Cómo dejar de hablar contigo mismo

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¿Alguna vez has notado que hablas contigo mismo? Aunque ello puede ser un signo de buena salud, también podría interrumpir tu vida y la de los demás en determinados momentos. Hay diversas formas de aprender a dejar de hablar contigo mismo y pensar en el motivo que te impulsa a hacerlo.

Evaluar la conversación contigo mismo

  1. Averigua si la conversación contigo mismo es tu propio yo o una voz distinta. Si oyes una voz audible que no es la tuya, consulta con un profesional de la salud mental ya que esto podría ser un signo de un problema psicológico más grave.
    • Una forma de identificar si la voz es tuya es determinar si eres responsable de ella. Si no eres responsable de la voz (por ejemplo, ¿piensas, haces y dices esas palabras de manera consciente?) y si no tienes ni idea de lo que dirá luego la voz, esto podría ser un signo de un trastorno mental, como esquizofrenia, depresión o psicosis.
    • Otros síntomas de un trastorno mental incluyen: oír más de una voz; experimentar pensamientos no verbales, visiones, sabores, aromas y toques que no existen; experimentar las voces como un sueño despierto que se siente real; experimentar voces que están presentes todo el día y que causan un impacto negativo en tu desempeño diario (por ejemplo, te aíslas y te retraes o las voces te amenazan si no haces lo que te ordenan).
    • Si experimentas cualquiera de estos síntomas durante tus periodos de conversación contigo mismo, es importante consultar con un profesional de la salud mental con el fin de descartar un trastorno psiquiátrico que podría estar perjudicando tu vida y salud.
  2. Examina el contenido de la conversación contigo mismo. ¿De qué cosas hablas contigo mismo? ¿Relatas tu día? ¿Planificas lo que vas a hacer luego? ¿Hablas sobre algo que acaba de ocurrir? ¿Recitas líneas de una película?
    • Hablar contigo mismo no necesariamente es algo negativo. Articular tus pensamientos puede ayudarte a organizarlos. También puede ayudarte a pensar con más cuidado en las cosas, en especial cuando se trata de tomar una decisión difícil, como a qué universidad ir o si debes o no comprar este o ese regalo para alguien.
  3. Evalúa si la conversación contigo mismo generalmente es positiva o negativa. La conversación positiva puede ser buena para ti en situaciones donde quieres sentirte muy motivado, como una entrevista de trabajo o el ejercicio intenso. Decirte “¡Ya lo tienes, puedes hacerlo!”, puede hacerte sentir bien y darte un impulso positivo de autoconfianza antes de hacer algo importante. ¡Puedes ser tu propio animador! De esta manera, conversar contigo mismo en ocasiones puede ser saludable.
    • Sin embargo, si dicha conversación principalmente es negativa, en la cual te regañas y te criticas (por ejemplo, "¿Por qué eres tan estúpido?", "Nunca haces nada bien", etc.), esto podría ser un signo de un problema psicológico o emocional oculto. Además, si la conversación contigo mismo es repetitiva y se centra en algo negativo que te ocurrió, ello podría indicar que tienes una tendencia a meditar demasiado en las cosas. Por ejemplo, si recientemente has tenido un altercado con un colega y pasas las próximas dos horas pensando y hablando contigo mismo sobre las cosas que debiste decir, esto no es saludable. Eso es darle muchas vueltas al asunto e insistir demasiado en el problema.
  4. Evalúa cómo te hace sentir el hablar contigo mismo. Todos podemos estar un poco locos y no hay problema con ello. Pero para mantenerte mentalmente saludable, es necesario asegurarte de que dicho hábito sea solo un hábito fuera de lo común y que no perjudique cómo te sientes respecto a ti mismo o cómo te desenvuelves en tu vida diaria. Hazte las siguientes preguntas:
    • ¿Con frecuencia me siento preocupado o culpable respecto a lo mucho que hablo conmigo mismo?
    • ¿La conversación conmigo mismo me pone triste, histérico o ansioso?
    • ¿Esta conversación conmigo mismo es un problema tan grande que trato de evitar las situaciones públicas para evitar la vergüenza?
    • Si respondiste “sí” a cualquiera de estas preguntas, debes consultar con un consejero u otro profesional de la salud mental autorizado, ya que este puede ayudarte a reflexionar en el motivo de dicha conversación y trabajar junto contigo para desarrollar estrategias con el fin de controlar ese hábito.
  5. Evalúa la forma en que otros responden a la conversación contigo mismo. Considera si otros han reaccionado y cómo han reaccionado cuando te ven hablando contigo mismo. Lo más probable es que la mayoría de las personas ni siquiera se hayan percatado de ello. Sin embargo, si a menudo notas ciertas reacciones de las personas que te rodean, ello podría ser un signo de que la conversación contigo mismo es perturbadora para otros o que dichas personas se preocupan por ti y tu desempeño mental y social. Hazte las siguientes preguntas:
    • ¿La gente me mira raro mientras camino?
    • ¿La gente con frecuencia me pide que me calle?
    • ¿Lo primero que alguien oye de mi es la conversación conmigo mismo?
    • ¿Alguna vez mis profesores me han recomendado hablar con un consejero escolar?
    • Si respondiste “sí” a cualquiera de estas preguntas, debes consultar con un consejero u otro profesional de la salud mental. En sus reacciones, las personas podrían expresar preocupación por tu bienestar. Sin embargo, también es importante darte cuenta de que podrías perturbar a los demás cuando hablas contigo mismo y que podría ser necesario que controles dicho hábito por el bien de tus relaciones sociales.

