Cómo usar gel de aloe vera en el rostro

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Las propiedades antivirales y antibacterianas del gel de aloe vera ofrecen varios beneficios para tu piel, especialmente la piel delicada del rostro y cuello. Aunque el aloe vera es un ingrediente utilizado en varios productos de belleza, también puedes utilizar gel de aloe vera puro directamente en el rostro. Si lo aplicas apropiadamente, humecta la piel para suavizar las líneas finas y las arrugas. También puedes usarlo para reducir la apariencia de brotes de acné.

Humectar la piel

  1. Aplica gel de aloe vera cuidadosamente con la yema de los dedos. Para obtener todo el beneficio del gel de aloe vera en tu rostro, frótalo con ligeros toquecitos. No es necesario que lo masajees profundamente en el rostro. Si el gel penetra demasiado en la piel, podría tener el efecto opuesto y hacer que tu rostro se reseque.
    • Tan solo usa una capa delgada de gel. No es necesario que lo untes abundantemente. Una capa demasiado gruesa no proporcionará más beneficios.
    • Para obtener mejores resultados, deja el gel de aloe vera sobre tu rostro durante aproximadamente 10 minutos. Luego, enjuágalo con agua fría y sécalo con toquecitos ligeros. El gel puro de aloe vera podría tener un efecto secante si lo dejas sobre la piel durante demasiado tiempo.
  2. Límpiate el rostro con gel de aloe vera dos veces al día. El gel de aloe vera puede sustituir a los limpiadores faciales y los humectantes si se utiliza adecuadamente. Aplícate una capa delgada del gel sobre la piel en la mañana y la noche. Enjuágate con agua fría y sécate el rostro con toquecitos ligeros.
    • Evita frotarte la piel del rostro, especialmente la piel delicada alrededor de los ojos. De lo contrario, podrías dañarla y debilitarla.
  3. Crea un exfoliante facial humectante para humectar la piel grasosa. Si tienes piel grasosa y propensa al acné, quizá hayas notado que el uso de humectantes tradicionales empeora la tendencia de tu piel a presentar brotes de acné. Combina el azúcar morena con el gel de aloe vera para hacer un exfoliante poderoso que retire cuidadosamente las células muertas de la piel que pueden obstruir los poros y a la vez le dé a la piel una humectación saludable.
    • Para hacer este exfoliante, echa una cantidad pequeña de azúcar morena en la palma de tu mano. Luego, agrega gel de aloe vera en todo el azúcar hasta que se humecte bien.
    • Esparce la mezcla uniformemente sobre todo el rostro evitando la piel delicada directamente alrededor de los ojos. Masajéalo cuidadosamente durante 1 a 2 minutos, enjuágalo con agua fría y sécalo con toquecitos ligeros.
    • Usa ese exfoliante al menos dos veces a la semana o según sea necesario. Deja de utilizarlo si tu piel se vuelve excesivamente grasosa.
  4. Usa el gel de aloe vera con moderación para sacar el mejor provecho de sus beneficios. Ese gel puede humectar la piel y mejorar su tono por completo. Sin embargo, debido a que las enzimas del gel actúan como exfoliantes, usarla frecuentemente en realidad puede resecar la piel.
    • La piel produce grasa cuando se reseca demasiado. Si usas el gel de aloe vera con demasiada frecuencia, podrías estimular la sobreproducción de grasa en la piel, lo cual puede generar obstrucción de poros, inflamación y brotes de acné.
    • Si recién utilizas el gel de aloe vera en tu piel, enjuágalo inmediatamente o deja que repose durante no menos de 10 minutos.

