Cómo descubrir tu verdadero potencial

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Todos los seres humanos, sin importar su raza, sexo o cualquier otra característica, tienen la gran capacidad de descubrir su potencial: de sentirse seguros, alegres y satisfechos. Aunque no es una tarea fácil, puedes tomar varias medidas concretas y hacer ciertos cambios que te encaminen hacia esa meta.

Pensar en uno mismo

  1. Determina cuáles son tus valores clave. Para que puedas descubrir tu potencial, debes saber cuáles son tus valores clave y tienes que vivir acorde a ellos. Los valores clave son aquellos que definen cómo te ves a ti mismo, a los demás y al mundo que te rodea. Algunos estudios sugieren que si vives acorde a tus valores, o alineado a aquello que es importante para ti, la vida te parecerá más significativa y tendrás un sensación de bienestar profundo. Para comenzar, hazte la siguientes preguntas:
    • Piensa en dos personas a las que realmente admires: ¿qué admiras de ellas? ¿Qué te parece inspirador y por qué? ¿Cómo crees que estas cosas podrían manifestarse en tu propia vida?
    • Piensa en algún momento de tu vida en el cual te hayas sentido realmente satisfecho o pleno: ¿qué pasó? ¿Por qué te sentiste así?
    • Si pudieras cambiar algo en tu comunidad, ¿qué cambiarías y por qué?
    • Si tu casa se incendiara (y tu familias y tus mascotas estuvieran a salvo), ¿cuáles serían las tres cosas que tratarías de rescatar y por qué?
  2. Revisa tus respuestas por temas. Cuando hayas respondido estas preguntas, revisa tus respuestas para ver si surge algún patrón o tema recurrente. Por ejemplo, quizá admires el altruismo y la empatía de tu mamá y la ética laboral de tu hermano. Tal vez quisieras rescatar las fotos familiares, tu vestido de novia y un entrañable recuerdo familiar. Estos elementos podrían sugerir que uno de tus valores son las relaciones, especialmente las familiares.
    • Tus valores son tuyos y no hay valores "superiores" o "inferiores" en relación a otros. Algunas personas pueden valorar la competitividad, mientras que otras valorarán más la colaboración. Ninguno de estos valores tiene algo de "malo".
  3. Identifica qué áreas no concuerdan con tus valores. Si sientes que no has descubierto tu verdadero potencial, quizá sea porque, en este momento, algunas áreas de tu vida no concuerdan con tus valores. Por ejemplo, tal vez para ti el reconocimiento sea un valor clave; sin embargo, es probable que te hayan criado para ser modesto y no presumir de tus logros. Si no reconocieras tus logros y si, en ocasiones, los demás tampoco lo hicieran, probablemente sentirías que no has descubierto tu verdadero potencial. Piensa en cuáles son áreas de tu vida que no coinciden con tus valores y fíjate si son áreas en las que quisieras cambiar.
  4. Decide cómo sería todo si descubrieras tu verdadero potencial. Cuando tengas una idea más clara de cuáles son tus valores clave y qué áreas de tu vida podrías desarrollar un poco más, tómate algún tiempo para visualizar cómo sería para ti el descubrimiento de tu verdadero potencial: ¿sería la superación personal? ¿Tener más éxito profesional (o incluso un cambio de carrera)? ¿Descubrir tu potencial en tus relaciones? Si has identificado áreas en tu vida que, en este momento, no concuerdan con tus valores, podrías empezar por allí.