Dejar de hablar contigo mismo

  1. Reconoce esa conducta. Cuando notes que estás hablando en voz alta, sé consciente y admite que lo haces. Podrías hacer un seguimiento contando la cantidad de veces al día que notas dicha conducta. Ser consciente de ello es el primer paso para disminuirlo.
  2. Piensa más. Trata de mantener la conversación en tu mente. Apenas te des cuenta de que hablas contigo mismo en voz alta, trata de convertirlo en una conversación mental, pásalo a tu mundo interior.
    • Incluso puedes presionar tus dientes contra tus labios para que no puedas abrir la boca. Esto será útil, pero ten en cuenta que ello también podría verse raro ante los ojos de los demás.
    • Mastica chicle para mantener tu boca ocupada y no poder hablar.
    • Si es muy difícil solo empezar a pensar en vez de hablar, trata de articular las palabras. De este modo, la conversación puede continuar, pero no la oirán los demás.
  3. Permítete hablar contigo mismo solo en ciertas situaciones. Por ejemplo, solo hazlo mientras estás solo en casa o en el auto. Ten cuidado con esta recomendación, puesto que una vez que te permitas hablar en voz alta, también podrías hacerlo en otros momentos. Ponte reglas para limitar la conversación contigo mismo y si las has cumplido durante una semana, haz algo para recompensarte, como mirar una película o comer un bocadillo dulce. Con el tiempo, trata de reducir la cantidad de situaciones en las que te permitas hablar contigo mismo en voz alta hasta que dejes de hacerlo por completo.
  4. Anota lo que hablas. Compra un diario para esos momentos en que hables contigo mismo. De este modo, puedes tener un diálogo contigo mismo escrito en vez de oral. Una forma de lograrlo es anotando tus pensamientos y proporcionando una respuesta.
    • Por ejemplo, supongamos que tuviste una cita, pero no has tenido noticias de ella desde entonces. Este es un diálogo que podrías decir en voz alta para ti mismo, pero que también puedes anotar: "¿Por qué no me ha llamado? Tal vez está ocupada o tal vez no le gustas. ¿Qué te hace pensar que no le gustas? Tal vez solo está ocupada con la escuela o tal vez no son compatibles entre sí porque no tienen los mismos intereses o prioridades. Bueno, tal vez, pero aun así me siento rechazado. Ese es un sentimiento comprensible, pero no es la única chica en el mundo y sobre todo, hay muchas cosas buenas en ti. De hecho, ¿qué te hace sentir bien acerca de ti mismo?".
    • Este tipo de diálogo y el ejercicio de escribir en un diario puede ayudarte a organizar tus pensamientos y reflexionar en ellos. También puede ser un buen mecanismo para mantenerte en el camino de pensar y expresar pensamientos positivos sobre ti mismo y corregir los negativos que podrías sentir.
    • Adopta el hábito de mantener tu diario contigo en todo momento, ya sea en tu bolso, auto o bolsillo. Incluso también hay aplicaciones para llevar un diario en tu celular. Otro beneficio de este ejercicio de escritura es que tendrás un registro de los temas que hablas y te preocupan. Pueden surgir patrones. Tu creatividad puede fluir. Y tendrás algo que mostrar como prueba de tu esfuerzo.
  5. Conversa con la gente. Una de las razones más comunes de que las personas terminen hablando consigo mismas es que sienten que no tienen a nadie con quien hablar. Ser más sociable te dará más personas con quien hablar aparte de ti mismo. Recuerda que los seres humanos se desarrollan con la interacción social.
    • Si te sientes ansioso por socializar y hablar con los demás, comienza dando algunos pasos pequeños para entablar conversaciones. Por ejemplo, si te topas con alguien que parece amable y receptivo hacia ti (por ejemplo, te sonríe, te dice "hola" o establece contacto visual contigo), correspóndele con una sonrisa o devolviéndole el saludo. Tras algunas experiencias positivas en este sentido, podrías sentirte listo para comprometerte en algo más que cumplidos básicos.
