Cómo tomar decisiones rápidas

Pasos

1. Identifica cual es la decisión que vas a tomar. Algunas veces una decisión lleva a otras decisiones, o bien se tiene que tomar la decisión a la vez que se toma otro grupo de decisiones. Debes aislar el problema, de forma tal que una decisión pueda ser hecha.

   • Pide aclaraciones, si la decisión que vas a tomar no está clara. No puedes tomar una decisión rápida, si no estás al tanto del problema. Por ejemplo, un simple problema en clase de matemática, no podrás resolverlo, si no entiendes uno de los criterios.
2. Elimina en la medida de lo posible, las emociones envueltas en el proceso de decisiones. Pregúntate a ti mismo si el resultado de la decisión impactará tu vida en gran medida. Si la respuesta es no, liberarte del estrés o la frustración puede ayudarte a aclarar tu mente y hacer una decisión más inteligente.
3. Decide que criterios debes usar para tomar la decisión. Los criterios definen la acción que se requiere para una decisión. Por ejemplo, si estás tratando de decidir que hacer para cenar, el criterio podría ser una receta que incluya los ingredientes que tienes a mano y algo que sea atractivo para los niños.
4. Sé honesto e inflexible con tus escogencias. Elimina cualquier opción que sabes no escogerás. Esto ayudará a reducir el número de opciones entre las que finalmente elegirás.

   • Entiende que en muchas situaciones, la falta de decisión no es una escogencia. Es incluso peor que tomar una mala decisión. Por ejemplo, si estás decidiendo que darle de comer a tu familia para la cena, no puedes escoger no alimentarles. Raramente, hay decisiones perfectas. Reconoce que cada opción puede también tener contras. El truco para la toma de decisiones rápidas es escoger la mejor opción con la información y criterios que tienes disponibles.
5. Usa tus habilidades de pensamiento crítico. El pensamiento crítico es un tipo superior de razonamiento que valora observación, experiencia, análisis y reflexión. Toma unos pocos momentos para visualizar los resultados con cada opción antes de decidir.

   • Prepara mentalmente una lista de los pros y los contras. En lugar de tomarte el tiempo de hacerlo por escrito, considera como cada opción llena los criterios que tu has escogido previamente. Escoge la mejor opción.
6. Sigue tus instintos, si no has llegado aún a una decisión. Un proceso de toma de decisiones rápido en una crisis es llamado, algunas veces, toma de decisiones reactiva, porque es una reacción a un estímulo. Estas decisiones son a menudo basadas en tus habilidades de pensamiento crítico.

   • En Junio 2005, los investigadores señalaron que la gente a menudo se arrepentía de tomar decisiones rápidas, aun cuando estas habían sido correctas. Señalaban que tomar decisiones rápidas no implicaba que fueran peores decisiones. Las decisiones eran las correctas, pero las percepciones que tenían eran negativas. Averigua si tienes el mismo sesgo. Entender esto, puede hacer que te sientas más satisfecho con tus decisiones.
7. Comunica tu decisión. Una vez que has tomado una decisión, lo siguiente es comunicarlo a las partes implicadas, ponerte en acción puede permitir a otras personas tomar sus decisiones y seguir adelante.