Cómo aprender a decir “no”: 14 Pasos (con imágenes)

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Muchas personas tienen dificultades para decir “no”. Si alguien te pide un favor o que te comprometas a hacer algo, es posible que sientas la obligación de decir “sí”. Recuerda que solo porque puedas hacer algo no significa que sea obligatorio que lo hagas. Esfuérzate por considerar las mejores formas para decir “no”. Piensa en tus límites personales y la situación. Cuando digas “no”, hazlo de una manera cortés que deje en claro tus límites. Esfuérzate por evitar sentir culpa después de decir “no”. Comprende que siempre tienes el derecho de rechazar una invitación o rehusarte a hacer un favor. No hay ningún problema con hacer que tú y tu salud mental sean una prioridad.

Parte 1 de 3:Considerar cómo decir “no”

  1. Permítete decir “no”. Muchas personas tienen una reacción instintiva de decir “sí” cuando alguien les pide un favor. Ten en cuenta que nunca tienes que decir “sí”. En realidad, está bien decir “no” algunas veces. Acepta este hecho a medida que te prepares para decirle “no” a alguien. Esto te ayudará a decir “no” con facilidad.
    • Si nunca dices “no”, esto puede ocasionar consecuencias negativas. De esta forma, puedes permitirle a alguien, que se vale mucho de ti, para que le hagas favores. De igual forma, puedes consumirte y perder la concentración.
    • Si dices “no” con mucha frecuencia, es posible que te pierdas de cosas que podrían ser buenas para ti. Si te comprometes a hacer muchas cosas que no quieres hacer, no tendrás mucho tiempo para ti.
    • Reserva un tiempo para las cosas que disfrutes de verdad, en vez de decir “sí” como una respuesta instintiva. Por ejemplo, si accedes a ayudarle a un amigo a mudarse todo el fin de semana, es posible que tengas que rechazar una invitación para ir a una excursión ese fin de semana con otro grupo de amigos.
  2. Establece tus límites personales. Siempre es más fácil decir “no” si tienes una razón. Sin embargo, esta no tiene que ser concreta. Muchas personas creen que, si pueden hacer algo, deben hacerlo. La razón para que digas “no” puede deberse simplemente a tus límites personales. Piensa en los límites que tienes y acepta el hecho de que tienes permiso de ser fiel a ellos.
    • Ten en cuenta lo que puedes hacer razonablemente y lo que disfrutas hacer realmente. Puedes decir “no” a lo que te agote o distraiga. Puedes fijar unos límites específicos en cuanto a lo que accederás o no a hacer.
    • Por ejemplo, quizás valoras a la soledad. Puedes fijar el límite de que no saldrás dos noches cada fin de semana. De esta forma, podrás utilizarlo como una razón para decir “no”. Por ejemplo, puedes decir “Me encantaría salir contigo el sábado, pero tengo planes el viernes. Nunca salgo dos noches seguidas porque me canso mucho”.
    • Asimismo, puedes fijar límites según tus obligaciones personales. Por ejemplo, puedes tener la regla de solo hacer voluntariado para dos eventos de beneficencia al mes si esto te resulta razonable según tu horario.
  3. Ten en cuenta las técnicas de persuasión potenciales. Es frecuente que las personas no tomen un “no” como una respuesta. Si le dices “no” a alguien, es posible que utilice unas técnicas de persuasión para tratar de hacerte cambiar de parecer. Tenlas en cuenta de modo que puedas establecer una respuesta firme.
    • Las personas podrían hacer que sientas culpa para que hacer que hagas algo a fin de corresponderle un favor. Recuerda que solo porque alguien te hizo un favor no significa que le debas nada. Los amigos no actúan así.
    • Las personas también podrían pedirte un favor dos veces. Si le dices “no” a algo, podrían intentar que accedas a hacer un compromiso o favor menor. Recuerda ser firme. Sigue diciendo “no”.
    • Una persona también podría tratar de hacer que hagas algo al compararte con otras personas. Es posible que te diga que otra persona accedió a ayudarle. Sin embargo, no eres otra persona. No tienes que hacer algo solo porque alguien más accedió también a hacerlo.
  4. Practica decir “no”. Es posible que suene tonto, pero en realidad puedes practicar decir “no” a solas. Trata de pararte en frente de un espejo y de mirarte. Practica dar un “no” firme a alguien de modo que sientas comodidad con esta palabra. Muchas personas sienten nervios de decir “no” y podrían decir “sí” por ansiedad. La práctica puede ayudar a suprimir algo de esta ansiedad.

Parte 2 de 3:Decir “no”

