Cómo ayudar a una cobaya preñada

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El embarazo es un trabajo difícil para una cobaya hembra. Ella podría tener muchas crías (de 1 a 6), las cuales se alojarán en su útero de 58 a 73 días. Existe un índice elevado de mortalidad maternal entre las cobayas (aproximadamente un 20 %), ya que son propensas a sufrir complicaciones y enfermedades como la toxemia. Nunca se debe reproducir cobayas de manera voluntaria; no obstante, es común comprar una cobaya en la tienda de mascotas y descubrir en casa que está preñada. Sin embargo, podrás disminuir este riesgo de manera considerable si le brindas un cuidado adecuado, y podrás conservar la salud de tu cobaya preñada.

Identificar el embarazo

  1. Identifica los síntomas del embarazo. Los signos físicos del embarazo son difíciles de identificar y, con frecuencia, solo se pueden percibir al final del embarazo. No obstante, es probable que notes que tu cobaya empieza a comer y beber más, y que su barriga empieza a crecer. No ejerzas presión en su abdomen, ya que podrías provocar un aborto natural.
    • Ten en cuenta que las cobayas jóvenes empezarán a comer más conforme crezcan.
    • Las camadas pequeñas no hacen que la barriga crezca de manera considerable y no serán igual de perceptibles.
    • A todas las cobayas les encanta escarbar en el heno, pero no elaboran un nido solo a causa del embarazo.
  2. Haz que un veterinario diagnostique el embarazo. Si crees que tu cobaya está preñada, llévala al veterinario para cerciorarte. El veterinario palpará el abdomen de la cobaya para verificar que haya fetos, y podría realizar una ecografía. Él podrá brindarte una fecha aproximada para el nacimiento.
    • Solo un profesional debe palpar el abdomen, ya que se puede confundir con facilidad la vejiga, el riñón o incluso un ovario agrandado, y creer que son fetos. Si se palpa de manera brusca, esto puede provocar un aborto natural.
    • La ecografía consiste en un procedimiento no invasivo que puede confirmar el embarazo. Asimismo, este procedimiento podrá confirmar la cantidad de crías que haya y cuántas están vivas.
  3. Si no se esperaba un embarazo, determina en qué lugar ha quedado preñada la hembra. La hembra ya podría haber estado preñada al comprarla o quizás una de las cobayas con las que ha tenido contacto era un macho.
    • Las tiendas de mascotas son bastante malas para determinar el sexo de las cobayas y podrían haberse equivocado al determinar el sexo de una de las tuyas. Haz que un veterinario con experiencia verifique el sexo de todas tus cobayas.
    • Asimismo, las tiendas de mascotas suelen mantener juntas a cobayas de ambos sexos, y algunos criadores no separan a las cobayas del sexo opuesto con suficiente antelación, por lo que es probable que la hembra ya esté preñada cuando la compres.
  4. Averigua si la edad de la hembra podría hacer que tenga un embarazo de alto riesgo. Para llevar a cabo su primer embarazo, las hembras deben tener más de 4 y menos de 7 meses de edad. Si ya han estado preñadas anteriormente, deben tener menos de 2 años de edad.
    • Si tu cobaya preñada no cumple con la edad requerida, consulta con el veterinario sobre un plan de embarazo. En el caso de las cobayas jóvenes, esto podría implicar el consumo de suplementos para su dieta, como Critical Care o un producto parecido. En las cobayas mayores, esto podría requerir que lleve su embarazo y dé a luz en la veterinaria, ya que es más probable que requiera una intervención.
      • Esto se debe a que las hembras demasiado jóvenes corren un riesgo mayor de sufrir de insuficiencias de vitaminas en el embarazo.
      • Asimismo, las hembras demasiado viejas corren un riesgo mayor de sufrir de sínfisis y distocia, por lo que se podría requerir una cesárea.
  5. Identifica si la condición física de la hembra podría hacer que tenga un embarazo de alto riesgo. Las hembras con sobrepeso corren un riesgo más elevado de sufrir de toxemia. Si tu cobaya tenía sobrepeso antes de quedar preñada, conversa con el veterinario para que te recomiende una dieta durante el embarazo, ya que es evidente que este es un momento inadecuado para limitar su dieta.
  6. Determina si la raza de la hembra o el macho hará que las crías sean más propensas a sufrir de enfermedades hereditarias. La cobaya dálmata y la ruana portan un gen mortal recesivo. Si uno de los padres pertenece a estas razas, cada cría tendrá una probabilidad del 25 % de nacer con este gen. Existen otras enfermedades hereditarias que pueden afectar a las cobayas; por ello, averigua sobre los padres de la hembra preñada y el padre de las crías, si es posible.
    • Si existe una probabilidad de que las crías nazcan con esta condición, debes determinar qué medidas adoptarás. Si no estás listo para cuidarlas por tu cuenta, es probable que un dueño de cobayas con más experiencia esté dispuesto a hacerlo, o podrías optar por sacrificarlas.
      • Las cobayas con el gen mortal tienen un color blanco (no albino); nacen ciegas, por lo general en ambos ojos; tienen dientes torcidos o deformes; también suelen ser sordas; y con frecuencia, cuentan con malformaciones internas, en particular en los órganos digestivos. Estas crías podrían morir pocos días después de nacer o podrían vivir varios años. Si sobreviven a la primera semana, tendrán una esperanza de vida menor a la habitual y necesitarán mucha atención médica a lo largo de su vida.

