Cómo volver cremosa la mantequilla

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Volver cremosa la mantequilla es el proceso de mezclar mantequilla y azúcar para obtener una pasta suave y cremosa, que es útil para usarla en diferentes procesos de horneado. Es una técnica que puedes emplear en diferentes pasteles. Esta técnica permite introducir aire a la mezcla aumentando volumen a la mezcla. Es por ello, que es muy útil que aprendamos a dominar esta técnica. Aquí te enseñaremos como dominarla.

Ablanda la mantequilla

  1. Deja que la mantequilla alcance temperatura ambiente. Saca la mantequilla de la refrigeradora por lo menos una hora antes de usarla. Si la mantequilla se ha endurecido mucho debido al frío, esta no se podrá usar para batir.
    • La mantequilla estará lista cuando esté a temperatura ambiente. Para probar si está lista, puedes pincharla con tus dedos, si la mantequilla está blanda como un melocotón maduro y al introducir tu dedo esta deja fácilmente una marca, entonces está lista para usar.
    • Si la mantequilla está muy blanda y brillosa, es posible que haya empezado a derretirse, y así no se podrá usar para la crema. Coloca la mantequilla en la refrigeradora nuevamente por unos 5 o 10 minutos para que pueda endurecerse un poco más.
  2. Ralla la mantequilla. No te preocupes si has olvidado sacar la mantequilla de la refrigeradora; todos los chefs lo olvidan de vez en cuando. Puedes solucionarlo rallando la mantequilla en forma de tiras finas. La superficie aumentada permitirá ablandar la mantequilla más rápido y así la podrás usar, aunque en un principio esta estuviese dura.
  3. Coloca la mantequilla en el microondas. Si estás luchando contra el tiempo, puedes colocar la mantequilla en el microondas y calentarla. Pero ten cuidado de no derretirla, pues así no podrás usarla para batir y tendrás que empezar nuevamente con otra mantequilla.:
    • Corta la mantequilla en cubos del mismo tamaño (esto permitirá que todos se ablanden al mismo tiempo), luego coloca los cubos en un recipiente seguro para microondas y caliéntalos por 10 segundos o menos.
    • Retira el recipiente y revisa la mantequilla; si aún está muy dura, colócala nuevamente en el microondas por otros 10 segundos.

Usa una batidora

  1. Una vez que la mantequilla esté blanda, colócala en un recipiente para mezclar. Puedes mezclar la mantequilla usando una batidora de mano o una batidora industrial a baja velocidad para volverla suave y cremosa.
  2. Agrega azúcar poco a poco. Esto permitirá que la mezcla se disuelva más rápidamente sin dejar grumos o granos de azúcar en la mezcla.
    • Al momento que se incorpora el azúcar, esta atraviesa la mantequilla creando burbujas de aire. Este proceso oxigena la mezcla, haciendo que aumente y a la vez le da una textura suave y esponjosa.
    • La mayoría de recetas te pedirán azúcar superfina o azúcar para espolvorear. Esto es porque el azúcar extrafino tiene la consistencia perfecta para hacer la crema; a diferencia del azúcar en polvo, esta tiene la superficie adecuada para oxigenar correctamente la mantequilla al momento de batirla y a la vez, es lo suficientemente fina como para evitar que la textura sea demasiado tosca.
  3. Aumenta la velocidad de la batidora. Una vez que hayas agregado toda el azúcar a la mantequilla, aumenta la velocidad (alta para una batidora de mano, media-alta para una batidora industrial), continúa batiendo hasta que toda la mezcla se vuelva uniforme y cremosa. br>
    • No olvides raspar de vez en cuando las paredes del recipiente que estas usando, para reincorporar el azúcar o la mantequilla que haya quedado pegada en las paredes, para ello te puede ser útil una espátula.
    • También raspa toda la mezcla que puede haberse quedado adherida a la batidora.
  4. Reconoce cuando debes parar de mezclar. A medida que vayas batiendo la mezcla aumentará en volumen y se irá aclarando. Para saber cuando la mezcla está lo suficientemente cremosa, esta debe ser de color blanco-hueso y tener casi el doble de volumen, En cuanto a la textura esta debe ser espesa y cremosa, similar a la textura de la mayonesa. br>
    • Ten cuidado de no mezclar la mantequilla y el azúcar más de la cuenta. Debes dejar de batir cuando la mezcla esté pálida, cremosa y haya alcanzado el punto de nieve.
    • Si continúas mezclando, se perderá gran parte del aire que hayas conseguido mezclando y finalmente la mezcla no aumentará bien. ref>http://sweets.seriouseats.com/2010/02/how-to-cream-butter-and-sugar-baking-techniques-slideshow.html</ref>
    • Como pauta, al usar una batidora, la mantequilla y el azúcar deben estar perfectamente cremosas en unos 6 o 7 minutos.
  5. Ahora úsala en la receta que desees. Si has hecho una buena crema de mantequilla y azúcar, entonces el proceso de horneado se realizará uniformemente.

