Cómo ser paciente cuando haces la tarea con tu hijo pequeño

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Es sencillo perder la paciencia cuando trabajas con niños pequeños. En especial, cuando haces tareas con ellos. Muchos padres odiaban las tareas cuando eran niños y esto se mantiene cuando ayudan a sus hijos con las tareas. Aprende a ser paciente y disfrutar este momento y romperás este círculo.

Pasos

  1. Decide qué deseas y qué necesitas hacer. ¿Quieres que tu niño tenga buenas notas? ¿Quieres que entienda bien el tema? Escribe tus metas en una ficha.
  2. Determina el estilo de aprendizaje de tu hijo. Muchos niños no procesan bien la información visual, pero son rápidos aprendiendo si les lees el tema en voz alta. Algunos son todo lo contrario. Tu hijo puede ayudarte a determinar qué método de aprendizaje funciona mejor para él o puedes investigar en línea (o ambos). Esto es bueno para aprender más sobre él porque puede aprender de mejores formas de las que aprendiste.
  3. Antes de comenzar, decide cuánto tiempo quieres dedicarte a ayudarlo con sus tareas. Pon un temporizador para no preocuparte por el tiempo. Cuando te sientas frustrado por el tiempo que te toma ayudarlo, recuérdate a ti mismo que prometiste hacerlo por una hora (o el tiempo decidido) y no está tomándote más tiempo de lo previsto.
  4. Cuando te sientes a ayudar a tu hijo con una tarea, dale una ojeada previa. Asegúrate de entender la consigna y si hay instrucciones especiales. Existen pocas cosas en la vida más vergonzosas que decirle a tu hijo cómo hacer algo y después darte cuenta de que debía hacer algo totalmente distinto. También es importante escucharlo. Posiblemente, te hayan enseñado el tema de manera distinta; por lo tanto, es importante mantener tu mente abierta y ser honesto si tienes problemas para entender las instrucciones. El punto es no frustrar a nadie.
  5. Déjalo hacer tanto como pueda. Esto es el paso más difícil. La tarea puede parecerte tan fácil que quieres meterte y decirle cómo hacerla, pero no aprenderá de esta manera. Espera hasta que no pueda antes de ayudarlo. (Aquí es donde se aplica lo escrito en la ficha. Mantenla en tu bolsillo y léela cada vez que quieras decir algo. Si tu ayuda no corresponde a la meta escrita en tu ficha, no digas nada).
  6. Resiste las ganas de decirle la respuesta cuando esté atascado en algo. En su lugar, has preguntas que lo dirijan a ella. Por ejemplo, si no puede decidir entre sumar y restar, pídele explicarte qué se hace en la suma y resta. Luego, pregúntale cuál de los dos se asemeja al problema que está haciendo. Intenta hacer todo lo que se te ocurra para que lo descubra por sí mismo.
  7. Cuando termine la tarea (o el tiempo asignado, lo que ocurra primero), encuentra algo para poder elogiarlo. Tal vez terminó en menos tiempo de lo previsto o acertó con las respuestas en su primer intento. Elogiarlo no solo lo hará sentir mejor, también te hará sentir que invertiste bien tu tiempo.

Consejos

  • Asegúrate de conocer el tema que tu hijo está aprendiendo. En primer grado, probablemente esto no será un problema, pero en tercer grado necesites revisar algunas cosas un poco. ¿Cuándo fue la última vez que encontraste un mínimo común denominador?
  • Habla con su profesor. La mayoría de ellos elige esta carrera porque quieren ayudar en el aprendizaje de los niños. El profesor es un recurso enorme para conocer los estilos de aprendizaje para tu hijo, actividades que lo pueden ayudar a aprender, áreas con las que tiene dificultades y muchas otras opciones. Los profesores se entusiasman cuando un padre les pregunta cómo pueden ayudar a sus hijos. Ellos son ingeniosos y encontrarán la información necesaria.
  • Posiblemente, una buena idea sería revisar con tu hijo lo que está haciendo en la escuela y dejarlo trabajar mientras trabajas cerca. Esto muestra que puedes ser paciente y estás dispuesto a ayudarlo con sus tareas. También hace ver que estás cerca en caso de presentarse algún problema.
  • Estate al pendiente sobre el uso dado al tema tratado. Si tu hijo tiene problemas con la suma, déjalo hacer la suma de las compras cuando vayan a comprar. Si no deletrea bien, crea un juego para deletrear palabras. Si deletrea una lista de palabras relacionadas con el béisbol, llévalo a un juego o cómprale un caramelo si puede deletrear bien. Las situaciones de la vida real hacen que los temas tratados en la escuela se apliquen a dichas situaciones reales que pueden ayudarlo a mejorar en algún conocimiento particular. Nuevamente, su profesor es un gran recurso de maneras para hacer que tu hijo se interese en aprender.
  • Menos es más. Tu trabajo es estar presente en caso de que se encuentre realmente desconcertado, no actuar como un atajo para evitarle pensar.
  • Una vez que comiences a ver dicho momento como una manera divertida de pasar tiempo con tu hijo y no como un deber, dominarás este artículo. No dejes que las tareas sean un peso para ti y tu hijo las terminará con un mínimo de esfuerzo.

Advertencias

  • Si tu hijo no entiende el tema, no lo acuses de no prestar atención en clase de inmediato ni le digas que necesita estar más concentrado. Por lo general, el problema no se relaciona con la falta de atención o concentración, se trata simplemente de que las mentes de las personas son diferentes y más capaces de aprender ciertas materias. Ni tu hijo ni tú pueden cambiarlo, solo puedes "ayudarlo".
  • Enojarte y dejar de ayudarlo le mostrará una estrategia de escape que no querrás que aprenda.
  • No lo fastidies, no le pongas nombres ni lo critiques. Es contraproducente.
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