Cómo prepararte para una mamografía

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Las mamografías contribuyen al diagnóstico temprano de cáncer de seno y reducen la cantidad de muertes por esta enfermedad. La mamografía es un estudio radiológico que, mediante imágenes de rayos X, detecta cualquier señal de neoplasia de seno. Las mamografías periódicas son una parte importante del cuidado preventivo de la salud femenina. De manera rutinaria, se hacen dos tipos de mamografías: la primera es la mamografía de detección, cuando no se sospecha de ningún problema o bulto en el pecho; la otra es la mamografía de diagnóstico, cuando el médico, o tú misma, tiene alguna sospecha respecto al seno. Durante la mamografía de diagnóstico se toman más imágenes. Una buena preparación antes de someterse a una mamografía puede contribuir a minimizar tanto el malestar físico como el estrés emocional que provoca el examen.

Tomar una decisión informada

  1. Antes de hacerte una mamografía, visita al médico. Aunque quizá no sea necesario, se recomienda que consultes con un médico para que te haga un examen clínico de los senos antes del examen. Las mamografías no detectan el 10 % de las neoplasias de seno que sí se pueden detectar clínicamente.
    • En muchos centros médicos en los que se hacen mamografías, se permite que las mujeres mayores de cuarenta años pidan una cita sin necesidad de que el médico las derive o les dé una orden.
    • Habla con el médico acerca de cualquier síntoma o signo que hayas notado en tus senos, como sensibilidad, secreción del pezón o algún bulto nuevo que hayas descubierto durante el autoexamen; también debes informarle si usas cualquier tipo de hormona. Conversa con el médico sobre tu historia clínica, específicamente sobre cualquier episodio personal o familiar de cáncer de seno. Luego, el galeno examinará tu pecho y buscará cualquier anormalidad.
    • Sigue los consejos del médico sobre cuáles son los signos, síntomas y antecedentes clínicos que deberás comunicarle al técnico en radiología que tome los rayos X el día de la mamografía.
    • Pide al médico que absuelva cualquier pregunta o preocupación que pudieras tener acerca del examen.
  2. Elige un centro de mamografías aprobado por las autoridades sanitarias. Ellas garantizarán que el centro cumpla con los estándares de calidad referenciales específicos respecto al equipo, el personal y las prácticas.
    • Busca en Internet algún centro que te quede cerca. Si estás en los Estados Unidos, en la página web de la FDA hay una base de datos de centros que hacen mamografías. Puedes comunicarte con alguna clínica local o con el departamento de salud y pedir sugerencias.
  3. Encuentra un centro de mamografías que tenga experiencia con los implantes mamarios. Las mujeres que tienen implantes mamarios pueden y deben hacerse mamografías periódicas. Los implantes mamarios pueden oscurecer el tejido e interferir con la visualización de anomalías, así como retrasar el diagnóstico del cáncer de seno.
    • El técnico quizá tome algunas radiografías adicionales para maximizar la visualización y tal vez trate de manipular el implante para alejarlo del tejido mamario.
    • Las contracturas capsulares o el tejido cicatricial alrededor de los implantes mamarios podrían provocar mucho dolor cuando la máquina comprima el seno o incluso podrían imposibilitar el procedimiento. Existe un riesgo de que los implantes se rompan. Avísale al técnico si te duele mucho.

