Cómo reconfortar a alguien que está enfermo en cama

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Es posible que sea difícil ver a una persona conocida sufrir mientras te quedas impotente por no poder hacer nada al respecto. A pesar de que probablemente no haya nada que puedas hacer por la condición de tu amigo, puedes demostrarle que te importa al hacer o decir lo correcto para reconfortarle durante este momento difícil.

Demostrar que te importa por medio de las acciones

  1. Visítale. La manera más importante de confortar a tu ser querido o amigo cercano es al estar a su lado si está enfermo en el hospital o confinado en casa. Puedes ayudarle a dejar de pensar en su enfermedad y a mantener una apariencia de normalidad durante este momento difícil.
    • Piensa en lo que podrías hacer en tu visita. Puedes llevar unos naipes o juegos de mesa si a tu amigo le gustan este tipo de juegos. Puedes dejar a tus hijos en casa si los tienes, pero puedes pedirles que hagan un dibujo para tu amigo para ayudarle a alegrarse.
    • Asegúrate de llamar primero y asegurarte de que sea un momento oportuno, o programa tu visita con anticipación. Algunas veces, las enfermedades requieren de un cuidado adicional en la planificación de las visitas para programarlas según las citas, la hora de los medicamentos, las siestas y la hora temprana de acostarse, entre otros imprevistos.
  2. Trátale como tu amigo. Una persona con una enfermedad crónica o terminal vive con recordatorios diarios de su enfermedad. Por ello, esta necesita que se le recuerde que sigue siendo la misma persona que amas y que te importa. Trátale de la misma forma en la que le tratarías si no tuviera una enfermedad.
    • Mantén una comunicación regular. Una enfermedad crónica puede ser una prueba verdadera de amistad. Para que esta resista a los desafíos emocionales y logísticos de la enfermedad, debes probar que priorizarás mantener la comunicación con tu amigo. Una persona que se somete a un tratamiento o que está confinada a un hospital o su cama suele no ser perceptible, así que asegúrate de colocar una notificación en tu calendario para recordar comunicarte con tu amigo de manera regular.
    • Ayúdale a hacer lo que normalmente disfruta hacer. Es importante que tu amigo siga percibiendo el placer y la alegría en su vida si vive con una enfermedad crónica o terminal. Puedes ayudar al ofrecerte a llevarle a sus actividades favoritas.
    • ¡No temas bromear o hacer planes para el futuro! Tu amigo sigue siendo la misma persona que conoces y amas.
  3. Apoya a tu amigo y a su familia. La enfermedad de tu amigo puede incluso ser más estresante si tiene una familia o unas mascotas, porque no solo tiene que preocuparse por su recuperación o pronóstico, sino que tiene que preocuparse por las personas que dependen de él. Hay algunas maneras prácticas de ayudar a apoyar a su familia en este momento:
    • Cocina para ellos. Esta es una manera clásica y sincera de apoyar a alguien que está enfermo. Ya sea que la persona enferma pueda participar, cocinar una comida hecha en casa para su familia aliviará la carga de tu amigo al permitirle descansar sabiendo que sus hijos, cónyuge y otras personas que dependan de él están en el buen cuidado de alguien.
    • Ayúdale a planificar su cuidado. Pregunta cómo puedes ser proactivo en el cuidado de la enfermedad de tu amigo si tiene niños pequeños, padres de la tercera edad u otras personas que dependan de él. Por ejemplo, es posible que tu amigo necesite a alguien que visite y vea a su padre, para sacar a pasear al perro o para llevar a los niños a la escuela y recogerlos de esta, además de recogerlos de la práctica de fútbol americano. Algunas veces, planear algunos recados pequeños puede ser difícil para las personas que sufren de una enfermedad, pero el hecho de tener a un amigo confiable que ayude con su carga puede marcar una diferencia.
