Cómo aprender karate

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La filosofía detrás del karate es amplia, compleja y proviene de miles de años de combate armado y desarmado. Las técnicas que se perfeccionaron hace cientos de años todavía se perfeccionan una y otra vez por cada nueva generación. El budismo, el taoísmo y el código de Bushido han desempeñado un rol en el desarrollo de la filosofía de las artes marciales. El karate en su forma moderna tiene 400 años de antigüedad y originalmente fue una rama del kung-fu chino. Lee este artículo para aprender lo básico de esta forma de arte.

Entrando en la zona

  1. Medita como mínimo durante cinco minutos. Despeja tu mente de todo pensamiento y concéntrate en inhalar por la nariz y exhalar por la boca. Las respiraciones profundas y firmes y una mente clara te prepararán para aprender karate. No hay límite de tiempo, pero meditar por lo menos cinco minutos despejará tus pensamientos lo suficiente como para que te concentres. Y sí, ¡la meditación definitivamente puede mejorar tus habilidades de pelea!
    • Olvídate de la escuela, trabajo, familia, problemas, ¡olvídate de todo! Visualízalos evaporándose en frente de tus ojos. Una vez que todo se haya ido, visualiza una habitación vacía y en el centro de ella, imagina una bola de fuego empezando a crecer de la nada. Esta llama intensa de fuego y energía representa cualquier cosa que esperas lograr al entrenarte en karate. Para el momento en que hayas terminado con tu meditación, la habitación debe estar totalmente envuelta por nada más que la llama.
  2. Haz calentamiento. Comienza por correr en tu lugar o alrededor de la cuadra durante unos cinco minutos y luego otros cinco minutos (o 20 repeticiones de cada uno) de flexiones, abdominales, (o ejercicios abdominales), levantamientos de piernas y planchas inversas.
    • El calentamiento es fundamental para la capacidad de tus músculos de hacer ejercicios. Si no los sueltas y preparas antes de empezar tu entrenamiento y estiramiento, entonces jugarán en contra tuya e incluso los movimientos más básicos serán difíciles de ejecutar correctamente.
  3. Estira durante 15 minutos. Estirar todos los músculos principales es esencial para tener un cuerpo suelto y ágil. Consigue un libro sobre estiramientos si no sabes qué ejercicios de estiramiento hacer. En karate, estirar las piernas es crucial para mantenerte libre de lesiones.
    • El estiramiento viene después del calentamiento. Una vez que tus músculos se hayan calentado, serán más receptivos a los estiramientos (y estos serán más seguros y eficaces).
  4. Comprende la filosofía detrás del karate. Para un observador inexperto, el karate puede parecer un arte marcial que se trata de exhibiciones vistosas de violencia; sin embargo, es todo lo contrario. El karate se trata de paz y más importante aún: paz mental. En la vida, los conflictos son inevitables. Cuando estos sucedan, debes manejarlos con rapidez y energía. El resultado será una confianza natural que tiene un aire de humildad.
    • Esta es una forma de arte que involucra la mente y el espíritu tanto como el cuerpo. Los tres deben desarrollarse simultáneamente para que el practicante domine verdaderamente este deporte. Si bien el cuerpo tiene que recordar cómo moverse, la mente debe recordar cómo estar quieta.
    • Todas las artes marciales empiezan y terminan con cortesía; hay muy poco de egoísta en el karate. Se cree que en tu dedicación habrá una recompensa.

