Cómo tener una piel perfecta

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Todos hemos tenido en algún momento problemas con la piel, ya sea debido al acné, la piel reseca, la piel sensible, la piel grasosa, la despigmentación o las arrugas. Felizmente, todos estos problemas son fáciles de tratar, si estás dispuesto a darle a tu piel un poco de amor y atención. Comienza con el paso 1 y sigue con las instrucciones sobre cómo cuidar de forma adecuada tu rostro y lograr una piel fresca y lozana.

Desarrolla una rutina para el cuidado de tu piel

  1. Descubre tu tipo de piel. El primer paso para tener una piel perfecta es descubrir una rutina de cuidado para tu piel que vaya de acuerdo a tu tipo de piel. Cada persona tiene una piel única, por lo cual lo que funciona para una persona, puede no funcionar para ti. Observa tu piel minuciosamente y decide si tienes piel normal, sensible, seca, mixta, propensa al acné, o grasosa.
    • Si tienes piel normal, ¡tienes suerte! Tu piel no se torna grasosa, los poros de tu piel son pequeños, su tono es uniforme, y es muy raro que te salgan granitos.
    • La piel sensible tiende a ser muy reactiva; puede ponerse seca, tener escozor, o irritarse, dependiendo del clima, tu estilo de vida, y de los productos que utilizas.
    • La piel seca generalmente se siente tensa después de la limpieza y puede tornarse áspera, o con descamaciones, especialmente cuando está expuesta a un clima frío o seco.
    • La piel mixta significa que tu piel es seca y grasosa. Puede sufrir de descamación y resequedad en los bordes, pero ser grasosa en la zona T del rostro.
    • La piel propensa al acné, como su nombre lo indica, es propensa a tener granitos, espinillas y exceso de grasa. Aunque intentes mantenerla limpia, siempre sufre de erupciones.
    • La piel grasosa puede tornarse grasosa y tener brillo después de una hora de haberse lavado el rostro. Incluso la grasa puede filtrarse a través del maquillaje, haciendo que este se corra.
    • Asimismo, que tu tono de piel sea claro, medio, u oscuro también determinará los problemas de piel a los que seas propenso, y deberás tomarlo en cuenta cuando elijas los productos para el cuidado de tu piel.
  2. Lava tu piel dos veces al día, no más, ni menos. Es muy importante que laves tu piel, ya que así eliminas la suciedad, grasa, bacterias, y los restos de maquillaje que puedan haber quedado.
    • Si embargo, muchas personas consideran que mientras más laven su rostro es mejor, pero esto es un error. Lavar tu rostro en exceso es tan malo como no lavarlo, ya que la piel se seca y puede hacer que se ponga roja y se irrite.
    • Lava tu rostro solo dos veces al día; una vez en la mañana para limpiar la grasa formada durante la noche, y una vez en la noche para retirar la suciedad y el maquillaje del día.
    • Utiliza una loción desmaquilladora adecuada para tu piel (deberá estar especificado en el frasco). Si es posible, evita utilizar lociones desmaquilladoras con fragancia, color, o con muchos químicos, ya que esto podría irritar tu piel, o simplemente podría ser poco efectivo. Cuando tengas que elegir productos para tu rostro, los más simples son los mejores.
    • Para limpiar tu rostro, utiliza agua tibia. El agua caliente podría ser muy fuerte y secaría tu piel, mientras que el agua tibia es perfecta ya que abre los poros. Rocía un poco de la loción desmaquilladora en tus manos y utiliza los dedos para aplicarla suavemente y con movimientos circulares sobre tu rostro.
    • Luego, enjuaga tu rostro con agua fría (para cerrar tus poros), asegurándote de enjuagar todo el producto. Utiliza una toalla limpia para secar tu rostro con delicadeza (no la frotes contra tu rostro, ya que es muy fuerte para tu piel). O, incluso mejor, deja que tu rostro se seque solo.