Conservar su salud durante el embarazo

  1. Las cobayas preñadas son bastante vulnerables a las enfermedades, debido a la tensión que experimentan en el embarazo. Esto puede provocar enfermedades como la toxemia o puede hacer que la hembra se asuste y no desee comer ni beber agua. Por estos motivos, se debe reducir la tensión al mínimo en la medida de lo posible.
    • Disminuye su exposición a los ruidos fuertes o las luces brillantes.
    • Aléjala de la luz directa del sol.
    • Implementa una rutina diaria con horas establecidas y síguela, así harás que sea constante.
    • Lleva a cabo toda modificación lo más pronto posible durante el embarazo, cuando la tensión influya menos en la hembra.
    • Toca a la cobaya lo menos que puedas.
      • No la toques en las 2 últimas semanas de embarazo. En lugar de ello, colócala en una toalla o en una caja.
  2. Vigila sus hábitos para el consumo de alimentos y agua. Es vital que supervises a tu cobaya varias veces al día, pero lo ideal es cada 3 o 4 horas. Siempre que la revises, memoriza la cantidad de agua y comida que haya consumido.
    • Esto te permitirá definir lo que es normal y podrás percatarte con anticipación si se enferma o deja de comer, o si tiene bastante sed.
    • Comunícate con el veterinario de inmediato si la hembra pierde el interés por la comida. Él evaluará el estado de tu cobaya. Podría recetar un tratamiento que abarque a las inyecciones de soluciones de dextrosa, esteroides y calcio, lo que podría o no ser eficaz. La pérdida del apetito también podría ser un síntoma de la toxemia por embarazo.
  3. Revisa a la hembra de manera minuciosa más de dos veces a la semana. Revísala para identificar los signos de enfermedad (p. ej., secreciones en los ojos, la nariz o la boca, un pelaje delgado o áreas sin pelo) y mide su peso. No toques a la hembra en las últimas 2 o 3 semanas de embarazo. En lugar de ello, colócala en una toalla o en una caja.
    • La hembra debe subir de peso poco a poco. La cantidad depende del tamaño de la camada; no obstante, su peso nunca debe empezar a bajar.
    • Si tienes alguna inquietud, no dudes en acudir a un veterinario.
  4. Reduce el cepillado en el embarazo. Por lo general, tendrás que tocar mucho a la cobaya para cepillarla, pero debes hacerlo en la menor medida posible durante el embarazo. Si la hembra cuenta con pelo largo, deja todo su pelo corto al final del embarazo, ya que tendrá más dificultades para limpiarse y su pelo podría enredarse o ensuciarse.
    • No bañes a la hembra durante el embarazo, pues eso le causará demasiada tensión.
  5. Sigue ejercitando a la hembra. Sigue dándole tiempo para estar fuera de su jaula o pastar al aire libre. Disminuye el contacto físico colocándola en una caja o una toalla para desplazarla. Es esencial que la mantengas activa, así evitarás que se vuelva obesa y mantendrás un flujo sanguíneo saludable. Sin embargo, no la persigas ni la obligues a ejercitarse, ya que el embarazo (en particular con camadas grandes) ejerce tensión en la circulación sanguínea en las cobayas y estas son vulnerables a los ataques cardiacos.