Dominando las posiciones, el equilibrio y la energía

  1. Empieza a practicar las posiciones básicas. Sí, seguro quieres llegar a la parte divertida. Por desgracia, tus patadas, golpes y bloqueos no serán efectivos si no tienes una buena posición. No puedes esperar ser un gran beisbolista si sostienes tu bate de la manera incorrecta, ¿verdad? Pues la respuesta es no. Lo básico es lo que realmente hace a un buen karateka (practicante de karate).
    • Hay diferentes tipos de karate. Encontrarás que las diferentes posiciones son tradicionales dependiendo del tipo de karate que practiques. La mayoría de tipos de karate tienen alguna variación en las siguientes posiciones:
      • La posición natural o erguida (shizentai-dachi): el pie derecho está apuntando hacia adelante y el pie izquierdo está en un ángulo de 45 grados. Tus pies están separados con un ancho natural.
      • La posición delantera (zenkutsu-daichi): es casi igual que la posición natural, pero tus pies están más separados y la mayor parte de tu peso está en tu pierna delantera
      • La posición de gato o trasera (nekoashi-daichi): la posición de tus pies es como la posición erguida, pero la mayor parte de tu peso está en tu pierna trasera. Si deseas, puedes levantar tu talón frontal.
  2. Empieza con la posición de espera. Las posiciones anteriores son de pelea; sin embargo, al principio de cualquier pelea, necesitarás empezar con la posición de espera. Tienes tres opciones básicas:
    • La posición de espera en la serie Fukyugata tiene los talones juntos y los dedos de los pies apuntando hacia el exterior en un ángulo de 60 grados.
    • La posición de espera en la serie Pinan tiene los pies a la anchura de los hombros y los dedos de ls pies apuntando hacia el exterior en un ángulo de 45 grados.
    • La posición de espera en la serie Naihanchi tiene los pies juntos y paralelos.
  3. Sé consciente de tu equilibrio. El karate no es exactamente algo en lo que la gente borracha sea buena y por alguna buena razón requiere de una inmensa capacidad de equilibrio. ¡Esa es parte de la razón por la cual las posiciones son tan importantes! Estas centran tu cuerpo y te permiten ser efectivo y al mismo tiempo fuerte. Sin embargo, ¡esa fuerza que sientes en tu posición no puede desaparecer cuando empieces a lanzar patadas!
    • Siempre piensa acerca de tu centro de gravedad. Si separas tus pies, reduces tu centro de gravedad, demostrándote a ti mismo estabilidad y más potencia en tu ataque. Sin embargo, si lo bajas demasiado, pierdes movilidad y velocidad. Cuando se trata de mantener el equilibrio, necesitas encontrar un término medio.
    • Si bien tener equilibrio es importante, cuando tengas que empezar a defenderte, tendrás que ser capaz de cambiar ese equilibrio muy rápidamente. Si estás en una posición demasiado tiempo, ¡tu oponente puede atacarte fácilmente! Debido a esto, las transiciones entre las posiciones también son importantes.
  4. Concéntrate en tu potencia y velocidad. Existen muchos hombres (léase: ratas de gimnasio) que levantan cientos y cientos de kilos pero jamás destacarían en el karate. Este arte no se trata de ser musculoso, se trata de trata de ser potente y veloz.
    • Ambas características están muy conectadas. Un camino más largo a tu objetivo te ayudará a desarrollar más velocidad y por lo tanto, más potencia. Si usas todo tu cuerpo, tendrás más potencia en tu ataque y necesariamente utilizarás más velocidad. Sin embargo, piensa que con el karate no serás capaz de mover un objeto grande, sino mover un objeto pequeño de forma rápida y con una precisión increíble.

Dominando los movimientos

  1. Trabaja en tus puñetazos y bloqueo durante 15 minutos. Hay un par de golpes esenciales que necesitas aprender para atacar de manera eficaz: el puñetazo directo, el gancho, la palma de hierro, el golpe en forma de lanza, los codazos y el back fist (golpe a media vuelta). Practícalos en orden y alterna tus manos.
    • ¡El bloqueo es igual de importante! Practica el bloqueo como si te estuvieran atacando con golpes. Experimenta con combinaciones y contraataques. Defiende, ataca, defiende, ataca, etc.
    • Para que sepas, tus dos primeros nudillos son los más fuertes en tu mano. Puedes alinearlos con los huesos de tu antebrazo (radio y cúbito) para aumentar la fuerza. Los errores más comunes se dan cuando las personas tienen un puño torcido, tiran puñetazos demasiado altos o golpean con sus hombros.
  2. Practica las patadas durante 15 minutos. Diez repeticiones de cualquier patada serán suficientes para fortalecer tus piernas. Trázate ir más allá del objetivo para una potencia máxima, pero practica el flujo del movimiento para ganar una fluidez elegante en tus movimientos, tal como lo hace un cisne. La potencia vendrá por sí sola.
    • Hay cinco patadas básicas de karate:
    • La patada frontal rápida: básicamente, piensa en tu pie balanceándose en frente de ti como si estuvieras golpeando una toalla. En la posición natural, acerca tu pie trasero, dobla la rodilla, levanta tu pierna (de ahí el nombre) delante de ti y la regrésala de inmediato al lugar en donde estaba.
    • La patada lateral rápida: lo mismo que la patada frontal, sólo que a los lados.
    • La patada lateral hacia adelante: levanta el pie que patea hasta la altura de tu rodilla opuesta, patea y mueve tu cadera hacia adelante. En las patadas rápidas, tu torso se mantiene en posición vertical; en las patadas hacia adelante, tu torso se alinea un poco más con la pierna que patea, descendiendo para darle más potencia.
      • El chico en el gif anterior está haciendo una patada hacia adelante. ¿Te das cuenta cómo su torso desciende?
    • La patada hacia atrás: lo mismo que la patada lateral hacia adelante, pero ves detrás de ti y pateas en la misma dirección en la que ves.
    • La patada circular: en la posición de un gato, levanta la pierna que patea hacia el mismo codo. Balancea tus caderas hacia adelante y gira, creando un “círculo”. Luego, regrésala a su lugar lo más rápido posible.
  3. Entrena durante 15 minutos o más. Encuentra a alguien con quien puedas practicar y usa todas tus técnicas para luchar contra él durante 15 o 30 minutos. El entrenar te ayudará a incrementar tu resistencia y tu capacidad para hacer combinaciones y defenderte de los múltiples ataques o atacantes (siempre y cuando hayas dominado cierto bloqueo y técnicas de ataque).
  4. Practica los kata (literalmente “forma de práctica”) una y otra vez. Enfócate en un kata en particular en cada sesión. Una vez que lo domines, continúa con otro. Es importante centrarte en un kata de nivel bajo, así como en un nivel más alto para perfeccionar y mejorar.
    • ¡Asegúrate de hacerlo varias veces una vez que lo hayas dominado! Después de haber dominado varios, júntalos y trabaja en combinaciones cada vez más difíciles a medida que avancen los días.

