Cómo resolver problemas en una relación

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Las relaciones podrían desarrollar problemas por diversos motivos; sin embargo, la mala comunicación con frecuencia es el motivo por el cual algunas personas tienen dificultades para resolverlos. Si tienes una relación con alguien y estás pasando por un momento difícil, podrías beneficiarte si mejoras la comunicación entre la otra persona y tú. También puedes aprender a manejar los problemas a medida que surgen a fin de superar las discusiones pasadas y avanzar hacia las soluciones. Una vez que la relación haya mejorado, habrá algunas cosas que podrás hacer a fin de garantizar que tu relación siga prosperando y creciendo.

Mejorar la comunicación

  1. Programa tiempo solo para hablar. Cuando los problemas empiezan, la comunicación con frecuencia se rompe y es posible que tu pareja y tú ya no hablen con tanta frecuencia como lo solían hacer. Para empezar a mejorar la comunicación de nuevo, trata de programar citas breves a fin de conversar sobre cosas simples.
    • Por ejemplo, podrías reservar 15 minutos cada mañana para sentarte y contarle a tu pareja sobre tus planes para el día. También podrías llamarla a la hora de su almuerzo para ponerte en contacto con ella y ver cómo le va.
    • Programar tiempo para hablar sobre los problemas de la relación también puede ser útil. Al establecer un límite de tiempo para conversar sobre un problema, es posible que reduzcas un poco la tensión en tu relación y así estarás más cerca de una solución. Por ejemplo, podrías decidir que conversarán sobre un problema específico de 7:00 p. m a 8:00 p. m.
    • Mantén estas conversaciones lo más ligeras que puedas y evita conversar sobre algo que podría molestar a tu pareja durante ese tiempo. El objetivo es hacer que la relación vuelva a fluir. Por supuesto, si tu pareja tiene un mal día o si se siente estresada por algo, escúchala, y sé solidario y alentador.
  2. Conversen sobre los problemas en un lugar público. Si tu pareja y tú son propensos a gritarse durante las conversaciones, traten de ir a un lugar público para conversar sobre los problemas; así, pueden ir a una biblioteca, cafetería o centro comercial. El hecho de saber lo que puede provocar una escena en la que se griten mutuamente debe ayudarte a mantener en un tono bajo tu voz y a tener una conversación más respetuosa.
  3. Desarrolla tus habilidades de escucha activa. Los problemas también podrían surgir en una relación si uno de los dos siente que no es escuchado. Para disipar este problema potencial, practica las habilidades de escucha activa cuando tu pareja te hable.
    • Haz contacto visual con tu pareja cuando te hable. No esquives la mirada y tampoco mires tu teléfono o a cualquier otro lado cuando tu pareja te hable. Dale toda tu atención.
    • Asiente con tu cabeza para indicar tu interés con afirmaciones neutrales, tales como “Sí”, “Ya veo” y “Prosigue”.
    • Reformula lo que tu pareja te acaba de decir para que te asegures de haberla entendido.
  4. Limítate a hacer afirmaciones en primera persona (usando “yo”). Tu pareja sentirá que la estás culpando si haces afirmaciones en segunda persona (usando “tú”). Esto puede llevar a que tome una actitud defensiva e, incluso, a peleas. Por lo tanto, es importante que utilices afirmaciones en primera persona a fin de hacerle saber a tu pareja lo que te molesta.
    • Por ejemplo, en vez de decir “Tú nunca arreglas la cama en la mañana”, podrías decir “En realidad, yo apreciaría bastante si arreglaras la cama cuando te levantes después de mí”.
  5. Expresa aprecio por tu pareja. Sentirse poco valorado también puede provocar problemas en una relación. Ese es el motivo por el cual es muy importante decir frases como “Gracias” y “Te aprecio” tantas veces como sea posible.
    • Por ejemplo, si tu pareja con frecuencia carga el lavavajillas después de la cena y arregla la cocina, hazle saber que valoras estas actividades. Di algo como “Solo quiero agradecerte por mantener muy limpia y bonita nuestra cocina. Lo aprecio bastante”.
  6. Piensa antes de hablar. Algunas veces, una discusión se puede acalorar y es posible que digas o quieras decir cosas que tienen como fin hacer sentir mal a tu pareja en vez de resolver los problemas. Si sientes el impulso de decir algo hiriente para tu pareja, tómate un momento para detenerte y pensar en cuál es el problema y qué podrías decir para acercarte a una solución.
    • Por ejemplo, en vez de llamar a tu pareja con un apodo o de insultarla de algún modo, identifica qué desea hacer.
  7. Permite que tu pareja termine de hablar antes de responder. Interrumpir a tu pareja antes de que termine de hablar también es una causa común de problemas. Si a menudo la interrumpes, trata de dejar de lado ese hábito y permite que termine de hablar antes de decir algo. Si lo logras, ayudarás a que tu pareja sienta que la escuchas y te darás una oportunidad para saber de qué trata su queja.
  8. Discúlpate si tienes la culpa. Algunas veces, tendrás que disculparte a fin de seguir adelante con tu pareja. Trata de ser honesto contigo mismo, y determina si tienes la culpa y si tienes que disculparte. Si lo haces, asegúrate de que sea de una forma sincera, específica y que exprese lo que piensas realizar a fin de hacer bien las cosas.
    • Por ejemplo, podrías decir algo como “Lamento no llamarte para decirte que iba a llegar tarde. Trataré de ser más considerado en el futuro”.

