Cómo permanecer bajo el agua en una piscina

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Al igual que los objetos, las personas siguen el principio de Arquímedes, la ley física de flotabilidad. Flotaremos en un cuerpo de agua si desplazamos un volumen de agua equivalente a nuestro propio volumen. Sin embargo, quizás te gustaría permanecer bajo el agua por un periodo de tiempo; ya sea para burlar a los demás en un juego de piscina, nadar por toda la extensión de la misma, o tan solo tener una perspectiva diferente del mundo que te rodea. Es peligroso aguantar la respiración por un periodo de tiempo en una piscina, pero podrás lograr cualquiera de estos objetivos si te preparas de forma minuciosa.

Alistarte para mantenerte sumergido

  1. Determina por cuánto tiempo puedes aguantar la respiración fuera del agua. Párate o siéntate quieto. Respira de forma lenta y profunda, toma varios respiros completos. En el punto máximo de una inhalación, aguanta la respiración cerrando la parte posterior de tu garganta. Emplea un cronómetro para medir el tiempo que puedes aguantar la respiración. Si estás satisfecho con el tiempo, podrías sentirte listo para ir a la piscina. Si no es así, puedes aumentar la fuerza y la capacidad de tus pulmones mediante ejercicios de respiración y una actividad física constante.
    • Podrías haber oído que las personas pueden aguantar la respiración bajo el agua por varios minutos. Esto es posible gracias al reflejo de inmersión mamífero, el cual hace posible que los mamíferos aguanten la respiración bajo el agua por más tiempo que en la tierra. Este es un instinto de supervivencia y no debes depender de él. Además, las personas que marcan récords por aguantar la respiración practican su resistencia de forma frecuente y lo hacen bajo condiciones particulares.
  2. Practica la respiración diafragmática. El simple hecho de que respires de forma constante no significa que aproveches al máximo tu respiración. Los ejercicios de respiración abdominal que fortalecen los pulmones y el diafragma (el músculo que separa la cavidad del pecho del abdomen) pueden ayudarte a respirar de forma más consciente y eficaz.
    • Recuéstate en una superficie plana. Coloca una almohada debajo de tu cabeza si lo deseas, o debajo de tus rodillas, si tienes dolor en la espalda baja.
    • Coloca una mano en el pecho, en el área del corazón, y pon la otra justo por debajo de la caja torácica.
    • Inhala por la nariz con lentitud. La mano en tu vientre debe levantarse, pero la mano en tu pecho debe mantenerse quieta.
    • Contrae los músculos del estómago y exhala con lentitud por tus labios fruncidos durante 6 segundos. Nuevamente, la mano en tu pecho debe mantenerse quieta al exhalar.
    • Practica esta secuencia de 5 a 10 minutos, un par de veces al día. A medida que el ejercicio se vuelva más habitual y sencillo, podrías colocar un libro, una bolsa de arroz o un saco de arena (disponible en las tiendas de suministros de yoga) en tu abdomen a fin de aumentar la fuerza de tu diafragma.
  3. Realiza ejercicios cardiovasculares constantes. Este es un ejercicio que aumenta tu frecuencia cardiaca. Una función cardiorrespiratoria mejorada y un uso más eficaz del oxígeno son algunos de los beneficios de una rutina de ejercicios constante. Para tener una salud general, se recomienda a los adultos hacer ejercicio físico moderado durante 30 minutos o más la mayoría de los días de la semana.
    • Correr, manejar bicicleta, nadar, ir a clases de aeróbicos e incluso bailar son ejemplos de actividades aeróbicas. Prueba varias actividades para encontrar un ejercicio que disfrutes. Si disfrutas un ejercicio, será más probable que te ciñas a él.
    • Establece una rutina de ejercicios. Las rutinas ayudan a hacer que el ejercicio se vuelva un hábito constante. Ejercítate a varias horas del día y la noche a fin de determinar cuál es el momento más conveniente para ejercitarte.
    • Incluso las cantidades pequeñas de actividad física (como caminar de 5 a 10 minutos) pueden mejorar tu salud física. Acumula un total de 30 minutos de ejercicio al día.
  4. Determina si puedes aguantar la respiración por un periodo prolongado en la piscina que vas a usar. Muchas piscinas públicas en los EE.UU. han prohibido aguantar la respiración por un periodo prolongado, ya que genera el riesgo de sufrir de hipoxia (poco oxígeno), lo que puede perjudicar la función cerebral, provocar la pérdida del conocimiento y causar la muerte.