    • A veces es difícil leer las señales sociales y saber cuánto hablar con alguien. La confianza es otra cosa que podría tardar en establecerse para conversar cómodamente con alguien. Si te sientes muy ansioso o nervioso respecto a hablar con extraños, eso está bien. Sin embargo, podría ser una buena idea buscar grupos de apoyo y terapia personal para superar dicha incomodidad.
    • Si quieres conocer más gente, empieza una nueva actividad, como el yoga, la alfarería o el baile. Esforzarse por hacer más actividades donde estén presentes otras personas (por ejemplo, un taller de yoga contra una carrera en la cinta caminadora en tu propia casa) te brindará más oportunidades para entablar conversaciones con personas que compartan tus intereses.
    • Si vives en un lugar geográficamente aislado, usar la internet para mantenerte en contacto con las personas puede ser gratificante. Puedes probar salas de chat o foros en donde las personas discutan sobre temas de tu interés. Si no dispones de Internet, comunícate a la antigua: ¡con cartas! Permanecer comunicado con otros es una parte importante de ser humano.
  6. Mantente ocupado. En muchas instancias, conversar contigo mismo empieza con soñar despierto o simplemente estar aburrido, así que mantenerte ocupado podría ser útil para evitar dicha conducta. Métete de lleno en otras actividades de modo que tu cerebro ya esté ocupado haciendo algo más.
    • Escucha música. Cuando estés solo o caminando hacia algún lugar, dale a tu cerebro algo en que concentrarse para evitar el impulso de hablar contigo mismo. La música puede ser una distracción agradable para tu cerebro y también podría inspirar nuevos pensamientos internos o explosiones de creatividad. Se ha demostrado que los sonidos melodiosos estimulan la liberación de dopamina en el área del cerebro del placer y la recompensa, lo cual significa que te sentirás bien escuchando música. Hay un beneficio adicional a solo parecer que estás escuchando música. Si usas auriculares y te das cuenta de que hablas contigo mismo, la gente podría pensar que estás hablando con alguien más por los auriculares de tu celular.
    • Lee un libro. Leer puede ayudar a perderte en otro mundo y requiere una cantidad significativa de concentración. Tener la mente enfocada en algo más te dará menos oportunidad de hablar contigo mismo.
    • Mira televisión. Mira algo que te interese en la televisión o simplemente tenla encendida como ruido de fondo. Esto te ayudará a crear un cierto ambiente y una sensación de que la habitación está "llena" y animada. Es por ello que las personas que tienen dificultades para dormir por sí solas a menudo encienden la televisión mientras se quedan dormidas, para sentir como si alguien más estuviera allí incluso si solo es en la pantalla. Mirar televisión también te ayuda a centrar tu atención y a mantener tu cerebro ocupado.

Consejos

  • Recuerda que todos hablan consigo mismos la mayor parte del día (internamente), así que lo más probable es que seas igual que los demás; lo único distinto es que tú lo expresas verbalmente.

Advertencias

  • Si eres incapaz de dejar de hablar contigo mismo de forma obsesiva, si notas que la mayor parte de dicha conversación es negativa o crees que la voz que oyes no es la tuya, estos son signos de un problema oculto más grave. Debes consultar con un profesional de la salud mental lo más pronto posible para que te diagnostique y discutir sobre el tratamiento más adecuado para ti.
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