Llegar a una solución

  1. Identifica el problema. El primer paso para resolver un problema específico en una relación es determinar cuál es en realidad el problema. Por ejemplo, si tu pareja y tú han discutido bastante últimamente, trata de identificar el motivo. Podría ser distinto para cada uno.
    • Por ejemplo, tú podrías considerar que tu pareja no te ayuda en casa tanto como debería, y tu pareja podría considerar que eres muy exigente. Tómate un poco de tiempo para pensar en lo que te molesta y haz que tu pareja haga lo mismo.
  2. Expresa tus necesidades. Una vez que hayas identificado el problema, tendrás que expresarle a tu pareja cómo te sientes. Cuando lo hagas, asegúrate de decir afirmaciones en primera persona (usando “yo”) a fin de expresar tus sentimientos y evita culpar a tu pareja por la manera en que te sientes.
    • Por ejemplo, podrías decir algo como “Yo siento que he estado abrumado con las tareas del hogar y podría necesitar que me ayudes más”. A su vez, tu pareja podría decir algo como “Yo también siento que he estado abrumada por mi horario laboral y siento que no aprecias lo mucho que trabajo”.
  3. Acepta los sentimientos de tu pareja. Aceptar que has escuchado a tu pareja y que entiendes cómo se siente es una buena forma de avanzar. Evita ponerte a la defensiva ya que eso solo conducirá a una discusión y a un resentimiento profundo. En vez de eso, hazle saber a tu pareja que la escuchas y entiendes.
    • Por ejemplo, podrías decir algo como “Está bien, escucho lo que me dices. No me di cuenta de que te sentías de esa manera”.
    • No te pongas a la defensiva, incluso si tu pareja te responde con una afirmación de ese tipo como “Tú siempre me regañas y nunca aprecias lo mucho que trabajo”. Acepta los sentimientos de tu pareja y sigue adelante.
  4. Haz un plan con tu pareja. Una vez que cada uno se haya expresado y que acepten los sentimientos del otro, tu pareja y tú tendrán que crear un plan para reducir la frecuencia de desacuerdos y la cantidad de tiempo que pasan discutiendo. Trata de llegar a un compromiso con tu pareja para que ambos sientan que sus necesidades se satisfacen.
    • Por ejemplo, si tu pareja se ha sentido poco apreciada, podrías prometer que reconocerás sus esfuerzos con más frecuencia. También podrías establecer la regla de que no le pedirás nada hasta que tenga una oportunidad para relajarse un poco. Luego, tu pareja podría prometerte que será más constante con determinadas tareas del hogar.
  5. Cumple tus promesas. Una vez que tu pareja y tú hayan hecho un plan para resolver sus problemas, asegúrate de cumplir tus promesas. De lo contrario, terminarás en el mismo lugar que antes.
    • Por ejemplo, si prometiste sacar la basura cada noche después de cenar, asegúrate de hacerlo. De lo contrario, tu pareja podría empezar a resentirse y también dejará sus promesas de lado.
  6. Prepárate para repetir estos pasos. Para que las relaciones funcionen, cada pareja tiene que trabajar en la relación de forma constante. Tener una comunicación respetuosa, confiable, abierta, asertiva, productiva y utilizar habilidades para resolver problemas podría ayudarte a resolver los que surjan en la relación. Una relación siempre es un trabajo en progreso y surgirán nuevos desafíos. Esfuérzate con tu pareja en mantener una relación sana y solidaria.

