Cómo hacer espuma para capuchino

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El capuchino es una bebida de café hecha con café expreso y leche al vapor. Lo más sorprendente de esta bebida es la espuma de leche de la parte superior. Una capa reconfortante y consistente de espuma es lo que diferencia a un excelente capuchino de las bebidas inferiores. Preparar un capuchino perfecto es más un arte que una ciencia. Aunque toma tiempo perfeccionar el tiempo y el método de vertido, tener un conocimiento sólido de los principios básicos te encaminará a hacer la mejor taza de capuchino.

Preparar la espuma con una jarra vaporizadora de leche

  1. Vierte café expreso preparado en una taza para capuchino. Aunque las cantidades específicas dependerán del tipo de capuchino y la persona que lo prepare, para esta bebida necesitarás aproximadamente 1/4 de café expreso y 3/4 de leche al vapor. Vierte la cantidad deseada de expreso preparado en una taza grande para capuchino antes de espumar la leche. De ese modo, tendrás todo listo para que puedas verter la leche al vapor mientras todavía esté bien caliente.
  2. Llena una jarra vaporizadora de leche con leche fría. Las jarras vaporizadoras de leche está específicamente diseñadas para calentar el líquido mediante el vapor. La mayoría de los capuchinos tradicionales se sirven en porciones de 180 ml (6 oz), aunque muchas tiendas norteamericanas prefieren la versión de 350 ml (12 oz). Usa de 3/4 de taza a 1 1/2 tazas de leche, dependiendo de tu preferencia.
    • La leche desnatada es la mejor si quieres mucha espuma. No obstante, este tipo de leche carecerá del sabor cremoso de la alternativa grasosa. Depende de ti si le das más prioridad a la espuma o el sabor.
    • En lugar de utilizar la jarra vaporizadora para espumar la leche, puedes utilizar otras herramientas como una jarra de metal con una varilla para espumar, un espumador de leche, o agitar la leche en un frasco. No obstante, la base de un capuchino auténtico es la leche al vapor.
  3. Espuma la leche hasta que esté caliente. Espumar la leche le da al capuchino su cualidad caliente y burbujeante. Debes mantener la leche al vapor aproximadamente entre los 60 y 70 °C (entre 140 y 160 °F). Para que sea fácil de beber es importante que no la espumes más allá de los 80 °C (180 ºF). Dependiendo del vaporizador, la cantidad y la temperatura de la leche que vayas a vaporizar, ese procedimiento puede tomar entre 10 a 40 segundos en la mayoría de los casos. Es recomendable que tengas un termómetro a la mano y lo sumerjas en la leche. De ese modo, podrás asegurarte de que esté a la temperatura exacta que desees sin tener que adivinar.
    • Si no tienes un termómetro, puedes calcular el incremento de temperatura colocando tu mano sobre la parte externa de la jarra. Espera hasta que comience a calentarse al tacto. Cuando el calor de la parte externa de la jarra sea incómodo al tacto, será un indicador de que la leche se ha espumado durante el tiempo suficiente.
  4. Usa la leche al vapor rápidamente. Cuanto más tiempo dejes la leche afuera, menos agradable será su sabor en el capuchino. La leche es muy sensible al calor y solamente debes espumarla justo antes de verterla en una taza grande de capuchino. Si vas a hacer una tanda más grande de capuchino de una sola vez, evita espumar una gran cantidad de leche del mismo modo. La leche calentada y recalentada se vuelve rancia y pierde su potencial para formar espuma.
  5. Vierte la leche caliente en la taza para capuchino. Sirve el capuchino en una taza para café y, finalmente, combina la leche con el café expreso. El truco está en verter la leche lentamente. Cualquier movimiento rápido podría afectar la espuma. Nivela la jarra lentamente a medida que viertas la leche.
    • Una forma de reservar la mayor parte de la espuma para la parte superior es tomar una cuchara y utilizarla para atraparla en la parte superior de la jarra. Cuando la jarra esté casi vacía, podrás verter la espuma.
    • Uniformízala con una cuchara si la viertes irregularmente.
  6. Reconoce la diferencia entre espuma de buena y mala calidad. Obstener la espuma perfecta básicamente depende de tu habilidad. Con eso en mente, quizá tengas que hacer unos cuantos intentos antes de conseguir el tipo de espuma que quieras. Sin embargo, tendrás que distinguir entre el fracaso y el éxito al hacerlo. La espuma apropiada para un capuchino debe ser uniforme y suave. La espuma de mala calidad lucirá muy espumosa y podría desbordarse en las partes laterales.
    • Existen dos razones principales que podrían ser la causa de obtener espuma de una calidad inferior a la deseada. En primer lugar, debes verter la leche espumada a la profundidad adecuada. En segundo lugar, su temperatura puede estar demasiado alta para formar burbujas suaves apropiadamente.
    • No te desanimes si obtienes espuma de mala calidad en tu primer intento. Las bebidas de café perfectas requieren de mucha más habilidad de la que la gente cree. Cada vez que lo intentes, estarás un poco más cerca de determinar los movimientos sutiles que implican conseguir la bebida perfecta.

