Cómo curar el trismo de una manera natural

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El trismo es un término informal que describe la incapacidad de abrir completamente la boca y los espasmos musculares dolorosos de las mandíbulas. El trismo se relaciona con el malestar y el rechinar de dientes y los dolores de cabeza. El trismo es un malestar dental y médico que se puede tratar en casa fácilmente, empezando por el paso 1 descrito más abajo.

Cambio de dieta

  1. Consume más magnesio. Es un poderoso relajante muscular que calma el sistema nervioso y protege de los espasmos musculares en las mandíbulas. También contribuye a reducir la inflamación. Por eso, el consumo de alimentos ricos en magnesio ayuda a relajar los músculos reduciendo la presión y la inflamación de las membranas que producen el trismo.
    • Los alimentos ricos en magnesio son: las almendras, la linaza, las paltas, las nueces amazónicas, la avena, el yogur, el maíz, las semillas de melón, la espinaca, el zapallo, las semillas de sésamo, el maní, las castañas de cajú, los plátanos, las pasas, las manzanas, la soya, el pepino, el apio, el pimiento verde, el brócoli, la papaya y el trigo. El requerimiento diario de magnesio es de 320 mg y 420 mg para mujeres y hombres adultos, respectivamente.
    • De hecho, el agua misma es una buena fuente de magnesio.
  2. Consume mucho calcio. El calcio ayuda a fortalecer los huesos del cuerpo. La deficiencia de calcio conduce a los espasmos en los músculos conocidos como el tétano. Por lo tanto, consumir alimentos ricos en calcio contribuye a fortalecer los huesos de las mandíbulas y a regular los movimientos musculares, previniendo así los espasmos que conllevan al trismo.
    • Las fuentes ricas en calcio las podemos encontrar en la leche, el yogur, el queso, las almendras, las semillas de sésamo, la col rizada, los frijoles negros, los higos secos, las sardinas, el brócoli, la col china y el salmón en conserva. El requerimiento diario de calcio para un adulto promedio es de 1000 mg.
  3. Consume más vitamina D. Es bueno aumentar el consumo de vitamina D ya que es necesaria para que el cuerpo absorba el calcio y se fortalezca. La deficiencia de vitamina D conduce al dolor de huesos y a su debilitamiento. También se sabe que la deficiencia de vitamina D causa una predisposición a la disfunción de la articulación de la mandíbula, lo cual puede conducir al trismo.
    • Existen muy pocas fuentes naturales de vitamina D. Esta se encuentra en los pescados grandes como el atún, el salmón, la caballa y el aceite de hígado de pescado. Una muy pequeña cantidad de vitamina D se puede encontrar en la yema de huevo, el hígado de res y el queso. Otras fuentes incluyen los alimentos fortificados como la leche, el yogur, el jugo de naranja, la margarina y los cereales instantáneos. El requerimiento diario de vitamina D para un adulto promedio es de 600 UI (unidades internacionales).
  4. Ingiere bastante agua. Debes mantenerte bien hidratado porque la deshidratación también causa los calambres musculares y afecta los huesos. Consumir más agua puede ser la solución para el trismo. Por lo tanto, si tomas agua regularmente podrás mantener tus músculos y huesos en óptimas condiciones. Toma por lo menos 8 vasos de agua diariamente.
    • A su vez, como se mencionó más arriba, el agua tiene magnesio también necesario para prevenir el trismo.

