Cómo dejar de acumular libros

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Algunas veces sucede que tienes un nuevo libro, lees algunos capítulos, lo pones encima de la mesa para el café para leerlo luego y retomas lo que hacías antes. Luego, no tienes tiempo para leer tu nuevo libro, tienes mucho que hacer en el trabajo y solo has logrado leer algunos otros capítulos, así que tu lectura tiene que esperar. Sin embargo, algo extraño sucede. Han pasado algunas semanas y no has continuado con tu lectura otra vez. Compras un libro que tenías que tener y el último que compraste, lo has colocado silenciosamente en tu estante de libros sin haberlo terminado de leer. Este comportamiento te hace ser un acumulador de libros. ¿Cómo detienes esta locura?

Pasos

  1. Reflexiona acerca de la cantidad de libros que consideras como muy exagerada. Algunos cientos de libros están bien, en especial si eres un estudiante. Sin embargo, algunos miles podrían estar mal si vives en una casa pequeña. ¿Este acto está afectando a otros aspectos de tu casa? ¿Esos libros se están cubriendo polvo o están obstruyendo alunas partes de tu casa? Puedes organizarlos si eso es solo lo que se requiere. Coloca en cajas los libros que nunca hayas leído.
  2. Selecciona tu colección. Solo conserva los libros valiosos después de leerlos. Dona el resto de los libros a la biblioteca de tu localidad o a la beneficencia, o intercámbialos en línea por otros con los amantes de los libros. Asimismo, puedes vender tus libros.
    • Busca tus libros por su número internacional normalizado en BookScouter.com o RentScouter, lo cual también te permite ver las ofertas de las compañías que se ofrecen a comprar tus libros. Esto te dará una idea del valor de tus libros si decides venderlos en línea. Además, te da una idea de las calificaciones de la mayoría de las páginas web que compran libros de modo que sepas qué páginas web son de buena reputación y a cuáles debes evitar.
    • Revisa las páginas amarillas de la agenda telefónica de tu localidad y busca "libros usados". Llama a las tiendas que se vean prometedoras y averigua si están interesadas en comprar libros, si dan dinero en efectivo o crédito y si tienes que hacer una cita para visitarles. Vender tus libros a una librería local es la forma más rápida de reducir la cantidad de tus libros y de obtener algo a cambio. Sin embargo, estas suelen aceptar solo los libros que creen que pueden vender. Puedes donar los libros restantes a una tienda de artículos de segunda. De igual forma, muchas bibliotecas aceptan donaciones de libros usados para sus eventos de venta de libros y te brindarán un recibo de donación para que lo utilices en tu declaración de impuestos.
    • Las páginas web como Amazon.com, Half.com y eCampus.com permiten a las personas vender sus libros. Además, permiten crear una lista de los libros de manera gratuita y cobran una pequeña comisión cuando se concreta la venta de cada libro. Los libros de texto actuales se venden bien. Sin embargo, con esta opción te quedas atrapado con una lista de libros acumulados hasta que se vendan (si es que se venden), además de que es un problema empacarlos y enviarlos. Decide cuánto vale tu tiempo y cuánto dinero quieres obtener por cada libro. Podría no valer la pena vender un libro de $5, colocarlo en una lista, almacenarlo, empacarlo y enviarlo. Sin embargo, sí podría valer la pena si este vale $25. Establece un límite de tiempo (digamos dos meses) para vender en línea un libro y reduce el precio o retíralo de la lista si no logras venderlo en ese periodo. De igual forma, puedes regalarlo.
  3. Haz anotaciones de algunas partes interesantes de los libros si tienen gemas interesantes, como lo son algunos consejos. De lo contrario, no vale la pena conservarlos. Conserva esas anotaciones en un archivo para utilizarlas como referencia e inspiración. Luego, regala los libros. Por otra parte, este es el momento oportuno para [[organizar libros|organizar tus libros]. Divide tus libros en diferentes pilas como te indicaremos a continuación y decide cuáles se quedan y cuáles se van.
  4. Libros de referencia. Libros tales como las enciclopedias, los diccionarios u otras fuentes de no ficción que retomas con regularidad para conseguir información fiable. Sin embargo, puedes deshacerte de ciertos libros si no los has utilizado durante un año. En la actualidad, puedes encontrar mucha información de referencia en línea, además de que existe la opción de acudir a la biblioteca local.
    • Libros que ya hayas leído y que quieras conservar. Ya sea que sean libros de ficción o no, considera con detenimiento la razón por la que conservarás algunos de esos. ¿Volverás a leerlos? ¿Menos de una vez al año? ¿Por qué conservarlos en casa si puedes obtenerlos en la biblioteca? Esto podría ser extraño. Conservar libros solo por si acaso quieras volver a leerlos es una manera garantizada de ver que tu colección de libros invade tu residencia.
    • Libros que aún no has leído. Estos se pueden dividir en dos categorías: libros que no has leído porque no has tenido tiempo y libros que no has leído porque realmente no te interesan (libros que te los han dado como regalo). Considera almacenar los libros que no has leído porque no te interesan si no quieres deshacerte de estos. Sigue los siguientes pasos de este artículo para manipular los otros libros que no has leído.
    • Por lo general, es hora de que te deshagas de un libro si no lo has tocado en los últimos dos años.
  5. Establece la regla de que leerás una cantidad de libros que tienes en la actualidad antes de que compres otro libro. Establece un rango de libros que debes leer antes de comprar otros. Esta solución funciona bastante bien porque te permite controlar tus hábitos de compra de libros sin que tengas que esperar varios años hasta leas toda la colección que tienes. Esto también te alienta a que leas más, ya que sabes que puedes premiarte con un libro nuevo dentro de poco y sin sentirte culpable por ello. Escoger un rango de libros que sea beneficioso para ti involucra que encuentres un punto medio para tener un tiempo específico para leer, incrementes tu velocidad de lectura y determines cuántos estantes de libros tienes aún por revisar.
  6. Haz una lista de libros para leer. Revisa tu estante de libros y escoge los siguientes diez o catorce libros que leerás. En cuanto más los hayas acumulado, mejor será. Luego, escribe la cantidad de páginas que tiene cada libro y suma el total de las páginas. Date un tiempo razonable para terminar de leer los libros, divide las páginas totales en diferentes secciones de lectura diaria y dite a ti mismo que no puedes comprar un nuevo libro hasta que termines la mitad de los libros que están en la lista.
  7. Escribe una lista de libros para comprar. Algunas veces, las ganas de conseguir un libro se pueden saciar al escribir una lista de los libros que te gustaría leer o adquirir algún día. Además, llenar tu lista de libros puede ser una actividad satisfactoria. Esta lista puede ser tan simple como un papel en tu biblioteca o tan elaborada como una base de datos en la computadora. Incluso hay páginas web que te permiten tener un catálogo de una biblioteca virtual.
  8. Para evitar que tu colección de libros crezca más, puedes deshacerte de inmediato de un libro que ya tengas si lo vuelves a comprar. Puedes donarlo o dárselo a un amigo, o colocarlo en una lista para intercambiarlo en línea en una página web como http://www.paperbackswap.com. Esto puede hacer que seas más prudente acerca de comprar un libro, ¡porque tendrás que deshacerte de uno que ya tienes en tu estante de libros!
  9. Utiliza la biblioteca. La mayoría de las bibliotecas prestan los libros que tienen en sus sistemas. Además, tienen fuentes en línea que puedes revisar de manera gratuita y reservar los libros que quieras leer.
  10. Utiliza la biblioteca para descargar libros electrónicos. Muchas bibliotecas ofrecen un servicio electrónico que te permite descargar libros electrónicos en tu computadora de manera gratuita. Muchos libros se pueden grabar en un disco compacto o se pueden transferir a otro dispositivo, como un Ipad.
  11. Compra y colecciona tus libros en un lector de libros electrónicos (como Kindle). De esta forma, ¡tus libros estarán en un formato digital y no tendrás que preocuparte por tener pilas de libros!
  12. Conserva tus libros si tienes espacio para estos y si sigues creyendo que los leerás (o los volverás a leer). Algunas de las mejores horas de descanso son las que se pasan con los libros que se escogieron hace años. Con el paso de los años, ya no es un problema tener tiempo para leer, no hay necesidad de responderle a nadie (incluyendo a la biblioteca) acerca de cuánto tiempo te tomará terminar un libro. Además, es muy satisfactorio tener cinco libros en diferentes habitaciones para leerlos a la vez. Luego, podrás darles tus libros a alguien o podrás reciclarlos cuando estés satisfecho de haberlos terminado de leer o si crees que ya no podrás volver a leerlos por el tiempo que te queda de vida.

