Cómo fingir una lesión

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¿De verdad necesitas salir del gimnasio durante la semana que jugarán "quemados"? ¿Quieres salir del trabajo para pasar tiempo con tus hijos pero se te acabaron los permisos pagados? No te preocupes, aquí encontrarás un método para salir bien librado. Revisa esta información para saber cómo fingir una lesión después de un salto. Es obvio que estos pasos se crearon para usarse en situaciones ficticias, como las de los libros, en la actuación o para juegos de roles.

Elige la lesión

  1. Finge un esguince de tobillo. Es una lesión muy común y fácil de fingir. Por lo general, es el resultado de una caída y tarda unas 2 a 8 semanas en sanar, dependiendo de la gravedad.
    • Una buena historia para justificar esta lesión es que te tropezaste mientras caminabas por una pendiente elevada o que te caíste de una cuneta en la calle.
    • Normalmente solo se debe poner una venda de tela. A veces se puede necesitar muletas.
    • Si te obligan a ir al doctor, debes fingir un dolor leve a moderado y un poco de dificultad para mover el pie. Es posible que tengan que hacerte pruebas.
  2. Considera las lesiones en las espinillas. No se puede obtener mucha evidencia de esta lesión, ni siquiera con rayos X o tomografías, así que es una buena opción. Los síntomas usuales son dolor y un poco de hinchazón y te tardarás algunas semanas en sanar.
    • Si te obligan a ver a un doctor, dile que sientes dolor y que tu pierna estaba un poco hinchada, pero, al parecer, solo se hincha de noche.
    • Una buena historia para justificar las lesiones en las espinillas es que trataste de empezar a correr para perder peso o para ponerte en forma. Es una causa común.
  3. Finge una lesión en el manguito rotador. Está formado por una serie de músculos en el hombro, que pueden desgarrarse por hacer demasiada fuerza, por lo general por encima de la cabeza. Esta lesión se cura en 2 a 6 semanas, dependiendo de su gravedad.
    • Una buena historia para explicar cómo te desgarraste el manguito rotador es que te caíste mientras bajabas las escaleras y sufriste el desgarro al evitar golpearte.
    • Debes presentarlo como algo leve ante el doctor, ya que si fuese grave necesitarías cirugía o inyecciones de esteroides.
  4. Finge una compresión nerviosa en la espalda. Es una de las lesiones más difíciles de fingir, ya que hay exámenes que pueden demostrar que estás bien. Preséntala a tu doctor como algo leve, para reducir la probabilidad de que quiera seguir indagando.
    • Para curar una lesión leve de este tipo, necesitarás descanso en cama (quizá un corsé lumbar) de aproximadamente un mes.
    • Una buena historia para explicar cómo te lastimaste la espalda es que estabas levantando una caja pesada y, de repente, sentiste mucho dolor.
  5. Finge un desgarro del ligamento cruzado anterior. Se trata de un ligamento que es muy propenso a sufrir lesiones debido al ejercicio y al esfuerzo. Es una de las lesiones más difíciles de fingir con éxito, ya que hay exámenes que pueden demostrar que no tienes nada. Finge que es una lesión leve ante tu doctor, para reducir la probabilidad de que quiera investigar más.
    • Una buena historia para justificar una lesión en el ligamento cruzado anterior es que saltaste de un lugar muy elevado y caíste mal.
    • Esta lesión normalmente se puede curar con vendas de tela. Es posible que necesites usar muletas.

Inventa una historia

  1. Encuentra una causa creíble. Si vas a fingir una lesión, tienes que encontrar una causa razonable. Debe ser una lesión común, provocada por una actividad que tú sí harías. Revisa las lesiones que se mencionan en la segunda sección para encontrar algunos ejemplos de causas razonables para cada lesión.
  2. Practica contar la historia. Debes saber los detalles al revés y al derecho y de arriba abajo. Si alguien te pregunta y te enredas con los detalles todo el mundo se dará cuenta de que es una mentira. No agregues algo nuevo cada vez que cuentas la historia (aunque debes contarla de un modo un tanto distinto o en un orden un poco diferente, para que no parezca que la ensayaste).
  3. No seas tan preciso. No tienes que ser tan exacto al contar la historia. Podrías despertar las alarmas de que es algo falso y planeado con antelación, porque es como si pensaras que nadie va a creerte. Cuenta la historia con naturalidad y como si no quisieras hablar de ello.
    • INCORRECTO: "Estaba bajando por las escaleras para sacar una lata de sopa del sótano, entonces vi una araña que me asustó demasiado y me tropecé. Afortunadamente me apoyé a tiempo para no golpearme la cabeza, pero terminé lastimándome el hombro. Fui al doctor y tuvimos que esperar siglos para conseguir una habitación, pero luego… “
    • CORRECTO: “Me tropecé mientras bajaba por la escaleras y creo que me torcí algo en el hombro cuando me apoyé para no golpearme”.