Alojarla durante el embarazo

  1. Tu cobaya debe contar con una casa apropiada. Puedes encontrar el tipo de casa adecuado consultando el artículo “Cómo cuidar conejillos de Indias”. La temperatura debe ser constante y no debes darle una casa con varios niveles.
    • Durante la noche, la temperatura en el exterior o en un garaje o cobertizo suele volverse demasiado fría para una cobaya preñada. Las cobayas preñadas deben mantenerse dentro de casa.
    • No coloques a una cobaya preñada en jaulas o madrigueras con varios niveles, ya que el embarazo afectará a su equilibrio y es probable que no pueda alcanzar los niveles superiores en las etapas posteriores del embarazo.
  2. Retira a todos los machos. Si tienes muchas hembras, retira al macho de inmediato, así evitarás que otras queden preñadas. Si solo tienes una hembra, debes retirar al macho antes de llegar al día 50 de su embarazo.
    • Debes retirar al macho a los 50 días, ya que podría seguir montando a la hembra, lo que puede causarle tensión o dolor en una etapa posterior del embarazo, y podría preñarla nuevamente tan solo 2 horas después de dar a luz.
  3. Retira a otras hembras, si es necesario. La hembra preñada puede permanecer en compañía de cobayas del mismo sexo, si se lleva bien con ellas. Las cobayas son animales sociables y deben permanecer en grupos, incluso cuando están preñadas.
    • Si existe algún signo que indique que la hembra preñada no se lleva bien con otra cobaya, no dudes en retirar a la otra cobaya, pero deja a la preñada en la madriguera o jaula en la que se encuentre.
    • Retira a cualquier otra hembra preñada. La placenta cuenta con hormonas que pueden provocar las contracciones. Si otra hembra las consume, podría inducir su propio embarazo.
  4. Limpia su casa con frecuencia. Limpia las áreas manchadas o mojadas todos los días, y toda la madriguera dos veces a la semana o cada 3 días. Solo emplea un aerosol antibacteriano si ha sido diseñado específicamente para el uso en casas de cobayas.
    • Si mantienes limpia la madriguera, evitarás la acumulación del amoníaco de la orina. El amoníaco causa irritación en los pulmones de las cobayas y hará que la madre preñada esté predispuesta a sufrir de infecciones pulmonares.
  5. Prepara un espacio cómodo. Coloca una capa mínima de 7,5 a 10 cm (3 o 4 pulgadas) de material de cama sobre el piso de la madriguera de tu mascota. El material de cama debe ser lana suave o heno de hierba. El heno de alfalfa y la paja no contarán con la suavidad necesaria como para usarse como material de cama.
    • También debes brindarle una caja, como una caja pequeña de zapatos colocada de costado. Colócala en un área cubierta de la madriguera, lejos de las corrientes de aire. Ten en cuenta que la cobaya podría morder el cartón, por lo que debes contar con cajas adicionales o emplear una caja de mimbre o de plástico grueso. Si la cobaya cuenta con un escondite, sentirá menos tensión.