Tratar la inflamación

  1. Usa gel de aloe vera puro para prevenir los brotes de acné. El gel de aloe vera puro tiene propiedades antibacterianas y antioxidantes, así que puedes utilizarlo en lugar de un limpiador facial tradicional. Debido a que también tiene propiedades antiinflamatorias, es suave y seguro para la piel sensible. Sustituye tu limpiador facial regular por gel de aloe vera durante al menos una semana para determinar si notas alguna diferencia.
    • Las enzimas del gel de aloe vera también exfolian cuidadosamente tu piel quitándole las células muertas que pueden obstruir los poros y generar más brotes. Eso iluminará tu piel, lo cual te dará un resplandor saludable.
  2. Haz mascarillas faciales con aloe vera, canela y miel. Mezcla 2 cucharadas de miel, 1 cucharada de gel de aloe vera y 1/4 de cucharadita de canela en un tazón pequeño. Aplícate la mezcla sobre el rostro evitando la piel delicada alrededor de los ojos. Déjate la mascarilla en el rostro durante 10 minutos y, luego, enjuágala.
    • Debido a que la miel y la canela tienen propiedades antiinflamatorias y antibacterianas similares a las del aloe vera, quizá la mascarilla tenga más beneficios en comparación con el gel de aloe vera por sí solo.
  3. Frota gel de aloe vera sobre tu piel después de rasurarte. Si te rasuras el rostro, quizá te quedes con cortes diminutos en la piel que pueden ocasionarte ardor y comezón. En lugar de usar una loción comercial para después de afeitarse que puede resecar la piel de manera excesiva, aplícate una capa delgada de gel de aloe vera.
    • Rascar los cortes diminutos puede introducir bacterias en la piel, lo cual puede ocasionar más inflamación. El gel de aloe vera alivia el dolor y hace que sientas menos comezón, así que serás menos propenso a rascarte.
  4. Aplica el gel de aloe vera sobre los brotes existentes para reducir la inflamación. Debido a que ese gel tiene propiedades antiinflamatorias, puede reducir el enrojecimiento e inflamación, lo cual hace que los brotes sean menos notorios. Sus propiedades humectantes también hacen que sea beneficioso para muchos problemas de la piel, como el eccema y la rosácea.
    • Si actualmente utilizas un medicamento con prescripción médica para tratar un problema de la piel, como el acné o el eccema, conversa con tu dermatólogo antes de comenzar a usar el gel de aloe vera o deja de usar cualquier tratamiento prescrito.
  5. Combina el gel de aloe vera con aceite del árbol de té para incrementar sus beneficios contra el acné. Mezcla de 6 a 12 gotas de aceite del árbol de té por cada 15 ml (0,5 oz) de gel de aloe vera. Comienza con 6 gotas e incrementa la cantidad gradualmente siempre y cuando la mezcla no ocasione enrojecimiento o irritación. Úsala como un tratamiento localizado después de lavarte y secarte el rostro para curar los granos más pequeños.
    • Puedes comprar aceite del árbol de té en línea o en una tienda de productos saludables y de belleza. La cantidad de aceite del árbol de té que puedes usar depende de cuán diluido esté el aceite que compres.
    • Guarda cualquier resto de mezcla que no hayas usado en un recipiente hermético de vidrio de color ámbar. Mantenlo en un lugar fresco y oscuro.
    • Si lo esparces sobre todo el rostro, el tratamiento evitará que los granos aparezcan. Sin embargo, no debes utilizarlo como un sustituto de otros tratamientos sin primero consultar con un dermatólogo.

