Cómo aprovechar mejor el tiempo en Internet

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Internet es una herramienta increíblemente útil, pero puede transformarse rápidamente en un agujero negro para la productividad. En el mundo actual, muchas personas necesitan usar Internet a diario para su trabajo, tareas de la escuela o para conectarse con amigos o familiares, pero también es normal usarlo como medio de distracción, muchas veces sin intenciones de hacerlo. Si bien para la mayoría de las personas dejar Internet no es una opción, es posible mejorar los hábitos y aprovechar mejor el tiempo que pasas en línea.

Tomar conciencia de tus hábitos actuales en el uso de Internet

  1. Crea un registro de actividad de Internet. Si muchas veces te preguntas "¿A dónde se va todo mi tiempo?", esta es una excelente forma de averiguarlo. Durante una semana, escribe todo lo que haces en Internet. Los sitios web que visitas, cuánto tiempo pasas en cada uno, qué tan a menudo actualizas o refrescas las páginas, cada vez que haces clic en los enlaces de una página, etc. A menudo, los hábitos en los que se desperdicia más tiempo, son cosas que las personas hacen inconscientemente.
    • Asegúrate de incluir el tiempo que pasas usando la red con tu teléfono inteligente u otros dispositivos portátiles. ¡Si eres de esas personas que pasan mucho tiempo viajando, la mayoría de las veces ese es el momento en el que pasas más horas conectado a Internet!
  2. Identifica las áreas de tu problema. Revisar el correo electrónico o actualizar la sección de noticias de Twitter cada cinco minutos es un impulso que evita que te concentres en tareas más largas. Si el documento que estás investigando te cansó o te aburrió, puedes pensar que no hay nada de malo en tomarte un descanso de 10 segundos y ver si hay algo más interesante en otra pestaña. Sin embargo, el problema es que todos esos pequeños recreos más el tiempo que tardas en volver a concentrarte y poner atención otra vez en lo que estabas haciendo, realmente suma. Los hábitos particulares varían según la persona, pero algunos de los ejemplos más comunes son:
    • ¿Revisas tu correo electrónico unas cincuenta veces por día?
    • ¿Pasas una importante cantidad de horas visitando blogs o sitios web de chismes de celebridades?
    • Tal vez continúas conectado en el Chat de Google o en Facebook Messenger mientras estás haciendo otras cosas e interrumpes lo que estás haciendo mirando el chat o cuando te escribe un amigo.
    • O quizá notes que después de 30 minutos de mucha concentración en lo que estás haciendo, aparece un "antojo" muy grande y repentino de ver si a alguien "le gusta" tu nueva foto de perfil de Facebook y luego te quedas hechizado mirando las noticias durante una hora o más.
  3. Aprende qué es la dopamina. Tal vez te suene un poco exagerado si un amigo te dice algo como "¡Soy completamente adicto a mi iPhone!", pero en realidad hay algo de ciencia detrás de todo esto. La dependencia en la tecnología verdaderamente está cambiando la forma en la que trabaja el cerebro. Es muy similar a los cambios que provocan otras adicciones como las drogas, el alcohol o las apuestas.
    • El culpable es un químico del cerebro llamado dopamina, que se encarga de controlar los estados de ánimo, la motivación y el sentido de la recompensa.
    • Cada vez que escuchas el sonido de una notificación de Facebook Messenger, se libera en tu cerebro una pequeña dosis de dopamina y hace que sientas la necesidad de ver de qué se trata.
    • La adicción a la dopamina es un ciclo sin fin. Ese breve aumento de dopamina es provocado por la ansiedad, o esa necesidad de conocer lo desconocido. ¿De quién será el mensaje? Generalmente la urgencia por averiguarlo es mayor a la satisfacción que se siente al leer el mensaje, lo cual deja un sentimiento de desilusión y más ganas de recibir otra dosis de dopamina.
    • Si bien la dependencia en la tecnología se está transformando en algo cada vez más común en el mundo actual, no tienes que transformarte en un esclavo de tus receptores de dopamina. Con un poco de atención y dedicación, puedes entrenarte para ser capaz de resistir ese ciclo eternamente insatisfactorio e improductivo.
  4. Toma la decisión de hacer los cambios necesarios. Para muchas personas, puede ser muy difícil "desaprender" los hábitos preexistentes. Especialmente al principio.
    • Ten en cuenta que la mayoría de estos cambios implicarán restringirte cosas que te hacen sentir comodidad o placer.
    • No sería nada raro que incluso sientas síntomas de abstinencia cuando comiences a cambiar tu comportamiento respecto al uso de Internet, dada esta disminución en la producción de dopamina.
    • Ten en cuenta que esta sensación de insatisfacción será solo temporal, y que estás en camino a ser una persona más feliz, más saludable y más productiva.