  3. Utiliza una loción tonificante. Las lociones tonificantes son los productos para el cuidado de la piel a los que se les da menos importancia, y es un paso que muchas mujeres obvian. Aunque no es totalmente necesario en tu rutina de cuidado de la piel, la tonificación tiene muchos beneficios.
    • En primer lugar, las lociones tonificantes ayudan a eliminar los restos de suciedad, de maquillaje o células muertas que tu loción desmaquilladora no retiró, dejando tu piel totalmente limpia. En segundo lugar, estos productos ayudan a restaurar el balance del pH de la piel a un nivel ideal levemente ácido. Y, en tercer lugar, las lociones tonificantes dejan tu piel ligeramente húmeda, lo que permite que absorban mejor cualquier producto (como productos hidratantes, sueros, y bloqueadores solares) que apliques después.
    • Además, las lociones tonificantes son una excelente forma de añadir ciertos ingredientes activos a tu rutina de cuidado de piel. Los ingredientes activos que elijas dependerán totalmente de tu tipo de piel. Las personas con piel propensa al acné necesitarán lociones tonificantes que contengan ácido alfa hidróxido, y ácido beta hidróxido que exfolian la piel. Las personas con piel seca deben elegir lociones tonificantes hidratantes que contengan vitamina E o aloe vera; y las personas que buscas beneficios anti envejecimiento deberán elegir lociones tonificantes que contengan anti oxidantes (para reparar la piel) y retinoides (para combatir las arrugas). Sin embargo, es importante tomar en cuenta que las personas con piel seca o sensible deben evitar utilizar lociones tonificantes que contengan alcohol, ya que podrían ser muy fuertes y resecarían su piel.
    • La mayoría de lociones tonificantes son líquidas y son muy fáciles de usar. Simplemente vierte un poco de producto en un pedazo de algodón limpio y pásalo suavemente sobre tu rostro y cuello. Deja la loción sobre tu rostro, no es necesario retirarla.
  4. Aplica un producto humectante. Sin importar el tipo de piel que tengas, la hidratación es uno de los pasos más importantes en cualquier rutina de cuidado de la piel. Los productos hidratantes actúan haciendo que la piel mantenga la humedad en las capas externas de la piel. Además protegen la piel y mejoran su tono y textura. Sin embargo, como con otros productos para el cuidado de la piel, el producto hidratante que elijas variará mucho dependiendo de tu tipo de piel.
    • Las personas con piel normal deben elegir productos hidratantes basados en agua, pues no alterarán el balance de la piel. Con el producto hidratante, la piel deberá sentirse ligera y sin grasa. Los productos hidratantes para la piel normal generalmente contienen aceites ligeros como el alcohol cetílico y ciclometicona.
    • Las personas con piel seca requieren un producto más consistente para una hidratación profunda. Por esta razón, los productos hidratantes para la piel seca generalmente tienen una base de aceite, que es mejor para mantener la hidratación de la piel. Busca ingredientes hidratantes específicos, como aceite de semillas de uva y dimeticona (un tipo de aceite de silicona).
    • La piel grasosa y propensa al acné también se debe hidratar, especialmente si se usa lociones limpiadoras y tonificantes astringentes. Busca fórmulas muy ligeras y a base de agua, y elige productos que en su etiqueta aparezca que son productos "no comedogénicos", lo que significa que no obstruirán los poros de tu piel.
    • La piel sensible requiere productos hidratantes muy simples que no la irriten. Evita los productos hidratantes con color o perfumados, y evita cualquier producto que contenga ácidos. En lugar de estos, busca producto que contengan ingredientes suaves como el aloe vera, la camomila y pepino.
    • La piel madura tiende a resecarse fácilmente, por lo que deberás buscar productos hidratantes a base de aceite y parafina. Además deberás buscar beneficios adicionales como antioxidantes, retinoides y ácidos alfa hidróxidos para dar mayor firmeza a la piel y minimizar las arrugas.
  5. Exfóliate con frecuencia. Las exfoliaciones con cierta frecuencia retirarán las células muertas y dejarán tu piel fresca, suave y radiante. Por esto es importante exfoliar la piel por lo menos una vez por semana, o más (dependiendo de tu tipo de piel).