Mantener una relación sana

  1. Empiecen a tener una cita. Separa una noche por semana o al menos una vez por mes como una noche de cita para tu pareja y para ti. Salgan a cenar, vean una película, vayan de caminata, manejen bicicleta o hagan lo que les guste hacer juntos. Tener noches de cita regulares ayudará a mejorar el nivel de intimidad y a mantener divertidas las cosas.
  2. Salgan juntos un fin de semana. Una escapada ocasional durante un fin de semana es una forma excelente de mejorar la intimidad en una relación. Trata de separar dos fines de semana por año para escaparte de tus rutinas normales y así simplemente pasar juntos unas horas de calidad.
    • No tienen que irse lejos para escaparse. Traten de visitar una ciudad cercana durante un par de noches. Salgan y tengan una cena agradable, vean una obra de teatro o visiten juntos algunos museos.
  3. Sostén la mano de tu pareja, abrázala y bésala. El contacto físico es fundamental a fin de mantener una relación positiva y también puede ayudar a aliviar el estrés. El sexo es una forma excelente de mantener un vínculo físico, pero el contacto físico casual también puede brindar beneficios.
    • Por ejemplo, puedes sostener la mano de tu pareja mientras ven una película, le puedes dar un beso antes de que vaya al trabajo o le puedes abrazar antes de que vaya a dormir cada noche.
  4. Dense espacio de forma mutua. Pasar un tiempo alejado de tu pareja es una buena manera de mantener fresca y sana una relación. Asegúrate de mantener amistades y otros intereses para que así no dependas demasiado de ella. Es importante tener una vida propia, así como una vida con tu pareja. Separa un poco de tiempo cada semana para disfrutar tus propios intereses y para pasar tiempo con tus amigos.
    • Por ejemplo, podrías pasar una noche alejado de tu pareja una vez por semana, tomar una clase tú solo o unirte a un grupo de interés especial por tu cuenta.
  5. Prueba cosas nuevas con tu pareja. A fin de que tu relación siga creciendo, una manera excelente de fortalecer el vínculo será empezar juntos un nuevo pasatiempo o hacer algo que sea completamente nuevo para ambos. Elige algo que ambos quieran hacer, pero que ninguno de los dos haya intentado antes.
    • Por ejemplo, podrían tomar juntos una clase de cocina gourmet, unirse a un club local de senderismo o tratar de aprender juntos un idioma nuevo.
  6. Considera la posibilidad de asistir a terapias de parejas. Si todavía no puedes resolver tus problemas en la relación a pesar de tus mejores esfuerzos, entonces la terapia de parejas puede ser la mejor opción. Algunas veces, la comunicación puede llegar a ser tan forzada y el resentimiento podría ser tan intenso al punto de que será necesario buscar ayuda profesional. Encuentra a un terapeuta que se especialice en consejería de parejas a fin de obtener la mejor ayuda posible para tu pareja y para ti.

Consejos

  • Trata de ser paciente. Resolver problemas en la relación puede ser un proceso largo, en especial si han existido desde hace un tiempo.
  • Recuerda ser maduro. Saltarte directamente a las conclusiones, gritarse mutuamente y tratar de vengarte no es la forma de continuar. Estas acciones pueden llevarte a tener más problemas en la relación.
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