Brindarle una dieta para el embarazo

  1. Dale comida en gránulos extruidos. En la comida en gránulos, cada pedazo de croqueta es idéntico. Podrás evitar que la cobaya elija lo que desea comer si optas por los gránulos en lugar de la comida tipo granola (en donde puede detectar los frejoles, el maíz, el trigo, etc.). No le des demasiados gránulos, ya que esto puede hacer que la cobaya sufra de sobrepeso. Lee el envase para determinar la cantidad que debes brindarle, pero no debes darle más de unas cuantas cucharaditas al día.
    • Si la cobaya elige lo que desea comer, optará por los pedazos de alimento más sabrosos, en lugar de consumir los alimentos menos deliciosos que suelen ser más nutritivos. Esto provoca una insuficiencia de minerales.
    • Si vas a cambiar la comida, hazlo poco a poco y brindándole un pedazo de ambos al inicio; de lo contrario, es probable que no coma nada en lo absoluto.
  2. Bríndale agua limpia en todo momento. Todas las cobayas deben contar con agua limpia en todo momento, pero esto tiene aún más importancia para las cobayas preñadas. Vacía el bebedero y vuelve a llenarlo todos los días, así garantizarás que el agua esté limpia.
    • Si el bebedero suele encontrarse en un lugar elevado, coloca otro a menor altura, así la hembra no tendrá que estirarse si no lo desea.
    • Limpia el bebedero una vez a la semana, así evitarás la acumulación de algas y bacterias. Lava el bebedero con un jabón para vajilla suave en intervalos de unos cuantos días.
  3. Bríndale heno de buena calidad. Coloca heno de hierba (hierba timotea o de árboles de frutas) que cuente con coloración verdosa. Compleméntalo con una dosis diaria de heno de alfalfa, el cual tiene un contenido elevado de proteínas y calcio. Cerciórate de que pueda acceder al heno siempre que lo desee y colócalo en un tazón grande en donde la cobaya puede escarbar.
    • El heno de alfalfa es grandioso para las cobayas preñadas, lactantes y jóvenes; sin embargo, el contenido de calcio es demasiado elevado para las cobayas normales. Una acumulación de calcio puede provocar cálculos vesicales.
  4. Bríndale vegetales frescos todos los días. Todas las cobayas deben consumir como mínimo una taza de vegetales frescos al día; no obstante, puedes elevar esta cantidad a 1½ o 2 tazas al día conforme la cobaya preñada empiece a comer más. Para determinar cuáles son los vegetales adecuados, puedes revisar el artículo “Cómo cuidar conejillos de Indias”.
    • Nunca le brindes el mismo vegetal dos días seguidos. Esto evitará el exceso de algún mineral determinado que dicho vegetal podría contener. Por ejemplo, las zanahorias cuentan con mucho oxalato. Si tu mascota lo consume demasiado, puede acumularse en la orina y provocar cálculos vesicales.
  5. Debes brindarle vitaminas y minerales en cantidades suficientes. Las cobayas preñadas son propensas a sufrir insuficiencias de vitamina C y de calcio. Debes brindarle estos elementos en cantidades suficientes a través de suplementos como Vitamin C de Oxbow Natural Science o un producto similar.
    • Nunca le brindes un multivitamínico. El exceso de vitamina C se expulsa a través de la orina, por lo que la cobaya no sufrirá una sobredosis; sin embargo, otras vitaminas pueden acumularse y provocar problemas.
    • No recurras a los alimentos cuya etiqueta indique la presencia de vitamina C como un ingrediente agregado. La vitamina C es altamente inestable y se descompone en las 8 semanas posteriores a la fecha de fabricación del producto. Si la comida se ha almacenado por un tiempo en la tienda, es probable que el contenido de vitamina C sea casi inexistente cuando abras la bolsa.
    • Nunca emplees una tableta soluble en agua. Estas se vuelven ineficaces con rapidez y podrían hacer que la hembra no desee beber agua y se deshidrate, lo que podría causarle la muerte durante el embarazo.
  6. Bríndale una mayor cantidad de fruta en las últimas 4 semanas del embarazo. Bríndale un cubo pequeño de una fruta como la manzana, las fresas o las uvas sin pepas cada 3 días.
    • Por lo general, a las cobayas se les debe brindar frutas con moderación, ya que el ácido puede provocarles úlceras en la boca. No obstante, la toxemia se debe en parte a la falta de azúcar, por lo que es esencial mantener elevados los niveles de azúcar.

