Cómo ser un contratista

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Hay un número creciente de personas alrededor del mundo que trabajan como autónomos y contratistas, y son cada vez más las empresas y organizaciones que emplean sus servicios en vez de contratar personal nuevo. Un contratista trabaja de forma independiente, y no se considera un empleado de la empresa. Como contratista independiente, una persona maneja su propia facturación, gastos y mercadeo. Ser un contratista te da un horario de trabajo más flexible, mayor autonomía y el potencial de trabajar en una amplia gama de proyectos. Sin embargo, los contratistas también enfrentan desafíos, como encontrar suficiente trabajo, la falta de beneficios por parte del empleador, la dificultad en los cobros, y una mayor carga tributaria. Esto es lo que necesitas hacer para trabajar como contratista.

Fundamentos del negocio

  1. Identifica las habilidades y la pericia que puedes ofrecer. Las empresas, las instituciones educativas, las organizaciones sin ánimo de lucro y otros entes emplean contratistas para tareas específicas y limitadas en el tiempo. Determina qué puedes hacer bien y que tenga valor en el mercado. Las profesiones que usualmente realizan trabajos por contrato incluyen:
    • Diseñadores gráficos
    • Masajistas
    • Estilistas
    • Escritores y editores
    • Carpinteros
  2. Decide tus precios. En ocasiones estarás negociando tarifas con ciertos clientes, pero en general necesitas determinar cuál es el valor de tus servicios y cuánto necesitas cobrar para ganarte la vida. Averigua cuánto cobran otras personas que ofrecen servicios similares, y colócate en ese rango con base en tu experiencia.
    • Existen calculadoras en internet basadas en los empleos de cada país que te ayudarán a determinar cuánto ganan los contratistas en tu campo.
    • No rebajes excesivamente tus precios. Tienes la opción de negociar precios más bajos si el cliente se muestra renuente, pero nadie te ofrecerá a pagar más de lo que pides.
  3. Crea un modelo de contrato. Cada cliente tendrá necesidades diferentes. Un contrato garantizará que discutas la información más importante con cada cliente. Incluye detalles como:
    • Un descripción de tus servicios
    • Tu tarifa
    • Política de pagos
    • Cualquier información que te proteja legalmente y que le asegure al cliente tu fiabilidad.
  4. Elabora una factura. Incluye en la parte superior tu nombre, dirección, número de teléfono y dirección de correo electrónico. Colócale fecha a cada factura y asígnale un número a cada una de ellas. Indica el nombre y la dirección del cliente. Describe los servicios que entregaste y tu tarifa. Incluye instrucciones sobre las formas de pago aceptadas y la fecha de vencimiento del pago.

Da a conocer tus servicios

  1. Establece tu marca. Sólo porque no seas una gran empresa no significa que no debas tener una buena marca profesional. Estos son algunos puntos que debes tener en cuenta:
    • Decide si usarás tu propio nombre o si trabajarás bajo un nombre comercial.
    • No temas invertir en tarjetas de presentación, un logo, uniformes y un aviso para colocar afuera de tu casa o local. Asegúrate que todas estas cosas se identifiquen con tu marca.
  2. Crea un sitio web. Haz que luzca limpio y profesional. Usa un logo o imágenes que expresen tu idea de negocio o tus servicios. Incluye detalles sobre tu oferta y tus precios, e intenta demostrar tus habilidades. Si eres un diseñador o un escritor, sube muestras de tu trabajo. Hazle saber a tus visitantes cómo pueden contactarte.
  3. Anúnciate. Dar a conocer tus servicios activamente es vital para hacer que tu nombre sobresalga, y le muestra a tus prospectos que estás disponible para trabajar. Considera estas posibilidades:
    • Investiga la publicidad en línea. Puede incluir la creación de cuentas en redes sociales para tu negocio, enviar correos electrónicos con ofertas especiales, o suscribirte a una red de publicidad.
    • Busca las publicaciones impresas. Compra espacio en tu periódico local, o encuentra una publicación comercial dirigida a las personas en tu campo, y anúnciate allí.
    • Si hay publicaciones o sitios web que comparan diferentes contratistas que ofrecen los mismos servicios, asegúrate de aparecer en esa lista.
    • Describe tus servicios en folletos. Puedes contratar a un profesional para que los haga por ti, o puedes hacerlos tú mismo con un software como Microsoft Word u Open Office.
    • Considera la posibilidad de conseguir la ayuda de un redactor que resalte tus habilidades y fortalezas únicas.
  4. Establece contactos con otros profesionales. Los contactos correctos pueden marcar la diferencia en el funcionamiento de tu propio negocio.
    • Asiste a reuniones para establecer contactos y vincúlate a organizaciones. Si trabajas de forma local, piensa en unirte a la cámara de comercio de tu ciudad.
    • Avísale a otros contratistas en tu campo sobre tu disponibilidad (y averigua la disponibilidad de los otros contratistas). Si otro contratista está demasiado ocupado para aceptar un trabajo, puede que te pase el cliente a ti. Cuando puedas, haz lo mismo por ellos.
    • Asóciate con personas que puedan darte nuevos trabajos. Por ejemplo, si eres un redactor, puedes asociarte con diseñadores gráficos cuyos clientes puedan necesitar textos para hacerle mercadotecnia a sus sitios web.
  5. Infórmales a todos en tu círculo social sobre tu disponibilidad. Contacta a tus amigos, familiares y ex compañeros para informarles de tus servicios. Pídeles que difundan la palabra a los prospectos.

