Cómo pensar en grande

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Muchas personas dicen que pensar en grande es la clave para lograr las metas más grandes o más complicadas, pero es difícil saber en dónde empezar. Darte algo de tiempo para sentarte y pensar realmente acerca de qué es lo que quieres lograr es solo la primera parte de pensar en grande. Crear un plan al que puedas hacer seguimiento y mantenerte motivado mientras luchas por tus metas de a pocos puede ayudarte a hacer realidad un pensamiento ambicioso.

Usar tu imaginación

  1. Programa tiempo para pensar. Cuando estés listo para evaluar proyectos o enfoques nuevos para las metas presentes, aparta algo de tiempo (90 minutos, dos horas o cualquier tiempo libre que tengas) y úsalo todo para pensar.
    • Usar todo el tiempo para pensar te ayuda a concebir enfoques y estrategias en los que quizás no has pensado antes, porque las personas tienden a concebir una o dos buenas ideas y pensar “¡Eso es! ¡Estoy listo!”. Obligarte a pensar por más tiempo te ayuda a ir a lugares a los que tu cerebro no iría normalmente.
    • Trata de pensar en diferentes escenarios. Por ejemplo, puedes salir a caminar o visitar una cafetería nueva. Estar en un escenario distinto puede ayudar a tu cerebro a identificar otras posibilidades, a diferencia de cuando estás en un entorno usual.
  2. Piensa en lo imposible. En la vida, es fácil pensar en “pequeño”, porque es fácil sentirte obligado a ser práctico o realista con respecto a tus sueños o tus metas. Pensar en grande requiere que vayas más allá de pensar realistamente y que tomes en cuenta lo que puede parecer improbable o incluso imposible.
    • Por ejemplo, imagina que te gusta escribir. Una manera realista de pensar acerca de esto podría ser decir que deseas escribir algo cada día. Esta es una meta realista y una manera realista de pensar acerca de tu pasión por escribir.
    • Pensar en lo imposible significa llevar lo que normalmente crees que puedes hacer con escritura aún más allá. Imagina lo que sería ver tu libro en un estante en tu librería favorita (quizás incluso en una exposición elegante). Imagina ver tu nombre y el título de tu libro en la lista principal de libros exitosos del New York Times. Esta es la manera más sencilla de pensar en grande.
    • También puedes hacerlo creando un mural de visión. Consigue un pedazo de cartulina y usa imágenes y palabras de una revista para representar tus metas. Luego, coloca el mural en algún lugar en el que lo veas frecuentemente para que te ayude a recordar tus metas.
  3. Sal de tu zona de confort. Pensar en grande significa pensar de maneras que están más allá de lo que normalmente haces, así que de manera natural tendrás que salir de tu zona de confort. Mientras pienses en proyectos o enfoques nuevos, permítete sentir un poco de incomodidad. Si no sientes un poco de temor con respecto a lo que concibes, no piensas suficientemente en grande.
    • Por ejemplo, si tienes un proyecto de discurso para la escuela, pero quieres pensar en grande al respecto, considera la posibilidad de presentar un estilo de discurso con el que usualmente no te sientas cómodo. En vez de leer directamente del papel, trabaja a partir de algunos puntos clave y haz que el discurso suene menos formal. Puedes considerar la posibilidad de añadir música o elementos visuales para aumentar el interés en el discurso.