Prepararte para lograrlo

  1. Organiza tu espacio de trabajo. Es increíble cuanto lugar liberas en tu cerebro solo por deshacerte de las distracciones visuales de tu espacio de trabajo. Si tienes una pila de papeles suplicándote que los ordenes, o platos sucios esparcidos por doquier, es más difícil que te concentres en la tarea que tienes que hacer. Intenta mantener tu escritorio (o área de trabajo) libre de todo lo que no tenga que ver con tus proyectos actuales y elementos de uso diario.
  2. Ordena el escritorio de tu computadora. Asegúrate de mantener tus archivos organizados en carpetas y no desparramados por toda la pantalla. Guarda los sitios web que visites con frecuencia en los marcadores. De este modo ahorrarás el tiempo que pasas buscando las cosas que necesitas y evitarás distraerte con cosas que llamen tu atención durante el proceso de búsqueda.
  3. Haz una lista de todo lo que necesitas hacer en Internet antes de abrir el navegador. ¿Tienes muchas ganas de escuchar una canción? ¿Necesitas ver opiniones de restaurantes para ver dónde llevar a tu madre para su cumpleaños? ¿Necesitas investigar costos para un proyecto de remodelaciones en tu hogar?
    • Esto es algo que debes hacer durante todo el día, todos los días, a medida que vayan apareciendo ideas en tu cabeza.
    • El hecho de tener una lista de cosas para hacer en Internet te ayudará a tener claro tu propósito y recordarte los objetivos de mejora en la administración de tiempo que tienes a largo plazo.
  4. Determina en qué momento del día eres más productivo. Algunas personas tienen una mayor capacidad de atención durante las primeras horas de la mañana. Otras, no alcanzan el nivel máximo hasta la mitad de la noche. Si tienes algo de flexibilidad en tu agenda diaria, intenta dejar el tiempo de Internet para cuando estés más despierto, con energía y puedas pensar con mayor claridad.
  5. Planifica hacer más cosas en menos tiempo. La eficacia en el uso de Internet puede significar algo diferente en cada persona, dependiendo de su carrera, sus intereses y otros factores que tienen que ver con el estilo de vida. Algunas personas necesitan estar conectadas todos los días por su trabajo, mientras que otras usan Internet principalmente durante la noche, como una forma de distraerse.
    • Todas las personas pueden establecer distintos objetivos para mejorar su administración de tiempo en Internet, sin embargo, lo importante es lograr hacer cada vez más cosas en menos tiempo en línea.

