Cómo curar un ataque de gota

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La gota es un tipo de artritis complejo que generalmente afecta a los hombres. Sin embargo, las mujeres son más propensas a tener gota después de la menopausia. Un ataque de gota puede ocurrir de un momento a otro, la mayoría de las veces, hará que despiertes a media noche con la sensación de que tienes fuego en una articulación o en un músculo. La articulación o el músculo afectado estará caliente, hinchado y tan sensible que hasta el peso de una sábana parecerá intolerable. Afortunadamente, hay tratamientos que alivian los ataques de gota.

Reconocer los síntomas de un ataque de gota

  1. Fíjate si en la articulación sientes un dolor intenso, si es que hay hinchazón o si es que esa parte está roja. Por lo general, la gota genera mucho dolor en una articulación, como en la base de tu dedo gordo del pie, o en otras articulaciones, como tu tobillo, muñeca o codo. Las articulaciones afectadas se hincharán y es posible que la piel esté roja o caliente.
    • La gota puede afectar cualquier articulación y, a veces, puede afectar dos o más al mismo tiempo.
  2. Observa si sientes dolor al caminar. Poner presión en la articulación afectada causará mucho dolor si es que tienes un ataque de gota; el peso de una sábana o el de una manta puede hacerle daño a esta articulación. Además, es posible que tengas movilidad limitada o que no puedas mover la articulación para nada.
    • En algunas ocasiones, se confunde la gota con otros tipos de artritis. Si no estás seguro de que sufres de gota, debes ir a que un doctor te revise para que confirme el diagnóstico.
  3. Trata los ataques de gota lo más pronto posible. Si sientes dolor intenso de un momento a otro, debes llamar a tu doctor inmediatamente. Debes buscar atención médica inmediata si tienes fiebre y si una articulación está caliente e inflamada porque estos son signos de una posible infección.
    • Si no se trata, un ataque de gota puede durar varios días, pero generalmente desaparece completamente después de 7 o 10 días.
    • Algunas personas solo tienen un ataque de gota en toda su vida, mientras que otras pueden tenerlos semanas, meses o hasta años después del último que tuvieron.

Usar un tratamiento casero

  1. Destapa y eleva la extremidad afectada. Saca toda la ropa y sábanas que estén alrededor de la extremidad para que esté expuesta al aire. Levántala poniendo un cojín debajo. Evita tocar o dañar de alguna manera la extremidad afectada cuando la estés elevando.
  2. Coloca hielo en la extremidad. Es importante que mantengas la extremidad afectada fresca para aliviar el dolor o la hinchazón. Envuelve en una toalla un paquete de hielo o una bolsa de arvejas congeladas antes de ponerlo en la extremidad.
  3. Sigue colocando el paquete de hielo en intervalos de 20 minutos. Coloca el hielo sobre la extremidad solo por periodos de 20 minutos. No lo coloques directamente en tu piel o por más de ese tiempo porque puede dañarla.
    • Antes de volver a colocar el paquete de hielo, toca la extremidad afectada para asegurarte de que la temperatura de esa parte haya regresado a su temperatura normal.

Usar medicamentos

  1. Obtén una receta para los analgésicos antiinflamatorios. Muchas personas que sufren de gota tienen pastillas de analgésicos antiinflamatorios en casa por si tienen un ataque. Los analgésicos aliviarán muchos ataques de gota y mitigarán los síntomas en 12 o 24 horas. Tu doctor puede recetarte diferentes tipos y diferentes marcas, como diclofenaco, indometacina y naproxeno. La mayoría de las personas pueden tomar estos medicamentos sin ningún problema, pero estos pueden tener efectos secundarios como:
    • Sangrado en el estómago. Esto es más que un riesgo si tienes más de 65 años o si tienes una úlcera en el estómago. Si alguno de esos es tu caso, evita tomar estas pastillas y habla con tu doctor sobre otros medicamentos que puedas tomar.
    • Algunas personas con asma, presión arterial alta, con ciertos problemas de riñón e insuficiencia cardíaca no pueden tomar analgésicos antiinflamatorios.
    • Si estás tomando medicamentos para otros problemas, estos pueden interactuar de manera negativa con los analgésicos antiinflamatorios. Si estás con otros medicamentos, habla con tu doctor antes de tomar los analgésicos.
  2. Toma un analgésico antiinflamatorio a la vez. Sigue la dosis que el doctor te recetó y no tomes muchos analgésicos al mismo tiempo. Continúa tomando este medicamento durante el ataque y durante 48 horas más después de que el ataque haya terminado.
  3. Pregúntale a tu doctor sobre los inhibidores de la bomba de protones. Los analgésicos antiinflamatorios deben ser recetados junto con inhibidores de la bomba de protones porque estos últimos evitan que las pastillas causen indigestión, úlceras en el estómago y sangrado estomacal.
    • Estos medicamentos también protegerán tu estómago si ya tomaste aspirina y después tienes un ataque de gota. La aspirina, junto con un medicamento antiinflamatorio, incrementará el riego de un sangrado estomacal. Los inhibidores de la bomba de protones ayudarán a contrarrestar este riesgo.
    • Es posible que tu doctor pruebe con los inhibidores interleucina-1. Estos reducen el dolor rápidamente y es para aquellas personas que no responden a los analgésicos antiinflamatorios.
  4. Prueba colchicina si es que los analgésicos antiinflamatorios no son efectivos. La colchicina es un medicamento derivado de una planta de otoño llamada azafrán. Este no es un analgésico, pero reduce la habilidad que tienen los cristales de urato para inflamar el revestimiento de la articulación. En consecuencia, reducen un poco la inflamación y el dolor durante un ataque de gota.
    • El doctor te recetará la colchicina y ese puede ser un tratamiento efectivo para la gota si se toma en las primeras 12 horas del ataque. Sin embargo, solo se debe consumir dosis bajas porque puede causar efectos secundarios como náuseas, dolor abdominal y diarrea.
    • Sigue siempre la dosis recomendada. Para la mayoría de personas, esto significa no más de 2 o 4 pastillas de colchicina al día.
  5. Habla con tu doctor sobre las pastillas de corticoides. Estos son un tipo de esteroides para aquellas personas que no responden a otros tratamientos y que no pueden tomar analgésicos antiinflamatorios o colchicina. Usar las pastillas de esteroides por un corto tiempo genera alivio, pero no se puede usar a largo plazo en altas dosis porque causan efectos secundarios como:
    • Aumento de peso.
    • Osteoporosis o debilitamiento de los huesos.
    • Moretones y debilitamiento de la piel.
    • Debilidad muscular.
    • Incremento de vulnerabilidad ante infecciones.
    • Los corticoides pueden agravar la diabetes y el glaucoma, problema de los ojos que puede causar ceguera si es que no se trata.
    • No uses corticoides si tienes función renal reducida, función hepática reducida o riesgo de insuficiencia cardíaca.
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