Sé tu propio jefe

  1. Desarrolla habilidades para gestionar el tiempo. Los contratistas deben estructuran su propio horario, que es diferente al horario fijo de un empleo de oficina. A continuación verás cómo puedes adaptar tu tiempo a tus tareas:
    • Aparta tiempo en tu calendario para completar cada tarea.
    • Asigna tiempo para las tareas administrativas, tales como la facturación y la mercadotecnia.
    • Programa tiempo libre para almorzar o caminar un poco, para evitar trabajar sin descanso.
    • Si cobras por hora, asegúrate de concentrarte mientras trabajas y no intentes hacer varias cosas al mismo tiempo.
  2. Ve a tu (casa) oficina. Si trabajas desde casa, puede ser tentador trabajar en la cama todo el día. ¡No lo hagas! Serás más efectivo y organizado si desarrollas una rutina y reservas una habitación o un escritorio sólo para trabajar.
    • Asegúrate que tu espacio de trabajo esté en una habitación donde puedas alejarte del bullicio de mascotas y niños. Si puedes evitarlo, no dejes tus materiales de trabajo abandonados en el mesón de la cocina o en la mesa del comedor.
    • Mantén tus documentos de negocio organizados en un solo lugar, como un archivador o si es necesario, una caja fuerte para documentos. Haz copias de seguridad de los archivos importantes en tu computador.
    • Establece "horas de trabajo", y apégate a ellas. Es importante si quieres mantener un balance entre la vida laboral y personal.
  3. Conoce tus responsabilidades tributarias. A diferencia de los empleos asalariados donde los impuestos se deducen del pago, como contratista pagas impuestos por cuenta propia. Entender tus responsabilidades tributarias es importante para pagar la cantidad correcta de impuestos sin retrasos.
    • En los Estados Unidos, el Servicio de Impuestos Internos (IRS - Internal Revenue Service) requiere que los trabajadores autónomos presenten una declaración anual, y que paguen impuestos estimados de forma trimestral.
    • Guarda las facturas de los gastos de tu negocio, ya que son deducibles de impuestos. No olvides mantenerlos organizados, preferiblemente con una hoja de cálculo actualizada frecuentemente. No querrás estar atrapado organizando recibos cuando se acerque la hora de pagar impuestos.
    • Es posible que necesites cobrar el impuesto a las ventas. Para hacerlo, regístrate en el departamento de impuestos de tu país.
  4. Lleva un registro de tus ingresos y tus gastos. Necesitarás hacerlo para presentar correctamente tus impuestos, aunque llevar el registro de tus ingresos y gastos también es la llave para manejar tus finanzas personales y hacer decisiones estratégicas sobre tu negocio.
    • Mantén una hoja de cálculo de todos tus clientes y proyectos. Revisa estos datos de vez en cuando, y decide si deberías cambiar tus precios o encontrar formas de reducir los gastos.
  5. No olvides tus beneficios. La mayoría de empresas hacen más que sólo pagarles a sus empleados de tiempo completo; también les ayudan a comprar seguro médico y dental, o a ahorrar para la jubilación. Si eres un trabajador autónomo, tendrás que cubrir estas necesidades por tu cuenta.
    • Las organizaciones como la Organización de Profesionales Autónomos pueden ofrecer beneficios en grupo a los contratistas.
    • Tener un buen seguro médico es especialmente importante si trabajas en la construcción, la carpintería, o cualquier otra labor física. Si hay un accidente, no querrás entrar en bancarrota.
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