Hundirte hasta el fondo de la piscina

  1. Escoge un área del agua en donde hundirte. Puedes sumergirte por completo en cualquier cuerpo de agua que tenga una profundidad mayor a tu altura, o que cubra tu cabeza cuando te sientes (o incluso cuando te recuestes, como una piscina para niños). El factor más importante a tener en cuenta al escoger un lugar es observar tu entorno. Siempre aguanta la respiración bajo el agua con cuidado, en particular en una piscina pública hacinada en donde las personas realicen diferentes actividades y no le presten atención a los demás.
    • Si deseas hundirte hasta el fondo de una piscina, podrías creer que un área cercana a la pared es el punto más seguro. No obstante, debes tener en cuenta que las personas ingresarán al agua por todos los bordes de la piscina. Podría ser mejor que busques un lugar relativamente aislado, lejos de las áreas por donde las personas podrían entrar al agua, y lejos de los grupos grandes. Asimismo, mantente alejado del drenaje de la piscina, el cual puede ejercer una gran succión y provocar lesiones o la muerte. Haz que un amigo te vigile mientras estés bajo la superficie.
    • Si vas a nadar bajo el agua, presta atención a las personas que estén nadando y recuerda que ellas no siempre estarán al tanto de ti. Lo ideal es que puedas visualizar un camino libre frente a ti que te lleve al otro extremo, uno que permanezca libre hasta que llegues a ese punto.
  2. Adopta una posición vertical en el agua con los pies apuntando hacia abajo. Si te encuentras en el área poco profunda de la piscina, es probable que estés parado. Si te encuentras en una parte de la piscina en donde el agua tiene una profundidad mayor a tu altura, tu cuerpo asumirá una posición vertical con facilidad, ya que por lo general la parte baja de tu cuerpo será más pesada que la parte superior.
  3. Respira profundo y lento un par de veces para llenar tus pulmones con oxígeno. No te hiperventiles. Tomar varios respiros rápidos seguidos antes de sumergirte se conoce como “comportamiento peligroso de aguantar la respiración bajo el agua (DUBB, por sus siglas en inglés)”. Esto puede provocar un desmayo hipóxico, lo que puede generar lesiones cerebrales, desvanecimientos y la muerte.
  4. Adopta una posición fetal. Encoge las rodillas y mantenlas cerca de tu pecho rodeándolas con los brazos. Esta posición cambiará la cantidad de espacio que ocupes en el agua y te permitirá descender a mayor profundidad en el agua, y podrás permanecer bajo el agua con más facilidad.
    • Los objetos y los cuerpos se hunden en el agua si tienen una densidad mayor a la del cuerpo de agua. La densidad de un objeto depende de su masa y volumen, la cantidad de espacio que requiere. Por ello, si ocupas menos espacio en el agua, esto te ayudará a hundirte.
  5. Húndete. Deja salir las burbujas de aire por tu nariz con lentitud. También puedes dejarlas salir por la boca y pueden ser más grandes, pero te hundirás con más rapidez. Asimismo, podrías hacer ambas cosas y dejar salir cantidades pequeñas de aire, expandiendo tus mejillas entre cada soplo. Deja que tu cabeza y tu cuerpo se hundan en el agua. Cuando tus pies toquen el fondo de la piscina, siéntate en una posición cómoda, como tener las piernas cruzadas o mantener las rodillas frente a ti.
  6. Regresa a la superficie. Si ya estás listo o te estás quedando sin aire, mira arriba para cerciorarte de que nadie esté en tu camino para llegar a la superficie de la piscina. Sin importar si estás sentado o parado, presiona tus pies con firmeza y estira los brazos de forma vertical para apuntar o nadar hacia arriba.

Nadar por toda la extensión de la piscina bajo el agua

  1. Respira profundo y lento varias veces para llenar los pulmones con oxígeno. Recuerda evitar la hiperventilación; es decir, respirar rápido o poco profundo. Este comportamiento es peligroso porque tu cuerpo perderá oxígeno con más rapidez y podrías sufrir un desmayo hipóxico e incluso la muerte.
  2. Sumerge la cabeza y el cuerpo en posición de flecha. Conforme caigas debajo de la superficie del agua, adopta una posición horizontal que esté paralela al piso de la piscina. Mantén la cabeza y los ojos en una posición neutra apuntando en dirección al fondo de la piscina, y coloca los brazos encima de la cabeza, apretándolos junto a tus orejas.
  3. Emplea los pies para empujar con fuerza la pared. Mantén el torso y los brazos en posición de flecha, dobla las rodillas y coloca ambos pies en la pared. Presiona ambos pies con firmeza para empujar hacia adelante y darle impulso a tu cuerpo.
  4. Emplea la patada de delfín para impulsarte por el agua. Esta patada se considera la más potente para nadar bajo el agua. Mantén las piernas y los pies juntos, y dobla las rodillas un poco. Patea con ambas piernas hacia adelante al mismo tiempo, y termina colocándolas un poco adelante del cuerpo. Repítelo hasta que llegues al otro extremo de la piscina, y sal a la superficie a tomar aire siempre que sea necesario.
    • La potencia de la patada de delfín surge al mover las piernas como un látigo. Concéntrate en extender las piernas por completo para obtener la mayor potencia posible de la patada.
  5. Mantén las manos y los brazos frente a ti conforme nades. Esta posición de flecha es la más eficaz para atravesar el agua lo más rápido posible, y te permitirá identificar los obstáculos que estén frente a ti.
  6. Sal del agua. Cuando tus manos lleguen a la pared de la piscina, empuja la pared con ellas para salir a la superficie.

Consejos

  • Usa una mascarilla o lentes de natación. Algunas personas podrían optar por cerrar los ojos bajo el agua; sin embargo, parte de la diversión de mantenerte sumergido en una piscina es mirar lo que ocurre a tu alrededor.

Advertencias

  • Si aguantas la respiración bajo el agua, esto puede hacer que te ahogues debido a la poca cantidad de oxígeno, lo que puede conducir a la muerte con rapidez. Los accidentes de ahogamiento son una de las principales causas de muerte en los Estados Unidos, en particular para los niños. Ten en cuenta que las personas se ahogan en agua poco profunda todos los años y que muchas agencias del Gobierno y organizaciones sin fines de lucro de todo el mundo forman parte de campañas educativas para sensibilizar al público sobre las consecuencias peligrosas de aguantar la respiración bajo el agua. Por fines de seguridad, siempre haz que alguien te vigile de cerca.
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