    • Por ejemplo, quizá en verdad valores a tu familia; sin embargo, como trabajas tantas horas, no obtienes el tiempo de calidad necesario con tus seres queridos. En este caso, el descubrimiento de tu potencial podría implicar que consigas un empleo menos exigente que te permitiera convertirte en el cónyuge, padre o amigo que realmente quisieras ser.
    • O tal vez te sientas atrapado en un empleo de mando medio, sin esperanzas de ascender, aunque la ambición sea un valor fundamental para ti. En este caso, descubrir tu verdadero potencial podría implicar un cambio de carrera hacia algo más retador y que te brinde nuevas formas de desarrollarte.
  5. Visualiza a la persona que quisieras ser. Reflexiona sobre qué significa para ti descubrir tu verdadero potencial: ¿una forma de ser?; ¿alcanzar cierto nivel de ingresos?; ¿dominar el violín? Casi toda la gente tiene definiciones distintas de potencial. Es importante que tengas una idea sobre qué significa potencial para ti. “El mejor yo posible” es un ejercicio, respaldado por investigaciones, que te permitirá averiguar qué es lo más importante para ti.
    • Para empezar, imagina has recibido el poder de hacer que tus esperanzas y sueños más profundos se hagan realidad en el futuro: ¿cómo sería tu vida en ese futuro?, ¿qué harías?, ¿con quién estarías?, ¿cómo te sentirías? Imagínatelo con el mayor detalle posible. Por ejemplo, si te ves como alguien que acaba de inaugurar su propia panadería, piensa en dónde estaría ubicada, cuántos empleados tendría, qué pensaría la gente acerca de tu negocio, y cómo te sentirías al ser tu propio jefe.
    • Analiza qué fortalezas de carácter y habilidades ha utilizado tu yo del futuro para llegar a ese punto. Por ejemplo, si fueras dueño de tu propia panadería, tendrías algunos conocimientos de negocios, serías bueno con las personas, estarías automotivado, tendrías una ética laboral sólida, tendrías habilidades para la panificación, etc.
    • Piensa en cuáles de estas fortalezas y habilidades ya posees y en cuáles deberías desarrollar más. Por ejemplo, aunque seas un panadero excelente y estés dispuesto a trabajar duro, quizá no tengas ni idea de lo que se necesita para comenzar un pequeño negocio.
    • Decide cómo podrías desarrollar las áreas que identificaste. En el caso del ejemplo, podrías conseguir orientación leyendo algunos libros de negocios, hablando con los propietarios de otros pequeños negocios y visitando alguna página web sobre administración de pequeñas empresas.
    • A medida que aprendas más sobre ti mismo, no habrá problemas si cambias de opinión. Da un paso atrás y cuestiónate por qué tienes esa versión particular de lo que sería tu potencial máximo y si es factible o no. Si no lo piensas por lo menos, podrías perder la oportunidad de redefinir tu potencial, así como toda la alegría y el sentido que conlleva hacerlo.
  6. Sé paciente y amable contigo mismo. Descubrir tu verdadero potencial tomará tiempo y esfuerzo; más importante aún: requiere autocompasión. Reconoce tus fortalezas y habilidades, así como las áreas en las que necesitas desarrollarte. Respeta los esfuerzos que hagas diariamente para descubrir tu verdadero potencial.

