Cómo saber si tienes una hernia

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En el cuerpo humano, cada órgano se encuentra dentro de una cámara hueca o cavidad. Cuando un órgano se sale de su cavidad, puedes sufrir de una hernia: un problema que por lo general no representa una amenaza para tu vida y que a veces puede desaparecer por sí solo. Las hernias aparecen a menudo en el abdomen (cualquier lugar entre el pecho y las caderas), y entre un 75 % y 85 % de las veces aparece en el área de la ingle. Las probabilidades de que desarrolles una hernia aumentan a medida que envejeces, y la cirugía para tratarla conlleva más riesgos con la edad. Hay varios tipos de hernias y cada uno requiere un tipo de tratamiento específico. Por lo tanto, es importante que te armes de conocimiento.

Reconocer los síntomas

  1. Evalúa tus factores de riesgo. Aunque las hernias pueden desarrollarlas cualquier persona, ciertos factores pueden colocarte en un riesgo mayor. Pueden ser enfermedades crónicas o pueden desaparecer con el paso del tiempo (por ejemplo, en caso de que hayas tenido una tos fuerte). Los factores de riesgo para las hernias son los siguientes:
    • mayor presión abdominal;
    • tos;
    • cargar algo pesado;
    • estreñimiento;
    • embarazo;
    • obesidad;
    • edad avanzada;
    • fumar;
    • uso de esteroides.
  2. Presta atención a cualquier bulto. Una hernia es una imperfección en los músculos de un órgano. Por esta imperfección, se empuja el órgano por una abertura, causando una hernia. A medida que el órgano sale de la abertura, creará una zona hinchada o un bulto en la piel. Una hernia por lo general crece cuando te paras o cuando te pones tenso. El sitio del área hinchada puede variar dependiendo del tipo de hernia que tengas. Los términos para los diferentes tipos de hernias se refieren al lugar o a la causa de la hernia.
    • Hernias inguinales. Estas son hernias que aparecen en la región inguinal (entre el hueso de la cadera y la entrepierna) o la ingle.
    • Hernias umbilicales. Son hernias que aparecen en el ombligo.
    • Hernias femorales. Son hernias que aparecen a lo largo de los muslos internos.
    • Hernias incisionales. Ocurren cuando las incisiones de cirugías anteriores crean puntos débiles en los músculos de un órgano.
    • Hernias diafragmáticas o hiatales. Ocurren cuando existe un defecto congénito en el diafragma.
  3. Presta atención a los vómitos. Si la hernia afecta tu intestino, puede cambiar o incluso bloquear el flujo de sangre a través de tu sistema digestivo. Esto puede causar un respaldo intestinal que te cause náuseas y vómitos. Si el intestino no está completamente bloqueado, puedes experimentar síntomas más leves, como náuseas sin vómitos o menos apetito.
  4. Ten cuidado con el estreñimiento. Tal vez te estriñas si sufres de una hernia inguinal o femoral en la parte baja del cuerpo. En esencia, el estreñimiento es lo exactamente opuesto a los vómitos. Cuando el flujo de heces se bloquea, es posible que sea un estreñimiento: en vez de que salga todo lo que viene, se queda. De más está decir que este síntoma requiere una intervención quirúrgica de inmediato.
    • Las hernias pueden ser muy graves cuando perturban las funciones que tu cuerpo necesita para sobrevivir. Si te estriñes, ve al doctor de inmediato.
  5. No ignores las sensaciones anormales de llenura. Muchas personas con hernias no tienen ninguna queja de dolor o de síntomas graves o muy evidentes. Sin embargo, es posible que tengan una sensación de pesadez o llenura en el área afectada, en especial en el abdomen. Puedes atribuirlo a la hinchazón. Le prestarás bastante atención a tu área abdominal, ya sea que te sientas lleno, débil o que simplemente sientas una presión misteriosa. Puedes aliviar la hinchazón de las hernias al recostarte.
  6. Registra tus niveles de dolor. Aunque no siempre esté presente, el dolor es una señal de una hernia, en especial si hay complicaciones. La inflamación puede causar una sensación de ardor o de un dolor agudo. El aumento de presión puede dar lugar a un dolor de desgarramiento que indica que la hernia está tocando directamente la pared muscular. El dolor afecta las hernias en diferentes etapas, que son las siguientes:
    • Hernia irreducible. La hernia no puede regresar a su estado normal, sino que en vez de eso se agranda; tal vez te duela de vez en cuando.
    • Hernia estrangulada. El órgano abultado pierde sangre y puede morir en poco tiempo si no recibes una atención médica. En este caso, sentirás un dolor muy fuerte, junto con náuseas, vómitos, fiebre y problemas para defecar. Este problema requiere una cirugía de urgencia.
    • Hernia hiatal. El bulto del estómago sale de su cavidad, ocasionándote dolores en el pecho. Esto también afecta el flujo de sangre, causando un reflujo ácido y haciendo que te sea difícil ingerir comida.
    • Hernia sin tratar. Las hernias por lo general no ocasionan ningún dolor ni síntoma, pero si no las tratas, pueden causarte dolor y otros problemas de salud.
  7. Debes saber cuándo ver al doctor. Todas las hernias son potencialmente peligrosas. Si sospechas que tienes una, debes ver a un doctor para que te evalúe lo más pronto posible. El doctor determinará si en realidad tienes una hernia y también te hablará sobre su gravedad y las opciones de tratamiento.
    • Si sabes que tienes una hernia y sientes una palpitación o dolor repentino en el área, ve a sala de emergencias de inmediato. La hernia puede llegar a ser estrangulada e interrumpir el flujo sanguíneo, lo cual es sumamente peligroso.