Cosas que debes evitar

  1. Evita lesiones que dejan marcas externas. Cualquier cosa como cortes, moretones, cicatrices (todo lo que necesite maquillaje) podría verse convincente al principio, pero corres el riesgo de que se vea distinto día a día o que te pesquen in fraganti si te mojas. Si vas a fingir una lesión, debe ser una de las que se mencionaron antes, porque tienen menos indicios externos.
  2. No te “lesiones” en la escuela ni en el trabajo. Además de que cualquier actuación convincente podría provocarte una lesión real, sufrir una lesión en la propiedad de tu escuela o de tu trabajo, podría ocasionar que los demanden y tendrían que investigar mucho más tu caso. Lo ideal es que los demás le presten poca atención.
  3. No exageres. La exageración es un signo evidente de mentira. ¿Crees que eres la primera persona que finge una lesión para escaparte de alguna circunstancia? Es obvio que sospecharán, así que no des más razones para que aumenten las sospechas.
    • No exageres ante los doctores. Ellos son capaces de descubrir la verdad. Finge dolor pero no hagas que la lesión parezca demasiado grave. Es mejor evitar exámenes costosos, como rayos X o resonancias magnéticas.
    • No exageres ante los demás. Tus profesores, compañeros de clases, compañeros de trabajo, jefes, etc., podrían descubrirte si sobreactúas. Minimiza la lesión y no llores ni te quejes todo el tiempo.
  4. No olvides actuar ni por un momento. Tienes que concentrarte en tu actuación, inclusive cuando estás solo. Nunca sabes cuándo podría aparecer alguien. Aunque estés con personas que saben que todo es una mentira, no crees situaciones en las que te podrían descubrir.

Actúa durante un tiempo razonable

  1. Necesitarás aproximadamente una semana para sanar. Tener una lesión un solo día o sufrir dolor un solo día es un signo claro de que fingiste todo. Continúa con tu actuación por lo menos durante una semana, aunque ya hayas regresado a tu escuela o a tu trabajo después de uno o dos días. El tiempo dependerá del tipo de lesión.
  2. Progresa lentamente hasta que puedas moverte con más facilidad. La “mejoría” debe verse normal. Debes hacer una mueca de dolor con cada movimiento al principio, pero poco a poco tienes que hacer más y más cosas.
  3. No finjas más de una vez. La excusa de la “lesión grave” funciona una sola vez. Si lo haces dos veces, los demás podrían pensar, en el mejor de los casos, que estás propenso a los accidentes. Tres veces harán que los demás se den cuenta de todo. No finjas lesiones una tras otra. Espera por lo menos unos cuantos meses (o años) para fingir otra vez.

Consejos

  • A menudo fingir dolores de espalda, desgarros musculares, dolores en el hombro, etc., es mejor y más creíble que fingir lesiones en los brazos o en las piernas. Así los empleadores te dejarán permanecer sentado más tiempo o ir a casa temprano si el dolor de tu espalda aumenta o hay rigidez.
  • Trata de poner una piedra o un poco de grava en el zapato de la pierna “afectada”. De este modo no necesitarás hacer ningún esfuerzo para cojear. La tapa de una botella también te servirá. Asegúrate de nadie encuentre lo que pusiste en tu zapato.
  • Si planeas hacerlo con frecuencia, asegúrate de que las personas en tu trabajo sepan que eres un poco torpe. Haz que sepan que ya has sufrido pequeños accidentes los fines de semana, pero no has faltado al trabajo.
  • No pongas demasiada suciedad en tu corte falso o será demasiado obvio para tus padres.
  • Las “consultas médicas” futuras para efectuar el seguimiento de tu lesión pueden hacer te den permiso para salir del trabajo en la mañana o en la tarde.
  • Si alguna vez te has lesionado de verdad, trata de fingir lo que sentiste en esa ocasión.
  • Puedes vendar el área “afectada” para que se vea más real.
  • Asegúrate de que las fechas coincidan.
  • Si eres bueno con el maquillaje, úsalo para hacer que tus lesiones se vean más convincentes.
  • Siempre debes tener una botella nueva de aspirinas en tu escritorio.

Advertencias

  • Ten cuidado. Es probable que tus padres quieran limpiar la “herida” antes de comprarte medicinas y terminarán descubriendo la verdad.
  • No finjas que es algo muy grave. Podrían recetarte medicamentos para una lesión que no tienes.
  • No cojees demasiado porque te delatarás.
  • Si no sigues con tu actuación ni te aseguras de que tus fechas coincidan, todo tu esfuerzo será en vano y los demás no te creerán cuando de verdad te lastimes.
  • Los doctores no son tontos. Si tratas de que te firmen un formulario de incapacidad o de que te ayuden a conseguir beneficios, sospecharán mucho más que si solamente les pides una nota para faltar un día al trabajo. Si tu “lesión” les parece ilógica, podrían informar tu caso.
  • No finjas que tu lesión es muy grave porque entonces tendrás que ir al doctor y él descubrirá si tu caso es real o no.
  • Si te dibujas una herida con lapicero, no cortes la piel ni presiones demasiado porque podrías intoxicarte con la tinta, lo cual es algo muy grave.
  • Si eres un atleta, es mejor no fingir una lesión ante un entrenador certificado. Él sabrá si tu lesión es real o no y podría no hacerte caso la próxima vez, aunque se trate de una lesión de verdad.
  • No te sorprendas si un día ves una camioneta no identificada siguiéndote mientras realizas tus actividades diarias. Muchas compañías de seguros realizan una vigilancia encubierta a las personas que declaran haberse lesionado cuando en realidad no tienen nada. Tu mejor opción es no fingir.
  • No vayas al médico porque no te ayudará.
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