Cómo arreglar una salsa si es muy picante: 12 Pasos

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Ya sea hayas olvidado extraer las semillas de los chiles o utilizado una cucharada de pimienta de Cayena en lugar de una cucharadita, hacer una salsa demasiado picante es un error fácil de cometer. Sin embargo, no es necesario que te deshagas de tu platillo si al probarlo sientes que te sale fuego de las orejas. Procura añadir ingredientes refrescantes, como jugo de cítricos, fruta o lácteos. Si no quieres hacer experimentos, tan solo haz otra tanda de salsa sin ingredientes picantes y, luego, combínala con la tanda original. De ese modo, tendrás el doble de salsa que hayas planeado, pero podrás conservar o congelar fácilmente las sobras.

Controlar el sabor picante

  1. Agrega más tomate a las salsas rojas. Si la salsa es a base de tomates, tan solo añade un poco más de tomates picados. Al igual que sucede con cualquier ingrediente adicional, la cantidad que necesitarás dependerá del tamaño de la tanda y cuán suave quieras que sea su sabor.
    • Para comenzar, añade la mitad de los tomates y, luego, agrega más al gusto.
    • ¡Mantén un vaso de leche a la mano para refrescarte cada vez que pruebes la salsa!
  2. Toma un poco de cítricos, azúcar o miel. Añadir ácido y dulce son formas conocidas de controlar el sabor picante de un platillo. Exprime el jugo de un cuarto de limón y agrega la mitad de una cucharadita de azúcar o miel.
    • Recuerda que siempre puedes añadir más, así que mezcla los sabores adicionales poco a poco y pruébalos a medida que avances.
  3. Mezcla cilantro y puré de cítricos. Probablemente, la receta original contenga cilantro y cítricos, así que añadir un poco más de estos ingredientes permitirá reducir el sabor picante de la salsa sin cambiarlo de una forma demasiado drástica. Extrae las hojas de aproximadamente una docena de ramitas de cilantro, pícalas en pedazos grandes y, luego, licúalas con el jugo de un limón o una naranja.
    • Agrega una cucharadita de la mezcla a la vez hasta que tengas la salsa bajo control. Si te sobra un poco, será un condimento excelente para los tacos, los sándwiches, los huevos y los salteados.
  4. Prueba con pepino o aguacates picados. ¡Haz que tu salsa sea tan fresca como un pepino! Si le añades pepino o palta, podrás reducir su sabor picante. Sin embargo, si estos ingredientes no están en la receta original, quizá cambien la textura o el sabor de la salsa. Si estás dispuesto a experimentar un poco, pica uno de los ingredientes o los dos para mezclarlos con la salsa.
  5. Reduce el sabor picante con piña, manzanas o melón. Al igual que sucede con el pepino o el aguacate, añadirle frutas dulces a la salsa cambiará mucho la receta original, aunque quizá crees algo delicioso. Corta en cubos piña fresca o enlatada, un durazno maduro, sandía, melón o melón verde. Luego, incorpora la fruta a la salsa poco a poco y detente cuando hayas logrado el nivel de picante deseado.
  6. Sirve una cucharada de crema agria. Si todo lo que tienes a la mano es crema agria, tendrás mucha suerte, ya que los lácteos son neutralizantes poderosos del picante. Puedes simplemente servir la salsa con una cucharada de crema agria encima o al costado. Si estás dispuesto a hacer un tipo de salsa diferente, mezcla crema agria con la salsa hasta reducir el sabor picante.

Duplicar la tanda de salsa

  1. Prepara otra tanda de salsa sin picante. Si quieres ceñirte a la receta original, es mejor que hagas otra tanda sin jalapeños, pimienta Cayena u otros ingredientes picantes. Asa los tomatillos, corta las cebollas y los tomates en cubos, pica el cilantro, exprime los cítricos y haz cualquier otra preparación según la receta.
    • Si vas servir la salsa en una fiesta, quizá sea buena idea ceñirte a la receta que conozcas. Cambiar la salsa añadiendo ingredientes nuevos es como hacer un experimento y quizá no quieras usar a tus invitados como conejillos de indias.
  2. Refrigera la salsa si te falta un ingrediente. Probablemente hayas comprado la cantidad de ingredientes necesarios para una sola tanda, así que quizá necesites dar un paseo rápido al supermercado. Si necesitas ir a la tienda, simplemente cubre la salsa y guárdala en el refrigerador.
    • El ácido de la salsa evitará el desarrollo de las bacterias, aunque no debes dejar la salsa afuera durante más de un par de horas.
  3. Combina las dos tandas de salsa. Después de que hayas comprado y preparado los ingredientes para la segunda tanda, mézclalos con tu súper salsa picante. En caso de que hayas llenado el tazón para mezclar más grande con la tanda original, quizá tengas que volverte creativo.
    • Si tienes una bandeja para hornear o una cacerola grande de acero inoxidable, vierte la mitad de cada tanda dentro de ella. Luego, obtendrás espacio suficiente en el tazón de mezclar para añadir el resto de la segunda tanda.
    • Evita utilizar productos de aluminio, los cuales podrían reaccionar con el ácido de la salsa y dejar el platillo con un sabor metálico desagradable.
    • También puedes usar las bolsas más grandes que tengas para mezclar tandas.
  4. Hierve lo que quede de la salsa antes de conservarla o congelarla. El problema principal de duplicar la tanda es que te quedas con una cantidad enorme de salsa. Ya sea que planees conservar o congelar lo que sobre de la salsa, tendrás que hervirla a fuego lento para reducir el contenido de agua y matar los gérmenes, lo cual es una parte esencial del proceso de enlatado.
    • Hierve la salsa a fuego lento dentro de una cacerola honda descubierta y revuélvela con frecuencia. Dependiendo del contenido de agua de la salsa, hiérvela a fuego lento hasta durante 60 minutos, o hasta que adquiera una consistencia espesa.
  5. Asegúrate de que la receta que utilices sea adecuada para conservar la salsa. Debe ser lo suficientemente ácida para conservarla de manera segura, aunque no todas las recetas contienen suficiente ácido.La receta debe mencionar si es adecuada para conservarla. Si no estás seguro, simplemente congélala para que sea segura. Puedes guardar la salsa congelada hasta por seis meses.
    • Si duplicas los ingredientes, sin considerar los chiles, de una receta de salsa adecuada, la tanda duplicada deberá ser lo suficientemente ácida para conservarla. Es esencial que dupliques los ingredientes ácidos de manera exacta sin exagerar con los ingredientes no ácidos. Si no estás seguro de la exactitud, tan solo congela las sobras.
  6. Descongela la salsa en el refrigerador. Cuando llegue el momento de descongelar la salsa, el refrigerador es la mejor opción. Descongelarla lentamente en el refrigerador evitará que se vuelva demasiado aguada. Lo más probable es que todavía contenga un poco más de agua de la que desees, aunque simplemente puedes colarla para quitarle el exceso de líquido.
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