Cómo cuidar el rostro durante el invierno

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La piel del rostro es sensible, delicada y sufre considerablemente por la exposición al clima, los químicos y la contaminación. El invierno es particularmente duro para la piel, ya que esta tiende a perder humectación. Hay varias maneras para prepararse para los efectos del invierno en el rostro y para encargarse del cuidado de la piel durante esta estación.

Prepararte para el invierno

  1. Hidrátate. Tener un cutis terso, hidratado y saludable es importante en cualquier mes del año sin una correcta hidratación corporal. Al suplir las necesidades de hidratación de tu piel durante el año, llegarás al invierno con una piel en óptimas condiciones.
    • La hidratación empieza por dentro. Nuestros cuerpos están compuestos principalmente de agua y tenemos que tomar una gran cantidad de agua a diario para reponer lo perdido por el sudor, los desechos y la energía.
    • Para calcular tus necesidades de agua, toma tu peso en kilos y divídelo entre 7. Ese es el número de vasos que necesitarás para un día de trabajo en interiores mayormente sedentario. Por ejemplo, si pesas 54 kg, necesitarás 7 vasos (1,7 litros) de líquido (incluido el agua que contienen las comidas y demás bebidas). Para libras, toma tu peso y divídelo entre 2. Ese es el número de onzas que necesitarás para un día de trabajo en interiores mayormente sedentario. Por ejemplo, si pesas 120 lb, necesitarás 60 oz de líquidos (incluido el agua que contienen las comidas y demás bebidas). Aumenta la cantidad de agua si vas a hacer trabajo agotador o ejercicio o si hace mucho calor y sudas.
  2. Protege tu piel. Aplicarse bloqueador solar a diario durante todo el año, particularmente durante los meses más soleados, ayuda a proteger la piel del daño solar, con lo cual tendrás más probabilidades de tener una piel saludable al llegar el invierno.
    • En los días que no tengas planeado pasar mucho tiempo al aire libre, usa un bloqueador de 15 o 30 FPS como parte de tu rutina diaria de cuidados de la piel, especialmente en el rostro. Usa uno de 50 FPS si vas a estar al aire libre por más de 1 hora.
    • Si no sabes qué nivel de FPS usar, recuerda que los números FPS indican cuántos minutos se puede estar bajo el sol sin quemarse. Si con nada de bloqueador se puede estar al aire libre 1 minuto sin daño solar, un FPS de 15 significa que puedes estar 15 minutos bajo el sol antes de sufrir algún daño.
    • Algunos cosméticos, como la base de maquillaje o los humectantes con color, contienen bloqueador solar, pero la capa fina que normalmente se aplica no brinda la cobertura suficiente de por sí. Aplícate el bloqueador antes de maquillarte. Para evitar una apariencia grasosa o empastada, deja que el bloqueador se absorba bien durante unos minutos antes de aplicarte el maquillaje.
  3. Lleva una dieta saludable. La salud de la piel depende de diversos factores, entre ellos la dieta. La ingesta equilibrada de nutrientes durante el año ayudará a que tu piel esté en su mejor estado de salud al llegar el invierno.
    • Asegúrate de que tu dieta tenga un alto contenido de aceites omega 3 y DHA, que se obtienen de los pescados grasos, como el atún o el salmón. Si no comes mucho pescado, toma un suplemento de cápsulas de DHA.
    • Come alimentos que contengan otros aceites saludables, por ejemplo, nueces, aceite de oliva, coco, aceite de coco y mantequilla. Evita las frituras, las grasas saturadas y los alimentos con un alto contenido de azúcar, que pueden causar estragos en la salud y apariencia de la piel.
    • Come alimentos que contengan selenio. El selenio es un mineral y los estudios sugieren que protege la piel del daño solar causado por los radicales libres. Algunos alimentos con un alto contenido de selenio son las nueces de Brasil, los langostinos, el cordero y los champiñones. También puedes tomar un suplemento de selenio, que se vende en casi todas las farmacias y tiendas de productos naturales.
    • Asegúrate de que tu dieta contenga antioxidantes, que también pueden reducir los daños a la piel. Las frutas y las verduras de colores como las bayas, los pimientos y la remolacha tienen un alto contenido de antioxidantes.