Alistarte para el nacimiento

  1. Cerciórate de contar con todo lo necesario para el nacimiento. Recurre a un veterinario con experiencia en cobayas, y no a uno común que atienda a gatos y perros.
    • Necesitarás el número telefónico de una veterinaria para casos de emergencias.
      • Escribe el número en un pedazo de papel y colócalo junto a la madriguera o la jaula de la cobaya. Si lo necesitas, no tendrás que buscarlo por todos lados.
    • Necesitarás el número telefónico de una veterinaria que atienda fuera del horario habitual.
      • Si no existe este tipo de veterinarias en tu localidad, conversa sobre ello con un veterinario, para elaborar un plan. Es probable que esté dispuesto a atender a tu cobaya, o podrías tener que comunicarte con un criador con experiencia.
    • Requerirás Critical Care o un producto similar, ya que es probable que debas administrárselo como mínimo a una cría.
    • Debes contar con una toalla limpia.
  2. Ten en cuenta que es extremadamente difícil determinar el momento en el que una cobaya dará a luz. Incluso si el veterinario te ha brindado una fecha aproximada, la cobaya podría dar a luz varios días antes o después. Es probable que notes un ensanchamiento leve de los huesos pélvicos en la hembra, lo que indica que podría dar a luz en la próxima semana.
  3. A partir del día 60, revisa a la hembra varias veces al día. Será mucho más seguro que alguien supervise el nacimiento. Lo ideal es revisarla cada 2 o 3 horas. La mayor parte de los nacimientos ocurren durante el día; no obstante, pueden suceder por la noche, de modo que también debes revisar a la cobaya en la noche.
    • Si no puedes revisar a la cobaya debido a tu trabajo u otras razones, pídele a un amigo o un vecino que lo haga. Asimismo, un criador de la localidad podría estar dispuesto a ayudar.
  4. La toxemia por embarazo y la insuficiencia de calcio ocurren mayormente de 7 a 10 días antes del nacimiento. Ambas pueden ser mortales si no se tratan; por ello, debes vigilar constantemente si la cobaya presenta una pérdida del apetito, cambios en la cantidad de líquido que bebe, somnolencia o debilidad, y más signos de enfermedad evidentes, como los espasmos musculares o el babeo.

Brindar tu ayuda durante el nacimiento

  1. Escucha atentamente. Al revisar a tu cobaya, escucha si gime. La cobaya emitirá un gemido particular cuando esté en trabajo de parto. Es probable que lo identifiques, incluso si nunca antes lo has escuchado.
  2. Debes estar presente durante el nacimiento. Este debe durar menos de una hora y deben transcurrir aproximadamente 5 minutos entre cada cría. La hembra se sentará con la cabeza entre las piernas y tendrá pequeños “hipos”, los cuales serán las contracciones.
    • No sostengas a la madre.
    • La madre no debe estar rodeada de personas, solo una debe permanecer en la habitación, y otra debe estar disponible para realizar llamadas telefónicas, si es necesario.
    • No intervengas ni toques a las crías, salvo que sea necesario.
    • No es necesario retirar a las otras hembras, incluso podrían ayudar a las crías.
  3. Durante el nacimiento, debes identificar todo signo de complicaciones y estar listo para llamar al veterinario, si es necesario. Si surge algún signo de una complicación o de malestar, no dudes en comunicarte de inmediato con el veterinario. Entre los signos de las complicaciones, tenemos a los siguientes:
    • La madre hace esfuerzo por 15 minutos y no da a luz a ninguna cría.
    • El tiempo total del trabajo de parto es más de 1 hora.
    • La madre empieza a emitir quejidos “extremos”.
    • La madre parece rendirse y luce agotada.
    • La madre cuenta con saliva o espuma en el hocico.
    • La madre presenta una hemorragia excesiva (más de una cucharada).
    • El veterinario podría tratar de colocar a la cría en una posición en la que la madre pueda parirla. No obstante, podría requerirse una cesárea.
  4. Debes intervenir para retirar a las crías solo si es totalmente necesario. En ocasiones, si la camada es grande y los cachorros nacen con demasiada rapidez, la madre podría no contar con tiempo suficiente para romper el saco amniótico por su cuenta. En esta situación, y solo si tienes la certeza de que la madre no lo hará, levanta a la cría con una toalla limpia, retira el saco tú mismo y limpia todo líquido que se encuentre en su cara. No emplees los dedos o las uñas, ya que podrías arañar los ojos de la cría por accidente.
    • Es normal que una cría se atore en el canal de parto o que nazca de nalgas; no obstante, nunca debes intervenir. Solo un veterinario con experiencia y pericia debe intentar modificar la posición de las crías antes de nacer.
  5. Revisa que cada cría respire. Si una cría no lo hace, levántala con cuidado y sostenla con el brazo estirado lejos de ti. Su cabeza debe estar lejos de ti. Gírala una vez. La fuerza debe eliminar toda obstrucción en su garganta y permitirá que empiece a respirar. Si esto no funciona, frota su lomo con cuidado hacia adelante y hacia atrás, lo cual deberá generar el mismo resultado.
  6. Verifica que la hembra ya no cuente con ningún signo del nacimiento. Ella se comerá la placenta y deberá limpiar a cada cría. Asimismo, se comerá todo material de cama y otros elementos que estén manchados con sangre.
    • Si estás seguro de que el parto ha terminado, puedes ayudar a la hembra a limpiar retirando todo material de cama manchado.
  7. Cerciórate de que la hembra sienta interés por las crías, ya que las madres primerizas, en particular las jóvenes, podrían alejarse de ellas como si estuvieran confundidas. Si la hembra se aleja de las crías, colócala con cuidado junto a ellas en una caja pequeña, lo que hará que sus instintos maternales broten.