Consejos

  • Algunas personas ven a su colección de libros como un reflejo de su identidad, el cual una persona tendría si viera tus libros. Esta persona podría obtener una impresión precisa de lo que eres (o lo que quieres ser) gracias a tu colección de libros. Si esto es lo que piensas, trata de conservar los libros más representativos de ti y deshazte del resto.
  • Recuerda que el objetivo de seleccionar una colección de libros es de hacer que seas una persona más feliz. Acepta que mantener tu acumulación de libros es lo mejor para ti si te sientes desdichado cuando te deshaces de los libros.
  • Si eres una persona que le gusta escribir directamente en un libro, podría ser difícil para ti encontrar personas que compren o acepten tus libros. Tienes tres opciones: aprender a tomar apuntes en otro papel de modo que puedas utilizarlos sin necesidad de apuntarlos en el libro, escribir en anotaciones pequeñas y pegarlas en las páginas o quedarte con los libros en los que hayas escrito. Asimismo, puedes escanear la página, escribir tu apunte en esta versión digital y conservarlo en un archivo. Es cierto, hay leyes en contra de esto, pero solo se aplican si copias todo el libro. No hay problema con que copies unas cuantas páginas, en especial si es para un uso personal. No hay nada malo en escribir en un libro, con tal de que comprendas que hay personas a las que no les gusta eso.
  • El novelista Jonathan Franzen redujo los libros que no había leído de sus estantes a menos de la mitad de su colección.
  • Uno de los mejores regalos que se puede dar es el conocimiento. Después de leer un buen libro, dáselo de inmediato a alguien a quien le podría agradar y pídele que haga lo mismo.

Advertencias

  • Asegúrate de que tus libros favoritos estén disponibles en formato digital si optarás por la solución de tener libros electrónicos.
  • Cuando te decidas utilizar otro dispositivo, podría ser ilegal convertir libros digitales a un formato nuevo si estos tienen una relación con la gestión de derechos digitales.
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