Establecer metas

  1. Establece metas alcanzables. Pensar en grande no debe significar fantasear acerca de lo imposible. Es tentador establecer una meta muy ambiciosa para tratar de inspirarte a lograr algo más grande, pero hacerlo puede equivaler a prepararte para el fracaso.
    • Por ejemplo, si piensas en grande con respecto al tipo de casa que quieres ser capaz de costear un día, piensa más en grande de lo que normalmente pensarías (quizás 25 000, 50 000 o 200 000 dólares más). Sin embargo, no pienses tan en grande que tu plan sea poder costear una casa de millones y millones de dólares. Si un día puedes hacerlo, será maravilloso, pero establecer metas más alcanzables te ayuda a evitar las decepciones y a sentirte bien con respecto a lo que puedes lograr.
  2. Divide la meta en pasos. Al poner los sueños grandes en práctica, reconoce que aunque tu meta final es grande (dar un discurso, comprar una casa o publicar un libro exitoso) debes tomar varios pasos pequeños para llegar ahí. La mejor manera de lograr una meta grande es, por tanto, dividirla en pasos más pequeños y más factibles. Una vez que tengas en la mente tu meta, siéntate y haz una lista de todo lo que necesitas para hacer que se vuelva realidad. Esto te ayuda a verla como algo más alcanzable y menos abrumador.
    • Por ejemplo, si tu meta final es escribir un libro que sea exitoso, un ejemplo de empezar de a pocos puede ser investigar los temas o los géneros que se están volviendo más populares (no debes enfocar en cosas que son populares ahora, porque es muy probable que las cosas cambien antes de que tu libro esté terminado).
    • Si escribes un discurso, empezar de a pocos puede significar hacer una lista de las cosas de las que deseas hablar en el discurso.
    • Una vez que tengas la meta dividida en pasos, reorganízalos en el orden en el que necesites lograrlos.
  3. Establece plazos para tus metas. Una vez que hayas establecido cuáles son tus metas grandes, tendrás que establecer plazos para estas. Esto hace que seas responsable y que trabajes para lograr algo cada día. También ayuda a hacer que todos los pasos pequeños que has creado parezcan menos abrumadores o más manejables.
    • Toma en cuenta que quizás necesites reajustar algunos de tus plazos, de manera que es importante ser flexible. No te atormentes si algunas de tus metas se deben reajustar.
  4. No lo hagas solo. No hay manera en la que puedas lograr grandes metas solo. Los autores de libros exitosos no publican, imprimen y distribuyen millones de copias de sus libros solos. Para determinar qué tipo de personas necesitas que te ayuden a lograr tus metas, tendrás que hacer un examen de consciencia para determinar tus propias debilidades. ¿Eres desorganizado? ¿Te distraes fácilmente? Busca alguien que sea un gurú organizacional de codificación por colores para que te ayude. Pide a un amigo que tenga una buena capacidad de enfoque que te ayude a mantenerte enfocado en lo que necesites hacer.
    • Debes saber cuándo tendrás que usar a otras personas (como editores o un agente, por ejemplo) para lograr tus metas. Asegúrate de incluir en la lista de pasos para lograr tus metas contactar a estas personas y lo que sea que tengan que hacer.
  5. Trabaja constantemente. Todo el pensamiento y la planificación del mundo no va a importar si no tomas acción finalmente para hacer que la gran meta se haga realidad. Debes trabajar para lograr tus metas cada día. No importa que tan lento trabajes o cuánto tiempo te tome ver resultados. Si trabajas con constancia, finalmente lograrás tus metas.
    • Crear un programa para el día en que trabajes en cada paso a fin de lograr la gran meta puede ayudar a que te mantengas constante. Aparta una cantidad determinada de tiempo cada día (a la misma hora cada día) para trabajar. Esta medida impide que te desvíes del camino por otras cosas y garantiza que te mantengas constante.
    • Recuerda que tomar acción no significa necesariamente lograr algo muy grande cada día. Si uno de los pasos para escribir un libro exitoso es conseguir un agente, no te desanimes si todo lo que hagas para lograr ese paso en un día sea investigar a agentes potenciales. Debes dar el primer paso para dar el segundo y, siempre y cuando tomes acción, no importa que tan grande o pequeña sea la acción.

Mantenerte motivado

  1. Desarrolla un sistema de apoyo. La parte más importante de lograr las metas grandes es entender que necesitas la ayuda y el apoyo de las personas que te quieren. Tener un sistema de apoyo puede ayudar a que te mantengas motivado. Rodearte de personas solidarias no significa rodearte de personas que no critiquen nunca tus planes. Deben ser personas que sean honestas contigo y que te ayuden a mejorar tus ideas.
    • Por ejemplo, si trabajas en ese discurso para la escuela y te empeñas en hacer algo diferente, pide a un amigo que escuche lo que tengas y que sea honesto acerca de lo que piensa al respecto. Puede ser doloroso escuchar que cree que lo que tratas de hacer no funciona, pero finalmente hará que seas mejor. Además, tener una perspectiva nueva te ayuda a mantenerte motivado.
    • También puedes pedir a las personas que conforman tu sistema de apoyo que te ayuden a ser responsable. Comparte los plazos o las metas de pasos más pequeños, y pídeles que se pongan en contacto contigo.
    • Ten cuidado de volverte excesivamente dependiente de otras personas. Si pasas mucho tiempo escuchando las opiniones de otras personas y siguiendo sus sugerencias, serás muy bueno ayudándolas a pensar en grande, pero no tanto pensando en grande para ti. La crítica puede ser útil algunas veces, pero es importante no basar tu valor en lo que las otras personas piensen. Depender demasiado de las opiniones de otras personas puede ser autolimitante.
  2. Celebra las pequeñas victorias. Es fácil sentir que no estás cerca de lograr tus metas cuando te enfocas en las pequeñas cosas cotidianas que necesitas hacer para llegar ahí. Celebrar las pequeñas victorias puede ayudarte a sentir que logras algo (porque es así) y a mantener la motivación.
    • Por ejemplo, si tu meta es tener un libro exitoso, puedes celebrar el día que termines de investigar, el día que escribas un capítulo o incluso cuando tengas más de una página escrita en una sesión.
    • Puedes celebrar de muchas maneras, las cuales no tienen que ser costosas. Recompénsate con un trozo de chocolate cuando taches uno de los pasos o disfruta de una noche libre y mira un nuevo programa de televisión el sábado por la noche. No importa cómo celebres, siempre y cuando te tomes un momento (o más) para reconocer que has hecho algún progreso.
    • Trata de colocar un calendario en la pared y tacha todas las metas que hayas logrado, sin importar que tan pequeñas sean.
  3. No temas al fracaso. Si te enfocas demasiado en todas las maneras en que puedes fracasar o no cumplir la meta inicial, nunca tendrás la motivación para empezar. Todas las personas fracasan de vez en cuando y está bien.
    • Haz una lista de las maneras en que puedas fracasar o no cumplir la meta, y acepta que hay distintas posibilidades a medida que trabajas para lograr tus metas grandes.
    • Si fracasas, recuerda que el fracaso no te define. Evalúa qué es lo que condujo al fracaso y empieza de nuevo.
    • Toma en cuenta que el éxito no es una línea recta del punto A al B. Habrá retos y obstáculos en el camino. Aprende acerca de algunos de los retos que puedas enfrentar y piensa en cómo los manejarás.
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