Eliminar el estrés de mamografía

  1. Programa la mamografía para una fecha próxima a tu período menstrual. La mamografía implica una compresión gradual de los senos y estos estarán más sensibles antes y durante la menstruación. Si estás en la etapa premenopáusica pero aún menstruas, lo mejor será que te hagas el examen una semana después de que termine tu periodo.
  2. Obtén copias de cualquier mamografía que te hayas realizando antes y llévalas a la cita. Tú serás la responsable de que las copias estén en el centro el día de tu cita.
    • Un radiólogo acreditado analizará las imágenes de rayos X de tu pecho. Estos médicos están capacitados para evaluar los resultados de las mamografías y para sugerir un diagnóstico con base en lo que ven en las placas. El radiólogo comparará los resultados actuales con los anteriores para detectar anomalías nuevas o anomalías previas que hayan cambiado de tamaño o de apariencia. Esta comparación es esencial para determinar si algo de lo que aparece en la mamografía es un indicio de cáncer de seno.
    • Cuando pidas los resultados de tus mamografías en el centro donde te las hiciste previamente, hazlo con suficiente anticipación. Los resultados de las mamografías podrían ser placas de rayos X o imágenes digitales enviadas directamente a una computadora.. Quizá te puedan enviar electrónicamente las imágenes digitales, pero tienes que preguntar.
    • Si tus mamografías anteriores las hicieron en el mismo centro, solo díselo a técnico el mismo día de la cita y él se lo comunicará al radiólogo.
  3. Evita los alimentos y las bebidas que contengan cafeína, como el café, el té y las bebidas energizantes. La cafeína puede causar sensibilidad en los senos. Considera la posibilidad de abstenerte de consumir estos productos durante varios días o, incluso, durante las dos semanas previas a la cita.
  4. Toma algún analgésico de venta libre una hora antes del procedimiento. Durante la mamografía, será necesario que te compriman los senos; sin embargo, esto podría dolerte mucho. Toma medidas para minimizar las molestias que experimentarás.
    • El miedo al dolor o la ansiedad acerca de la mamografía no son razones suficientes para no hacerse el examen. Si estás muy ansiosa antes del examen, el médico podría administrarte algún ansiolítico.
    • Para tratar de aliviar estas molestias, podrías tomar algún medicamento que contenga acetaminofeno o ibuprofeno o una aspirina. No tomes ningún medicamento sin antes consultar con el médico.
    • También podrías tomar un analgésico después del examen. Si tomaste un medicamento antes de la mamografía, asegúrate de que haya transcurrido el tiempo sugerido antes de tomar la dosis siguiente.
    • La compresión del tejido mamario no es perjudicial. La extensión uniforme del tejido tiene algunas ventajas, ya que permite visualizar mejor cualquier anormalidad. La penetración en el tejido superior permite que se use menos radiación. Cuando el tejido se mantiene en su lugar, la borrosidad de las imágenes disminuye.
  5. No apliques ningún producto de aseo bajo los brazos o en los senos. Los productos como los desodorantes, los antitranspirantes, los polvos, las lociones, las cremas y los perfumes pueden interferir con la calidad de las imágenes de rayos X.
    • Los productos de aseo pueden tener partículas metálicas o contener calcio, lo cual generaría sombras en la radiografía que podrían confundirse con tejido mamario anormal o podrían ocultarlo. Evita tener que someterte a pruebas adicionales o la posibilidad de que no se te detecte oportunamente el cáncer de seno.
  6. Ponte una camisa y unos pantalones, unos pantalones cortos o una falda. Tendrás que desvestirte de la cintura para arriba y ponerte una bata con abertura en la parte delantera. Te será más fácil cambiarte si solo tienes que quitarte la camisa.
  7. Deja los collares en casa. Cualquier cosa alrededor del cuello interferirá con la obtención de imágenes claras de tus senos. No te arriesgues a que tus joyas se pierdan, o a que te las roben, por quitártelas antes del examen.
  8. Proporciona tu número de identificación y la información del seguro. Antes de que te hagan la mamografía, deberás registrarte. Este proceso consiste en confirmar tu identidad y la información del seguro. También tendrás que firmar unos papeles.
    • Pregunta a qué hora es tu cita y adónde debes acercarte. Planifica el tiempo que te tomará trasladarte hasta allá para que llegues temprano.
  9. Informa al técnico sobre la historia clínica relacionada con tus senos. La Sociedad Americana del Cáncer (ACS por sus siglas en inglés) recomienda compartir la historia personal o familiar de cáncer de seno y cualquier signo o síntoma, como bultos o secreciones. Considera los resultados de las mamografías previas como parte de esa historia.
    • Si le comentas los signos y síntomas específicos que tengas en el pecho, el técnico podría concentrarse en cualquier área sospechosa y comunicárselo al radiólogo. El técnico también le transmitirá cualquier información sobre tu historia personal o familiar de cáncer de seno.
  10. Informa al técnico sobre cualquier limitación física. La mamografía tardará unos treinta minutos. Durante ese tiempo, tendrás que pararte y cambiar de posición varias veces. El técnico solucionará cualquier limitación física.
    • Te pondrás de pie frente a la máquina de rayos X y el técnico colocará uno de tus senos en una plataforma que subirá o bajará para coincidir con tu altura. La posición correcta de los brazos, el torso y la cabeza es clave para obtener imágenes de rayos X de alta calidad. Por último, una placa de plástico transparente comprimirá gradualmente el seno. Una vez que la mama se comprima adecuadamente, tendrás que estar quieta y contener la respiración. El mismo proceso se repetirá con el otro seno.

Consejos

  • Haz seguimiento de los resultados de la mamografía. Pregunta en el tiempo cuánto tiempo se demoran normalmente para enviar los resultados al médico. Si el médico no te contacta, hazlo tú.
  • Verifica que te envíen los resultados después de enviárselos al médico. Es prudente llevar un registro de los resultados de todas las mamografías.
  • Discute las recomendaciones sobre cuál es el mejor momento para hacerse la mamografía, ya que estas varían según la fuente. Por ejemplo, las pautas del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos sugieren que las mujeres se hagan mamografías a partir de los cincuenta años y que repitan el examen cada dos años. La Sociedad Americana del Cáncer y otras organizaciones recomiendan empezar con las mamografías a los cuarenta años y hacerse la prueba anualmente a partir de entonces.
  • Si estás embarazada o crees estarlo, consulta con el médico antes de programar una mamografía. Las mujeres asintomáticas que estén embarazadas no deben someterse a una mamografía a menos que sean mayores de cuarenta años. A veces, las mujeres embarazadas que tienen síntomas o signos sospechosos en los senos se hacen mamografías. El médico hablará contigo acerca de los riesgos (efectos adversos para el feto) y beneficios (diagnóstico precoz de un cáncer de seno) para ayudarte a decidir. De acuerdo a la Sociedad Americana del Cáncer, es bastante seguro hacerse una mamografía durante el embarazo, porque no se utiliza mucha radiación y, además, esta se concentra en los senos. Podrían colocarte un mandil de plomo sobre el vientre.
  • El cáncer de seno es la neoplasia más común que se detecta durante el embarazo (una de cada tres mil mujeres); por lo tanto, cualquier molestia en el pecho durante esa etapa, como un bulto, se evaluará igual que si no estuvieras gestando.
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