Cuidar el rostro durante el invierno

  1. Modifica tu técnica para lavarte el rostro. Quizá tengas que experimentar un tiempo para ver qué es lo mejor para tu tipo de piel, pero en general, nunca debes usar un jabón abrasivo para lavarte el rostro, especialmente durante el invierno.
    • Escoge un limpiador suave sin alcohol que no contenga sulfatos (ingrediente que arranca los lípidos de la piel, lo cual reduce su barrera protectora). Durante el invierno, cuando la piel está en su estado más vulnerable, se recomienda usar una fórmula para piel sensible, aunque no consideres normalmente que tu piel sea de este tipo.
    • Si tu jabón facial te deja la piel tirante, seca o tan limpia que chirria, busca otro. Estos son signos que indican que se ha arrancado la capa protectora de aceites y lípidos naturales de la piel.
    • Los mejores jabones suaves dejan una especie de capa fina de humectante (sin formar espuma y dejando una capa cremosa). Prueba el enjuague facial de Cetaphil u Olay para piel sensible o el limpiador facial para piel sensible de Burt's Bees.
    • Si no tienes acné u otros problemas de la piel, usar un poco de aceite de coco será suficiente para limpiar la piel. Este aceite es muy suave y además humecta la piel. Para usarlo, toma un poco con los dedos (el aceite de coco es sólido por debajo de los 22 °C (72 °F), pero se derrite al contacto con la piel). Frótatelo sobre el rostro y retíralo cuidadosamente con una toalla de mano o pañuelo de papel húmedo y tibio. No te frotes con fuerza, ya que puede irritar la piel. Este aceite también es excelente para desmaquillarse.
    • Por las mañanas, salvo que tengas piel muy grasa o un acné que necesite tratamiento, puedes usar solo agua para lavarte el rostro, si quieres. Los jabones arrancan los aceites protectores naturales, lo cual deja la piel propensa a agrietarse. Además, por la mañana, tu piel no estará sucia, porque habrás dormido sobre una almohada limpia toda la noche sin maquillaje puesto.
  2. Busca el humectante correcto. Este variará dependiendo de tu tipo de piel, pero en general, las cremas untuosas son ideales para los meses fríos y secos del invierno.
    • Los humectantes para los climas calurosos no son muy efectivos para los meses de invierno. Muchas de las personas que usan un humectante ligero durante la primavera y el verano necesitan una crema o ungüento más pesado para el invierno.
    • No tengas temor de usar aceites en el rostro. Años atrás, muchos creían que los aceites en los productos faciales causaban acné, pero los nuevos productos que contienen aceites, tales como los de jojoba, almendras dulces, prímula, aguacate, argán o de coco han desmentido esta creencia. Para conseguir la mejor humectación para el invierno, busca un ungüento o crema a base de aceite en vez de agua.
    • Si tienes piel sensible, busca productos que digan “sin fragancia”, porque las fragancias pueden causar irritación, picazón y sequedad.
  3. Considera la posibilidad de usar un humectante más pesado por la noche. La noche es excelente para dejar que la piel descanse y absorba más humectación para prepararse para el siguiente día. Además, los calefactores de interiores pueden causar mucha resequedad en el rostro durante la noche, pero un humectante más pesado puede evitarla.
    • Puedes usar un tratamiento con aceite, por ejemplo, con aceite de argán puro, o una mascarilla humectante facial de noche, que básicamente es una crema pesada.
    • Si bien la mayoría de las cremas faciales de noche no dañan las fundas de las almohadas, las que son a base de aceite pueden manchar, así que, si quieres, duerme con una almohada envuelta por una toalla o usa una funda que puedas manchar.
  4. Evita el exceso de tratamientos faciales. Si bien puedes disfrutar de los tratamientos de spa el resto del año, menos es más durante el invierno, cuando la piel es más sensible a los químicos y la abrasión.
    • Los peelings, las mascarillas y los exfoliantes hechos durante los meses de invierno simplemente pueden irritar una piel ya afectada por el invierno. Háztelos al mínimo o evítalos.
    • Los exfoliantes, en particular, pueden dañar la superficie de la piel. Evita los que contengan partículas irregulares (como las de cáscaras de nueces) y micropartículas de plástico. Estas últimas no se descomponen y representan un riesgo para la fauna después de verterlas por el desagüe. Si vas a usar un exfoliante, usa uno suave que contenga partículas de bicarbonato de sodio, las cuales se disuelven al entrar al desagüe. Puedes probar el producto “Pro-X” de Olay.
    • Revisa bien si vas a usar un tónico sin alcohol, ya que el alcohol reseca mucho la piel.
  5. No olvides tus labios. Los labios son más delicados y tienden a agrietarse debido a la deshidratación, las corrientes de viento fuertes de invierno y al aire seco. Prevén estos problemas con las debidas precauciones.
    • Usa un bálsamo labial todos los días para evitar que se agrieten, sobre todo los formulados con vitamina E y cera de abeja. Si vas a salir a la calle, en especial entre las 10 a. m. y 3 p. m. en el hemisferio occidental (cuando el sol está en su máxima fuerza) o cuando hay nieve en el suelo, asegúrate de usar un bálsamo labial de 15 FPS o más.
    • Por la noche, usa un tratamiento labial más espeso. Hacer una mezcla casera de manteca de karité y aceite de coco (derretidos juntos en el microondas) es económico y efectivo. Mézclalo con un poco de aceite esencial de naranja dulce y tendrás un excelente regalo casero para las fiestas.
    • Evita los lápices labiales mate, pues tienden a resecar la piel (además acentúan todas las escamas y arrugas). Por lo general, los lápices labiales brillantes tienden a ser los más humectantes, aunque quizá tengas que probar unas cuantas marcas para encontrar el mejor para ti. Si quieres probar la tendencia de los lápices labiales mate, asegúrate de exfoliar tus labios suavemente y humectarlos primero (hacerlo con un cepillo dental suave y un poco de aceite de coco será excelente).
    • Lo más importante es no pasarse la lengua por los labios. Si bien muchos lo hacen, aumenta la irritación, ya que los labios se resecan más cuando la saliva se evapora. Aplícate el bálsamo labial si tienes ganas de pasarte la lengua por los labios.