Desafiar las trampas más comunes del pensamiento

  1. Identifica y combate la generalización. La generalización se da cuando tomas una experiencia y la aplicas a todo. La generalización podría evitar que descubras tu verdadero potencial, ya que tenderás a ser absoluto respecto a ti mismo: si generalizas no te sentirás solo como una persona que comete errores, sino como un “fracaso”. Si creyeses eso, ¿podrías sentirte motivado para descubrir tu verdadero potencial?
    • Por ejemplo, quizá estés trabajando en un gran invento tecnológico, pero aún no has tenido resultados. Si ya lo intentaste en siete ocasiones y fracasaste en todas, podrías generalizar y decir: "nunca lograré que esto funcione porque soy un perdedor".
    • Una manera mejor de manejarlo sería pensar: "no importa que este experimento no haya funcionado, porque ahora que tengo más información sobre lo que no funciona y podré intentar algo distinto que tal vez sí resulte". Tú no eres un fracaso, eres una persona que aprende de sus errores y que puede seguir desarrollándose.
  2. Reconoce y enfrenta tus filtros mentales. Esta distorsión podría frenarte ya que distorsiona el enfoque. Cuando piensas sesgadamente, ignoras los aspectos positivos de una situación y te concentras en los negativos.
    • Por ejemplo, si obtuvieras un siete en el ensayo que escribiste en la escuela, solo podrías enfocarte en las tres cosas que el profesor dijo que debías mejorar e ignorarías lo demás.
    • Trata de ver la situación como lo haría un extraño. Intenta hacer una lista de los hechos, con la mayor objetividad posible. En este caso, podrías recordar que de los diez comentarios que te hizo el profesor, siete eran elogios. Las tres observaciones eran cosas en las que podías trabajar. Los comentarios negativos no afectaron los positivos.
  3. Vigila los pensamientos del tipo "todo o nada". Generalmente, esta clase de pensamiento absoluto anula el logro, ya que ningún logro es perfecto. El pensamiento absoluto no acepta términos medios: tu esfuerzo o será perfecto o será un fracaso.
    • Por ejemplo, si quisieras dominar el violín, el pensamiento absoluto no te permitiría conformarte con algo menos que la perfección. No habría espacio para que celebres tus progresos a medida tu interpretación mejorara; solo te juzgarías por todos los errores que cometieses en el proceso.
    • En vez de ello, recuerda que la perfección es un estándar irreal que nadie puede satisfacer. Ni una experiencia negativa ni un error anulan tu progreso. Sé generoso contigo mismo y con los demás.
  4. Para en seco los pensamientos catastróficos. El catastrofismo es otra distorsión del pensamiento que podría evitar que descubras tu verdadero potencial. El catastrofismo causa que tus pensamientos caigan en una espiral sin control, ya que esperas que pase lo peor. Eso te atemorizaría tanto que impediría que te arriesgues lo suficiente como para tener verdadero éxito.
    • Por ejemplo, para descubrir tu verdadero potencial quizá sea mejor que terminaras una relación infeliz; sin embargo, tal vez te preguntes qué pasaría si nunca más consiguieses a alguien a quien amar. Quizá creas que terminarías solitario e infeliz por el resto de tu vida o que morirías solo en un departamento en el que nadie te visitaría y que tus gatos se comerían tu cuerpo.
    • Una manera de enfrentar el catastrofismo es buscar evidencia que sustente cada uno de tus "supuestos" ¿Sería realmente posible que nunca más consiguieses a alguien a quien amar? No, hay miles de millones de personas en el mundo, así que hay más de una posibilidad de que encuentres a una persona con la cual ser feliz. ¿Si vivieses solo, realmente crees que siempre sería así y que terminarías devorado por tus gatos? No. Mucha gente vive sola y aun así su vida social es plena y gratificante.
  5. Detén los "debería". Esta distorsión del pensamiento causa que te sientas como si tuvieras que vivir de acuerdo a los estándares de los demás. Pensar así podría evitar que descubras tu verdadero potencial, ya que tus acciones se basarán en lo que creas que "deberías" hacer y no en lo que sientas que es correcto hacer.
    • Por ejemplo, tal vez te hayan dicho que "deberías" tener hijos a cierta edad. Quizá sientas que has fracasado porque ya cumpliste esa edad y todavía no has tenido hijos. Pero, piensa si realmente deseas tener hijos o si los quieres tener precisamente ahora. ¿Acaso estás permitiendo que el "debería" te haga sentir mal contigo mismo? Los "deberías" de los demás no importarán mientras vivas de acuerdo a tus valores.
    • Cuando te encuentres pensando en cosas que impliquen “debería” o “tendría que”, fíjate de dónde vienen esos pensamientos. Si te das cuenta de que provienen del miedo o de la presión de alguien más, recházalos. Por ejemplo, si crees que "no deberías" comer una galleta hoy porque tienes que bajar de peso, pregúntate si lo piensas porque el médico ha dicho que sería bueno para tu salud que perdieras peso o si es porque te sientes presionado por los estándares sociales. En el primer caso, replantéatelo como una meta positiva: "no me voy a comer esa galleta hoy porque estoy tratando de mejorar mi salud". En el segundo caso, sé bondadoso contigo mismo: "me voy a comer esa galleta porque me amo tal como soy y no necesito satisfacer las expectativas de nadie más”.

