Cómo restaurar pisos de madera dura

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Se siente muy bien darte cuenta de que tienes pisos de madera dura hermosos y originales debajo de la alfombra de tu casa. Puedes restaurar los pisos tú mismo para hacerlos lucir como nuevos. Tendrás que remover la alfombra vieja y luego preparar el piso y el cuarto en el que trabajas. Luego necesitarás lijar el piso 3 veces, cada vez con una lija más fina. Aplica tinte y sellador, y luego una capa de poliuretano para finalizar los pisos. También puedes restaurar pisos de madera dura que estén rayados siguiendo un procedimiento simple.

Preparar el piso

  1. Remueve cualquier mueble y accesorio del cuarto. Remueve cualquier mueble del cuarto. También debes quitar cualquier cortina para que no te estorbe mientras trabajas. Remueve cualquier cubierta de ventilación.
  2. Aspira la alfombra vieja. Antes de que remuevas la alfombra vieja, aspírala bien. Esto prevendrá que cualquier suciedad o polvo caiga a los pisos, lo que puede interferir en el proceso de lijado. También evitará que el polvo se propague al resto de la casa.
  3. Comienza en una esquina y tira de la alfombra. Podrías necesitar una palanca para meterla debajo de la alfombra para que puedas sujetarla. Luego, lentamente, tira de la alfombra, moviéndola al centro del cuarto. Enróllala una vez que la hayas quitado completamente.
    • Para facilitar las cosas, usa una navaja para cortar la alfombra para que puedas removerla en secciones.
  4. Tira de la almohadilla de alfombra. Dependiendo de qué tan vieja sea la almohadilla de alfombra, algo de ella podría removerse junto con la alfombra. Repite el proceso de tirar de la alfombra junto con la almohadilla, tira de ella más cuidadosa y lentamente.
  5. Remueve cualquier grapa de alfombra o la tira de tachuelas de la madera. La almohadilla de alfombra puede estar sujeta al piso con grapas para alfombra. Usa el extremo bifurcado de un martillo y tira de las grapas. Remueve después la almohadilla de alfombra que esté atorada bajo las grapas.
    • Usando guantes, levanta cuidadosamente las tiras de tachuela con una barra plana donde estén sujetas con clavos. Podrías necesitar golpear la barra plana con un martillo para hacer que la tira salga. Ten cuidado, ¡las tachuelas están filosas!
  6. Remueve cualquier adhesivo para alfombra. Si la almohadilla de la alfombra está sujeta al piso con un adhesivo, puede ser un poco más difícil de remover. Una vez que levantes cualquier pedazo de adhesivo del piso, usa un removedor de adhesivo general para deshacerte de todos los residuos.
    • Revisa el color del adhesivo. Si es de color amarillo, es un adhesivo general para alfombra y deberás poder de rasparlo con un cincel pequeño o inclusive con los dedos.
    • Si el adhesivo es de color café oscuro o claro, es probablemente un adhesivo a base de alquitrán. Usa alcohol mineral (una clase de removedor de adhesivo) para remover el adhesivo. Sigue las instrucciones del envase cuidadosamente. Puedes encontrar alcohol mineral en la mayoría de las tiendas de mejoras para el hogar.
    • El removedor de adhesivo es inflamable, así que asegúrate de que quitar cualquier fuente de chispas o fuego.
  7. Remueve los zócalos. Usando una navaja, corta la parte superior del zócalo a lo largo de toda su longitud en donde se pega con la pared. Empezando en una esquina, coloca una palanca entre el zócalo y la pared y luego tira hacia adelante lentamente. Luego muévelo a lo largo del zócalo y tira de de nuevo. Deberás poder finalmente remover el zócalo completamente.
    • Repítelo en cada zócalo.
    • Usa un lápiz para marcar los zócalos para que sepas de cual pared los removiste. Puedes numerarlos y escribir los números de las paredes correspondientes en un pedazo de papel.
  8. Empareja el piso. Busca en todo el piso clavos, grapas o tornillos pasadores. Los clavos algunas veces son clavados en los pisos de madera para prevenir chirridos. Si encuentras alguno, martíllalo al piso para que quede parejo. Usa el extremo bifurcado de un martillo para remover las grapas o los tornillos pasadores.
    • Si existen hendiduras o abolladuras, rellénalas con masilla para madera que iguale el color del piso.
  9. Cubre cualquier abertura con plástico. Puedes reutilizar láminas de plástico de proyectos viejos. Si no tienes ninguna, puedes encontrarlas en el departamento de pintura en la mayoría de las tiendas de mejoras para el hogar. Cubre las puertas, las lámparas y cualquier otra abertura como las chimeneas. Coloca cinta en las orillas de la lámina de plástico para que las aberturas estén completamente cubiertas.
    • Inserta un trapo húmedo en las ventilaciones dejando un pedazo afuera para que sea fácil de retirar cuando acabes. El trapo prevendrá que el polvo se meta en el sistema de ventilación. Sin embargo, primero apaga la calefacción, ¡ya que dejar encendida la calefacción y cubierta la ventilación puede ocasionar un fuego!