Brindarles cuidados después del nacimiento

  1. Las crías deben nacer alertas y “listas para correr”, como si fueran versiones miniatura de cobayas adultas. Ellas deben tener los ojos abiertos y deben contar con pelaje, deben poder escuchar y deben ser capaces de caminar y comer de inmediato.
    • Si alguna de las crías definitivamente está viva, pero no está alerta o no puede ver ni caminar, comunícate de inmediato con el veterinario.
    • Las crías no necesitan una lámpara de calor ni una almohadilla térmica. Estas deben mantenerse a la misma temperatura cómoda que las cobayas adultas.
  2. Deja a la madre y a las crías a solas por unas horas. Si parecen estar bien, lo mejor es darle un tiempo para que descansen sin interrupciones.
    • No obstante, si te preocupa la madre o que las crías tengan problemas de salud graves, comunícate con un veterinario de inmediato.
  3. Pesa a la madre y a las crías el mismo día que estas nazcan. Las crías de cobayas y las madres primerizas pueden debilitarse con rapidez y la única manera real de saberlo es midiendo su peso. Podrás tocar a las crías desde que nazcan, ya que a la madre no le importará.
    • Al nacer, las crías deben pesar aproximadamente de 70 a 100 g (de 2,5 a 3,5 oz).
  4. Vuelve a pesar a las crías y a la madre al día siguiente. Es probable que todas las crías hayan perdido un poco de peso; no obstante, si una de ellas está mucho más ligera que las demás o si ha bajado mucho de peso, aliméntala con una cuchara y deja que pase 15 minutos a solas con su madre 3 veces al día.
    • Espera 24 horas después del nacimiento antes de darle un alimento adicional a una de las crías, ya que algunas crías requieren este tiempo para empezar a consumir alimento.
  5. Sigue pesando a las crías y a la madre todos los días. Hazlo para determinar si alguna cría necesita alimento adicional y si la madre se encuentra bien o está enfermándose. La toxemia y la insuficiencia de calcio siguen siendo amenazas en la primera semana posterior al nacimiento, por lo que debes identificar los signos de enfermedad en la madre y la pérdida de peso continua. Debes seguir pesándolas todos los días durante las primeras 3 semanas.
    • Es probable que las crías bajen de peso en los primeros 3 días, pero deberán volver a subir luego de este tiempo. Consulta con el veterinario si no aumentan de peso o si una cría no mejora con el alimento adicional.
    • El peso de la madre variará por unos días conforme se readapte, pero se establecerá en 5 días. Debes consultar con el veterinario si su peso sigue bajando todos los días o si sigue cambiando luego de 5 días.
  6. Haz que el veterinario revise a la madre y a todas las crías. Si parece que la madre y todas las crías se encuentran bien, no es necesario que las lleves de inmediato al veterinario; no obstante, deben revisarlas en la primera semana, por si algo anda mal y no te has percatado de ello.
  7. Sigue brindando la dieta mejorada. Alimenta a la madre y a las crías con heno de alfalfa y de hierba, y bríndale suplementos vitamínicos a la madre. Bríndales vegetales adicionales y aumenta su cantidad en las siguientes semanas, conforme las crías empiecen a crecer y comer más. Sigue alimentando a la madre con frutas, pero no se las des a las crías, ya que no podrán tolerar el ácido.
    • Las crías podrán comer alimentos sólidos a partir del primer día, y la madre les dará nuevos alimentos.
  8. Entre las 3 y 5 semanas, los machos alcanzarán la madurez sexual, por lo que debes identificar el sexo de las crías y separarlas en esta edad. Haz que un veterinario determine el sexo de las crías, así evitarás los accidentes. Las crías hembras deben permanecer junto a su madre y los machos deben retirarse.
    • Haz que los machos conozcan a su papá y a cualquier otra cobaya macho que poseas.
      • Preséntalos poco a poco, ya que los adultos serán mucho más grandes y podrían lastimar gravemente a las crías. Los hermanos pueden vivir juntos a lo largo de sus vidas; sin embargo, es probable que nunca se lleven lo suficientemente bien con otros machos como para vivir juntos.
  9. Las crías se destetarán a los 21 días. Algunas crías se destetarán pocos días antes o después, pero este es el tiempo promedio. Las crías deben pesar de 150 a 230 g (de 5,5 a 8 oz).
    • Luego de destetar a las crías, la madre ya no necesitará consumir suplementos vitamínicos, salvo que se los brindes como parte de su dieta habitual.
    • Si no sabes con certeza si las crías se han destetado a los 21 días, aun así debes retirar a los machos para evitar los embarazos. Ellos habrán comido alimentos sólidos unos días después de su nacimiento, por lo que podrán vivir sin la leche de su madre en esta edad.
  10. Cuando las crías hembras tengan 3 o 4 semanas de edad, vuelve a colocarlas junto con toda hembra que hayas retirado. Haz que conozcan poco a poco a las otras hembras y vigila la situación con cuidado. Es probable que requieran varios días para empezar a vivir juntas.
    • El simple hecho de que sean las crías de una cobaya conocida no significa que las aceptarán de inmediato.