Dar un sentido concreto a tus metas

  1. Haz una lista de tus metas. Una vez que hayas visualizado qué clase de persona quisieras ser, será momento de que descubras cómo convertirte en ese ideal. Para cumplir esta gran tarea, te ayudaría mucho descomponerla en partes más digeribles, manejables y concretas. El truco para establecer tus metas personales es asegurarte de que sean significativas para ti y descomponerlas en cosas que realmente puedas cumplir.
    • Por ejemplo, si descubrir tu potencial implicase dominar el violín, esa sería la meta general. Para cumplirla, tendrías que descomponerla en objetivos (acciones que podrías adoptar) y tareas (pequeñas cosas específicas que podrías hacer).
    • Entonces, si tu objetivo fuese dominar el violín, tus objetivos podrían ser: aprender el vibrato, estudiar las obras de varios compositores y tomar lecciones.
    • Cuando dividas estos objetivos, asígnate algunas tareas. Si divides "tomar lecciones" en tareas, eso podría significar que tengas que buscar un profesor de violín en tu área, decidir cómo pagarías las lecciones, comprar un violín, etc.
  2. Organiza tus metas de acuerdo a su importancia. Descubre cuáles metas son las más importantes para ti. ¿Qué objetivos te entusiasmaría cumplir en primer lugar? ¿Según tu disponibilidad actual de tiempo y de recursos financieros o de otro tipo, cuáles serían alcanzables? ¿Hay metas que debas cumplir antes que otras? Enfocarte en mejorar una o dos áreas evitará que te sientas agobiado. Si estás agobiado quizá sientas la tentación de desistir de tus metas, ya que creerás que no puedes alcanzarlas.
    • Por ejemplo, si para ti dominar el violín significa aprender el vibrato, todas las melodías de Vivaldi y a afinar el violín, quizá puedas hacer que aprender a afinar el violín sea tu objetivo más importante, seguido de aprender el vibrato y después aprender todas las melodías de Vivaldi.
    • En algunos casos tendrás que cumplir algunos objetivos para que puedas enfrentar a los demás. Ya que dominar el vibrato es necesario para interpretar las melodías de Vivaldi, tendrás que aprender esta técnica antes que poder interpretar plenamente a Vivaldi.
    • Cuando empieces, asegúrate de colocar un objetivo fácil de alcanzar al principio de la lista para que el éxito temprano contribuya a mantenerte motivado.
    • Por ejemplo, aprender a afinar el violín es más sencillo que aprender a tocar una melodía de Vivaldi; por ello, ese podría ser tu primer objetivo. Además, saber afinar el violín te ayudaría a aprender a tocarlo mejor (ya que estaría correctamente afinado cuando lo toques).
  3. Crea una lista de objetivos "prácticos". Cuando hayas organizado tu lista de metas de acuerdo a su importancia, elige las más importantes (dos o tres) y crea una lista de tareas u objetivos diarios que te ayuden a alcanzar, con el transcurso del tiempo, tus metas más generales. Practicar ejercicios de vibrato y aprender algunas piezas de Vivaldi serían ejemplos de objetivos.
    • Asegúrate de no dedicarte a demasiados objetivos al mismo tiempo o tus metas entrarán en conflicto, ya que competirían por tu tiempo y terminarías siendo menos productivo.
    • Divide estos objetivos en tareas más pequeñas. Una tarea es algo pequeño y específico que puedes hacer para lograr tu objetivo. Por ejemplo, practicar diariamente ejercicios de vibrato durante 15 minutos o practicar 10 barras de una pieza de Vivaldi durante 30 minutos (hasta que sientas que las has dominado y puedas pasar a las siguientes diez barras) serían ejemplos de tareas.
  4. Cumple tus objetivos. Ten una lista de tus tareas diarias y diariamente tacha aquellas que hayas terminado. Repite este proceso hasta que hayas cumplido el objetivo y luego remplázalo por otro en la lista.
    • Por ejemplo, cada vez que practiques una pieza, táchala de tu lista de tareas diarias. Cuando domines esa pieza, será el momento de añadir una tarea nueva a la lista.

