Cómo fortalecer el carácter

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Carácter, del griego "χαρακτήρα", era un término usado originalmente para una marca impresa en una moneda. Hoy en día se conoce como la suma de todos los atributos, como la integridad, el coraje, la fortaleza, honestidad y la lealtad, en una persona. El carácter posiblemente es la esencia más importante que una persona puede tener, ya que define quién es esa persona. Fortalecer el carácter es moldearse en una persona productiva dentro de la esfera de influencia de uno mismo. Aquí tienes algunos consejos para fortalecer tu carácter o entrenar tu disciplina moral.

Pasos

  1. Conoce lo que constituye la fortaleza en el carácter. La fortaleza del carácter consiste en tener las cualidades que te permiten tener el control sobre tus instintos y tus pasiones, de dominarte a ti mismo y de resistirte a las innumerables tentaciones que tendrás que afrontar constantemente. Además, la fortaleza en el carácter liberará tu mente de preferencias y prejuicios, y también trata de fijar la tolerancia, amor y respeto hacia los demás.
  2. Comprende por qué la fortaleza de carácter es importante para ti y especialmente para otros:
    • La fortaleza de carácter te permite llevar a cabo tu voluntad libremente, mientras que a la vez te permite superar contratiempos. Te ayuda a cumplir tus objetivos al final.
    • Te permite indagar en las causas de la mala fortuna en vez de sólo quejarte, como hace mucha gente.
    • Te da el coraje de admitir tus propios errores, frivolidades y debilidades.
    • Te da la fuerza para tener un punto de apoyo cuando todo se gira en tu contra, y a continuar hacia adelante enfrentándote a los obstáculos.
  3. Empatiza. La forma más importante de fortalecer tu carácter: mostrar empatía hacia otros, especialmente las almas más débiles, y querer a los demás como te quieres a ti mismo. Esto puede tener un precio, causando que tengas que examinar tus propios motivos para que puedas sentir empatía desinteresadamente. Empatizar es diferente de simpatizar en denotación, ya que empatizar requiere que te proyectes a ti mismo y te comprometas como sea necesario (entrar y ayudar a despejar el camino de la otra persona); mientras que la simpatía implica una reacción emocional pero pasiva, como escuchar, mirar e imitar sin tener que extenderte.
  4. Busca la verdad. Favorece la razón sobre las emociones puras. Una persona con un carácter fuerte examinará los hechos usando la cabeza y no tendrá preferencia/prejuicios por los sentimientos del corazón. Resuelve la mayoría de los problemas usando la razón y evita liarte con el caos de tus emociones, dándote cuenta de que aunque tengas premoniciones y atracción, la razón debe prevalecer en la evidencia.
  5. No seas ni pesimista ni optimista, sino un líder. Un pesimista se queja del viento, un optimista espera que las condiciones adversas del viento mejoren, pero el líder ajusta las velas y se asegura de que puedan aguantar sin importar el tiempo.
  6. Ten cuidado con los impulsos irracionales. Aristóteles y Aquino consideraban que hay siete pasiones humanas: amor y odio, deseo y miedo, alegría y tristeza e ira. Aunque son buenas por sí mismas, estas pasiones pueden evitar nuestro intelecto y causar que nos dejemos llevar por cosas equivocadas: comer demasiada comida, temer a cosas irracionalmente o dejarnos abrumar por la tristeza o la ira. La respuesta es buscar siempre antes de saltar y practicar buenos hábitos para liberarte de la esclavitud de tus pasiones. Apetitos sensuales desorbitados son señal de un carácter débil; la habilidad de retrasar (suspender) satisfacción y practicar autocontrol es un signo de fortaleza.
  7. Confórmate con lo que tienes (no imites). Aprecia tus propios valores y aquello que tienes. Imaginar que la hierba es más verde en otro lugar es una receta para la infelicidad de por vida; recuerda que hacer eso es proyectar tus suposiciones sobre las vidas de otros. Es mejor centrarte en cómo vives .
  8. Sé valiente para tomar riesgos calculados. Si evitas la batalla, tendrás que dejar pasar la victoria y la alegría que conlleva. No seas cobarde ni distante, ni evites tus deberes por derecho, sino sé valiente para contribuir con tu parte al progreso de la humanidad
  9. Descarta las sugerencias externas contrarias a tus metas. Cada individuo tiene su interés en mente, sea consciente o inconscientemente. No impongas tu voluntad sobre los demás, ni permitas que otros impongan la suya sobre ti. Mantente al tanto y acepta que diferentes personas tendrán distintas sugerencias, y no puedes complacer a todo el mundo. Encuentra el camino correcto y síguelo, sin desviarte a la derecha o a la izquierda. Contrólate y nunca abandones el camino correcto.
  10. Aprende a ser bueno y evita el mal. Busca paz y persiguela con seriedad. No aspires por metas personales que pisoteen las necesidades de los demás, sino aspira a motivos nobles y que valgan la pena para beneficiar la sociedad en general. Si buscas adquisiciones personales, entrarás en conflicto con otros y, al final, fracasarás inevitablemente. Si buscas el bien común, todo te beneficiará y también estarás satisfaciendo objetivos personales.
  11. Aprende a controlar tus sentimientos. Evita permitir que otra cosa que no sea la razón dicte tus decisiones en la vida diaria. Puede ser difícil, y a veces imposible, no ceder a los sentimientos de lo más profundo de tu alma, pero puedes aprender a suprimir sus manifestaciones y vencerlos confiando en el sentido común y el buen juicio.