    • Sin embargo, mucha gente comete el error de creer que exfoliar significa restregar la piel como si fuera una prenda sucia. Esto no es verdad y en realidad podría ser dañino para tu piel, ya que el frotar fuertemente la piel o utilizar exfoliantes fuertes puede ocasionar micro desgarros.
    • La piel (especialmente la de tu rostro) es sensible y necesita un poco más de amor y cuidado que el que normalmente se le da. En consecuencia, si decides comprar un producto exfoliante, elige uno con partículas pequeñas, y no gránulos grandes.
    • De manera alternativa, puedes comprar un producto desmaquillador con ingredientes exfoliantes como ácidos alfa hidróxidos que retiren las células muertas de tu piel sin necesidad de frotarla fuertemente. O simplemente puedes utilizar una toallita húmeda limpia y frotar suavemente tu rostro; esto funciona como cualquier otro producto y constituye un ahorro.
    • Otra opción es invertir en un artículo para limpieza y exfoliación como el Clarisonic, que tiene un cepillo giratorio para limpiar a profundidad el rostro y los poros. Muchas personas que utilizan el Clarisonic garantizan su eficacia, pero debido a su costo ($100 a $225) no está al alcance de todos.
    • Una última opción para la exfoliación del rostro constituye hacer tu propio producto exfoliante en casa. Esto es muy fácil y puede dar resultados tan buenos como el de los exfoliantes comerciales. Además, garantiza la aplicación integral de productos naturales. Puedes mezclar azúcar rubia y aceite de oliva, bicarbonato de sodio y agua, u otros ingredientes caseros.
  6. Siempre retírate el maquillaje. Puede sonar como algo muy simple, pero jamás debes subestimar la importancia de eliminar completamente tu maquillaje absolutamente todas las noches. Es una molestia, y definitivamente habrán noches en las que es lo último que deseas hacer, pero sin duda tu piel te lo agradecerá.
    • Si dejas el maquillaje sobre tu piel toda la noche, puede obstruir tus poros, además de no permitir que tu piel se repare por sí misma de la tensión diaria. Esto abrirá la puerta a las espinillas, los granitos, el exceso de grasa y todos los problemas indeseables.
    • Además, el maquillaje puede atrapar los radicales libres a los que tu piel está expuesta durante el día. Si no limpias tu piel adecuadamente en la noche, estos radicales libres se quedarán en tu piel. Y esto no es bueno, ya que estos elementos rompen el colágeno de tu piel, provocando la aparición de arrugas y líneas de expresión.
    • Aunque es mejor llevar a cabo una rutina de limpieza, tonificación y humectación; en casos de emergencia, es preferible que tengas un empaque de toallitas limpiadoras debajo de tu cama, junto con discos desmaquilladores para ojos. Entonces solo deberás limpiar rápidamente tu rostro para retirar la capa de maquillaje antes de que tu rostro llegue a la almohada.
    • Respecto al maquillaje... si es posible, deberías intentar darle un descanso a tu piel y no usar maquillaje de vez en cuando, especialmente si tiendes a utilizar una base muy densa. Esto puede sonar aterrador, pero tu piel se sentirá mucho mejor. Si ir sin una pizca de maquillaje suena extremo, intenta probar productos hidratantes con color, son mucho más ligeros que la base, pero también cubren.
    • Y finalmente, asegúrate de revisar tus productos de maquillaje por lo menos cada seis meses, y elimina cualquier producto que no hayas usado durante algún tiempo. El maquillaje es el cielo de las bacterias, por lo que utilizar una base llena de grumos y reseca podrá hacer que te salgan granitos y obstruirán tus poros.
  7. Nunca olvides el protector solar. Lo último, pero ciertamente no menos importante. Si hay un cambio que debas hacer en tu rutina de cuidado de la piel después de leer este artículo, es utilizar protector solar todos los días. La importancia de utilizar protector solar no puede ser subestimada.
