Cómo almacenar vino

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El vino ha existido durante miles de años. Desde los antiguos romanos hasta los americanos modernos, esta bebida espléndida se disfruta en todo el mundo. Hoy en día, la mayoría de personas simplemente compran su vino en los supermercados locales, inconscientes de cómo almacenarlo adecuadamente para asegurarse de que dure el mayor tiempo posible.

Antes de abrir el vino

  1. Mantenlo en un lugar oscuro. Almacena todos los vinos lejos de la luz, especialmente de la luz solar directa y de los aparatos fluorescentes. Los rayos UV pueden hacer que el vino adquiera un aroma desagradable. Las botellas más oscuras están mejor protegidas y algunas tienen filtros UV incluidos en el vidrio, pero una cantidad suficientemente alta de rayos UV puede penetrar de todas formas y arruinar el vino. Si no puedes mantener una botella totalmente alejada de la luz, envuélvela ligeramente en un paño o simplemente colócala dentro de una caja. Si se expone a la luz ocasionalmente, asegúrate de que esta provenga de lámparas incandescentes o de vapor de sodio.
  2. Almacena las botellas de vino que tengan corcho horizontalmente. Si se almacenan verticalmente durante un tiempo prolongado, los corchos se secarán y, con el tiempo, el aire llegará al vino, arruinándolo. Si las almacenas con la etiqueta hacia arriba, será más fácil detectar cualquier sedimento que pueda haberse formado en el vino cuando las recojas.
  3. Mantén una temperatura constante. Si vas a almacenar el vino por un periodo prolongado (más de 1 año), es necesario refrigerarlo; incluso una bodega subterránea no es lo suficientemente fría.
    • La temperatura de almacenamiento del vino no debe superar los 24 °C (75 ˚F) durante periodos prolongados de tiempo, ya que a partir de este punto, comienza a oxidarse. Una temperatura ideal para almacenar una colección de diferentes vinos es 12°C (54°F). Dejar que la temperatura descienda por debajo de los 12 °C (54 °F) no arruinará el vino; solo retrasará el proceso de añejamiento. Sin embargo, un ambiente de almacenamiento que se encuentre entre los 20 y 22 °C (68 a 73 °F) es mucho más preferible que uno entre 7 a 18 °C (45 a 65 °F), aunque el primero se encuentra más cerca a los peligrosos 24 °C (75 °F). Los incrementos en la temperatura hacen que el vino se filtre a través del corcho mientras que los descensos provocan que el aire ingrese la botella.
    • La temperatura en un ambiente de almacenamiento de vino debe ser lo más constante posible. Todos los cambios deben ocurrir gradualmente. Mientras mayores sean los cambios de temperatura que sufre el vino, más prematuro será su envejecimiento. La temperatura nunca debe fluctuar en más de 1,5°C (3°F) al día y en 2,5°C (5°F) al año, especialmente en los vinos rojos, que sufren más problemas relacionados con la temperatura que los vinos blancos.
  4. No muevas el vino si es posible. De ser posible, almacena los vinos de una forma que no sea necesario moverlos para alcanzar una botella. Intenta no mover una botella una vez que está almacenada. Incluso las vibraciones producto del tráfico pesado, los motores o generadores pueden afectar de forma negativa al vino.
  5. Mantén la humedad en alrededor del 70%. La humedad alta evita que el corcho se seque y minimiza la evaporación. Sin embargo, tampoco permitas que aumente muy por encima del 70%, porque puede fomentar el crecimiento de moho y hacer que las etiquetas se aflojen. Puedes comprar un higrómetro para registrar las condiciones de humedad y emplear técnicas de humidificación o deshumidificación según sea necesario.
  6. Aísla el vino. Recuerda que el vino “respira”, así que no lo almacenes junto a algo que tenga un olor fuerte, ya que este penetrará a través del corcho y lo contaminará. La buena ventilación puede ayudar a evitar que los olores a humedad entren en contacto con el vino.
  7. Almacena el vino durante una cantidad de tiempo adecuada. No todos los vinos mejoran con el tiempo. Por lo general, los vinos del nuevo mundo y los baratos no mejorarán. Los vinos rojos pueden almacenarse y añejarse de 2 a 10 años. Sin embargo, esto depende del tipo de vino rojo y del equilibrio de su azúcar, ácidos y taninos. La mayoría de vinos blancos debe consumirse después de 2 o 3 años de almacenamiento (aunque los vinos blancos de Borgoña (Chardonnay) pueden añejarse por más de 20 años.)
  8. Ajusta la temperatura antes de servirlo. Diferentes vinos saben mejor a temperaturas ligeramente distintas, las que pueden variar de aquellas usadas para el almacenamiento. Justo antes de beber el vino, deja que la temperatura se eleve o descienda a la adecuada para servirlo:
    • Los vinos Rosé y los blancos secos: 8-14 °C (46-57 °F)
    • Vinos espumosos y champán: 6-8 °C (43-47 °F)
    • Vino tinto ligero: 13°C (55 °F)
    • Vinos tintos oscuros: 15-19°C (59-66 °F).