  12. No seas ni pródigo ni avaro; busca situarte en el medio. La habilidad de encontrar un término medio es la señal de un carácter fuerte capaz de resistirse a los extremos.
  13. Mantén la calma. La tranquilidad es un estado de calma que te permite concentrarte y reensamblar tus pensamientos divergentes y meditar con provecho. La contemplación lleva a ideas y las ideas llevan a oportunidades, y las oportunidades al éxito. La tranquilidad es un sine qua non (es indispensable) para un carácter fuerte. Sin tranquilidad, no puede haber fuerza en el carácter. Sin tranquilidad, la pasión puede sobrecalentarse, convirtiéndose en un deseo intenso e interfiriendo con el sentido común. La tranquilidad no es la enemiga de los sentimientos, pero sí su reguladora, permitiendo su correcta expresión.
  14. Céntrate en lo positivo de la vida y dedícale poco tiempo a lo negativo. Un médico le dijo una vez a una mujer joven quejándose de todo tipo de problemas, para los que le pedía una cura: “No pienses en ellos: es la más poderosa de las curas”. Los dolores físicos y mentales pueden aliviarse con esfuerzo de voluntad para distraer la mente en canales opuestos, y exacerbarse si les das demasiadas vueltas.
  15. Oponte al fatalismo. Cada uno es responsable por su desarrollo y fortuna. Aceptar el fatalismo, que es, creer que el destino es de alguna manera inamovible, es desalentarte de intentar todas las iniciativas para mejorar tu vida y mejorarte a ti mismo. El destino es ciego y sordo; nunca nos escuchará ni nos tendrá en cuenta. En su lugar, recuerda que solucionar calamidades y cambiar el destino a mejor son siempre formas de fortalecer tu carácter y mejorar tu vida. Busca tu felicidad; no esperes a que otro u otra cosa lo haga por ti, porque nunca pasará a no ser que perseveres.
  16. Ten paciencia (para fijar, persistir y seguir tus objetivos a corto, intermedio y largo plazo: que es progreso (éxito). El éxito es un progreso, no un destino). Una persona con caracter fuerte no se dará por vencido cuando se enfrente a obstáculos, sino que perseverará hasta el final y superará los obstáculos. Aprende a retrasar las gratificaciones en la vida, aprende a esperar como parte del progreso y aprende que el tiempo puede ser tu amigo, tiempo para aprender, aplicar y ver crecer. También ayuda saber qué batallas valen la pena, y cuando dejar las cosas como están; a veces dejar ir es aceptar un regalo de la vida en vez de aferrarse al hundimiento del barco.
  17. Conquista tus miedos. La timidez es un obstáculo que superar. No consideres supersticiones basadas en observaciones superficiales, pero acepta hechos basados en razones sólidas. Evita construir los cimientos en arena, y elige en su lugar construirlos en roca. Cuando hayas vencido el miedo, tendrás la fuerza de carácter para pensar, resolver y actuar de manera victoriosa.
  18. Igual que un jardinero tiene que quitar las malas hierbas del huerto, tienes que deshacerte de todos los pensamientos débiles que actúan como malas hierbas minando tu fuerza. Ten cuidado con las emociones excesivas y atribúyeles la importancia exacta. Cuando estés preocupado con alguna emoción abrumante, inmediatamente manténte ocupado con otra cosa durante 15 minutos, hasta una hora. Muchos grandes guerreros han perdido sus vidas por reaccionar impetuosamente a insultos y salir a pelear de manera prematura contra sus mofadores sin la preparación adecuada, actuando simplemente de manera impulsiva. Aprende a vencer esta debilidad con práctica, recordando que la ira es un vicio común en la gente con un carácter débil.
  19. Practica el aplomo, prudencia, criterio y cautela en los negocios. Cultiva tu mente con lógica y conduce tus asuntos en consecuencia.
  20. Sé siempre honrado en todas las cosas y todos los aspectos de la vida. Si eres deshonesto, eres deshonesto contigo mismo, y eso es un asalto contra tu propio carácter.
  21. Por último, destaca donde quiera que vayas, y hazlo lo mejor que puedas en lo que sea que hagas. Trabaja duro y evita la ociosidad como la plaga. Del mismo modo, aprende a apreciar el tiempo libre de calidad por su habilidad para revitalizar e inspirar tu vuelta a las buenas obras.

Consejos

  • Haz ejercicio físico para entrenar tu resistencia. La mente y el cuerpo interconectan, así que entrena tu resistencia física para fortalecer tu resistencia mental.
  • Sé un buen amigo. Dedícate a tu amigo y sacrifícate. Nunca guardes rencor y no prestes atención a incidentes pequeños. Vive en armonía con los demás. No seas egoísta: siempre piensa en los intereses de los demás.
  • Sé un hombre de palabra y resiste la tentación de las mentiras; la verdad refuerza el carácter. Aprende también a tomar decisiones.
  • Sé feliz. La felicidad es salud. La felicidad te da fuerza para superar la monotonía y disipar el aburrimiento en la vida. Te permite aprovechar las cosas. La felicidad es un estado mental. Se ha observado que hay más sonrisas en las caras de la gente con medios modestos que en la de los ricos banqueros de Wall Street.
  • Ten disciplina y autocontrol. Evita los malos impulsos (incluyendo trabajos destructivos o acciones de las que te vayas a arrepentir luego), y comportamientos obsesivo-compulsivos que se convierten en un hábito y deforman el carácter.
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