Cómo derribar una puerta

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Tener que derribar una puerta para entrar a un edificio y rescatar a las personas que hay dentro no es algo que ocurra todos los días, pero cuando llegue el momento, tienes que saber hacerlo bien. No podrás ayudar a nadie si te lastimas o te extenúas, así que sigue leyendo para aprender a derribar una puerta de forma rápida y efectiva.

Evaluando la puerta

  1. Averigua hacia qué lado se abre la puerta. Si la puerta se abre hacia dentro, en dirección al interior del edificio, tienes suerte, es más probable que la abras de una patada. Si se abre hacia fuera, entonces, no pierdas el tiempo; no podrás derribarla de una patada, y te romperás un pie en el intento.
    • En la mayoría de las residencias domésticas o apartamentos las puertas se abren hacia adentro. Encontrarás puertas que abren hacia fuera en edificios comerciales.
    • Si compruebas que la puerta se abre hacia fuera, retirar los tornillos resultará una manera más sencilla de entrar. Sin embargo, muchos tornillos comercializados para puertas tienen fijadores a prueba de ladrones que impiden retirarlos.
  2. Analiza los materiales de la puerta y del marco. Algunas puertas están hechas con materiales baratos, mientras que otras están muy bien construidas. Averigua de qué material están hechos el marco y la puerta; el material de construcción te dará una idea del grado de fuerza que se necesita para derribarla.
    • Las puertas con un interior hueco, hechas de madera hueca o de cualquier otro material que no sea sólido, normalmente se encuentran dentro de las casas, entre dormitorios. Estas puertas no suelen tener aislamiento térmico ni seguridad, se derriban con una fuerza mínima.
    • Las puertas de interior sólido se construyen con madera pulida de buena calidad y marcos laminados por ambos lados. Necesitarán un poco más de fuerza que las puertas huecas.
    • Las puertas sólidas de madera están fabricadas con madera dura y se necesita una cantidad media de fuerza para derribarlas.
    • Las puertas revestidas de metal están hechas de madera blanda y una fina cobertura metálica, estas necesitan una fuerza mayor que la media para derribarse.
    • Las puertas huecas de metal son más pesadas que otras puertas, tienen un conducto de refuerzo alrededor de los bordes y en la montura del cierre, además, algunas tienen material de aislamiento. Necesitan de mayor fuerza, hasta puede que no se derriben.
  3. Considera cuál es la parte más débil de la puerta. Cada puerta tiene un punto débil, según cómo fue fabricada. Analiza la puerta para dilucidar en qué parte están los materiales más frágiles. Una patada rápida romperá la parte más débil de la puerta, normalmente el marco, el seguro o la cerradura.
    • ¿Se trata del marco? Si el marco está hecho de madera ligera, puede ser la parte más débil. Incluso si el cerrojo es gran cosa, derribas la puerta si el marco es débil.
    • ¿Se trata del seguro o del cerrojo? Las puertas más pesadas son más débiles en el seguro, la parte de la puerta que se introduce en el marco. También son débiles justo debajo del cerrojo o justo encima.

Pateando la puerta

  1. Concéntrate en la zona justo debajo del picaporte. Aquí es donde vas a propiciar la patada con todas tus fuerzas. Respira hondo una o dos veces, y prepárate para golpear.
  2. Ponte en posición. Párate de lado, con tu pierna dominante más cerca de la puerta, a unos centímetros de distancia. Debes estar lo suficientemente cerca como para fácilmente derribar la puerta con la cantidad de fuerza adecuada.
  3. Levanta tu pierna y patea. Con tu pierna dominante, golpea de lado en la zona que queda justo debajo del picaporte, con bastante fuerza. Cuando propicies este golpe, asegúrate de que tu centro quede un poco delante de tu pierna trasera, para que tu cuerpo se impulse hacia la puerta. Cuando golpees, se sentirá como si estuvieras “cayendo” sobre tu objetivo. No te inclines lejos del golpe, mantén el cuerpo lo más recto posible.
    • Es recomendable golpear con la suela o tacón del zapato, en lugar de con el borde. Como estás queriendo transferir toda la energía cinética, en lugar de únicamente dañar la zona golpeada, si aumentas la zona de impacto de este modo no reduces el efecto del impacto y habrá menos riesgo de lesión para tu pie.
    • También es importante mantener tu pierna base (la pierna en la que te apoyes durante el golpe) firme, para así transferir en tu patada la mayor energía posible. Piensa en impulsarte con el talón.
  4. Fíjate en cómo reacciona la puerta. Si sientes que se inclina hacia adentro un poco cuando la golpeas, golpéala de nuevo en ese mismo punto. La mayoría de puertas necesitan más de un golpe antes de romperse. En algún momento el marco de la puerta se astillará y podrás soltarlo de un golpe.