Modificar el ambiente

  1. Evita las duchas y los baños calientes. Si bien puede ser tentador mimarse con una ducha o baño calientes durante los fríos meses del invierno, estos arrancan la humectación de toda la piel del cuerpo y la deja vulnerable a la resequedad y a que se agriete.
    • Las duchas tibias ahorran energía y preservan la humectación natural del rostro y el cuerpo.
    • Además de prestar atención a la temperatura, toma una ducha o baño rápidos. Entre más tiempo estés en el agua sea cual sea la temperatura, más aceites naturales perderás.
  2. Modifica la configuración de la climatización de la casa. Debido al aire frío y seco del invierno, hay que hacer cambios en el hogar para proteger la piel de los daños.
    • Mantén el termostato bajo. Usar calefacción central es particularmente perjudicial para la piel, ya que la deshidrata, lo cual causa picazón y resequedad. Si más bien tienes un sistema de calefacción por radiadores, úsalo.
    • Enciende el humidificador. El aire seco del invierno reseca la piel, así que enciende el humidificador para devolverle la humedad al aire, la cual será absorbida por la piel.
  3. Evita los peligros medioambientales. Además de hacer las modificaciones anteriores dentro de casa, evitar otros peligros también puede ayudar a proteger la piel del rostro durante los meses de invierno.
    • El aire de invierno tiende a retener la contaminación química del aire cerca del suelo. Por tal motivo, el esmog es más problemático durante los meses de frío. El esmog del aire se convierte en radicales libres, los cuales pueden dañar la capa externa de la piel y causar envejecimiento prematuro, según los científicos. Procura minimizar el tiempo que pasas fuera de casa en ciudades grandes y demás lugares con niveles altos de contaminación del aire.
    • Cuidado con las quemaduras de sol durante el invierno. Muchos olvidan echarse bloqueador solar durante los meses de invierno, pero el daño solar y las quemaduras de sol son igual de riesgosos durante los meses fríos como en los calurosos. Durante el invierno, es probable que cubras todo tu cuerpo para estar abrigado, pero el cuello y el rostro permanecen expuestos casi siempre. Esto puede aumentar tu riesgo de sufrir cáncer de piel si no recuerdas echarte bloqueador todos los días.

