Cómo organizar tu escritorio

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La frase "un escritorio desordenado es una señal de una mente desordenada" es cierta. Mantener tu área de trabajo limpia y organizada puede tener un gran efecto en tu productividad, concentración y habilidad para encontrar lo que necesitas. Es posible que te sorprenda con cuanta más eficiencia podrás trabajar después de despejar tu escritorio desorganizado. Todo lo que necesitas es un poco de tiempo, disciplina para deshacerte de las cosas innecesarias y un sistema para asegurarte de que todo esté en su lugar.

Despejar tu escritorio

  1. Comienza desde cero. Reorganizar tu escritorio será más fácil si comienzas con un espacio en blanco. Por ello, despeja todo lo que esté sobre el escritorio y retira las cosas de los cajones. Coloca todo en una mesa diferente o en el suelo para que puedas revisarlo luego. Cuando te deshaces del desorden inicial, puedes evaluar exactamente cómo quieres que se vea tu escritorio.
    • Es posible que te tome más tiempo revisar el escritorio de manera minuciosa para decidir qué botar.
  2. Limpia el escritorio por dentro y fuera. Aprovecha que tu escritorio está limpio y toma esta oportunidad para limpiarlo bien. Desempólvalo y límpialo con un paño y un limpiador para diferentes superficies. Ocúpate de las manchas persistentes y arregla los rasguños en tu escritorio de madera. De esta forma, se verá como nuevo cuando termines.
    • Asegúrate de que haber sacado todo del escritorio antes de comenzar a limpiarlo. De lo contrario, tendrás que limpiar alrededor del desorden.
  3. Deshazte de las cosas antiguas e innecesarias. Toma las cosas que quitaste del escritorio y sepáralas en dos pilas: una con las cosas que botarás y otra con las que te quedarás. Ten una actitud severa en cuanto a tus decisiones. Deshazte de tantas cosas poco importantes como puedas hasta llegar a tener solo lo necesario. Esto hará que sea más fácil estar al tanto de todo.
    • Las personas suelen sentir cariño por las cosas que no utilizan y que no las benefician. Deshacerte de las pertenencias que no utilizas puede brindarte paz mental muy necesaria.
    • No olvides deshacerte de la basura que encuentres mientras despejas tu escritorio. Esto puede ser una gran parte del desorden.
  4. Renueva el espacio donde trabajas. Fíjate en tu escritorio para notar las cosas antiguas. Esto incluye calendarios antiguos, correos respondidos y sin responder, y las fotos antiguas. Encuentra unos nuevos para reemplazarlos. Deshazte de las cosas antiguas o guárdalas. Todo lo que esté en tu escritorio debe ser nuevo y estar listo para seguir adelante.
    • No hay ningún problema con aferrarte a las cosas que tienen valor sentimental. Si tienes una foto, regalo o recuerdo antiguos que quieras conservar, guárdalo en un lugar seguro y mantén tu escritorio despejado para poder utilizarlo.

