Cómo usar una almohadilla térmica durante el embarazo

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Por lo general, el embarazo es una experiencia llena de felicidad, de anticipación y de esperanza en un futuro brillante. Sin embargo, con él también llegan ciertos dolores y malestares que pueden afectar las articulaciones y los músculos, especialmente en la parte inferior de la espalda. Uno de los métodos más sugeridos para aliviar la mayoría de dolores propios del embarazo, especialmente el dolor de espalda que se presenta en un 50 o 70 % de los embarazos, es el uso de una almohadilla térmica. Las almohadillas térmicas pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación en algunas personas, y pueden ser particularmente efectivas para casos de dolor en la espalda o las rodillas. Si sigues lineamientos específicos, el uso de una almohadilla térmica durante el embarazo es completamente seguro.

Usar una almohadilla térmica durante el embarazo

  1. Usa la almohadilla por cortos periodos de tiempo. Lo más importante que debes recordar es que, mientras estés embarazada, tu temperatura corporal debe permanecer por debajo de los 39 °C (102,2 °F). Por este motivo, debes asegurarte de no usar la almohadilla térmica durante mucho tiempo.
    • El tiempo límite normal para el uso de una almohadilla térmica es de 20 minutos. Este es el tiempo correcto para usarla durante una sesión. Asegúrate de tomar un descanso entre sesiones, de modo que tu cuerpo tenga tiempo para volver a enfriarse.
  2. Usa la configuración de temperatura más baja. Si las usas excesivamente o con una configuración de temperatura alta, las almohadillas térmicas pueden causar quemaduras o incrementar demasiado tu temperatura corporal. Nunca duermas mientras usas una almohadilla térmica y usa la configuración de temperatura más baja que alivie tu dolor.
    • Por lo general, debes empezar con la temperatura más baja y subir gradualmente. Sin embargo, nunca debes usar la temperatura más alta mientras estés embarazada.
  3. Aplica la almohadilla sobre un área localizada. Una almohadilla térmica no debe usarse para calentar áreas extensas del cuerpo. Esto no es bueno para tu piel ni para tu temperatura corporal. Mientras más cantidad de piel esté expuesta a la almohadilla térmica, más se incrementará tu temperatura corporal.
    • Por el contrario, simplemente aplica la almohadilla térmica en tu espalda, rodilla u hombro, cuidándote de calentar una sola área a la vez.
  4. Usa la almohadilla térmica mientras estés despierta. Asegúrate de usar la almohadilla térmica únicamente mientras estés despierta. Si la usas mientras duermes, esto puede generar problemas graves. Por ejemplo, podrías dejarla encendida accidentalmente y quemarte la piel o elevar demasiado tu temperatura corporal.
    • Asegúrate de apagarla antes de ir a dormir y nunca la uses mientras estés en la cama, ya que podrías quedarte dormida accidentalmente con la almohadilla encendida.
  5. Visita a tu doctor si tienes dolor abdominal. Si sientes dolor en tu abdomen, debes visitar a tu doctor de inmediato. Es posible que tengas un problema grave relacionado con tu bebé. En caso de problemas en las áreas cercanas a tu abdomen, no debes usar la almohadilla térmica. Aunque no existe evidencia directa de que las fuerzas electromagnéticas presentes en el funcionamiento de las almohadillas térmicas dañen a tu bebé, es posible que mantener una temperatura de 39 °C (103 °F) cause problemas en su desarrollo.
    • Debido a la existencia de esta posibilidad, lo mejor es nunca colocar la almohadilla térmica directamente sobre tu abdomen.
    • Considera sustituir la almohadilla térmica por una sábana eléctrica y asegúrate de retirarla cuando tu piel esté lo suficientemente caliente al tacto.
  6. Usa una almohadilla térmica para calentar la cama. Si te pone nerviosa aplicar almohadillas térmicas en tu cuerpo mientras estás embarazada por temor a dañar tu piel o por la ligera corriente eléctrica que emiten, es posible que debas considerar otras maneras en las que puedes beneficiarte de una almohadilla térmica sin contacto directo. Enciende una sábana eléctrica o almohadilla térmica y colócala debajo de tu cubrecama regular o entre tus sábanas para calentar la cama. Retírala una vez que estés lista para meterte en la cama o recostarte sobre ella.
    • Esto te permitirá disfrutar el calor de la almohadilla térmica sin contacto directo con ella ni con las corrientes eléctricas.
  7. Envuelve la almohadilla térmica con una toalla o sábana. Con el fin de atenuar los efectos de una almohadilla térmica, puedes cubrirla con un pedazo de tela, tal como una toalla o sábana. Envolver la almohadilla térmica con otra capa de tela, tal como una camiseta que ya no usarás, hará que sea más seguro aplicarla sobre tus músculos.
    • Si te duele la espalda, intenta colocar la almohadilla térmica debajo de una almohada ligera detrás de tu espalda mientras te reclinas sobre un sofá o una cama. No olvides que la almohadilla está encendida y que debes apagarla antes de quedarte dormida para prevenir el riesgo de causar un incendio o de quemarte la piel.

Usar métodos fríos en lugar de calientes

  1. Usa una compresa fría prefabricada. Algunas mujeres consideran que los tratamientos con frío alivian el dolor o la inflamación si se usan como primera opción. Si has experimentado una lesión específica y leve en tu espalda baja, usa una compresa fría para tratar el dolor durante los primeros días. Empieza aplicando una bolsa de hielo o compresa fría prefabricada para enfriar el área. Deja la bolsa sobre el área por no más de 20 minutos antes de retirarla.
  2. Haz tu propia compresa fría. En lugar de usar una bolsa de hielo prefabricada sobre tus músculos, puedes hacer tu propia compresa fría al llenar una bolsa Ziploc con hielo, llenar una botella con agua fría, remojar un trapo en agua fría o agarrar una bolsa de vegetales fríos y envolverlos con una toalla. Puedes aplicar estos métodos en la piel en lugar de usar una almohadilla térmica.
    • El mismo límite de tiempo se aplica para estos métodos. Si expones tu piel al frío por demasiado tiempo, puedes ocasionar una quemadura por congelación.
  3. Prueba a alternar los tratamientos fríos y calientes. Alternar los tratamientos fríos y calientes puede aliviar el dolor muscular o de espalda con mayor rapidez y, además, puede ayudar a prevenir el sobrecalentamiento de la piel.
    • Enfriar la piel y los músculos antes de aplicar la almohadilla térmica puede ayudarte a sentir la almohadilla más caliente con una configuración de temperatura menor.

Consejos

  • El uso de las almohadillas térmicas se considera seguro para las mujeres embarazadas, según Mayo Clinic, el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología y la Asociación Americana del Embarazo. No olvides evitar usar altas temperaturas o exponer tu piel al calor por periodos prolongados.
  • Aunque algunos dolores o molestias en la espalda son normales durante el embarazo, comunícate con un profesional de la salud si experimentas un dolor de espalda grave, persistente o que empeora, o si tu dolor tiene naturaleza rítmica, ya que estos tipos de dolor son señales de complicaciones en el embarazo.
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