Cómo restaurar una pradera nativa

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Una pradera es un sistema ecológico dominado por pastos, común en áreas donde no hay suficiente lluvia para sostener árboles (como las Grandes Llanuras de los Estados Unidos y Canadá). Plantar una pradera nativa es un proyecto digno de tu tiempo y esfuerzo. No solo incrementa la biodiversidad de las especies nativas de plantas y conserva la capa superior del suelo que desaparece con rapidez, sino que también es fácil de mantener (en comparación con el césped, reduciendo de esta forma el consumo de recursos e incrementando el tiempo libre) y agradable a la vista una vez que madura. Siguiendo esta guía, podrás plantar, mantener y restaurar una pradera nativa.

Pasos

  1. Selecciona un lugar. Al seleccionar un lugar, busca áreas con máxima exposición al sol y sin competencia. Los árboles, sobre todo aquellos con una alta densidad superficial de la raíz, como el arce y el tilo, producen sombra para las especies de pradera y compiten con ellas por nutrientes del suelo y agua. Las píceas y la mayoría de las demás coníferas no son buenas para las praderas. Si la quema es parte del plan de mantenimiento, consulta las normas y procesos de permisos locales.
  2. Prepara el lugar. A mediados de la primavera, despeja el lugar de la vegetación existente. Las semillas, si se diseminan en la vegetación existente, tienen relativamente pocas posibilidades de tener éxito. Si actualmente existe mala hierba, césped u otra vegetación en el lugar, deberán ser eliminados.
    • Prepara el lugar (método alternativo). Si prefieres un método más natural o si deseas evitar un proceso químico, puedes sacar a mano la mala hierba del área. Si bien esto tomará mucho más tiempo, la mala hierba puede eliminarse por completo de esta forma.
    • Una forma en la que NO querrás despejar el sitio es con un herbicida de glifosato como Roundup. Debido a que por años se afirmó que era un herbicida de contacto y sin residuo, Roundup fue el herbicida preferido por muchos años, pero información reciente desmiente esta afirmación, como el hecho de que Monsanto perdió varias demandas en Europa por mentir sobre los efectos residuales del Roundup y sobre su inocuidad en general. Además, Roundup ha sido implicado como parte de la causa de la desaparición de abejas melíferas y otros polinizadores, y las cosechas Roundup Ready, como el maíz y la soya, son conocidas también por matar abejas melíferas. Además de esto, ten en cuenta que estos tipos de herbicidas crearán escorrentías hacia cualquier fuente de agua cercana (como un arroyo, estanque o lago) y son mortales para cualquier tipo de anfibio. Poco después de usar el Roundup (que es uno de los peores para esto), ¡todos esos coros de sapos cantarines desaparecerán! Intenta encontrar un herbicida natural ¡o uno que no dañe a los animales que te ayudarán a convertir tu pradera en un ecosistema auto-sostenible!
    • Si la vegetación existente es alta y/o densa, será necesario quitar las plantas muertas. Puedes quemarlas o segarlas y luego cubrirlas con mantillo o rastrillarlas.
  3. Crea un semillero de suelo recién trabajado; labra la tierra del área con un motocultor hasta una profundidad de 2.5 a 10 cm (1 a 4 pulgadas). Ten en mente que las semillas de mala hierba con frecuencia se encuentran ocultas debajo de la superficie del suelo y germinan después de haber sido expuestas. Si al principio el área estaba densamente poblada de mala hierba, sobre todo mala hierba problemática como la gramilla, el cardo, la lechetrezna o el trébol de olor, permite que las semillas de mala hierba germinen y comiencen a crecer. Luego repite el proceso de rociar y labrar. Esta segunda ronda es opcional, pero produce un semillero más limpio. Finalmente, rastrilla el suelo para crear un semillero liso y firme. Esto mejora el estado del semillero, dándole a las semillas una mejor posibilidad de germinar y crecer.
    • Si a la estructura del suelo le falta materia orgánica y parece que está compuesto solo de barro, agrega una capa delgada de turba (0.6 a 1.25 cm o 1/4 a 1/2 pulgada) a la parte superior del suelo y luego mézclala con el motocultor.
    • No agregues abono químico. Lee las Advertencias más abajo.
  4. Planta las semillas. La mejor época para sembrar es desde el deshielo primaveral hasta finales del verano (principios de agosto en América del Norte). En el otoño, en los Estados Unidos, la siembra puede llevarse a cabo desde el 20 de septiembre hasta que la superficie se congele. En semilleros preparados en lugares donde existe poca competencia con otras plantas, la siembra en invierno también puede ser efectiva.
    • Una densidad de siembra sugerida es 500 centímetros cúbicos de semillas (alrededor de una taza de plástico de 4 kg llena de semillas) por cada metro cuadrado. Busca semillas de plantas cultivadas localmente, ya que estarán mejor adaptadas al lugar. Concéntrate en especies de plantas nativas para una pradera nativa. Lee los Consejos más abajo para más detalles sobre cómo preparar las semillas.
    • Sembrar a mano es el método de siembra más simple y fiable. Los esparcidores ajustables portátiles pueden funcionar con las semillas de pasto, aunque tienden a obstruirse. Las semillas de flores silvestres siempre deben sembrarse a mano.