    • El protector solar cuida tu piel del daño producido por los rayos UVA y UVB, que contribuyen a una cantidad de problemas de piel. En primer lugar, se ha probado que el protector solar reduce significativamente el riesgo de desarrollar un cáncer de piel, razón suficiente para utilizar protección solar.
    • En segundo lugar, el protector solar protege la piel de los efectos del envejecimiento. De hecho, la luz solar es uno de los principales culpables de los problemas de la piel como las líneas de expresión, las arrugas, las pecas, aparición de venitas rojas, y la despigmentación. Al utilizar protector solar de forma consistente, se puede retrasar la aparición de los signos de envejecimiento y preservar la apariencia juvenil de tu piel.
    • Deberás buscar un protector solar con un factor de protección de por lo menos 30, especialmente si tienes piel clara y cabello rubio o eres pelirroja. Muchos productos de hidratación diaria y bases vienen con factor de protección solar, lo que ayuda a simplificar tu rutina diaria.
    • Recuerda usar protector solar todos los días, no solo durante el verano o cuando hace sol. Los rayos UV son igual de fuertes en días fríos, y pueden penetrar las nubes y la lluvia. Cuando sea necesario, puedes lograr una mayor protección contra el sol utilizando lentes de sol y un sombrero a la moda.
    • Nunca utilices un protector solar antiguo o vencido. Es probable que sus propiedades protectoras ya no estén presentes, por lo que no evitará las quemaduras ni los daños a la piel. Además, la fórmula de los protectores solares cambian con frecuencia una vez que se vencen y pueden ocasionar irritaciones y picazón en la piel.

Ataca los problemas de la piel

  1. Combate el acné. El acné es uno de los problemas de la piel más persistentes e irritantes. Aunque afecta principalmente a los adolescentes, puede prologarse hasta la adultez, y nadie es inmune a esos desagradables granitos. Dado que el acné es un problema común, existen muchos tratamientos disponibles, y podrás encontrar el ideal para ti después de unos cuantos intentos.
    • Sigue tu rutina normal de limpieza, tonificación e hidratación, pero asegúrate de utilizar productos diseñados especialmente para piel propensa al acné. Intenta utilizar productos desmaquilladores que contengan ingredientes como triclosán, peróxido de benzoílo y ácido salicílico. Utiliza un producto hidratante ligero sin aceite para combatir la resequedad.
    • Además de la rutina normal de cuidado de la piel, utilizar un tratamiento medicado para granitos con frecuencia ayuda, y generalmente vienen en crema o como ungüento. Algunos de los tratamientos más efectivos incluyen ingredientes como peróxido de benzoílo, ácido salicílico, sulfuro, retinoides, y ácido azelaico. Aunque la mayoría de estos tratamientos se expenden sin receta médica, algunos concentrado más fuertes deben ser prescritos.
    • Si los tratamientos para granitos no funcionan, programa una cita con el dermatólogo. El médico podrá recetarte una selección de medicamentos tópicos y orales, dependiendo del tipo y severidad de tu acné. Algunas personas reaccionan bien a los tratamientos orales con antibióticos, algunas mujeres consideran que tomar anticonceptivos les funciona, y otras personas necesitan tratamientos con retinoides más intenso, como la isotretinoína.
  2. Trata las señales de envejecimiento. Las líneas de expresión, las arrugas, la flacidez, y las pecas son problemas de la piel con los que todos tenemos que lidiar en algún momento de la vida. Sin embargo, con el cuidado y protección adecuados, es posible evitar estos problemas y mantener una piel joven tanto tiempo como sea posible.
    • En primer lugar, es importante que sigas un régimen de cuidado de la piel utilizando productos diseñados para pieles más adultas. Estos productos están enriquecidos y en consecuencia tienen un mayor nivel de hidratación, lo que es importante, ya que las pieles adultas tienden a resecarse.