Después de abrir el vino

  1. Almacena un vino blanco abierto en una bodega o armario. Si no tienes ninguno de los dos, colócalo en el refrigerador. Por lo general, esto solo conservará a un vino abierto por tres a cinco días, aunque hay formas de asegurarte de que dure por más tiempo:
    • Minimiza su exposición al aire. Coloca el corcho bien ajustado. Si solo queda un poco de vino, intenta transferirlo a una botella más pequeña.
    • Mantelo alejado de cantidades excesivas de luz y calor. Si tienes varios refrigeradores, coloca tu vino en el que menos uses. Si solo tienes uno, intenta no dejar la puerta abierta por mucho tiempo.
    • Compra un decantador y una bomba de vino.
  2. Deja el vino tinto afuera. Mientras coloques el corcho en la botella y la pongas en un lugar oscuro, no tendrás que preocuparte por que se arruine durante unos días.
  3. Guarda los vinos de postres, como el Sauternes, el Oporto y el Jerez por más tiempo. Estos tipos de vino resisten la degradación por más de 3 a 5 días, aunque el tiempo exacto depende de cada vino en particular.

Alternativas de almacenamiento

Consejos

  • Si has dejado expuesto al vino y se ha echado a perder, no significa que sepa peor que uno almacenado; simplemente tiene un sabor distinto. No lo tires a la basura, servirá para usarlo en la cocina.
  • Si tiras el corcho pero aún te queda vino, asegura la entrada de la botella con un pedazo de plástico y una banda de goma ajustada.
  • Algunas empresas en los Estados Unidos pueden almacenar tus vinos a cambio de un pago; si posees una botella de vino rara o delicada que no planeas beber a corto plazo, probablemente lo mejor que puedes hacer es usar esta alternativa para almacenarlo.
  • Desarrollar deliberadamente el sabor de un vino con la edad al controlar las condiciones en las que se almacena es un arte y una ciencia que requiere mucho más conocimiento de lo que un simple artículo puede cubrir.
  • Algunos vinos están diseñados para tomarse frescos mientras que otros mejoran con el tiempo. Solo en el caso de este último es necesario preocuparte por el almacenamiento a largo plazo. Si quieres añejar un vino blanco, no lo coloques en el refrigerador. En ese caso es mejor utilizar una bodega o armario, o incluso simplemente un lugar oscuro y frío.
  • Habla con un experto en vinos de tu localidad que tenga su propia bodega. Averigua las recomendaciones o incluso pregúntale si puede guardar algunas de tus botellas en su bodega en caso de que no tengas espacio suficiente para almacenarlas.
  • Si planeas hacer tu propio vino, es mejor tener una bodega, especialmente si quieres venderlo.
  • Asegúrate de que el vino sea seguro, sin importar cómo decidas almacenarlo al final. Si solo lo vas a almacenar por un corto periodo, no hay problema, pero si esperas conservar una botella de vino por un tiempo con la finalidad de que añeje, cerciórate de hacerlo en un lugar seguro. En este caso, con “seguro” nos referimos a alejado de la luz, del calor, de cualquier persona que pueda beberlo y de que ocurra algún accidente que haga que la botella se rompa, se agriete o se caiga.
  • Las cajas de espuma donde se guardan las frutas y vegetales pueden servir como una unidad muy simple para almacenar vino. Almacénalas en la base de un armario ubicado en una planta baja, en la parte central de tu casa. También puedes colocar relleno de espuma para agregar una mayor protección. Si almacenas las cajas en un armario de ropa, incluso puedes colocar las prendas encima y alrededor de ellas. Esta no solo es una forma barata y simple de almacenar tus vinos (especialmente si los alquilas), ¡sino que también evita que asaltes tus provisiones continuamente dado que son poco accesibles!

Advertencias

  • Como siempre, bebe responsablemente.
  • No almacenes vino junto a comidas que puedan fermentarse (como quesos) o algo que pueda pudrirse (frutas y vegetales). El olor a moho puede ingresar al vino a través del corcho.
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