Tratar los problemas cutáneos propios del invierno

  1. Incrementa tus niveles de humectación. Aunque ya estés usando un humectante diario más espeso para los meses de invierno, quizá descubras en plena estación que ni siquiera una crema espesa es suficiente para evitar que la piel se sienta tirante o pique. Este será un buen indicativo de que necesitas usar una crema más pesada o espesa.
    • Los términos de marketing usados en los humectantes faciales pueden darte una idea de su nivel humectación. Si bien no hay regulaciones a nivel de la industria en cuanto al uso de los términos, la cantidad de aceite en los productos etiquetados como “serum”, “loción”, “crema” o “aceite” normalmente va de menos a más. Es decir, un serum está mayormente hecho a base de agua, una loción contiene más que todo agua y un poco de aceite, una crema contiene más aceite y un aceite facial suele estar compuesto mayormente por aceite, aunque generalmente también contiene otros ingredientes.
    • Puedes usar más de un producto para humectarte más, pero solo asegúrate de empezar por el producto que está hecho a base de más agua para que penetre la piel antes de aplicar el siguiente producto.
  2. Trata los labios gravemente agrietados. Aunque hayas sido diligente en la aplicación del bálsamo labial todo el invierno, las condiciones ambientales extremas, tales como el sol y el viento de invierno y el aire seco de interiores, pueden dejar tus labios con escamas, pelándose o incluso agrietados y sangrando. Tratarlos adecuadamente evitará que el problema se agrave y haya problemas futuros.
    • Prueba un bálsamo labial medicado como Carmex o Blistex. Estos contienen ingredientes como el alcanfor para bajar el dolor, la dimeticona para tratar la resequedad y un bloqueador para evitar problemas futuros.
    • Si tus labios siguen irritados pese a usar bálsamo labial con regularidad, analiza si eres alérgico al bálsamo. A muchos les irritan los aceites naturales y a base de plantas de los productos labiales (como la cera de abeja y la manteca de karité). Procura usar un humectante a base de petróleo, como la vaselina o Aquaphor, el cual formará una capa protectora en la piel.
  3. Acude a un dermatólogo o cosmiatra. Estos especialistas podrán examinar tus necesidades cutáneas y te brindarán un plan personalizado para tratarte durante los meses de invierno tomando en cuenta el clima de tu zona.
    • Si tienes problemas cutáneos graves propios del invierno como eczema o psoriasis, quizá necesites una receta de esteroides, la cual conseguirás solo de un doctor.
    • Tener una zona de piel irritada, seca o que causa dolor en el rostro o los labios que no sana pese a tratarla continuamente puede ser indicativo de un problema subyacente, incluido un cáncer de piel. Asegúrate de acudir a un dermatólogo para que examine problemas de esta naturaleza y descarte un posible cáncer.

Consejos

  • Recuerda que los productos económicos para el cuidado de la piel son igual de efectivos que los caros, pero es probable que tengas que probar unos cuantos para encontrar los que se adecúan mejor a las necesidades particulares de tu piel.
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