Consejos

  • Cuando patees: es posible que las patadas rectas usen la parte redonda de tu pie o el talón; mantén los dedos de tus pies recogidos o podrían lastimarse. Las patadas laterales siempre usan el borde de tu pie o el talón; las patadas “hacha” siempre golpean con el talón (pero este es un tipo raro de patada para muchos); las patadas circulares pueden golpear con la espinilla, la parte superior del pie o la planta. De todas estas patadas, es posible que las patadas circulares con la espinilla sean particularmente eficaces.
  • Es posible que quieras intentar meditar al comienzo de un entrenamiento. De esta manera, tu mente se despejará y estará lista para entrenar sin la necesidad de que tu cuerpo entre en calor y luego se enfríe mientras te sientas inmóvil meditando.
  • Cuando lances puñetazos, permanece relajado hasta un poco antes de golpear a tu objetivo. Bruce Lee dijo: “La relajación es esencial para un golpe más rápido y potente. Deja que la trayectoria de tu puñetazo se dé libremente y con facilidad; no aprietes tu puño hasta el momento del impacto. Todos los puñetazos deben terminar varios centímetros detrás del objetivo. Por lo tanto, golpea a través del oponente en lugar de a él”.
  • Cuando entrenes y ataques:
    • Golpea a tu oponente antes de que él te golpee; esto puede negar o poner en peligro su ataque, causarle daño y gastar un mínimo de tu energía.
    • Si esto no es posible, muévete, cambia la distancia, aléjate de la línea de ataque y prepárate para un contraataque.
    • Bloquea: el bloqueo no sucede con las manos y es muy poco inteligente bloquear las patadas medias o bajas con ellas; esto deja a la cabeza sin protección y vulnerable a los ataques. Bloquear las patadas con las manos (especialmente las manos abiertas) no es una buena idea, a menos que seas un experto. La mejor defensa es no estar en un lugar en donde te puedan golpear.
  • Cuando ataques, busca las debilidades y fortalezas de tu oponente. Dale a tu oponente una falsa sensación de seguridad al fingir un ataque que pueda bloquear. Luego, atácalo usando tu propia potencia y astucia para dejarlo fuera de combate.
  • Si estás interesado en las artes marciales, ¡ve a entrenar!
  • Ten confianza cuando entrenes. Durante el entrenamiento con alguien, concéntrate en golpear y patear.
  • Practica todo lo que sepas tanto que cuando se te presente una pelea de verdad, no tengas que pensar, sino actuar. Usa un maniquí de entrenamiento y lucha con él después de cada calentamiento.
  • Nunca subestimes o sobrestimes a un oponente. Mientras más seguro estés de poder vencerlo o de perder, más probabilidades habrán de que ocurra ese resultado.
  • ¡Siéntete orgulloso de tu apariencia! Asegúrate de tener un suministro nuevo de uniformes de karate a la mano.
  • Considera llevar zandalias cuando vayas a tu clase para que te las puedas quitar rápido para entrar a tu clase.

Advertencias

  • Recuerda que tu compañero de entrenamiento es real, no un saco de boxeo. Lo más aconsejable es usar un equipo de seguridad y siempre tener cuidado.
  • Siempre estira, ¡y estira todo ! ¡Sufrir de un tirón muscular o romperse un tendón es extremadamente doloroso!
  • Cuando bloquees una patada o un puñetazo de un oponente de entrenamiento, siempre recuerda apretar tu puño con fuerza o de lo contrario la patada puede fracturar tu mano.
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