Perfeccionar tu manera de pensar

  1. Adopta una actitud de crecimiento. Cree en que puedes esforzarte para mejorar tus capacidades y el nivel de tus habilidades. Acepta los errores y las críticas y aprende de ellos. No creas que las capacidades son inamovibles o inalterables. Tener una actitud de crecimiento te conducirá a mejorar tu motivación y desempeño en diversos contextos.
    • Replantea el "fracaso" como una experiencia de aprendizaje. Cuando busques descubrir tu potencial, indudablemente cometerás errores y tendrás retrocesos. Sin embargo, fíjate en lo que puedas aprender de esas experiencias para que en el futuro evites que detengan tu progreso.
    • Por ejemplo, si quisieras descubrir tu potencial y convertirte en "escritor", tendrías que aceptar que se deben superar muchos retos para lograrlo. No te rindas ante ellos. Por ejemplo, si rechazan tu novela no lo tomes como una prueba de que eres un fracaso ni dejes de perseguir tu meta. A muchos de los más grandes escritores del siglo veinte los rechazaron, varias veces, al inicio. Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell, fue rechazada treinta y ocho veces y Dune, de Frank Herbert, veintitrés veces. El primer libro de Harry Poter, de J. K. Rowling, fue rechazado doce veces. Finalmente, estos autores tuvieron éxito porque poseían una actitud de crecimiento y porque perfeccionaron constantemente sus trabajos, hasta que los aceptaron.
  2. Piensa de manera realista. Es importante que entiendas que no descubrirás todo tu potencial de un día para el otro. Ten expectativas realistas. Por ejemplo, si algún día quisieras ser presidente de tu país, eso no sucedería en pocos meses o incluso años. Tendrías que postular a algún cargo público más modesto, ser senador o representante durante algunos años y reunir una gran cantidad de fondos para tu campaña, incluso antes participar en la elección. Eso no significa que no debas fijarte metas altas, significa que debes ser realista en tu enfoque y mantener expectativas viables mientras trabajes en ellas.
    • Enfocarte en objetivos y tareas pequeñas mientras trabajas en tus metas generales te ayudará a mantenerte motivado y con energías. Podrás tachar las cosas pequeñas de tu lista mientras trabajas en tus metas generales.
    • Piénsalo de este modo: si decidieras que escalar en monte Everest te permitiría descubrir todo tu potencial, no irías e intentarías escalarlo al día siguiente (esa sería la receta para un desastre inmediato). Antes de poner un pie en la montaña tendrías que ponerte en forma, recoger tus aparejos, practicar y entrenar rigurosamente, y encontrar un buen guía.
  3. Sé optimista. Mientras trabajas duro para alcanzar tus metas, piensa en tus progresos con optimismo. Ser optimista te ayudará a mantenerte enfocado mientras descubres tu potencial.
    • Controla tus pensamientos. Cuando hables contigo mismo acerca de cuánto has progresado en el logro de tus objetivos, fíjate si eres optimista o pesimista.
    • Si te dieras cuenta de que dices cosas como "esto nunca funcionará", procura ser más optimista y racional y di: "si otros lo han logrado, yo también podría hacerlo" (si fuera tu verdadero objetivo) o "¡me voy a divertir mucho intentándolo!".
    • Algunos estudios han demostrado que los pensamientos positivos, incluso, afectan físicamente al cerebro. Ser optimista estimula partes del cerebro asociadas con la imaginación, la motivación, la empatía y la "visión global".
  4. Inspírate observando a otras personas. Fíjate en aquellas personas que, en tu opinión, hayan descubierto todo su potencial o que sean el tipo de persona que quisieras ser. Observa de qué manera se comportan y cómo piensan, y adopta los aspectos que te agraden más. La inspiración que te den contribuirá a que descubras tu propio potencial.
    • Si puedes, habla con esos modelos a seguir sobre cómo llegaron a estar donde están. Por ejemplo, si tu sueño es ser dueño de un pequeño negocio, conversa con los propietarios de otros negocios. Pregúntales cómo lo lograron y qué competencias y fortalezas utilizaron para lograr sus metas.
    • Procura no idealizar a tus modelos. Es fácil hacerlo, especialmente cuando se trate de personas a las que nunca hayas conocido, como las celebridades y los atletas. Si bien puedes inspirarte en su éxito, recuerda que, por lo general, no verás los errores y contratiempos que estas personas afrontaron. No los imagines tan perfectos que te hagan pensar que tú no lo eres.
  5. Hazte responsable de ti mismo y de tus actos. Descubrir o no tu potencial es tu responsabilidad. En vez de buscar pretextos sobre por qué tropezaste con algo, piensa productivamente sobre cómo podrías superar o evitar ese obstáculo en tu camino hacia el descubrimiento de tu potential.
    • El locus de control es una emoción que determina cómo interpretas lo que acontece en tu vida. El locus de control externo hace que responsabilices a otras personas por lo que te pasa. Dependerías de un locus de control externo si, por ejemplo, desaprobaras un examen y culpases al profesor por hacer preguntas demasiado difíciles. Esa manera de pensar retrasaría el descubrimiento de todo tu potencial porque siempre estarías atribuyéndole la responsabilidad a algo o a alguien más.
    • Si el locus de control fuese interno, aceptarías que tienes un control parcial sobre las cosas que pasan. Si bien no puedes controlar el resultado de tus acciones, sí puedes controlar tus acciones. Por ejemplo, si desaprobases un examen y reconocieras que podrías haber estudiado un poco más en lugar de salir con tus amigos, eso sería usar un locus de control interno. Esa manera de pensar te ayudaría a avanzar porque te responsabilizarías por tus decisiones, tanto de las buenas como de las malas.

