata incluyen:
    • La edad. Aunque puede presentarse a una edad más temprana, el riesgo es mínimo en los varones menores de cuarenta años. El riesgo se incrementa drásticamente después de los cincuenta años. Seis de cada diez casos de cáncer ocurren después de los sesenta y cinco años.
    • La raza o la etnia. Aunque las causas aún no están claras, el cáncer de próstata es más frecuente en los hombres afroamericanos que en los blancos. Los hombres afroamericanos tienen más probabilidades de sufrir cáncer de próstata durante su vida y son dos veces más propensos a morir a causa de esa enfermedad.
    • La geografía. Aunque no está claro, las dietas culturales y el medio ambiente pueden ser factores de riesgo. Norteamérica, el noroeste de Europa, Australia y las islas del Caribe tienen tasas de riesgo mayores que las de Asia, África, Centroamérica y Sudamérica.
    • La genética. Tener un padre o un hermano con cáncer de próstata duplica el riesgo de que un hombre padezca la misma enfermedad. Aquellos que tienen varios parientes afectados, especialmente si eran jóvenes, tienen un riesgo más alto.
    • La dieta. Parece que los hombres que consumen mucha carne roja o productos lácteos altos en grasa tienen una probabilidad ligeramente mayor de sufrir cáncer de próstata. Estos hombres también tienden a ingerir menos frutas y verduras. Los médicos no están seguros de cuál de estos factores es el que eleva el riesgo.
    • La obesidad. Algunos estudios, no todos, han encontrado una conexión entre el cáncer de próstata y el aumento del índice de masa corporal. La curva fue mayor en los casos de cánceres de mayor grado o avanzados. Un estudio reciente también encontró que la obesidad incrementa el riesgo de los hombres afroamericanos de sufrir cáncer de bajo y alto grado.
    • Fumar. Muchos estudios han establecido que existe una conexión entre fumar tabaco y el aumento de la tasa de cáncer de próstata. Aunque, de acuerdo con la Sociedad Americana del Cáncer, algunos estudios demostrarían que no existe ninguna relación. Algunas investigaciones han relacionado el hecho de fumar con la posibilidad de un pequeño aumento en el riesgo de muerte por cáncer de próstata, pero es necesario que otros estudios confirmen este hallazgo.
    • La inflamación de la próstata (prostatitis). Los estudios han encontrado vínculos entre la prostatitis y el cáncer de próstata, pero estos aún no son claros ni definitivos. (8) (4) Además, muchas muestras de tejidos de cáncer prostático, bajo el microscopio, muestran inflamación.

Consejos

  • La tasa de diagnóstico para el cáncer de próstata es: uno de cada diez mil varones menores de cuarenta años, uno de cada treinta y ocho varones entre cuarenta y cincuenta y nueve años y uno de cada catorce varones entre los sesenta y los sesenta y nueve años.
  • Hay una prueba nueva llamada PSAwatch® que produce resultados precisos del PSA en diez minutos. Se trata de un dispositivo manual en cuya pantalla se muestran los resultados diez minutos después de insertar una muestra de sangre. Quizá quieras preguntarle a tu médico si esta prueba está disponible.
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