Haz la crema a mano

  1. Una vez que la mantequilla esté suave, colócala en un recipiente para mezclar. Puedes usar cualquier tipo de recipiente, pero algunos chefs recomiendan que el recipiente sea de cerámica o loza para hacer crema de mantequilla.
    • Esta clase de recipientes tienen una superficie más áspera la cual coge mejor la mantequilla y acelera el proceso de hacer la crema.
    • Los recipientes de plástico o metal no cogen bien la mantequilla.
  2. Comienza mezclando la mantequilla. Antes que agregues azúcar al recipiente, debes haber mezclado la mantequilla sola. Esto hará que agregar el azúcar sea más sencillo.
    • Usa un tenedor, un batidor eléctrico, una espátula o una cuchara de madera para deshacer la mantequilla antes de mezclarla.
    • Así como pasa con el recipiente de cerámica o loza, se cree que una cuchara de madera coge mejor la mantequilla y acelera el proceso de hacer la crema.
  3. Agrega el azúcar gradualmente. Agrega el azúcar poco a poco y bate la mezcla cada vez que eches un poco. Esto permitirá que el azúcar se disuelva completamente y evitará que esta salga fuera del recipiente a medida que bates.
    • Continua batiendo incluso después que hayas agregado estos dos ingredientes. Bate con ganas, pero uniformemente, recuerda que tendrás que batir la mezcla por un buen rato, ¡no querrás cansarte tan rápido!, cambia de mano, si crees que es necesario.
    • Piensa en todas las calorías que vas a quemar al momento de batir la mezcla. ¡De seguro necesitarás una galleta extra!
  4. Reconoce cuando debes parar de batir. En realidad cuando bates a mano, no hay manera de batir más de la cuenta…pero en algún momento debes dejar de batir.
    • Cuando esté lista, la textura debe ser cremosa y libre de grumos. También debe ser fina y pálida.
    • Una forma de comprobarlo es pasando un tenedor a través de la mezcla, si notas algún trozo de mantequilla sin disolver, debes continuar batiendo pero, sino encuentras nada, ya puedes usar la crema en la receta que desees.
    • Si dejas algunos rastros de mantequilla en la mezcla, esto quiere decir que tu mezcla no es uniforme y la textura final no será pareja.

Consejos

  • Si tienes algunas especias, como esencia de vainilla (extracto de vainilla), cáscara de frutas cítricas para agregar al pastel, agrégalas cuando estés batiendo la mantequilla. Esto realzará el sabor y quedará bien esparcido en todo el pastel.

Advertencias

  • Si la mantequilla no está lo suficientemente cremosa cuando la necesites, es posible que encuentres agujeros en el pastel.

Cosas que necesitarás

  • Mantequilla suave
  • Azúcar superfina
  • Recipiente para mezclar
  • Batidora, cuchara o batidora eléctrica
  • Receta
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