Perseverar frente a la adversidad

  1. Demuestra tus agallas. Alcanzar tus metas no será fácil. En tiempos difíciles, conserva la pasión por tus metas y sigue trabajando para alcanzarlas. Las personas corajudas tienen más probabilidades de éxito porque su pasión los alimenta y porque no ceden ni se dan por vencidos.
    • Si estuvieses perdiendo la pasión, recuerda por qué es importante para ti descubrir todo tu potencial y por qué inicialmente sentías pasión por alcanzar tus metas. Pregúntate cuáles serían los efectos positivos que tendría en ti y en los otros el descubrimiento de tu potencial.
  2. Ten paciencia y no te desanimes. Se necesitan muchas horas de práctica para convertirse en experto en algo. El descubrimiento de todo tu potencial podría demandar incluso más tiempo. Si bien ciertos estudios han cuestionado recientemente la regla de las "diez mil horas", lo cierto es que no serás experto en nada sin trabajo y práctica constante. En lugar de pensar solo en la meta final, céntrate en tus progresos diarios o semanales.
    • Para no desanimarte, piensa en personas como Henry Ford o el Dr. Seuss. Ambos enfrentaron fracasos y dificultades al principio, pero insistieron y alcanzaron sus metas.
    • Para tener paciencia, recuerda que el descubrimiento de tu potencial es un proceso largo y que la meta final no es lo único importante. Si te desanimas o te impacientas, trata de tomarte un tiempo para descansar. Si te tomas un descanso, tal vez seas más productivo de lo que hubieras sido si seguías trabajando, con tus capacidades disminuidas, mientras lidiabas con el agotamiento.
  3. Combate el miedo. Evita preocuparte demasiado por el fracaso. "Fracasar" supone no tener éxito nunca y dice algo de ti como persona. Eso no es cierto. En su lugar, adopta la idea de que puedes aprender de tus errores. El éxito a menudo sobreviene tras varios intentos. Podrías alcanzar el éxito tras intentarlo veinte o incluso cien veces.
    • Fíjate en el ejemplo del inventor Myshkin Ingawale, quien trató de desarrollar tecnología que ayudara a reducir la tasa de mortalidad materna en la India rural. Le tomó treinta y dos intentos y treinta y dos fracasos lograr su objetivo, pero ahora esa tecnología ha reducido a la mitad la tasa de mortalidad de la población objetivo.
    • Pregúntate qué es lo peor que podría pasar si no alcanzas tu meta. Es muy probable que el resultado del fracaso no sea tan malo. Así que, ¿a qué le temes? De hecho, la gente suele sobrestimar lo mal que se sentirían si no alcanzaran una meta; tenlo en mente si te preocupa fracasar en tus intentos.
  4. Enorgullécete de tus logros. Estás esforzándote para ser una persona mejor y tienes que estar orgulloso por eso. Cuando estés en apuros, tómate un tiempo para enorgullecerte por lo duro que has trabajado y por el progreso que has hecho en el descubrimiento de tu potencial; si lo haces, es probable que te recompongas rápidamente y que perseveres a pesar de los momentos difíciles que encuentres en el camino.
    • Si te es difícil enorgullecerte por tus propios logros, trata de escribirte una carta a ti mismo, como si estuvieras escribiéndole a un amigo. Imagina que tu amigo ha hecho el mismo trabajo que tú, ¿no estarías orgullosa de él? Probablemente le darías ánimos para que siga adelante y le dirías que está haciendo un gran trabajo. ¿Por qué te tratarías tú con menos amabilidad?
  5. Apóyate en otros. Tu familia así como tus amigos y conocidos podrían ayudarte a contrarrestar la tensión que quizá surja cuando luches por alcanzar sus metas, ya que incrementarán tu bienestar y tu sentido de pertenencia.
    • Los seres humanos podemos "pescar" emociones tal y como lo hacemos con los resfriados. Rodéate de personas positivas y que estén trabajando en sus propias metas. Su ambición y positividad te contagiarán.

Consejos

  • No te rindas fácilmente, pero sé flexible para cambiar tus metas a medida que aprendas más sobre ti mismo.
  • Perfecciónate paso a paso y fíjate metas realistas.
  • No te desanimes muy fácilmente. La perseverancia, la paciencia y el tener presentes tus avances progresivos mantendrán el desaliento a raya. Recuerda que las mejores cosas de la vida toman tiempo.

Advertencias

  • Cuando sientas que te cuesta descubrir tu potencial, no decaigas. En vez de ello, respira y concéntrate en otros aspectos de tu vida, como disfrutar de un tiempo para estar completamente presente en ese momento.
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