Usar otros métodos para hacer espuma

  1. Usa una varilla para espumar con una jarra de metal helada. La varilla para espumar calentará la leche sin afectar su sabor. Sumérgela en la leche hasta que se sitúe aproximadamente un centímetro fuera de la parte inferior de la jarra. Debido a que el calor tiende a incrementarse, espumarla de abajo hacia arriba permitirá que se caliente de manera uniforme.
  2. Usa un espumador de leche. A diferencia de los vaporizadores, en el que las burbujas son un efecto secundario agradable, los espumadores están específicamente diseñados para formar burbujas en la leche. Son aparatos relativamente económicos que puedes comprar en Internet si es necesario. Coloca la punta del espumador aproximadamente un centímetro debajo de la superficie y mantenla sumergida durante aproximadamente 20 segundos mientras forme espuma en la leche. Mueve el espumador lentamente alrededor de la taza para asegurarte de que las burbujas sean uniformes.
    • Si vas a usar un espumador de leche, no tendrás que utilizar un vaporizador para calentarla. En ese caso, puedes calentar la leche sobre la estufa o en el microondas.
  3. Agita la leche para formar espuma fácilmente. Si vas a hacer un capuchino, es de esperar que prefieras la calidad en lugar de la comodidad. Sin embargo, puedes obtener espuma funcional agitando la leche antes de calentarla. Coloca una taza de leche fría en un frasco sellado o un recipiente. Agítalo con fuerza hasta por un minuto. Inmediatamente después, colócalo en el microondas y caliéntalo durante 30 segundos. El calor es necesario para hacer un capuchino perfecto, aunque calentar la leche también estabilizará las microburbujas que formarás al agitarla.
    • Esa es una buena solución rápida recomendada si no eres exigente con los capuchinos. Sin embargo, ten en cuenta que la espuma no lucirá tan bien como si la vaporizarás.

Presentar el capuchino

  1. Dibuja un diseño sobre el capuchino. Puedes dibujar un diseño sobre el capuchino realizando movimientos decididos a medida que viertas la leche en la taza de café expreso. Hacerlo es muy difícil y a los baristas puede tomarles meses dominar esa habilidad. No obstante, dejar un simple corazón o un diseño de remolino encima de la espuma de capuchino puede hacer que luzca más profesional y elegante al servirlo. Existen varios diseños posibles para todos los niveles de habilidad.
    • Para hacer un diseño en forma de corazón, vierte la leche en el centro y cambia la dirección del chorro de lado a lado.
    • Si la leche al vapor está muy espumosa, el diseño de latte será prácticamente imposible de realizar.
  2. Añádele hojuelas de canela y chocolate a la espuma. Los capuchinos son valorados tanto por su presentación como por su sabor. Las hojuelas de canela y chocolate complementarán ambos aspectos. Una vez que la espuma se haya formado, rocíalas encima como un toque adicional. Incluso si vas a prepararlo para la casa, esta técnica hará que tu capuchino luzca como una exquisitez profesional.
  3. Usa tazas de capuchino apropiadas. Las tazas de capuchino deben ser pequeñas, sencillas, elegantes y con mango. Dependiendo del tamaño del capuchino, las tazas que escojas deben ser de 350 ml (12 oz). Preparar un capuchino toma más tiempo que hacer un café común, así que no debes usar ninguna taza vieja para ese propósito. Incluso si crees que la estética no importa, quizá te des cuenta que disfrutas más la bebida si guardas el debido respeto a la forma en la que se sirve.
    • Asegúrate de que el tamaño de la taza coincida con la cantidad de capuchino que vayas a servir. La cultura del café tiende a valorar los tamaños más pequeños para enfatizar el gusto sobre la glotonería. Incluso si tan solo tienes una cantidad específica de capuchino para beber, servirlo en una taza demasiado grande le quitará un poco de su atractivo visual.
  4. Sírvelo con galletas pequeñas. Las galletas, los biscottis, los bizcochos de chocolate, los muffins u otros bocadillos de pastelería son viejos compañeros de los capuchinos y otras bebidas. Coloca un par de galletas en un plato cerca del capuchino. Al hacerlo, harás que suba de categoría de una bebida a una experiencia de café múltiple. ¡Disfrútalo!

Consejos

  • La palabra "capuchino" deriva de los monjes capuchinos. La bebida recibió su nombre debido a que su color es similar al de las vestimentas que dichos monjes usaban.

Advertencias

  • No sirvas los productos derivados del café en porciones más grandes que 350 ml (12 oz). Algunos aficionados al café desprecian las tazas de capuchino cuyo tamaño sea mayor a 180 ml (6 oz). Dependiendo de a quién trates de impresionar (si ese es tu caso), quizá debas tomar en cuenta ese aspecto.
  • El capuchino es una bebida caliente. Por lo tanto, ten cuidado de no quemarte mientras la prepares.

Cosas que necesitarás

  • leche fresca fría (al menos una taza)
  • café expreso preparado
  • una jarra
  • canela y otros ingredientes adicionales
  • una varilla para espumar
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