Reordenar tu escritorio

  1. Cambia la distribución del escritorio. Ahora que es el momento de volver a poner las cosas en el escritorio, no vuelvas a ponerlas donde estaban. Piensa en maneras nuevas para reorganizar tu escritorio de modo que aproveches el espacio que tienes. Podrías simplemente colocar las cosas en el lado opuesto de donde se encontraban o ubicarlas en nuevos lugares. Idea una organización interesante que te ayude a mantener el interés mientras trabajas.
    • Reorganizar las cosas en tu escritorio es un pequeño giro que de todas formas ayudará a desintegrar la monotonía de siempre ver lo mismo en el mismo lugar cuando te sientas a trabajar.
    • En China, existe un arte dedicado a cambiar la posición de los objetos todos los días. Se le conoce como feng shui y se ha demostrado que es muy terapéutico psicológicamente.
  2. Compra cosas nuevas. ¿Se te acaban el papel, los lapiceros de tinta o las grapas? Ve a una tienda de artículos de oficina y compra algunos materiales para reabastecer tu escritorio. Lleva una lista para no olvidar lo básico. Enfócate en las cosas que utilizas bastante y que se acaban rápidamente. De esta forma, cuando sea hora de trabajar, contarás con todo lo esencial.
    • Incluso si tu centro de trabajo te brinda artículos de oficina, tener a la mano tus propias cosas (como tu tipo favorito de lapicero) puede hacer que te sientas con más comodidad.
  3. Organiza las cosas con sensatez. Cuando tengas una idea de cómo quieres que se vea tu escritorio, coloca tus pertenencias de una manera que incremente la productividad y elimine el desorden. Reserva el centro del escritorio para tu computadora y mantén las herramientas y documentos importantes a tu alcance. Esto no solo hará que sea más fácil trabajar, sino que evitará que tengas que buscar las cosas ya que siempre estarán en el lugar más lógico.
    • Tu intuición será tu mejor guía para indicarte dónde debe ir cada artículo. Si buscas instintivamente cierta cosa en cierto lugar, es posible que ese sea el mejor lugar para ubicarla.
  4. Añade algo de estilo. Tu objetivo es contar con un escritorio limpio y organizado, pero eso no significa que tenga que ser aburrido. Añádele algunos toques decorativos para darle un poco de personalidad. Algunas fotos enmarcadas, una pequeña estatua o una taza de café graciosa pueden avivar tu espacio de trabajo y hacer que se perciba más como un hogar.
    • Si trabajas en un cubículo o una oficina, lleva algunos artículos de tu casa para combatir la atmósfera monótona de tu centro de trabajo.
    • Cuelga imágenes y mensajes inspiradores para mantenerte con motivación de modo que trabajes arduo.

Impulsar la eficiencia

  1. Mantén a la mano las cosas más esenciales. Si notas que terminas buscando ciertas cosas muchas veces, asegúrate de que sean accesibles. Considera con cuánta frecuencia utilizas ciertas cosas en tu escritorio y ordénalas según su importancia. Al optar por esta opción, puedes simplificar el proceso de encontrar y utilizar varios artículos.
    • Los artículos para escribir, el papel, los cuadernos de apuntes, los dispositivos de comunicación y los accesorios digitales podrían estar expuestos o en otra parte a la que puedas acceder con facilidad.
    • Separa los lapiceros y los lápices en una taza para mantenerlos juntos y listos para utilizarlos sin que ocupen mucho espacio.
    • Deja los sujetapapeles y las engrapadoras cerca de la impresora o donde termines el papeleo.
    • Puedes ahorrar hasta una hora al día al disminuir el tiempo que te toma para buscar las cosas en tu escritorio desordenado.
  2. Coloca las cosas que usas con frecuencia en los cajones fáciles de acceder. Los artículos no esenciales pero que utilizas bastante pueden ir en los cajones de modo que puedas sacarlos cuando los necesites. Reserva los cajones superiores del escritorio para las cosas más grandes y las cosas que utilizas con frecuencia, pero que no tienen que estar necesariamente sobre el escritorio.
    • Por ejemplo, podrías notar que utilizas tu computadora portátil, tableta y otros dispositivos electrónicos con más frecuencia que los lapiceros y papeles para terminar tu trabajo. En este caso, puedes guardar estos materiales secundarios en un lugar cercano mientras mantienes el escritorio despejado para los dispositivos electrónicos.
    • Si tienes muchas cosas pequeñas, compra unas bandejas organizadoras para cajón. Estas entran muy bien en los cajones de los escritorios y contienen unas secciones compartimentadas que permiten mantener todo organizado y visible al estar en su lugar apropiado.
    • Haz una lista mental de prioridades en cuanto a dónde deben ir las cosas en tu espacio de trabajo. Si utilizas una cosa frecuentemente o si es importante, déjalo encima de tu escritorio. Si la necesitas de vez en cuando, mantenla en un cajón cercano. Sin embargo, si pocas veces la usas o si no pertenece realmente a tu escritorio, encuentra otro lugar para ponerla.
  3. Guarda las cosas que no usas. Todo lo que decidas conservar, pero no necesites tener a la mano en tu escritorio, debe guardarse en otro lugar de modo que no se acumule y se convierta en un desorden. Esto incluye las cosas personales, los bocadillos, las bebidas y los instrumentos que solo necesitas en pocas ocasiones. Los documentos escritos deben estar en fólderes y luego en un gabinete de archivos, mientras que otros materiales podrían tener que guardarse en un cajón inferior o un clóset si no los utilizas mucho. Mantenlos fuera de tu escritorio tanto como puedas, excepto por las cosas que tengas que tener.
    • Trata de adoptar el hábito de guardar las cosas después de usarlas. De lo contrario, tendrán la tendencia de acumularse en tu escritorio, o se pueden atiborrar en un cajón, lo que puede causar que se llene rápidamente de basura.
  4. Utiliza una bandeja para cartas para mantenerte al día con los papeleos. Invierte en una bandeja para cartas para facilitar la clasificación de documentos. Una bandeja de este tipo es un contenedor vacío y con varios niveles que te permiten designar cada nivel para los papeles que recibes o enviarás, además de los correos respondidos y por responder. Al confinar los documentos escritos en una bandeja para cartas, unos fólderes y un gabinete para archivos, evitarás que el espacio del escritorio se recargue con tantos papeles sueltos.
    • Utilizar una bandeja para papeles o unas bandejas múltiples para varios propósitos es un truco simple que puede ayudarte a eliminar gran parte del desorden de papeles en tu escritorio.
    • Ten una bandeja para los papeles terminados o no terminados, otro para los correos que recibes o que enviarás, etc.
  5. Mantén bajo control el área de trabajo compartido. Algunas personas podrían tener que utilizar un escritorio en común o un cubículo dividido en la oficina, o podrías tener tu escritorio cerca del de otros, lo que te brinda un espacio limitado. De todas formas, puedes procurar hacer algunas cosas para moderar el espacio compartido.
    • Primero, asegúrate de que haya límites claros para distinguir a dónde pertenece cada cosa. Luego, puedes comenzar a organizar tu propia sección para incrementar el orden y la eficiencia.
    • Etiqueta tus materiales personales y mantenlos cerca del lugar donde te sientas. Identifica qué papeles son tuyos y clasifícalos en fólderes individuales, luego en cajones o bandejas para papeles.
    • Ten un lugar designado para los artículos compartidos de modo que el desorden ajeno no caiga en tu área.
    • Lleva una mochila o un portafolio para controlar tus cosas. Si trabajas en un entorno con espacio y almacenamiento compartido, es posible que no puedas mantener tantas cosas y pertenencias sobre tu escritorio o en los cajones cercanos.
    • Sigue haciendo una clasificación y una limpieza regular para evitar que el escritorio o el área de trabajo compartido se conviertan en un desorden. Más personas concentradas en un área confinada simbolizan más basura, papeles dispersos y desorden.

