Cómo conseguir una evaluación psiquiátrica

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Tu reacción a que alguien (tal vez un doctor, maestro o líder religioso) te recomiende tomar terapia es ciertamente individual. Tal vez sientas ansiedad o incluso pánico ante la idea de que “examinen tu cabeza”, pero la clave siempre está en la actitud. Es importante que le des seguimiento a una recomendación de evaluación psiquiátrica, pues puede ser necesario para diagnosticar condiciones emocionales, de comportamiento o de desarrollo. Aquí hay algunos pasos para ayudarte, para lidiar con la visita inicial y para ayudarte a que tu terapeuta te ayude.

Pasos

  1. Date cuenta que no estás solo. La depresión y otras formas de enfermedad mental afectan a muchos individuos, y tal vez seas capaz de pedir consejos de personas que hayan pasado por lo mismo.
  2. Pide recomendaciones. Idealmente, tu psiquiatra y/o terapeuta debe ser alguien en quien sientas que puedes confiar. Si no estás cómodo con un centro en particular, está bien hacer un cambio por tu propio bien. Reconoce que, aunque no todos los profesionales tienen las mismas calificaciones, tus necesidades tal vez requieran a alguien en específico.
  3. Reconoce tu enfermedad por lo que es, y compréndela. Incluso en el último siglo, las enfermedades mentales han tenido una recepción variada entre la gente que no lo entiende o que lo estudia. Hoy, un número más grande de enfermedades (el Desorden Obsesivo Compulsivo, por ejemplo) han sido reconocidas como tratables y legítimas, mientras que eran consideradas incurables previamente. Ayuda darse cuenta que el cerebro humano es un órgano como el corazón y el estómago; requiere nutrición, sirve para una función definida, y puede enfermarse o no funcionar correctamente. La terapia y la medicación tienen la intención de diagnosticar y tratar al cerebro cuando no funciona como debería, y tal vez corregir el problema.
  4. Conoce lo que deberías esperar. Usualmente puedes esperar que una sesión de terapia dure una hora, con algunas variaciones. La mayoría de las preguntas involucrarán tu reacción a algunas cosas en tu vida (incluyendo aspectos físicos, genéticos, ambientales, sociales, cognitivos (del pensamiento), emocionales y educacionales, tus sentimientos recientes, y posibles referencias a sesiones pasadas. Sólo es tan personal como tú deseas que lo sea, así que tal vez ayude hacer una lista de las cosas de las que te gustaría hablar antes de que empieces. Aquí hay una lista de los elementos más comunes de una evaluación psiquiátrica:
    • Discusión de tus comportamientos (¿Cuándo ocurren? ¿Cuánto dura cada comportamiento? ¿Bajo qué condiciones ocurren más a menudo?)
    • Discusión de tus comportamientos físicos y psiquiátricos.
    • Discusión de los efectos de tus comportamientos en tu trabajo y/o desempeño académico, relaciones e interacciones sociales, involucramiento familiar e involucramiento en otras actividades.
    • Entrevista psiquiátrica.
    • Análisis de tu historial familiar de desórdenes emocionales, de comportamiento o de desarrollo.
    • Análisis de tu historial médico entero, incluyendo tu salud física general, otras enfermedades o condiciones y cualquier tratamiento actual.
    • Exámenes de laboratorio (análisis de sangre, rayos x, evaluación educacional, evaluación del habla y lenguaje, evaluaciones psicológicas)
  5. Habla todo lo que quieras. TODA la información que quieras compartir es confidencial (hay políticas que protegen esto). Nadie necesita saber que necesitas atención médica si no quieres que lo sepan. Con esto en mente, habla sobre lo que te molesta y sé honesto contigo mismo, incluso si es difícil. Los profesionales que lidian con problemas emocionales han visto una buena cantidad de lágrimas y probablemente han oído muchas historias inusuales. Probablemente no los sorprendas con nada. Te puede sorprender a ti lo fácil que es abrirte después de que ya diste el primer salto y les dijiste algo en confidencia.
  6. Si tienes una prescripción, tómala regularmente. Un doctor es la ÚNICA persona calificada para hacer decisiones en cuanto a tus medicamentos. Es peligroso mezclar medicamentos, e incluso más peligroso declararte a ti mismo como “curado” y dejar de tomarlos. Organiza los medicamentos que tomas para que puedas recordar tomarlos. Si notas algunos efectos secundarios, notifica a tu doctor. Tus dosis tal vez sean muy altas o muy bajas, pero no intentes ajustarlas sin consultar con los profesionales. A menudo pueden hacer ajustes y acomodos que funcionan.
    • Reconoce que hay un punto de oposición válido aquí para la sensatez: tomar una pastilla sólo es tratar un síntoma y proveer un alivio temporario, a menudo sólo retardando o ignorando la causa de un problema. Para mucha gente (un grupo creciente) un doctor que te prescriba medicinas es la última persona que deberías buscar para curarte.

Consejos

  • Sé tan abierto como sea posible, nadie se va a burlar de ti o a juzgarte. Puedes llegar a un acuerdo con muchos problemas simplemente dándoles una voz, y tal vez no pase mucho tiempo para que puedas hablar abiertamente acerca de las cosas que solían molestarte.
  • Presta atención a las señales de advertencia. Si te sientes tan mal como te sentías antes de los medicamentos y la evaluación después del primer mes, hazlo saber. Ayúdalos a ayudarte.
  • El seguro médico es un problema difícil, pero muchos proveedores de seguros están dispuestos a reducir el costo por ti. Haz un poco de investigación para averiguar cuáles compañías cubrirán tus condiciones específicas. Además, muchos centros de salud comunitarios y clínicas mentales de universidades grandes te permitirán recibir tratamiento en una escala móvil.
  • Sobre todo, ten confianza. Estás tomando un gran y positivo paso, y tratando de hacer algo para ayudarte a sentirte mejor sobre la vida. Esto es admirable, y continuando, tienes el potencial de vivir más felizmente y lograr más de tus metas.
  • No esperes una cura instantánea. Si la vida nos ofreciera alivio inmediato para cada enfermedad, mental o cualquier otra, nadie tendría que sufrir. De esta manera, la recuperación y el progreso toman su propio tiempo. Compáralo con el cáncer de esta manera; la quimioterapia es un tratamiento agonizante que casi nunca es corto. Requieres de ayuda, y también puedes recibir esa ayuda de inmediato, siempre y cuando tengas la paciencia de seguir adelante.

Advertencias

  • Ignora a cualquiera que te diga que simplemente deberías “componerte”. Es obvio que no han tenido una enfermedad mental y no tienen en qué basarse para juzgarlo. No puedes “componerte” de una enfermedad del corazón, y no puedes “componerte” de un desbalance químico.
  • Aléjate de los comportamientos que promueven tu condición. Una persona que es maniaco depresiva, por ejemplo, debería evitar cosas que lo hagan sentir inútil o infeliz. Tienes el poder de escoger, incluso cuando te sientas sin poder.
  • No excluyas a la gente que está intentando ayudarte. Esta es una situación lamentable, y tus problemas son insoportables sobre tus hombros cuando no permites a alguien que te ayude.
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