Lijar los pisos

  1. Empieza con una lija áspera de grano 30 a 40. Coloca una lija de grano 10 a 40 en una lijadora orbital. Empieza en la esquina más alejada del cuarto, enciende la lijadora y comienza inmediatamente a lijar. Sigue la dirección del piso, moviendo la lijadora circularmente. Avanza de una esquina del cuarto a la otra.
    • Si no cuentas con una lijadora orbital, puedes rentar una en las tiendas de mejoras para el hogar más grandes. Usualmente cuestan alrededor de $50 dólares diarios.
    • Muchas lijadoras tienen un extractor de polvo en el cual una manguera puede ser unida para absorber el polvo. Opcionalmente, puedes pegar una aspiradora común con cinta a la manija y usarla mientras lijas para atrapar el polvo.
  2. Solapa cada hilera mientras lijas. Una vez que alcances la esquina opuesta del cuarto, tira de la lijadora un poco. Entonces continúa lijando, siguiendo el grano, retrocediendo hacia la orilla del cuarto a donde empezaste. Solapar las hileras asegurará que los pisos luzcan nivelados.
  3. Lija las orillas con una lijadora de mano una vez que termines el resto del cuarto. Si usas una lijadora orbital no serás capaz de alcanzar las orillas del cuarto. En su lugar, utiliza una lijadora de mano con una lija de grano 30 a 40. Coloca la lijadora en la esquina, pégala a la pared y avanza lentamente a lo largo de la orilla, siguiendo el grano del piso.
  4. Lija las esquinas con una lijadora para detalles. Una lijadora para detalles es un poco más pequeña que una de mano común. También tiene una cabeza con punta, lo que permite que alcance las esquinas. Usa una lija de grano 30 a 40.
  5. Aspira cualquier polvo cuando termines. Usa un accesorio de cepillo en la aspiradora. Aspira todo el piso para eliminar cualquier polvo creado por la lijadora. Asegúrate de aspirar también las esquinas, ya que el polvo se puede juntar allí.
  6. Repite todo el proceso de lijado con una lija de grano 50 a 60. Acopla a la lijadora orbital una lija de grano 50 a 60. Esta es una lija media que le dará un acabado aún más liso. Lija todo el cuarto de la misma manera en que lo hiciste con la lija de grano 30 a 40. Aspira el cuarto cuando termines.
  7. Repite todo el proceso de lijado con una lija de grano 80 a 100. Acopla a la lijadora orbital una lija de grano 80 a 100. Esta es una lija muy fina que la dará al piso un acabado liso y lo preparará para pintar.
    • Si el piso aún se siente un poco rasposo, usa una lija de grano 120 para trabajar de nuevo en él. Puedes usar la lijadora orbital o puedes lijar a mano si solo hay unos pocos lugares rasposos.
  8. Aspira y trapea el piso. Cuando termines de lijar asegúrate de que el piso esté completamente limpio. Aspira de nuevo con un accesorio de cepillo. Luego utiliza un trapeador un poco húmedo para trapear todo el piso. El agua debe poder recoger cualquier polvo que la aspiradora deje.
    • También debes limpiar cualquier polvo de los alfeizares, de las ventanas y de cualquier otra moldura con un trapo húmedo.
  9. Limpia el piso con alcohol mineral. Puedes encontrar alcohol mineral en la mayoría de las tiendas de mejoras para el hogar. Le proporcionará al piso recientemente lijado los minerales que necesita para mantener la humedad y evitar que se agriete.