    • Limpia su casa. Algunas personas pueden estar incómodas con este tipo de apoyo, así que asegúrate de preguntarle primero a tu amigo. Sin embargo, si él está dispuesto a esto, pídele que te permita comprometerte a ir y ocuparte de los quehaceres un día a la semana (o más o menos días, la cantidad que puedas ofrecer). Puedes ofrecerte a hacer un quehacer específico en el que sepas que eres bueno (cortar el césped, lavar la ropa sucia, limpiar la cocina, comprar los comestibles) o puedes decirle que te diga qué sería lo más útil.
    • Pregúntale qué necesita y hazlo. Con frecuencia, las personas dicen "Hazme saber si necesitas ayuda", pero la mayoría de las personas son muy tímidas para comunicarse y aceptar esa oferta. Llama a tu amigo y pregúntale qué necesita, en vez de hacer que él se comunique contigo cuando necesite algo. Dile que te diriges hacia la tienda de comestibles y que querías saber si puedes llevarle algo o pregúntale si hay una noche en la semana en la que necesite ayuda en casa. Sé específico y sincero en cuanto a tu voluntad de ayudar. Luego, cumple con ello. ¡Esa es la parte más importante!
  4. Envía flores o una canasta de frutas. Al menos envía una muestra de cariño si no puedes estar presente de modo que tu amigo sepa que piensas en él.
    • Ten en cuenta que su enfermedad puede hacer que esté más susceptible a los aromas fuertes (como los pacientes de cáncer que se someten a quimioterapia, a quienes no les agrada un ramo de flores) y piensa en otras cosas que puedan funcionar, como un chocolate favorito, un osito de peluche o unos globos.
    • Muchos hospitales ofrecen un servicio de entrega desde su tienda de regalos, así que considera comprar un ramo de flores o un arreglo de globos directamente de ahí si tu amigo es un paciente internado. La mayoría de los hospitales exhiben el número telefónico de su tienda de regalos en su página web, aunque puedes llamar al operador del hospital y preguntar por este.
    • Considera ir con unos amigos mutuos o compañeros de trabajo para comprar un regalo o un arreglo floral más agradable.
  5. Sé tú mismo. Eres único y no necesitas fingir ser la persona que lo arregla todo, que lo haga todo o que tenga la respuesta para todo. Sé tú mismo.
    • No finjas conocer las respuestas. Algunas veces, es preferible que dejes que tu amigo resuelva las cosas por su cuenta. Además, ser tú mismo puede involucrar tu sentido del humor. El hecho de estar con una persona enferma puede sentirse como caminar sobre cáscaras de huevo, pero puedes hacer que se sienta incómoda si estás nervioso o actúas como si no supieras qué decir, así que sé divertido y haz bromas (si esa es la manera en la que sueles actuar).
    • Sé agradable. Querrás ser tan comprensivo y tan reconfortante como sea posible. Querrás levantarle el ánimo, no desalentarle con chismes u opiniones negativas. ¡Incluso, vestir prendas de colores alegres puede iluminar su día!
  6. Haz que se sienta necesitado. Algunas veces, pedir un consejo o pedir algunos favores pequeños pueden ayudar a alguien con una enfermedad crónica o terminal de modo que se sienta necesitado, lo que puede brindarle una motivación para mantenerse interesado.
    • En muchas condiciones de salud, los cerebros de las personas están tan perspicaces como antes. Pensar en las vidas y los problemas de otras personas puede despejar la mente de tu amigo por un tiempo.
    • Piensa en el área de experiencia de tu amigo y hazle algunas preguntas que tengas que puedan ser relevantes. Por ejemplo, pídele a tu amigo que te aconseje acerca de cuándo comenzar y cuánto material orgánico de cobertura utilizar si es un jardinero ávido y si has tenido las ganas de construir un jardín.

