Cómo prepararte para un examen de redacción

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El temido examen de redacción. Te guste o no, en algún momento de tu vida, de seguro vas a estar frente a un examen compuesto en su totalidad de ensayos. En los días previos al examen, te podrías sentir ansioso o muy mal del estómago. Afortunadamente, si practicas y te preparas un poco, podrás convertir cualquier nerviosismo previo al examen en una sensación de confianza, lo cual te permitirá afrontar con éxito todo examen de redacción.

Participar en clase

  1. Ve a clases. Puede parecer obvio; sin embargo, el primer paso para sobresalir en un examen de redacción es asistir a clases. Al hacerlo, no solo podrás escuchar la perspectiva del profesor sobre el curso, sino que también podrás participar en las discusiones de clase, lo cual te podrá ayudar a ampliar tu conocimiento del mismo. Lo más importante es que los estudiantes que participan regularmente en clase constantemente se involucran con el material y son más propensos a recordar gran parte de la información.
    • Participa activamente. Es importante encontrar un método de participación que funcione para ti, ya sea haciendo preguntas que motiven la reflexión o comentando las lecturas. La participación activa simplemente significa que te involucres tú mismo de alguna manera, por lo tanto, incluso si no te sientes cómodo hablando largo rato en frente de tus compañeros, trata de hacer una pregunta de vez en cuando.
    • Deja de lado las distracciones. Deja a un lado tu teléfono celular o tableta y concéntrate en escuchar y tomar buenos apuntes. Ahora no es el momento de hacer la tarea de otra clase ni de ponerte al día con tus amigos de Facebook.
  2. Toma apuntes. Otro beneficio importante de asistir a clases es la toma de apuntes. Si bien algunos profesores te darán resúmenes, no existe un reemplazo de tus propios apuntes ya que tú conoces mejor tu estilo de estudio y aprendizaje. Al prepararte para tu examen de redacción, verás que la toma de apuntes es una de tus herramientas más valiosas. Por lo tanto, hazte un favor yendo a clases y tomando buenos apuntes.
    • Ten siempre un cuaderno a la mano. Es útil usar un cuaderno por curso o asignatura para que así no te confundas cuando lo revises.
    • Asegúrate de colocarle la fecha a tus apuntes para que puedas consultarlos rápidamente o encontrar el material del curso que se trató en el examen.
    • Si tienes dificultades para tomar apuntes, pregúntale al profesor si puedes grabar la clase. Así podrás volver atrás, escuchar la grabación y tomar apuntes a tu propio ritmo o revisar cualquier parte de la clase, lo cual será relevante para el examen.
  3. Haz las lecturas. Completar las tareas de lectura no solo sirve para prepararte para la clase, sino que también evita que hagas doble esfuerzo más adelante. En otras palabras, no tendrás que quemarte las pestañas para el examen si te mantienes al día con las lecturas, lo cual hará que la preparación para el examen sea menos estresante.
    • Toma apuntes sobre lo que leíste y ten listas tus preguntas para la clase.
    • Sigue el programa de tareas de lectura. Normalmente, las lecturas se dividen de una manera que es manejable y temática. Sin embargo, si te das cuenta de que no puedes mantenerte al día con las lecturas, habla con tu profesor sobre un horario que se ajuste a tus necesidades particulares. Por ejemplo, si te asignan lecturas para cada siguiente día de clases, es posible que tengas que dividirlas de tal modo que leas una parte cada día.

Revisar el material

  1. Junta tus apuntes de clases. Tener tus apuntes y cualquier otro material de clase en un solo lugar te ayudará a que el proceso de revisión sea más fácil.
    • Además de tener un cuaderno por curso, también podría ser útil tener una carpeta o archivador por curso individual que contenga todos los materiales de tal curso.
    • Categoriza según los exámenes para que lleves tu organización a un siguiente nivel. No botes tus materiales o apuntes pasados de exámenes antiguos. Podrían ser útiles para los exámenes parciales o finales. En vez de eso, organiza los materiales como si fueran capítulos, así el capítulo uno corresponderá al primer examen y así sucesivamente.
  2. Encuentra un lugar tranquilo para estudiar. Deja de lado las distracciones del entorno, por ejemplo, los ruidos fuertes, la radio o la televisión. Para algunas personas el hecho de tener un espacio de estudio designado en casa sirve de mucho. Otras personas podrían preferir ir a la biblioteca o a una cafetería local.
    • Limita las llamadas telefónicas y otras distracciones (por ejemplo, mandar mensajes de texto). Poner tu teléfono y otros dispositivos en modo de silencio mientras estudias podría ser de ayuda.
    • La televisión siempre debe estar apagada mientras te prepares para un examen.
    • Si quieres escuchar música, asegúrate de que sea algo relajante o tranquilo. También mantén la música a un nivel bajo. De lo contrario, se puede convertir fácilmente en una distracción.
  3. Revisa los materiales de clase. Una vez que organices tus materiales, debes empezar el proceso de revisión. Las investigaciones han demostrado que la retención del material nuevo aumenta en casi 60 % al revisarlo dentro de las 24 horas de haberlo visto. En otras palabras, no esperes hasta la noche anterior al examen para revisar tus apuntes. Extiende el estudio del curso a lo largo de varios días.
    • Adquiere el hábito de revisar materiales de clase después de cada curso. Esto te ayudará a aliviar la ansiedad que antecede al examen ya que no tendrás mucho para revisar y podrás aclarar cualquier duda que surja antes del gran día.
    • Quemarte las pestañas no funciona. Los múltiples estudios han demostrado que espaciar el aprendizaje resulta más eficaz que quemarse las pestañas estudiando todo junto. Además, quemarte las pestañas solo aumenta la sensación de desesperación, lo cual conduce al pánico y luego pone a prueba la ansiedad.
  4. Haz un resumen a fin de buscar posibles temas (preguntas). Cuando estudies bastante información, deberás estudiar desde el concepto a los detalles y no al revés. De hecho, así será mucho más fácil aprender los detalles si en primer lugar te tomas el tiempo de conocer el concepto y la teoría. En otras palabras, un resumen te ayudará a organizar bastante información, haciendo que sea más fácil identificar temas específicos que te podrían servir como preguntas de ensayo.
    • Hacer un resumen también será de utilidad cuando hagas respuestas a las preguntas de ensayo, por lo tanto, obtén algo de práctica y empieza con tus materiales de clase.