Pintar y sellar el piso

  1. Empieza en la esquina opuesta a la puerta. No querrás terminar de pintar para darte cuenta de que estás atrapado en una esquina. Empieza en la esquina opuesta a la puerta de la habitación y muévete hacia la salida.
  2. Pinta con un aplicador de lana de cordero. Trabaja en un espacio de 60 cm (2 pies) a la vez. Una vez que apliques el tinte, limpia el exceso con un trapo.
  3. Solapa la siguiente sección con tinte. No permitas que la orilla “húmeda” del tinte se seque, de otro modo acabarás con rayas en el piso. Comienza la siguiente sección de 60 cm (2 pies) a unas decenas de centímetros alejado de la orilla del tinte ya existente. Luego aplica el tinte avanzando hacia atrás hacia la orilla, solapándolo un poco.
  4. Usa una brocha de 5 cm (2 pulgadas) para pintar las esquinas. Cuanto estés aplicando el tinte en las esquinas, podrías necesitar una brocha. Esto te permitirá acceder a cualquier esquina.
  5. Deja que el se seque toda la noche. Deja que el tinte se seque en la noche. Una vez que está seca, tendrás una mejor idea de cómo lucirá. Si quieres un color más oscuro, puedes aplicar una segunda capa de tinte siguiendo el mismo procedimiento.
  6. Aplica un sellador de tinte. Comienza en la esquina del cuarto alejado lo más posible de la puerta. Usando una brocha de 7,5 cm (3 pulgadas) coloca el sellador a lo largo de la pared y cepíllalo hacia el cuarto.
  7. Lija el piso con una lija de grano 320. Una vez que apliques el sellador, permite que se seque de acuerdo a las instrucciones del fabricante. Luego líjalo con una lija de grano 320 para emparejar la textura.

Aplicar poliuretano

  1. Ventila el cuarto antes de comenzar. El poliuretano tiene un olor muy fuerte y puede ser excesivo en un espacio pequeño. Abre tantas ventanas y puertas como sea posible para obtener una buena ventilación.
    • También puedes usar una máscara de papel para proteger los pulmones del humo.
  2. Agita el poliuretano. Retira la tapa de la lata de poliuretano. Luego usa un mezclador para removerlo. No agites la lata para remover el poliuretano, ya que esto podría crear burbujas y lo que se quiere es que esté tan homogéneo como sea posible para la aplicación.
  3. Prepara los aplicadores. Debes usar un aplicador de tinte plano o un cepillo de cerdas naturales para aplicar el poliuretano. Usa un pedazo de cinta para pintor para remover cualquier exceso de fibras sueltas del aplicador. Remueve cualquier cerda suelta de la brocha.
  4. Comienza en la esquina del cuarto con la brocha. Empezando en la esquina más alejada de la puerta, utiliza la brocha para aplicar poliuretano cerca de la pared. Remoja la brocha en la lata de poliuretano y gentilmente aplícalo a 10 cm de distancia de la pared hacia el cuarto. Mientras avances al centro del cuarto, usa el aplicador de tinte plano unido a un mango largo en su lugar.
    • Asegúrate de solapar cada trazo ligeramente para que el acabado quede parejo.
  5. Deja que el poliuretano se seque antes de aplicar una segunda capa. Las instrucciones del fabricante deben indicarte cuanto esperar para que el poliuretano se seque, pero debe ser de entre 8 horas a toda la noche. Sigue las instrucciones y luego aplica una segunda capa. Déjalo secar otra vez.
  6. Vuelve a colocar los muebles. Puedes remplazar los muebles una vez que la segunda capa esté seca. Sin embargo, trata de no arrastrar los muebles sobre el piso, ya que esto puede crear raspones.