Extraer el gel de aloe vera

  1. Escoge la especie correcta de aloe vera. Existen varias especies diferentes de plantas de aloe vera y tan solo una de ellas es llamada "aloe vera". Las otras especies generalmente se cultivan como plantas ornamentales porque son relativamente fáciles de cuidar. Sin embargo, tan solo puedes extraer el gel de aloe vera de una planta de aloe vera y no de las otras variedades. Si te encuentras en un vivero, revisa la etiqueta de la planta para determinar a qué especie pertenece.
    • Las plantas verdaderas de aloe vera generalmente no son ornamentales en comparación con las otras plantas de aloe vera. Además, ese tipo de plantas casi nunca florecen cuando se encuentran en interiores.
    • Las plantas de aloe vera tienen hojas delgadas de color verde pálido y varias manchas.
  2. Usa tierra para plantar cactus en una maceta de mediana a grande. Una maceta de mediana a grande le dará a la planta de aloe vera el espacio suficiente para que crezca, ya que le gusta propagarse. Escoge una maceta con un buen drenaje para que la tierra se mantenga apropiadamente seca.
    • Busca una maceta con un solo agujero grande en la parte inferior para drenar la humedad. Si hay agua estancada en la maceta, la planta de aloe vera no crecerá.
  3. Coloca la planta donde reciba suficiente luz. Estas plantas pueden ser difíciles en cuanto a la luz solar. Aunque necesitan mucha luz solar, si reciben demasiada, se secan. La luz solar contínua e indirecta generalmente proporciona las condiciones de crecimiento ideales.
    • Si te encuentras en el hemisferio norte, coloca una planta de interiores en la ventana que apunte hacia el sur o el oeste.
    • Si las hojas del aloe vera se vuelven secas y quebradizas, podría ser una señal de que la planta recibe demasiada luz solar directa. Prueba reubicándola y observa si la salud de la planta mejora.
  4. Evita regar demasiado la planta para mantenerla saludable. La tierra para maceta debe estar húmeda al tacto pero no mojada. Examina las hojas de la planta para determinar si recibe agua suficiente. Siempre y cuando las hojas estén frescas y húmedas al tacto, el aloe vera recibirá agua suficiente.
    • Generalmente, no debes regarla hasta que la tierra en realidad se sienta seca al tacto. Estas plantas generalmente no requieren que las riegues más de una vez a la semana. Durante los meses más fríos, no necesitan tanta agua.
    • Si las hojas de aloe vera están secas y quebradizas, considera la cantidad de luz solar que la planta reciba antes de regarla más, especialmente si la tierra todavía está húmeda. Demasiada luz solar puede ocasionar que las hojas se sequen.
  5. Corta las hojas largas y gruesas desde la parte inferior de la planta. Retira las hojas que estén tan cerca del tronco de la planta como sea posible usando un cuchillo filoso limpio o unas tijeras. Las hojas más gruesas tendrán más gel de aloe vera dentro de ellas.
    • No trates de extraer el gel de aloe vera de una planta con hojas secas y quebradizas. Reubica la planta y espera hasta que se vea más saludable.
    • Puedes extraer el gel de aloe vera de una planta saludable cada 6 a 8 semanas quitándole de 3 a 4 hojas.
  6. Coloca las hojas rectas para que drenen. Coloca las hojas con el lado del corte hacia abajo en un vaso o un tazón pequeño. Después de unos cuantos minutos, el líquido rojo o amarillento comenzará a drenar de las hojas. Deja que las hojas drenen durante 10 a 15 minutos.
    • Ese líquido es tóxico y puede ocasionar dolor de estómago si lo ingieres. Incluso si tan solo planeas usar el gel de aloe vera para colocarlo sobre tu rostro de manera tópica, es recomendable que dejes que ese líquido drene.
  7. Pela la capa externa de la hoja de aloe vera. Corta cuidadosamente los bordes puntiagudos de la hoja usando un cuchillo limpio y filoso. Luego, corta y retira la parte verde de la hoja del gel transparente de adentro. Hacerlo puede requerir de práctica pero podrás retirarla en una tira limpia y uniforme.
    • Lávate las manos antes de comenzar con este proceso. Trabaja sobre una superficie para cortar de manera que puedas evitar que el gel de aloe vera se contamine.
  8. Raspa el gel fuera de la parte interna de la hoja. Una vez que el gel quede expuesto, desliza el cuchillo debajo de él para separarlo del otro lado de la hoja. Continúa lentamente teniendo cuidado de no cortar la hoja a medida que avances.
    • Con la práctica, quizá puedas extraer todo el gel de la hoja en un tira uniforme. Sin embargo, no es necesario que el gel salga de una sola pieza. También puedes hacer varios pedazos, los cuales pueden ser más fáciles de manejar.
  9. Refrigera el gel que no hayas usado lo más pronto posible. Puedes usar el gel de aloe vera extraído sobre el rostro inmediatamente. Si vas a extraerlo para usarlo posteriormente, refrigéralo en un recipiente hermético. Eso mantendrá fresco el gel de aloe vera.
    • El gel de aloe vera se deteriora con el tiempo. Puedes mantenerlo refrigerado durante unos cuantos días hasta una semana. Si necesitas conservarlo por más tiempo, congélalo.

Advertencias

  • Si vas a comprar gel de aloe vera en Internet o en una tienda, verifica los ingredientes cuidadosamente. Para obtener todos los beneficios del producto, no compres gel de aloe vera con aditivos químicos.
  • Para evitar que el gel se eche a perder, siempre guárdalo en un recipiente hermético en un lugar fresco y seco.
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