    • Para combatir las arrugas y la piel flácida, busca cremas hidratantes o lociones que contengan antioxidantes. Los antioxidantes neutralizan los radicales libres, que destruyen las células de la piel y contribuyen a los signos del envejecimiento. Algunos ingredientes comunes que contienen los antioxidantes son los extractos de té, el retinol (un compuesto de la vitamina A) y quinetina (un compuesto vegetal que se dice que incrementa el colágeno de la piel).
    • Para combatir las pecas y los daños del sol, busca productos que contengan ácidos alfa hidróxidos, y ácido beta hidróxido, ya que ayudan a exfoliar la piel, eliminando las capas muertas y despigmentadas, y revelan la piel fresca y suave que se encuentra debajo.
    • Sin embargo, si buscas un producto mágico que cure todo para las líneas de expresión y arrugas, existe solo un producto que cumple con este requisito, la tretinoína. La tretinoína o ácido retinoico, es una forma ácida de la vitamina A que es extremadamente efectiva en la reducción de arrugas, reafirmación de la piel flácida y aclaración de la despigmentación, a través del incremento en la renovación de células, estimulación de la producción de colágeno y la exfoliación de la piel. La tretinoína solo puede ser proporcionada a través de una prescripción médica, por lo que deberás consultar con tu dermatólogo en caso te interese comenzar con este tratamiento, o puedes leer un poco más sobre el tema aquí.
  3. Combate la despigmentación. La despigmentación incluye problemas como las pecas, las manchas oscuras y la hiperpigmentación.
    • Estos problemas son ocasionados por la sobreproducción de melanina en la piel, que puede ser ocasionada por diversos factores como la exposición al sol, el embarazo, la menopausia, el consumo de píldoras anticonceptivas, otros medicamentos, o por rascarse estas imperfecciones. Aunque la despigmentación en ocasiones desaparece por sí sola, existen muchos tratamientos y cremas que pueden ayudar a acelerar el proceso.
    • El primer paso del tratamiento para la despigmentación es elegir la gama de productos de cuidado de la piel que contengan retinoides y utilizarlos de forma diaria. La vitamina A y los retinoides derivados exfolian la piel para retirar las capas despigmentadas de la superficie, y las reemplazan con piel fresca y renovada. La piel irá mejorando al pasar unos cuantos meses. Si deseas un tratamiento que actúe con mayor rapidez, tu doctor deberá prescribirte una crema o gel que contenga ácido retinoico, que produce el mismo resultado pero a un nivel mucho mayor.
    • Si buscas más bien un tratamiento aclarador (para aclarar las manchas oscuras o melasma), la hidroquinona es una opción efectiva. La hidroquinona aclara la piel al inhibir la producción de melanina. La fórmula al 2 % se vende sin receta médica, pero deberás consultar con tu doctor si deseas que te prescriba la fórmula más fuerte al 4 %. Antes de usar este tratamiento es importante que sepas que la hidroquinona está prohibida en muchos lugares de Asia y Europa debido a sus propiedades potencialmente cancerígenas.
    • Si el precio no es un problema, puedes optar por tratamientos láser o con luz, un peeling, o tratamientos de microdermoabrasión. Habla con tu dermatólogo para descubrir cuál es la mejor opción para ti.
    • Y finalmente, lo más importante es recordar que lo más importante para combatir la despigmentación es siempre utilizar protector solar. El protector solar puede prevenir el efecto de los rayos UV que incentivan la producción de melanina y empeoran la despigmentación.
  4. Controla la sensibilidad. Tener piel sensible puede ser todo un dolor de cabeza; debes ser muy cuidadosa con los productos que utilizar y cómo tratas tu piel, de otro modo podrías terminar teniendo problemas como resequedad excesiva o enrojecimiento, sensación de punzadas, protuberancias rojas, o incluso pústulas.
    • Tener piel sensible también te hace más propensa a desarrollar enfermedades de la piel como eccemas, rosáceas, acné, y dermatitis de contacto. Sin embargo, si aprendes a tener un poco de paciencia y tomas decisiones informadas sobre el cuidado de la piel sensible, será totalmente manejable.