Demostrar que te importa por medio de las palabras

  1. Habla con tu amigo. Aprende a ser un buen oyente y deja que tu amigo sepa que estás para él si quiere desahogarse por su condición o si prefiere hablar de otro tema. De cualquier forma, tener a alguien con quien hablar puede ser un gran consuelo para una persona que está enferma.
    • Sé sincero con tu amigo si no sabes qué decir. Con frecuencia, una enfermedad puede hacer que las personas se sientan incómodas, lo cual no es un problema. Lo que importa es que estés presente para tu amigo y le ofrezcas tu apoyo. Dile a tu amigo que estás ahí para él sin importar lo que pase.
  2. Envía una tarjeta o haz una llamada. Hazlo si no puedes estar físicamente presente para tu amigo. Es fácil enviar un mensaje de texto o hacer una publicación en Facebook, pero un correo y una llamada se sienten más personales y se sentirán más considerados ante el receptor.
    • Considera escribir una carta considerada. Esto puede ser más fácil si eres una persona que no sabe qué decir al estar presente de las personas que están en situaciones difíciles. Puedes escribir una carta y luego tomarte un tiempo para editarla y reescribirla si sientes que no has transmitido bien tus sentimientos. Enfócate en los deseos agradables, las oraciones para una recuperación y las noticias buenas que no se relacionan con la enfermedad.
  3. Haz preguntas. Si bien es cierto que es importante respetar la privacidad de tu amigo, puede ser una grandiosa manera de aprender más acerca de la condición de tu amigo y averiguar más maneras para apoyarle si está dispuesto a recibir preguntas al respecto.
    • Puedes investigar su enfermedad en línea, pero hacerle preguntas es la única manera de saber cómo su condición le afecta como persona y, de igual forma, cómo se siente por lo que experimenta.
  4. Habla con sus hijos. Es posible que se sientan aislados, solitarios y confundidos, en el caso de que tu amigo los tenga. Asimismo, se pueden sentir asustados, molestos y preocupados, aunque dependerá de la severidad de la enfermedad. Ellos necesitan alguien con quien hablar. Puedes servir como un mentor y un amigo durante este tiempo si te conocen y confían en ti.
    • Llévalos a comer helado y permíteles hablarte. No les obligues a que compartan más de con lo que parecen estar cómodos. Algunos niños solo te necesitan ahí como una fuerza reconfortante en sus vidas, mientras que otros pueden expresarte todos sus sentimientos. Estate dispuesto a sus indicaciones y háblales cada algunos días o algunas semanas, aunque el tiempo dependerá de cuán cercanos sean.

Saber qué decir y qué no

  1. Ten cuidado de los errores comunes. Hay muchos clichés que las personas utilizan cuando las personas pasan por momentos difíciles, y con mucha más frecuencia estas respuestas comunes solo se perciben como poco sinceras o dolorosas ante el receptor. Algunos ejemplos de lo que no debes decir son:
    • "Dios no nos da más de lo que podemos soportar", o la peor variación de esta frase "Esta es la voluntad de Dios". Algunas veces, las personas de buena fe dicen esta frase y es posible que crean en esta verdaderamente, pero puede ser muy fuerte para el receptor, en especial si experimenta algo que es muy difícil o abrumador.
    • "Sé cómo te sientes". Algunas veces, las personas dicen esta frase a las personas que pasan por momentos difíciles. Si bien es cierto que es seguro que todas las personas han experimentado dificultades en su vida, es imposible saber cómo se siente alguien. Esta frase es mucho peor si se acompaña con alguna anécdota personal que no se compara realmente con la intensidad del sufrimiento por el que pasa la persona. Por ejemplo, no compares la vez en que te rompiste el brazo si alguien se enfrenta a la pérdida de una extremidad. No es lo mismo. Sin embargo, no hay ningún problema con que digas "He pasado por algo similar" si verdaderamente has experimentado algo parecido a lo que la persona experimenta.
    • "Estarás bien". Esta es una frase común que se usa cuando las personas no saben qué decir. Con frecuencia, la decimos más como un deseo que como una aseveración de un hecho. En realidad, no sabes si alguien estará bien. En muchos casos de enfermedades crónicas o terminales, la persona no estará bien. Es posible que muera o esté condenada a sufrir de por vida o sufrir físicamente. Decir que estará bien mitiga la experiencia por la que pasa.
    • "Al menos...". No mitigues el sufrimiento de una persona al sugerir que debería estar agradecida de que su situación no es peor.
  2. No te quejes acerca de tus problemas de salud. En particular, evita discutir algunos problemas menores de salud, como un dolor de cabeza o un resfriado.
    • Esto puede variar, aunque dependerá de la relación que tengas con esa persona y la duración de su enfermedad. Hay más probabilidades de que sea apropiado discutir algunos temas por lo que pasas si se trata de un amigo con una enfermedad crónica o de un confidente cercano.
  3. No dejes que el miedo a cometer un error te impida actuar si quiera. Si bien es cierto que es importante ser delicado con los sentimientos de alguien enfermo, algunas veces compensamos excesivamente nuestro miedo de cometer un error al no actuar si quiera. Es mejor retractarte y disculparte que solo ignorar a tu amigo enfermo.
    • Si te equivocas y dices algo insensible, solo di "No sé por qué dije eso. Realmente no sé qué decir. Esta situación es muy difícil". Tu amigo lo comprenderá.
  4. Sé considerado. Trata de prestar atención a las indicaciones de tu amigo de modo que no le visites muy frecuentemente ni abuses de su hospitalidad. Puede ser muy difícil continuar una conversación si se trata de una persona muy enferma. Esta no querrá ofenderte, así que es posible que se agote al tratar de complacerte.
    • Puede ser una señal de que tu amigo se cansa de tu visita si parece distraído por la televisión o su teléfono celular, o si parece que tiene dificultades para quedarse dormido. ¡No lo tomes personalmente! Solo recuerda que tu amigo lidia con muchas cosas, tanto física como emocionalmente, y que esto puede ser agobiante.
    • Sé considerado de la hora y asegúrate de no extender tu estadía a la hora de comer o en otros momentos en lo que tu amigo necesite estar solo. Pregúntale a tu amigo si le gustaría que le lleves comida o le prepares una comida si planeas visitarle durante la hora de comer.