Ejercicios efectivos

  1. Haz yoga. El yoga es la ciencia milenaria india que contribuye al bienestar físico y mental. El trismo asociado a la tensión nerviosa se puede curar con el yoga. En este enfoque integral del yoga se incentiva a la persona a atacar la causa misma de la tensión que produjo el espasmo muscular. Existen diferentes técnicas de yoga que contribuyen a curar el trismo.
    • Asanas como "Adho Mukh Svanasana" (postura de perro cabeza abajo) ayudan a mejorar el flujo circulatorio hacia el cráneo y los trastornos de las mandíbulas. Con esta asana, la persona se coloca en posición de “V” invertida con las caderas hacia el techo mientras que los talones y las manos están en el piso.
    • "Salamba sarvangasana" (pararse en los hombros) es una postura en que los hombros descansan en la colchoneta y todo el cuerpo desde debajo del hombro se coloca perpendicular al suelo.
    • "‘Viparita Karani" (postura con las piernas en la pared) es otra asana en que uno se tiende en el suelo apoyando la parte baja de la espalda con una almohada firme y estirando las piernas hacia arriba usando la pared como apoyo. Estas dos asanas también hacen que la sangre irrigue la articulación de la mandíbula.
    • "Shavasana" (postura del cadáver) actúa como un relajante muscular y contribuye a reducir la tensión. En esta asana, la persona se tiende en el piso y relaja conscientemente los músculos del cuerpo desde la cabeza hasta los pies.
  2. Intenta realizar la meditación en posición sentada. La mejor postura para empezar a soltar la articulación de la mandíbula es en la posición sentada. Usando esta técnica podrás soltar la tensión que está cerrando tu mandíbula. Comienza sentándote en una posición cómoda para la meditación y concéntrate en relajar tu lengua. Es frecuente que la lengua se pegue al paladar sin que te des cuenta. Relaja profundamente tu lengua y tus ojos y verás que la mandíbula inferior y superior se separan ligeramente. Relaja la piel en las comisuras de tus labios.
    • Estas instrucciones son el inicio de la "pratyahara", es decir la interiorización de la conciencia sensorial. Descomprimir la tensión de la mandíbula de esta manera requiere práctica, pero es muy útil.
  3. Ejercita tu mandíbula. La ejercitación juega un papel muy importante en el tratamiento del trismo. Si se hace correctamente y de manera regular, ayuda a tratar y prevenir el trismo.
    • Para empezar, relaja y baja tus hombros. Ahora, relaja tu mandíbula inferior cerciorándote de que tus dientes no entren en contacto. Relaja tu lengua.
    • Ahora para calentar los músculos de la mandíbula, empieza a mover la mandíbula de arriba a abajo y de lado a lado sin que los dientes hagan contacto. Abre tu boca lo más que puedas pero sin que sientas ni dolor ni incomodidad.
    • Mueve tu mandíbula hacia delante todo lo que como puedas y después hacia atrás. Haz movimientos similares hacia los lados y luego relájate.
  4. Haz estos ejercicios contra la resistencia de tu mano. Es decir, empuja tu puño debajo de tu mandíbula mientras abres tu boca y empuja tu pulgar contra tu mentón al hacer el movimiento hacia delante y contra la parte derecha e izquierda del mentón cuando realices movimientos hacia los lados. Mantén la mandíbula en el punto extremo de su movimiento por unos poco segundos, afirmando ahí. Abre tu boca lo más que puedas y trata de cerrarla mientras resistes el movimiento empujando con tus dedos hacia abajo contra tus dientes inferiores.
    • Mirándote en el espejo, trata de mover tu mandíbula inferior hacia arriba y hacia abajo, bien recto evitando cualquier desviación o movimientos que produzcan el bloqueo de la mandíbula. Cada ejercicio debe hacerse contando hasta 10 y todos los días.
  5. Considera usar el sistema TheraBite. Este es un aparato portátil diseñado para tratar el trismo y ayudar a los pacientes a realizar movimientos anatómicamente correctos para la mandíbula. Como la mayoría de las terapias, este sistema contribuye a estirar la mandíbula para aumentar su capacidad de apertura y también la movilidad pasiva para su rehabilitación.
    • Hay estudios que revelan que los ejercicios con TheraBite han ayudado a tratar el trismo que es producto del cáncer a la cabeza o al cuello.
  6. Mantén una buena postura siempre. Es importante mantener una buena postura durante todo el día, especialmente al trabajar en la computadora, en el escritorio o sentado por largo rato. Esto ayuda a aliviar los músculos tensos. Evita también apretar o rechinar los dientes.
    • No duermas boca abajo ya que esta posición tensa las articulaciones de la mandíbula. Si padeces de trismo, trata de dormir de espaldas.

Exploración de remedios naturales

  1. Prueba con el aceite de mostaza y ajo. El aceite de mostaza mejora la circulación en el área afectada y el ajo tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir la hinchazón. Además, el ajo tiene propiedades antimicrobianas que ayudan a combatir las infecciones que pueden estar empeorando la situación. Una mandíbula que no está ni infectada ni inflamada será mucho más fácil de tratar.
    • Hierve 2 dientes de ajo en una cucharadita de aceite de mostaza y deja que se entibie. Ahora aplica el aceite en el área afectada dos o tres veces al día.
  2. Aplica la mezcla caliente o fría alternadamente. Esto ayudará a reducir el dolor y la hinchazón de la mandíbula. Para aplicar calor, se puede usar una bolsa de agua caliente o una toalla humedecida y para aplicar una compresa fría puedes usar una bolsa de hielo cubierta con una toalla para proteger tu cara.
    • Cuídate de no quemarte o helar tu piel. Usa las compresas por lapsos de 10 o 15 minutos y después cámbialas. Asegúrate de mantener toda el área cubierta con un paño o toalla.
  3. Considera usar el aceite de San Juan. Contiene varios flavonoides y xantonas que tienen propiedades antidepresivas. El aceite alivia la sensación de dolor y contribuye a acelerar el proceso de curación de los músculos dañados y de los tendones de la mandíbula. Se debe frotar el aceite en el área afectada de la mandíbula y en toda el área debajo de la oreja.
  4. Prueba tés de hierbas. Los tés preparados de las siguientes hierbas ayudan al tratamiento del trismo.
    • Kava kava: ayuda a reducir la ansiedad y contribuye a relajar a la persona que padece de trismo.
    • Pasiflora: contribuye a reducir la ansiedad, la inquietud y la incomodidad causada por la tensión muscular y la confusión emocional
    • Matricaria o santa maría: esta hierba es buena para reducir el dolor muscular.
    • Manzanilla: su uso produce un efecto calmante en los adultos. Contribuye a reducir el dolor muscular causado por la tensión.

Consejos

  • Evita los mordiscos grandes para no tener que abrir mucho la boca y hacer que los músculos de la mandíbula se esfuercen. Evita masticar grandes trozos de comida ya que esto también pone presión en los músculos de la mandíbula. Son mejores los bocados pequeños.
  • Hay estudios que revelan que hacer ejercicios abriendo la boca ha ayudado en el tratamiento y la prevención del trismo que ocurre después de la maxilectomía, especialmente en aquellos pacientes que han tenido radioterapia como parte del tratamiento contra el tumor.
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