    • Como se mencionó antes, cuando compras productos para piel sensible es importante evitar los productos desmaquilladores, hidratantes y otros que contengan colores o fragancias, ya que estos productos son mucho más propensos a generar reacciones no deseadas. Al elegir, intenta buscar los productos más simples, busca productos desmaquilladores y cremas con diez o menos ingredientes.
    • Además necesitarás evitar los productos que contengan ingredientes como agentes antibacteriales, alcohol, retinoides o ácidos alfa hidróxidos. Aunque estas sustancias pueden ser beneficiosas para otros tipos de piel, en el caso de la piel sensible solo provocarán irritación y resequedad.
    • Mejor busca productos que contengan ingredientes refrescantes y antiinflamatorios como camomila, té blanco, aloe, caléndula, avena y plantas marinas.
    • Si existe un producto específico que deseas utilizar, pero no estás segura de cómo reaccionará tu piel, es mejor que hagas una prueba en un área pequeña primero. Comienza probando una pequeña cantidad del producto frotándolo detrás de la oreja. Hazlo durante cinco noches seguidas. Si no notas ninguna irritación, prueba una pequeña porción del producto junto al ojo. Repite el proceso y si no existen signos de irritación, será seguro aplicar el producto en todo tu rostro.
    • En cuanto al maquillaje, busca bases a base de silicona, ya que es menos probable que de ocasionen alguna reacción. Prefiere los delineadores en lápiz y los lápices para cejas, ya que los de tipo líquido normalmente contienen látex, que es un ingrediente que causa alergias. No utilices mascaras a prueba de agua, ya que necesitan un tipo de desmaquillador especial, el cual es muy fuerte para la piel sensible.

Cambia tu estilo de vida

  1. Aliméntate de manera saludable. Asegúrate de llevar una dieta sana, rica en vitaminas y minerales que tu piel necesita. Las vitaminas B, C, E, A y K ayudan a mantener tu piel fresca y radiante.
    • La vitamina B constituye la base de la piel, las uñas y el cabello. Esta vitamina se encuentra en alimentos como la avena, el huevo, el arroz, el plátano, e incluso en el Vegemite, una crema alimenticia para untar a base de extracto de levadura.
    • La vitamina C protege tu piel contra la exposición a los rayos del sol, evitando el cáncer de piel. La vitamina C se encuentra en los alimentos cítricos como el limón, lima, naranja, pimentón, arándano, coliflor, y en vegetales verdes.
    • La vitamina E también ayuda a proteger tu piel contra la exposición al sol, y se encuentra en alimentos como las aceitunas, la espinaca, las nueces, semillas, y aceites vegetales.
    • La vitamina A es esencial para reparar el tejido de la piel, sin esta tu piel luce seca y flácida. La vitamina A se encuentra en frutas y vegetales.
    • La vitamina K ayuda a reducir las ojeras, así como los moretones. La vitamina K se encuentra en vegetales de hojas verdes, productos lácteos, y carnes como el cerdo y el hígado.
  2. Mantente hidratado. Como probablemente sepas, beber agua es importante para mantener una piel clara y saludable. Esto se deba a que tu piel, como la mayoría de células en el cuerpo, está compuesta principalmente por agua.
    • Sin suficiente agua, tu piel puede deshidratarse y lucir seca, tensa y descamada. Con el tiempo, esto llevará a la aparición de arrugas.
    • Beber agua también ayuda a eliminar el daño de las toxinas del cuerpo, que de otro modo se podrían acumular y ocasionar daños a la piel y al bienestar en general.
    • Aunque no existe una medición exacta de cuánta agua deberías beber al día (varía de persona a persona y de acuerdo al clima y la actividad física), una buena base sería de 6 a 8 vasos.
    • Si beber agua no es lo tuyo, puedes optar por beber té verde (o de hierbas) o agua de coco (de la cual se dice que es muy buena para la piel). Como alternativa, puedes agregar una rodaja de limón para darle un poco de sabor a tu bebida. Los limones también son muy beneficiosos para la piel, ¡por lo que matarás dos pájaros de un tiro!