Comprender una enfermedad crónica

  1. Sé delicado con las limitaciones de tu amigo. Edúcate acerca de su condición y plan de tratamiento para que estés preparado para los efectos secundarios, los cambios en su personalidad o los límites en su energía o vigor.
    • Pregúntale a tu amigo acerca de su condición, en caso quiera compartir al respecto o tómate un tiempo para leer al respecto en línea.
    • Fíjate en el lenguaje corporal de tu amigo para comprender cómo se siente y cómo su enfermedad afecta su habilidad de participar en las actividades, permanecer alerta y permanecer predecible emocionalmente. Sé dulce y comprensivo si tu amigo no actúa como antes y recuerda que tiene mucha carga.
  2. Ten en cuenta los efectos que se pueden dar en el estado de ánimo de tu amigo. Lidiar con una enfermedad debilitadora, crónica o terminal causa muy frecuentemente una depresión y otros problemas. Algunas veces, los medicamentos para tratar las enfermedades también tienen efectos secundarios que puedan afectar el estado de ánimo de una persona.
    • Recuérdale a tu amigo que su enfermedad no es su culpa y que estarás para apoyarle sin importar lo que suceda si lucha con pensamientos depresivos.
  3. Demuestra empatía. Trata de ponerte en la situación de tu amigo. Algún día, puedes tener una enfermedad similar, y querrás que las personas sean amables y comprensivas contigo. Recuerda la regla de oro que indica que debes tratar a las personas como quieres que te traten.
    • ¿Qué clase de actividades diarias serían una dificultad si estuvieras enfermo con una condición similar? ¿Cómo podrías sentirte emocionalmente? ¿Qué tipo de apoyo esperarías que te ofrezcan tus amigos?
    • Imaginarte en el lugar de tu amigo puede ayudarte a determinar la manera de ayudarle.

Consejos

  • Toma unas precauciones para evitar difundir los gérmenes, como utilizar una máscara quirúrgica y mantener una distancia justa con tu amigo si sufre de una enfermedad contagiosa y peligrosa. Puedes hacer una llamada por video con esa persona o llamarle por teléfono para permanecer comunicados sin arriesgarte a contagiarte con su enfermedad.
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