Cómo afilar un cuchillo con una piedra: 14 Pasos
Si tus cuchillos están desafilados y ya no hacen bien su trabajo o te preocupa cortarte, debes afilarlos con una piedra. Las piedras de afilar, también llamadas piedras de amolar, se encuentran hechas de materiales naturales y sintéticos y pueden utilizarse secas, con aceite o con agua. Una vez que hayas elegido una piedra, simplemente pasa las hojas sin filo sobre ella hasta que queden filosas de nuevo. Si les diste una mano uniforme, ¡tus cuchillos quedarán como nuevos!
Parte 1 de 3:Elegir una piedra de afilar
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Examina los cuchillos. Saca los cuchillos que quieras afilar. Determina qué tan desafiladas están las hojas para que sepas qué tamaño de grano necesitarás que tenga la piedra de afilar. Para probar la hoja, corta un tomate o un pedazo de fruta y nota cuánta resistencia recibes cuando cortas. Mientras más resistencia sientas, más desafilados estarán los cuchillos.
- También debes considerar con qué frecuencia usas los cuchillos. Si los usas todos los días, es probable que estén más desafilados que si solo los usas de vez en cuando.
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Elige el tipo de piedra. Deberás elegir una piedra natural o sintética que pueda utilizarse húmeda (empapada en agua), con aceite o seca. También existen piedras de diamante que realmente son diamantes muy pequeños que se encuentran adheridos a una superficie metálica. Las piedras que se empapan con agua son piedras más suaves, lo que significa que puedes afilar rápidamente los cuchillos. Desafortunadamente, estas piedras se desgastan más rápido que las otras. Las piedras de aceite son las más baratas y son hechas de un material más duro.
- Las piedras de aceite son un poco más complicadas de usar y de limpiar aunque duran mucho tiempo.
- Las piedras de diamante son las más costosas, pero durarán por más tiempo.
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Elige el grano de la piedra. Las piedras de afilar se encuentran disponibles en tamaños de grano diferentes. Por ejemplo, puedes elegir piedras de grano grueso, medio o fino. Debes usar una piedra de grano grueso y luego una de grano fino si tus cuchillos no tienen filo. Si han sido afilados recientemente o no están muy desafilados, considera usar un grano medio. Procura usar un nivel de grano que oscile entre 325 (para el grano grueso) y 1200 (para el grano muy fino).
- Es posible que puedas elegir una piedra que tenga niveles de grano diferentes en ambos lados.
Parte 2 de 3:Realizar la preparación del afilado
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Sigue las instrucciones que vienen con la piedra. Debido a que existe tanta variedad de piedras de afilar, es importante leer el manual de instrucciones que viene con la piedra. Las instrucciones te dirán si debes remojar la piedra en agua o si debe lubricarse con aceite mientras afilas.
- Por lo general, las piedras de diamante pueden utilizarse secas o lubricadas con agua.
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Practica sostener el cuchillo en un ángulo de 20 grados. La mayoría de las hojas rectas deben afilarse en un ángulo de 20 grados. Para encontrar el ángulo, sostén el cuchillo directamente frente a ti de modo que quede recto arriba y abajo. Esto forma un ángulo de 90 grados. Inclina un poco el cuchillo hacia la mesa para que quede en un ángulo de 45 grados. Inclina nuevamente un poco el cuchillo para que quede aproximadamente a 2,5 cm (1 pulgada) por encima de la mesa. Esto debe formar un ángulo de 20 grados.
- Es posible que tu cuchillo requiera un ángulo de afilado más grande si la hoja es muy grande o gruesa.
- Si usas una piedra de grano muy grueso, es aconsejable que uses un ángulo menos profundo (menor) para que no afiles demasiado la hoja.
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Remoja la piedra de agua durante 45 minutos. Si usas una piedra de agua, colócala en una bandeja y vierte agua sobre ella para quede completamente cubierta. Déjala remojar al menos durante 45 minutos antes de empezar a afilar los cuchillos.
- Si la piedra está demasiado seca puede raspar o cortar las hojas del cuchillo.
- Evita poner una piedra de aceite en agua porque esto puede dañarla.