Solucionando problemas

  1. Asegúrate de estar pateando el punto más débil de la puerta. Si estás razonablemente convencido de que la puerta puede ser derribada, pero no sientes respuesta, intenta golpear otros puntos, o golpear de otro modo.
  2. Prueba a dar una patada de espaldas. Este método implica más fuerza y una mayor estabilidad. Posiciónate con la espalda hacia la puerta y golpea hacia atrás, como un burro. Asegúrate de que tu pie aterrice recto justo debajo del picaporte.
    • Coloca los brazos sobre los hombros de un amigo que se ponga delante de ti (o utiliza una mesa o cualquier cosa que no se mueva y sostenga tu peso) para una mayor estabilidad mientras te concentres en que tu pie golpee el lugar adecuado.
    • Da unos cuantos “golpecitos” de prueba para que no te rompas el pie con el picaporte.
  3. Prueba con una patada frontal. Golpear una puerta de frente no permite tanta fuerza como un golpe trasero o lateral, pero es más fácil apuntar al lugar adecuado con el pié. Aléjate unos centímetros de la puerta, pon tu pie dominante detrás. Utiliza la pierna dominante para propinar una [patear (artes marciales)|patada frontal]] en la zona bajo el picaporte con bastante fuerza (con empuje y hacia adelante, no des giros ascendentes).
    • No pongas toda la fuerza del cuerpo en la zona cercana al talón, en lugar de eso utiliza el talón. Cuídate de no golpear con tu pie en el picaporte.
    • Esta manera de golpear aumenta el riesgo de lesión drásticamente, ya que la fuerza utilizada no va en dirección perpendicular a la puerta, así que las puntas del pie aterrizan en el picaporte o seguro en lugar de en la puerta, lo cual significa un tobillo torcido o unos tendones rotos en el talón.
  4. Asegúrate de saber cuándo parar de golpear. No debes martillear insistentemente una puerta que no responda demasiadas veces, ya que esto puede lastimar enormemente tanto la puerta como a tu cuerpo. Intenta entrar de otro modo.
    • Corrobora que has agotado todas las opciones. ¿Existe algún otro modo de entrar? ¿Has pensado en romper una pequeña ventana fácil de reemplazar? Toma conciencia de tu situación, y si no hay más opciones, pasa al siguiente paso.
    • Como método alternativo, existe el martillo, tipo mazo, o cualquier otro objeto que sirva para dar ese tipo golpes en la zona bajo el picaporte. Una palanca también es útil cuando se trata de puertas pesadas. Esto se recomienda especialmente para personas incapaces de dar un buen golpe.

Consejos

  • Será de ayudar exhalar profundamente o dar un grito cuando caiga el golpe. En las artes marciales eso se llama un kiai (se pronuncia “ke-hiya”). Esto hace que se pongan más rígidos los músculos internos de tu tronco, previniendo que tu torso se lleve el impacto del movimiento hacia adelante (y así, más energía se transfiere a la puerta).
  • Embestir fuertemente la puerta con tu hombro te lo puede dislocar. Además, el impulso del golpe es más bajo, ya que tu hombro es más suave y toma más tiempo para transmitir fuerza que tu zapato, que está bastante duro. Asegúrate de patear.
  • No saltes cuando patees la puerta. Saltar no aumenta el poder del golpe, a menos que estés saltando desde una ladera o se trate de una patada giratoria, que es inútil cuando se trata de una puerta. Saltar te quitará estabilidad, disminuirá el efecto de tu patada y aumentará las probabilidades de lesión.
  • Si piensas que vas a necesitar dar este tipo de patada en algún momento, practica antes con objetivos seguros y fáciles. Esto ayudará a asegurar que no te lastimes al intentarlo de verdad.
  • Comprométete. No intentes ser suave ni contigo mismo ni con la puerta. Utiliza cuanta fuerza sea posible y no te vengas abajo.

Advertencias

  • Si no tienes buena forma física, no utilices este método. Implica un impacto de una gran cantidad de fuerza en el cuerpo, y por eso nadie con limitaciones físicas lo debe intentar.
  • Nunca estires tu pierna del todo al dar este tipo de patada. Asegúrate de que tu pierna esté firme y doblada cuando tu pie golpee el objetivo. Estirar tu pierna del todo provoca serios daños en la rodilla.
  • Estas instrucciones sirven, principalmente, cuando se trate de puertas de madera sin cerrojos de seguridad. Si hay un cerrojo de seguridad, se necesita un impacto mucho más fuerte y, además o en lugar de, múltiples golpes que aplasten el marco de la puerta. Si la puerta y su marco están hechos de metal, olvídate de todo el asunto, ya que tan solo te vas a frustrar, o bien, lastimar.
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