  1. Pide más tiempo antes de comprometerte a hacer algo. Tu respuesta instintiva cuando alguien te pide un favor podría ser decir “sí”. Adopta el hábito de no decir siempre “sí” de manera automática. Cuando se te pida hacer algo, di “Lo pensaré” o “¿Te puedo responder luego? Me encantaría, pero es posible que ya tenga planes”.
    • Decir “Lo pensaré” hará que la persona deje de molestarte. Esto te dará tiempo para considerar genuinamente tu respuesta.
    • Después de acceder a considerarlo, luego puedes decidir si accederás o no. Si decides hacer algo, luego puedes dar un “no” firme.
    • Por ejemplo, imagínate que un amigo te pregunta si puedes cuidar de su gata durante el fin de semana festivo. Di “Tengo que revisar mi horario. Déjame pensarlo”.
  2. Comienza con un elogio o un agradecimiento. Si bien es cierto que debes ser firme cuando digas “no”, también te sentirás mejor si eres cortés. Cuando vayas a desilusionar a alguien, suaviza el golpe al comenzar con un elogio. Expresa tu gratitud por el hecho de que te pidió algo o invitó a un evento.
    • Por ejemplo, puedes decir “Me alegra que sintieras la comodidad de pedirme que cuidara de Bella. Significa mucho saber que me confías a tu gata porque sé cuánto la quieres”.
  3. Di “no” claramente. Después de una amabilidad inicial, puedes decir “no”. Sé firme cuando lo hagas. Deberás dejar en claro que das un “no” firme de modo que la persona no ponga presión en el tema o te vuelva a pedir que le hagas ese favor.
    • Por ejemplo, puedes decir “La verdad es que no tengo el tiempo para ir de tu casa a la mía y viceversa este fin de semana. Ya tengo muchos planes con mi familia”.
  4. Agradécele a la persona y aliéntala. Querrás concluir las cosas de una buena forma. Puedes ser firme sin recurrir a la descortesía o la agresividad. Agradécele a la persona por pensar en ti y deséale suerte.
    • Por ejemplo, puedes decir “Una vez más, me alegra saber que me confías a Bella. Te deseo buena suerte para encontrar a otra persona que la cuide”.

Parte 3 de 3:Evitar la culpa

  1. Examina las razones por las que evitas decir “no”. Si tienes que aprender a decir “no”, es posible que lo evites por hábito. Piensa en las razones subyacentes por las que sientas incomodidad de negarle algo a alguien. Esto puede ayudarte a identificar cómo tu incapacidad de decir “no” podría ser irracional.
    • Quizás seas una persona que le gusta complacer a los demás por naturaleza. Es posible que no quieras alterar a las personas.
    • De igual forma, debes evitar la confrontación. Incluso una pequeña podría resultarte estresante.
    • Asimismo, es posible que te preocupes por hacer que las personas se molesten. Es posible que sientas irracionalmente que no les agradarás las personas si les dices “no”.
  2. Ten en cuenta que no necesitas una razón para decir “no”. Algunas personas sienten que tienen que tener una buena razón para decir “no”, pero no es así. Si no quieres hacer algo, entonces no tienes que hacerlo. Trata de recordarlo en las situaciones en las que no se te ocurra una razón para decir “no”.
    • Por ejemplo, si un amigo te invita a ir a un concierto con él y a ti simplemente no te gusta la música en vivo, entonces dile “no”. Trata de decir “No, gracias. No soy un fan de la música en vivo, así que tendré que negarme”.
    • De igual forma, si alguien te invita a salir una noche cuando no tienes ganas de hacerlo, entonces trata de decir “¿Sabes? La verdad es que no tengo ganas de salir esta noche, quizás en otra oportunidad”.
  3. Acepta el hecho que los límites son personales y subjetivos. Tienes que aceptar tus límites para encargarte de decir “no”. Estos son personales y subjetivos, normalmente. No hay ningún problema con que sean diferentes de los de otra persona. Siente comodidad con tus límites y permítete mantenerte firme con ellos.
    • Los límites son una proyección de la persona que eres. Por ello, no hay un valor inherente en ellos. No son mejores o peores que los de otra persona.
    • Nunca compares tus límites con los de alguien más. Por ejemplo, es posible que sientas culpa por el hecho de que un compañero de trabajo sienta más entusiasmo de ir a los bares concurridos para las fiestas laborales. Sin embargo, esto simplemente está fuera de tus límites.
    • Él podría ser más extrovertido o menos tímido que tú. No hay ningún problema con esto. Está bien que digas “no” a estos eventos, incluso si otros no lo hacen, ya que infringen tus límites personales.
  4. No te retractes después de dar una respuesta. Si sueles reflexionar tus decisiones, esto puede hacer que decir “no” sea más difícil. Después de decir “no”, acepta tu decisión y sigue hacia adelante.
    • Enfócate en cuán bien te sientes. Si dices “no” a algo que podría ser extenuante o estresante, debes sentir alivio.
    • Prioriza tus sentimientos positivos de decir “no”. Trata de expulsar los sentimientos de culpa.
  5. Comprende que decir “no” puede ayudarte a evitar el resentimiento. Decir “sí” con mucha frecuencia puede conducir a sentir resentimiento. Si te gusta complacer a las personas por naturaleza, es posible que digas “sí” con más frecuencia de lo que es saludable. Por ejemplo, si accedes a ayudar cada vez que un amigo necesita un favor, es posible que comiences a resentirlo. Si bien es cierto que podrías sentirte temporalmente culpable por decir “no”, es mejor lidiar con una culpa momentánea que arriesgarse a arruinar una relación valiosa.
  6. Ocúpate de forjar tu valor propio. Una parte de la razón por la que algunas personas tienen dificultades para decir “no” es porque no sienten que sus deseos y necesidades sean tan importantes como los de otras personas. Trata de esforzarte por forjar tu valor propio para evitar sentir culpa al decir “no”. Algunas estrategias que podrías probar son:
    • escribir una lista de tus fortalezas
    • utilizar una manera positiva para alentarte
    • explorar tus intereses y hacer tiempo para ti
    • evitar compararte con los demás
    • fijarte metas realistas
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