    • También debes tratar de comer muchas frutas y verduras con un alto contenido de agua, como los tomates, los pepinos, las sandías, las uvas, las lechugas, los apio y los rábanos.
  3. Duerme lo suficiente. Dormir es esencial para tener una piel fresca y saludable; no por gusto existe el término sueño de belleza. Cuando duermes, tu piel se repara y renueva, remplazando las células antiguas por nuevas.
    • Cuando no tienes un sueño de calidad y durante el tiempo necesario, tu piel puede lucir insípida, pálida y flácida al día siguiente. Esto se debe en parte al hecho de que tu sangre no circula bien cuando estás cansada. La falta de sueño además ocasiona que los vasos sanguíneos debajo de tu piel se dilaten, los que genera la aparición de ojeras.
    • Para que tu piel luzca fresca y saludable, deberás dormir entre 7 y 8 horas. Además, debes intentar levantarte e ir a la cama a la misma hora todos los días, dado que tener una rutina es mejor para tu cuerpo. Evita fumar o beber alcohol antes de ir a dormir, ya que esto afecta la calidad de tu sueño.
    • Además de dormir, puedes realizar algunas modificaciones en el estado de tu sueño para que logres un mayor beneficio para tu piel. Por ejemplo, es mejor que duermas boca arriba que boca abajo, ya que tu rostro no estará presionado contra la almohada (lo que incrementará las arrugas en tu rostro).
    • Además, debes cambiar la funda de tu almohada por lo menos una vez a la semana para evitar acumular grasa, suciedad y bacterias, y prefiere las sábanas blancas en lugar de las de color, ya que el tinte de la tela puede irritar la piel sensible.
  4. Ejercítate con frecuencia. El ejercicio no solo te mantiene en forma, sino que además ayuda a que tu piel mantenga un brillo fresco y saludable al mantener la circulación del oxígeno en tu piel.
    • Evita utilizar maquillaje al hacer ejercicio. El sudor y la suciedad se quedan en tus poros ocasionando erupciones.
    • Evita dejar el sudor sobre tu piel después de hacer ejercicio. Toma un baño o por lo menos lava bien tu rostro inmediatamente después de hacer ejercicio.
  5. Evita el estrés. El estrés es malo para la piel en todo nivel, ya que contribuye al exceso de grasa, granos, enrojecimiento, sensibilidad y arrugas. Además puede agravar las enfermedades de la piel, como la rosácea y los eccemas.
    • Respecto a la composición química de tu cuerpo; la tensión causa un incremento en la hormona cortisol, lo que incentiva la producción de grasa y hace que el acné erupcione. Además hace que los vasos sanguíneos se dilaten ocasionando un enrojecimiento.
    • A nivel físico, fruncir constantemente el ceño ocasiona una pérdida de colágeno y puede crear arrugas prematuras.
    • En consecuencia, al combatir el estrés puedes incrementar la calidad de tu piel. Puedes hacerlo buscando tiempo para que disfrutes de hacer cosas que te agradan, como ir de paseo, tomar clases de yoga, o simplemente pasar tiempo con tus seres queridos.
  6. Deja de fumar. Fumar es malo para tu piel. Punto. Si quieres mejorar la apariencia de tu piel y prevenir los signos prematuros del envejecimiento, lo primero que debes dejar son los cigarrillos.
    • Fumar es malo para tu piel en muchos sentidos. En primer lugar, los cigarros contienen monóxido de carbono, lo que limita la cantidad de oxígeno que ingresa a tu piel, y nicotina, que reduce la circulación de la sangre. Estos dos factores pueden hacer que tu piel luzca sin vida, pálida y seca.
    • En segundo lugar, fumar bloquea la absorción de nutrientes en el organismo, como la vitamina C, que es necesaria para que la piel se repare y regenere.