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Coloca la piedra sobre un paño húmedo. Échale agua a un paño y escúrrelo. Extiende el paño húmedo sobre la superficie de trabajo y coloca la piedra sobre él. El paño mantendrá la piedra en su lugar mientras afilas los cuchillos. Coloca cualquier tipo de piedra (húmeda, de aceite o de diamante) sobre él.
- Si usas una piedra con granos diferentes en ambos lados, coloca el lado más grueso hacia arriba. De esta manera puedes afilar rápidamente los cuchillos antes de voltear la piedra para pulir.
- Es aconsejable que uses un paño viejo para hacerlo, ya que no podrás quitarle el grano.
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Lubrica una piedra de aceite. Si vas a usar una piedra que necesita lubricarse, puedes rociarla con aceite o verter un poco directamente sobre ella. Usa los dedos para masajear el aceite en la piedra y asegúrate de que quede completamente cubierta.
- Puedes usar aceite que se vende específicamente como aceite de afilar o de pulir. Por lo general este tipo de aceite se encuentra hecho de aceites minerales o con productos no derivados del petróleo y contiene aditivos que protegen el metal de las hojas.
- Evita usar aceites de cocina (como aceite vegetal o de canola) para lubricar la piedra.
Parte 3 de 3:Afilar el cuchillo
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Sujeta el cuchillo contra la piedra. Usa una mano para sujetar el cuchillo de modo que la hoja quede en un ángulo de 20 grados. El filo de la hoja debe quedar en sentido contrario a ti. Coloca las yemas de los dedos de la otra mano sobre la parte plana de la hoja cerca del borde afilado.
- Las yemas de tus dedos sobre la hoja pueden controlar la presión y la dirección de la hoja mientras la afilas.
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Pasa un lado de la hoja sobre la piedra. Desliza lentamente la hoja por la piedra y haz un movimiento en forma de arco a medida que avanzas. Debes arrastrar todo el filo de la hoja desde el guardamano hasta la punta a lo largo de la piedra para que quede afilada uniformemente. Continúa y pasa el primer lado de la hoja contra la piedra hasta que quede afilado.
- Recuerda humedecer o lubricar la piedra tan pronto como comience a sentirse seca.
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Voltea el cuchillo y afila el otro lado. Voltea el cuchillo y pasa la hoja desde el guardamano hasta la punta a lo largo de la piedra de afilar hasta que la hoja se sienta afilada cuando la toques con las yemas de los dedos.
- Ten mucho cuidado cuando roces el filo del cuchillo contra tu piel.
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Afila el cuchillo sobre un grano más fino. Si tus cuchillos han estado muy desafilados y utilizaste un grano grueso para afilar el filo, es aconsejable que uses una piedra con un grano fino para pulirlo. Pasa la hoja contra una piedra de grano fino desde el guardamano hasta la punta. Voltea el cuchillo y afila también el otro lado de la hoja.
- Afila siempre los cuchillos de manera uniforme para que la hoja quede equilibrada. Por ejemplo, si usaste 6 movimientos para afilar el primer lado de la hoja, también debes usar 6 movimientos para afilar el otro lado.
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Prueba la agudeza del cuchillo. Cuando creas que has afilado por completo el cuchillo, lávalo y sécalo. Sostén un pedazo de papel y prueba cortarlo con el cuchillo. Si está lo suficientemente afilado, debe cortar el papel con facilidad. Si no es así, deberás afilarlo un poco más.
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Limpia los cuchillos y la piedra. Tan pronto como termines de afilar los cuchillos, lava y seca las hojas. También debes limpiar la piedra de acuerdo a las instrucciones del fabricante. Por ejemplo, si tienes una piedra de aceite, es posible que necesites restregarla de vez en cuando con un cepillo de fibra dura y remojarla en aceite. En el caso de una piedra de agua, enjuaga todos los residuos y guárdala en un paño seco hasta que necesites usarla de nuevo.
- Para evitar que los cuchillos pierdan su filo rápidamente, guárdalos en un bloque para cuchillos, sobre una tira magnética o con protectores para cuchillos.
Advertencias
- Ten cuidado siempre que manipules cuchillos. Incluso los cuchillos desafilados pueden lastimarte si los sujetas de manera incorrecta.
Cosas que necesitarás
- piedra de afilar
- paño de cocina
- agua o aceite para afilar
- botella de espray
- pedazo de papel
- banda magnética, bloque o protector para cuchillos
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