    • Esparce primero las semillas de pasto. Para asegurar una cobertura uniforme, divide las semillas en dos y siembra la primera mitad por toda el área. Trabaja lenta y cuidadosamente. Siembra la segunda mitad a un ángulo perpendicular a la primera siembra. Rastrilla ligeramente las semillas de pasto en el suelo para asegurarte de que haya contacto.
    • Las semillas de flores silvestres deben sembrarse al último y pueden esparcirse uniformemente o concentrarse en grupos o franjas a través del área de la pradera. La mayor parte de estas semillas es bastante pequeña. Esparcirlas escasamente producirá los mejores resultados. No rastrilles las semillas de las flores.
    • Regar en este momento es útil pero no necesario. Las especies de pradera nativas deben estar bien adaptadas a las condiciones de lluvia del lugar y regarlas podría estimular la germinación de especies no nativas (mala hierba). Si decides regarlas, es importante seguir haciéndolo hasta que las plántulas estén establecidas. Regar para comenzar la germinación y luego dejar que el suelo se seque puede resultar desastroso para las plántulas germinantes.
  5. Siembra plántulas en macetas. Si deseas incluirlas, estas deben añadirse después de la siembra. Las plántulas en macetas pueden sembrarse en cualquier momento, desde el deshielo primaveral hasta que la superficie se congele, aunque las que se siembran a mediados del verano pueden necesitar un riego suplementario. Las plántulas pueden sembrarse por toda el área o en áreas designadas del proyecto. Idealmente, la lluvia natural proporcionará suficiente agua, pero un clima seco durante los primeros 10 días puede exigir un riego suplementario.
    • Si vas a sembrar tú mismo las plántulas, deben germinar alrededor de 8 semanas antes de sembrarlas y endurecerse por alrededor de una semana antes sembrarlas. Endurecerse quiere decir acostumbrar gradualmente a las plantas a las condiciones al aire libre, dejándolas afuera en el lugar por un tiempo cada día más largo.
  6. Aplica mantillo. Si bien el mantillo no es necesario, controla un poco la erosión y ayuda a retener la humedad del suelo. Aplica un mantillo ligero (que el suelo sea visible a través de él) con avena limpia o paja de trigo. Asegúrate de no usar heno, porque contiene semillas que no querrás introducir en el área.
  7. Mantén la pradera. Un paisaje de pradera toma tiempo para desarrollarse, lo que requiere paciencia y un manejo cuidadoso durante los primeros años. Sin embargo, si siembras tu pradera correctamente y sigues estas instrucciones de mantenimiento, esta se convertirá en un paisaje natural único y auto-sostenible.
    • Primer año: la mayoría de plantas de pradera son perennes. Aunque las semillas de plantas perennes germinarán el primer año, el crecimiento de las raíces de las plántulas jóvenes será dos o tres veces mayor que su crecimiento por encima del suelo y puede que no florezcan hasta el segundo o tercer año. Si bien esta falta de crecimiento visual puede ser frustrante, ten en cuenta que es este fuerte sistema de raíces de las plantas de pradera perennes lo que les permite ser muy fáciles de mantener cuando maduran.
      • Durante esta fase temprana de crecimiento, la mala hierba aprovechará la falta de vegetación por encima del suelo y aparecerá en la zona. Para minimizar los efectos de la mala hierba alta al producir sombra sobre las plántulas de pradera y para prevenir que esta mala hierba establezca semillas, debes pensar en cortar tus siembras una, dos o incluso tres veces durante su primera temporada de crecimiento. Esto se hace generalmente en intervalos de 30 días usando una guadaña, cortadora de césped o desmalezadora. El uso de una guadaña a menudo es mejor, ya que la altura a la que debes cortar debe mantenerse entre 12 y 20 centímetros (5 a 8 pulgadas). Usar una cortadora también es efectivo, pero es importante mantener la hoja lo más alto posible. Desmalezar a mano también es útil durante la primera temporada de crecimiento, sobre todo para quitar especies individuales nocivas. Estas y las plantas leñosas invasoras tendrán que ser tratadas rociándolas en sitios localizados.
    • Segundo año: durante la segunda temporada, las semillas residuales de la primera temporada germinarán y algunas de las plantas nativas de crecimiento más rápido florecerán y producirán semillas. Sin embargo, puede que aún se necesite controlar la mala hierba y puede ser necesario segar una vez en algún momento entre mediados de junio y mediados de agosto. La altura y la densidad de la cubierta de mala hierba debe ayudar a determinar cuándo segar o si esto es siquiera necesario. En zonas en donde la mala hierba es particularmente dominante, las ventajas de cortarla y evitar que se establezcan las semillas compensan cualquier desventaja de cortar las plantas de pradera. Rociar en sitios localizados puede todavía ser necesario este año.
    • Tercer año: para el tercer año (y en los años siguientes), tu paciencia comenzará a valer la pena. Tanto los pastos como las flores madurarán, brindando retribuciones hermosas y de fácil mantenimiento. Una siega al año puede usarse como proceso de limpieza. La mejor época para cortar la vegetación vieja es a principios de mayo o finales de noviembre (después de que hayas disfrutado de los dorados, lavandas, bermejos y granates de una pradera en otoño). En zonas en donde las plantas son especialmente altas y densas, aplica mantillo o rastrilla las plantas muertas.