Restaurar los pisos rayados

  1. Prepara y limpia los pisos. Asegúrate de remover todos los muebles del cuarto, o los cuartos. donde quieres restaurar los pisos. Aspira los pisos para recoger cualquier suciedad que exista. Aplica un limpiador de pisos de madera dura y luego limpia con un trapeador de trapo.
    • Puedes encontrar limpiador para pisos de madera dura en la mayoría de las tiendas de mejoras para el hogar. Si no puedes encontrarlo, puedes mezclar el tuyo. Mezcla 10 partes de agua con 1 de vinagre en una cubeta lo suficientemente grande para remojar un trapeador.
    • Si no tienes un trapeador de trapo, puedes envolver una toalla en la cabeza de un trapeador normal.
  2. Lija el perímetro del cuarto usando una lija de grano 180. Es mejor lijar el perímetro a mano porque te puedes acercar más a la pared de lo que podrías hacerlo con una lijadora grande. Lija a 10 a 15 cm (4 a 6 pulgadas) de la pared hacia el cuarto. Lija hasta que los pisos se vean opacos y con polvo.
    • Los pisos se deben ver considerablemente más claros que el resto del cuarto. Eso te dirá que lijaste más allá de cualquier acabado existente.
  3. Pule el resto del cuarto con una pulidora. Puedes rentar la pulidora en la mayoría de tiendas de mejoras para el hogar. Empieza a pulir cerca de una esquina y sigue el grano del puso de madera a lo largo del cuarto. Mientras avanzas cada hilera mueve la pulidora de lado a lado. Debes solapar cada hilera alrededor de 15 cm (6pulgadas).
    • Usa un disco de lijar marrón porque tendrá el grano correcto para lijar el resto del piso.
    • Mantén la pulidora encendida constantemente, pero detenla cada 5 minutos para aspirar el disco. Inclina hacia arriba la pulidora y usa una extensión en la aspiradora para aspirar el polvo.
    • Notarás donde has pulido porque el acabado viejo se convertirá en un polvo blanco.
  4. Aspira el piso. Coloca un nuevo filtro en la aspiradora o límpialo si es reutilizable. Une un accesorio con superficie de fieltro a la aspiradora. Trabaja en la dirección de las líneas del piso, moviendo el accesorio de atrás a adelante para aspirar el polvo. Luego trabaja a lo largo de las líneas del piso para eliminar cualquier polvo asentado entre ellas.
  5. Seca el piso. Envuelve un trapo de microfibra alrededor de un trapeador seco o de una escoba. Presiónalo a lo largo del piso en dirección de las líneas del piso para absorber toda la suciedad restante.
  6. Filtra el acabado utilizando una regadera. Cubre los zapatos con botines y la cara con un respirador de vapor orgánico. Luego vierte el tinte a través de un filtro de aire cónico hacia una regadera de plástico. Vierte el tinte de la regadera a un contenedor de plástico pequeño.
  7. Corta alrededor de las orillas. Empieza en el punto más alejado de la puerta de salida para que no te quedes atrapado en la orilla. Usando una brocha de 7,5 cm (3 pulgadas), pinta al lado de los zócalos. Trabaja alrededor de 10 minutos y luego aplica más tinte.
  8. Aplica tinte con un rodillo al resto del piso. Vierte una línea de tinte de 2,5 (1 pulgada) en el piso siguiente. Debes verter lo suficiente para que puedas esparcirla en 10 minutos por lo que necesitarás experimentar para saber la cantidad correcta. Usa un rodillo de mango largo de un grosor de 0,6 cm (0,25 pulgadas). Aplica el acabado a lo largo del grano y luego de forma cruzada, solapando cada pasada.
  9. Repite el procedimiento de cortar y pintar cada 10 minutos. Necesitarás trabajar con el tinte húmedo para asegurarte de que no termines con líneas visibles en el piso. Una vez que apliques el acabado por 10 minutos, regresa a cortar las orillas por otros 10 minutos. Luego coloca más tinte por 10 minutos, repitiendo el procedimiento hasta que esté cubierto todo el piso.
  10. Espera 3 horas para aplicar una segunda capa. Si deseas un entintado más oscuro tal vez se necesita más de una capa. Espera 3 horas entre cada aplicación.
  11. Espera una semana para volver a colocar los muebles. Una vez que consigas el color de tinte que deseas, necesitarás dejar que el piso se seque completamente. Espera una semana antes de volver a colocar cualquier mueble o accesorio.

Consejos

  • Si tienes madera dura procesada (piso que parece madera dura pero no lo es) necesitarás contratar a una compañía profesional para que restauren los pisos por ti. Si no estás seguro de que clase de pisos tienes, retira una cubierta de ventilación del piso. Debes poder ver qué tan grueso está el piso. Si es más grueso de 2 cm (0,75 pulgadas) tienes madera dura verdadera.
  • Cuando estés remplazando las baldosas y las molduras usa zapatos de suela suave y plana. Así será menos posible rayar o dañar los pisos recientemente restaurados.
  • No necesitas sellar los pisos después de pintarlos si puliste los rayones en vez de restaurar los pisos completamente.
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