Evitar los embarazos futuros

  1. Ten en cuenta la facilidad con la que las cobayas pueden quedar preñadas. Los machos pueden alcanzar la madurez sexual tan solo a las 3 semanas de edad; y las hembras, tan solo a las 4 semanas de edad.
    • Una cría macho definitivamente puede fecundar a su madre o a sus hermanas.
    • Las tiendas de mascotas suelen mantener a las cobayas de ambos sexos juntas, lo que provoca que muchas personas compren hembras ya preñadas.
  2. Separa las cobayas en grupos del mismo sexo. La manera más sencilla de evitar los embarazos consiste en mantener a ambos sexos separados.
    • Las cobayas deben dividirse en grupos del mismo sexo a las 3 semanas de edad.
    • Ten en cuenta que las cobayas son animales sociables y deben permanecer en grupos; por ello, si tienes a un macho y una hembra, debes cerciorarte de que cuenten con compañía del mismo sexo.
  3. Castra a las cobayas macho. Otra manera de evitar que las cobayas queden preñadas consiste en castrar a los machos. Asimismo, se puede esterilizar a las hembras, pero este proceso es más complejo y riesgoso. Siempre debes acudir a un veterinario de animales exóticos o a un especialista en cobayas para llevar a cabo una cirugía en estos animales.
    • Los machos castrados deben permanecer separados de las hembras por 4 días después de la cirugía. Esto se debe a que el esperma puede sobrevivir en sus conductos durante este tiempo. La castración evitará que produzca más esperma, pero él aún podría engendrar crías durante un tiempo breve posterior a la castración
    • Una regla general es que las cobayas no reaccionan bien a lo anestésicos; por ello, separar a las de sexo diferente es una opción más segura, si es posible hacerlo.
  4. No reproduzcas a tu cobaya de manera voluntaria. El embarazo hace que 1 de cada 5 cobayas corra el riesgo de morir, y también hay un riesgo elevado de sufrir una pérdida fetal. Si quieres conseguir otra cobaya, podrás conseguir muchas en el centro de rescate de tu localidad, las cuales requieren hogares acogedores y amorosos.

Advertencias

  • Ten mucho cuidado si necesitas sostener o manipular a una cobaya preñada. Solo sostenla si es totalmente necesario; de lo contrario, podrías provocar complicaciones en el embarazo o un aborto natural.
  • Una hembra podría lesionar a los bebés por accidente si los aplasta, y los bebés son propensos a escapar de su jaula, así que debes revisarlos con frecuencia.
  • Las hembras pueden quedar preñadas justo después de dar a luz, por lo que debes cerciorarte de que no haya machos cerca. Los embarazos consecutivos casi siempre provocan la muerte.
  • Es probable que la cobaya muera durante el embarazo o después de este, a causa de complicaciones en el mismo o en el parto, o debido a la toxemia posterior al parto. Esto ocurre con frecuencia, aproximadamente 1 de cada 5 cobayas mueren como consecuencia directa del embarazo o el parto.
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