Consejos

  • Otra forma de eliminar mala hierba exótica y las semillas exóticas que pueden permanecer ocultas en el suelo por muchos años es cubrir la zona con plástico transparente. El plástico creará una atmósfera de invernadero para que todas las semillas exóticas comiencen a crecer y luego sean chamuscadas por el sol a través del plástico. Puedes usar plástico negro, el cual matará la mala hierba que ya haya brotado, pero el plástico transparente es mejor. Luego, estarás listo para quitar a mano la vegetación exótica muerta y plantar las semillas.
  • Algunas semillas (por ejemplo, el índigo salvaje) pueden necesitar escarificación (raspar o cortar la cubierta exterior de la semilla) para poder germinar. Las semillas desarrollan cáscaras gruesas para poder sobrevivir los procesos químicos y mecánicos asociados a la ingestión y la digestión, y han evolucionado hasta solo poder germinar después de que este proceso haya ocurrido. Puedes replicar la escarificación frotando las semillas entre bloques de papel de lija o material para pantallas por alrededor de 15 segundos.
  • Después de la quema, la zona tendrá un aspecto ennegrecido y no quedarán muchas plantas. Debido a que las especies nativas tienen intrincadas estructuras de raíces que no son afectadas por el fuego (mientras que las especies no nativas se queman y mueren), puedes esperar que las plantas de pradera comiencen a regresar una o dos semanas después.
  • El fuego es otro método para quitar la paja vieja. En ecosistemas de praderas naturales, el fuego no solamente elimina la paja acumulada sino que también ayuda a reducir la invasión de plantas leñosas y estimula el crecimiento de muchas flores silvestres y pastos nativos. Rotar entre quemas y siegas prescritas es ideal para praderas y sabanas. La mejor época para programar una quema es a principios de la primavera.
  • Cuando compres semillas, pregunta si han sido "estratificadas". Sin la estratificación, las semillas germinarán a finales del otoño o en el invierno y posteriormente morirán debido a las temperaturas gélidas. Si las semillas no han sido estratificadas, puedes estimular este proceso natural manteniéndolas en tu garaje u otra área protegida pero sin calefacción durante los meses de invierno, o conservándolas generalmente secas o a veces húmedas en el refrigerador por alrededor de 8 a 10 semanas (aunque algunas especies necesitarán hasta 16 semanas).

Advertencias

  • En ningún momento debe usarse abonos. Las plantas de pradera están bien adaptadas a su ambiente y no necesitan fertilización. Este proceso costoso, que consume mucho tiempo y a menudo es dañino para el medio ambiente no solo es innecesario en un paisaje natural sino que es perjudicial porque puede estimular a la mala hierba y otra vegetación indeseada.
  • Ten en mente que una quema controlada es una herramienta de mantenimiento útil, pero requiere algo de experiencia. Asegúrate de consultar las normas y procesos de permisos locales y, al quemar, ten siempre cuidado.
  • Ten cuidado al decidir en dónde plantar tu pradera. Cuando están secos, los pastos de pradera se queman extremadamente rápido y a temperaturas muy altas. Los incendios pueden comenzar accidentalmente. No plantes pastos de pradera cerca de estructuras u otros lugares cuya vida y propiedad podría verse dañada por el fuego. Las flores de pradera no se queman con tanta facilidad; usa estas flores si quieres traer un poco de la pradera cerca a tu casa.
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