Consejos

  • Coloca un tacho de basura cerca de tu escritorio para deshacerte de la basura de inmediato. Si pospones botarla, se acumulará.
  • Estructura un sistema para los archivos de modo que siempre sepas lo que has terminado, lo que tienes que hacer y lo que puedes botar. Organiza los proyectos según su nivel de importancia y conclusión.
  • Si eres diestro, trata de hacer tu propio apoyo para la organización de tu escritorio con materiales únicos y personalizados.
  • Mantén al mínimo las cosas personales y otras decoraciones si organizas tu escritorio en tu trabajo. Cuantas más cosas tengas en tu escritorio, más caótico será tu campo visual.
  • Elimina tantas distracciones como puedas. Esto te ayudará a mantenerte mentalmente organizado.
  • Compra y utiliza cajas simples para que te ayuden con el flujo en exceso de las cosas. Algunas cosas podrían tener que permanecer a la mano, pero en un lugar que no interrumpa tu trabajo. Puedes colocarlas debajo o al lado de tu escritorio, o en otra parte de la habitación.
  • Etiqueta los cajones para saber dónde está todo de modo que no tengas que buscar por todas partes cada vez que necesitas algo.

Advertencias

  • Asegúrate de recordar dónde colocas todo. Si tienes muchas herramientas, instrumentos y archivos, haz una nota de dónde se supone que todo debe ir en tu escritorio de modo que mantengas el orden.
  • Un área de trabajo densa puede bloquear la productividad. Mantén la simpleza, y trabajarás con más eficiencia.
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