Implementar los cambios

  1. Minimiza el tiempo que pasas frente a la pantalla. En otras palabras, el simple hecho de intentar pasar menos tiempo en Internet es un buen comienzo. A pesar de que pueda sonar contradictorio, las personas tienden a ser más productivas cuando tienen menos tiempo para hacer algo.
  2. Evita hacer muchas tareas al mismo tiempo. Si bien puede parecer más productivo hacer dos o tres cosas al mismo tiempo, en realidad a largo plazo puede ser contraproducente ya que no te permite concentrarte completamente en lo que estás haciendo. Intercambiar ventanas una y otra vez en internet para hacer las cosas más interesantes puede ser muy tentador, pero debes intentar apegarte a lo que dice la lista de cosas para hacer en Internet y no empezar con una tarea hasta que hayas terminado la anterior.
  3. Haz todo lo que puedas sin conexión. Si necesitas leer un documento que tiene más de una página, por ejemplo un artículo o una propuesta, comprueba si se puede descargar y léelo con el navegador cerrado. Si necesitas escribir una respuesta larga a través de un correo electrónico, intenta redactarla en Microsoft Word.
    • Así no tendrás tantas distracciones, evitarás meterte en un agujero negro de hipervínculos y no recibirás esas notificaciones que inevitablemente llegan todo el tiempo.
  4. Restringe el tiempo que pasas en las redes sociales. Muchas veces vas a tener que ser duro contigo mismo al respecto, ya que estos sitios web no solo son un agujero negro para la productividad sino que además son muy adictivos.
    • Tal como se explicó en la sección anterior, la dopamina se libera en situaciones de ansiedad ante lo desconocido y los sitios de redes sociales nunca son estáticos. Siempre van cambiando a medida que las personas actualizan sus estados, suben fotos, presionan el botón "me gusta", etc., y en realidad nunca nada es tan interesante como pensamos que es.
    • Si tienes que visitar sitios como Facebook, Twitter, Pinterest, etc., hazlo pero a conciencia y ponte un límite estricto de tiempo. Intenta usar un temporizador de cocina para controlarte.
    • Es importante desconectarse y cerrar estos sitios web en vez de mantenerlos abiertos en otras pestañas o ventanas. Mientras más fácil sea acceder a algo, más tentador resultará.
  5. Aprende a hacer un buen uso del correo electrónico. Intenta revisar tu bandeja de entrada solo tres veces por día: una vez a la mañana, otra vez cerca de la hora del almuerzo y otra vez más a la noche. Si bien el correo electrónico es una herramienta necesaria, puede ser tan nocivo como las redes sociales si estás revisándolo todo el tiempo o actualizando constantemente la página.
    • Asegúrate de eliminar, archivar o responder todos los correos nuevos cada vez que te sientes a revisar tu cuenta. Esto no solo te permitirá ahorrar tiempo en el largo plazo sino que además te dará un mayor sentido de cumplimiento con tus responsabilidades ya que podrás mantenerte al día con la correspondencia electrónica.
  6. Busca ayuda externa para aprender a controlarte. Si tienes problemas para cumplir con las restricciones que tú mismo te impusiste, ¡no eres el único! A la mayoría de personas les resulta muy difícil aprender a manejar eficientemente el tiempo que pasan en Internet. Son tantas las personas que tienen este problema que, de hecho, ya existen aplicaciones descargables que te ayudan a lidiar con este tema. Aquí tienes algunos ejemplos:
    • RescueTime es una aplicación que evita que puedas entrar a ciertos sitios web durante más de un período de tiempo determinado. Imagina que vas a escribir un documento acerca de distintos tipos de formaciones de nubes: esta aplicación te permitirá acceder a Google y al sitio web del servicio meteorológico nacional al cual te dirige Google, pero no podrás acceder a Gmail, Facebook, Twitter, YouTube, Buzzfeed ni a otros sitios web tentadores que te harían perder la concentración. También sirve para hacer un seguimiento de tus hábitos diarios de Internet, lo cual te da la posibilidad de saber cuánto tiempo pasas en tu cuenta de correo electrónico, en Skype, en wikiHow, etc. Existen muchas otras aplicaciones disponibles que te permiten bloquear ciertos sitios de Internet. Todas tienen parámetros y características más o menos parecidas. ¡Busca la que mejor se adapte a tus necesidades!
    • Email Game convierte la tarea de revisar el correo electrónico en un juego de tiempo. ¡Mientras más rápido limpies tu buzón de entrada, más puntos ganarás!
    • Pocket te permite guardar los sitios web que visitas para verlos de forma rápida y conveniente. Si estás leyendo un artículo que incluye un atractivo enlace hacia otro artículo, puedes guardar ese enlace, o todo lo demás y revisarlo más tarde.
    • focus@will es una aplicación que usa la ciencia del cerebro y música relajante para ayudarte a mejorar el tiempo de atención y productividad. Ayuda a sentir menos impulsos de buscar una distracción fácil.
  7. Evalúa la posibilidad de deshacerte de la conexión a Internet de tu casa. Si bien puede parecer una medida un poco extrema para algunos, definitivamente te forzará a planificar mejor el uso de Internet, obligándote a hacer un uso más productivo de tu tiempo en línea. Si tienes problemas para controlarte, esta puede ser la medida que necesitas.
    • El hecho de usar Internet con otras personas a tu alrededor, muchas veces ayuda a tomar conciencia de los malos hábitos. Si estás sentado al lado de la ventana de un café donde todo el tiempo pasan personas que podrían mirar la pantalla, es menos probable que navegues inconscientemente por la página de Facebook de tu exnovio o exnovia, por ejemplo.
    • Si quieres probar este método pero no estás listo para comprometerte definitivamente a cancelar el servicio de Internet, prueba con dejar el router en la casa de un amigo por unos días.
    • Si vives con un compañero de cuarto o con tu pareja y no está de acuerdo con la idea de deshacerse de Internet, pídele que cambie la contraseña de WiFi.
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