Practicar con anticipación

  1. Comprende la estructura de un ensayo. Familiarízate con la manera de escribir un ensayo. Un buen ensayo debe tener una introducción, un cuerpo y una conclusión.
  2. Resume tus respuestas. Mantén los temas en mente (desde la etapa de revisión), haz un resumen de las posibles preguntas de ensayo. Procura hacer una oración principal y luego organiza debajo tu material de apoyo usando viñetas.
    • No esperes hasta la noche anterior para resumir las respuestas. A medida que estudies y organices tus materiales de clase, haz sobre la marcha posibles preguntas. Luego podrás regresar, revisar y modificar algo si es necesario.
    • Algunos profesores especifican una cantidad de palabras para los ensayos. Sin embargo, no te enfoques en contarlas. Escribe lo que puedas y busca oportunidades para desarrollar tus respuestas sin tener que escribir mucho.
  3. Reconoce distintos tipos de preguntas. Al igual que cualquier otra prueba, los exámenes de redacción constan de varios tipos de preguntas. Te será de utilidad saber con anticipación lo que podrías encontrar para que así puedas practicar la manera de responder cada una. Algunos ejemplos son:
    • Identificar: normalmente, tendrás que dar respuestas breves y directas.
    • Explicar: será necesario que des una respuesta más detallada.
    • Comparar: tendrás que buscar conexiones.
    • Argumentar: tendrás que abordar el tema desde tu propia perspectiva.
  4. Revisa tus respuestas. La práctica hace la perfección. Una vez que hayas hecho un borrador inicial de tus respuestas, revisa lo que escribiste. Busca oportunidades para exponer o aclarar el contenido. Lo más importante es que te asegures de responder directamente la pregunta que te hicieron. Si no lo hiciste así, retrocede y revisa los materiales correspondientes.
    • Es una buena oportunidad para corregir tu trabajo y buscar errores gramaticales.
    • Haz que un amigo, pariente o compañero también revise tu ensayo. Con frecuencia resulta útil disponer de un par de ojos frescos para que revisen tu trabajo y te den una opinión.

Consejos

  • Si se trata de un examen usando apuntes o el cuaderno, estudia minuciosamente de todos modos. Así te prepararás para otros exámenes o pruebas en los que no te permitan usar los apuntes. De este modo, podrás completar el examen de manera más rápida y sencilla ya que no tendrás que buscar todo en el cuaderno o en tus apuntes.
  • Sé positivo. Si eres negativo y crees que no te irá bien, lo más probable es que te vaya de la forma que esperas.
  • Practica la escritura. Asegúrate de poder escribir muy bien en otras situaciones para que así puedas expresar tus ideas claramente.
  • Organiza tus apuntes y tu lugar de estudio. Mantenerte organizado hará que estudiar sea menos estresante y eliminarás las distracciones.
  • Incorpora el estudio en tu rutina diaria. Es mucho más fácil echar un vistazo diariamente a tus apuntes que quemarte las pestañas de antemano.
  • No te quemes las pestañas si puedes evitarlo. Esto te provocará estrés y con frecuencia no te ayudará a recordar la información más adelante.
  • Forma un grupo de estudio. Estudiar con amigos puede ser muy útil.
  • No copies apuntes de amigos o de un libro. Ponlos según tus propias palabras para que así sepas que los comprendes y puedas leerlos más adelante.
  • Nunca te copies. Te atraparán y te meterás en problemas. Es mejor que te vaya mal a no obtener ninguna nota.
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