    • Los fumadores tienden a tener más líneas de expresión y arrugas que las personas que no fuman, ya que fumar acelera el envejecimiento debido a que reduce la circulación de la sangre por la piel.
    • Dejar de fumar no es nada fácil, pero con determinación y apoyo de tus amigos y familia sí es posible. Encuentra más información útil sobre cómo dejar de fumar aquí.

Consejos

  • No toques tu rostro. Tocar los granitos y las costras es tentador, pero existen muchas bacterias en tus dedos que pueden pasar a tu rostro muy fácilmente y harán que los pequeños granitos empeoren o que un granito que ya esté sanando se infecte.
  • Mantén tu cabello limpio, especialmente si usas flequillo. Intenta llevar todo el cabello hacia atrás. Si tienes cabello graso, asegúrate de que no esté sobre tu rostro, lávalo con frecuencia, y no utilices acondicionador en tu flequillo, únicamente en las puntas y desde la mitad de tu cabello.
  • No sobrecargues tu piel al exagerar con la cantidad de loción. Una cantidad del tamaño de un frijol es suficiente. Aplicar demasiados químicos puede incrementar las erupciones y la grasa en la piel. Mantén una rutina simple y sencilla. Simplemente lavar tu rostro con agua tibia, secarlo dándole palmaditas con una toalla y aplicarle una crema simple para el rostro puede hacer maravillas.
  • Si la crema o producto hidratante te provoca sarpullido, deja de utilizarlo y cambia a otro producto. Además, cuando hayas tenido sarpullido, deja que tu rostro descanse durante algunos días antes de utilizar maquillaje.
  • Si tienes piel propensa al acné, evita consumir productos que contengan Narraganset, que puede incrementar la producción de acné quístico. Este es un ingrediente extraído de las algas rojas que se encuentra en muchos productos, incluyendo los helados.
  • En lugar de utilizar mucha base, puedes mezclarla con un producto hidratante.
  • Prueba siempre los productos antes de utilizarlo. Para probar un producto nuevo, aplica una pequeña cantidad en tu muñeca y brazo y espera 24 horas. Si no te sale sarpullido, urticaria, o cualquier reacción alérgica, probablemente el producto sea seguro.
  • Beber 3 o 4 tazas de té verde al día es de gran ayuda para tener una piel tersa y limpia.
  • Si tienes que reventar un granito, primero lávate bien las manos, y apriétalo suavemente. No utilices tus uñas; los granitos son temporales, pero si haces esto, puedes dejar cicatrices permanentes. Si no revienta, no lo presiones más fuerte. Este es un signo de que la infección aún está muy dentro de la superficie de la piel, y forzar a que el pus salga puede dañar tu piel. Espera unos días y vuelve a intentar, o intenta secarlo con algún remedio natural.
  • Asegúrate de tener siempre una almohada limpia, ya que las almohadas llevan la suciedad de tu cabello a tu rostro. Prueba llevar todo tu cabello hacia atrás en las noches; esto también trae beneficios.
  • Considera la opción de cambiar una base densa por un maquillaje mineral, y así evitarás obstruir tus poros.
  • Si tienes piel seca, unta un poco de aceite de oliva, aceite de coco, o mantequilla de karité en tu rostro (se recomienda el aceite de coco). Coloca el aceite sólido en el microondas para que se vuelva líquido y en la noche úntalo en tu rostro, después de haberlo limpiado con un desmaquillador. Puedes conseguir estos aceites o mantequillas en tiendas de tu ciudad.

Advertencias

  • Si sabes que tienes problemas severos de acné o granitos, debes consultar con un doctor o dermatólogo. Existen medicamentos que reducen considerablemente o curan el acné.
  • Si tienes piel oscura y vives en un lugar donde no hay mucho brillo solar, debes reconsiderar el uso del protector solar. La melanina de tu piel bloquea la mayoría de los rayos UV, por lo que si utilizas protector solar y bloqueas completamente los rayos, podrías estar en riesgo de tener una deficiencia de vitamina D.
  • Los métodos que se mencionó podrían no funcionar para todos.
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