Conocer los factores de riesgo

  1. Toma en cuenta tu género. Los hombres tienen mayores probabilidades de desarrollar una hernia que las mujeres. Según los estudios, aunque alguien tenga una hernia de nacimiento (que es común en los recién nacidos), la mayoría de las veces aparece en los varones. ¡Lo mismo ocurre con los adultos! El mayor riesgo que corren los hombres se puede explicar por la conexión de la hernia con los testículos sin descender. Esto es porque los testículos de un hombre descienden por el canal inguinal justo antes de nacer. El canal inguinal de un hombre (que sostiene las cuerdas que conectan los testículos) por lo general se cierra después del nacimiento. Sin embargo, en algunos casos, no se cierra adecuadamente, haciendo que sea más probable que un hombre desarrolle hernias.
  2. Debes conocer tu historia familiar. Si tienes un familiar con un historial de hernias, corres mayor riesgo de desarrollar una. Algunos trastornos hereditarios afectan los tejidos conectivos y músculos, y te dejan más vulnerable a las hernias. Recuerda que esta probabilidad genética solo se aplica para los defectos hereditarios. En general, no existe un patrón genético conocido para las hernias.
    • Si tienes un historial de hernias, corres un mayor riesgo de desarrollar una en el futuro.
  3. Toma en cuenta la condición de tus pulmones. La fibrosis quística (una enfermedad pulmonar que amenaza la vida) llena los pulmones con tapones mucosos espesos. Los pacientes con esta enfermedad desarrollan una tos crónica a medida que el cuerpo intenta eliminar los tapones mucosos. Esta mayor presión causada por la tos es un factor de riesgo para desarrollar hernias. Este tipo de tos presiona y fuerza tanto los pulmones que daña las paredes musculares. Los pacientes sienten dolor e incomodidad cuando tosen.
    • Los fumadores también corren un mayor riesgo de desarrollar una tos crónica y también es más probable que desarrollen hernias.
  4. Presta atención al estreñimiento crónico. El estreñimiento te obliga a tensar tus músculos abdominales cuando defecas. Si tienes músculos abdominales débiles y los presionas constantemente, es más probable que desarrolles una hernia.
    • Los músculos débiles son causados por una mala dieta, falta de ejercicio y edad avanzada.
    • La tensión al orinar también te coloca en un riesgo mayor de desarrollar una hernia.
  5. Debes saber que corres un mayor riesgo de desarrollar una hernia si estás embarazada. Desarrollar un bebé en tu útero crea mucha presión dentro de tu abdomen. También aumenta tu peso abdominal, que es un factor para desarrollar hernias.
    • Los bebés prematuros también corren riesgo de desarrollar hernias porque sus músculos y tejidos todavía no se han desarrollado ni fortalecido por completo.
    • Los defectos genitales en los bebés pueden tensar las áreas que tienen mayores probabilidades de desarrollar hernias. Estas son la posición anormal de la uretra, fluido en los testículos y genitales ambiguos (el bebé tiene características genitales de ambos sexos).
  6. Mantén tu peso a un nivel saludable. Las personas obesas o con sobrepeso tienen más probabilidades de desarrollar hernias. Al igual que las embarazadas, un abdomen más grande aumenta la presión abdominal, lo cual puede afectar los músculos débiles. Si tienes sobrepeso, es recomendable que empieces un plan de pérdida de peso ahora.
    • Debes saber que bajar una enorme cantidad de peso de manera repentina por una dieta muy estricta debilita los músculos y también causa hernias. Si bajas de peso, hazlo de manera saludable y poco a poco.
  7. Ten en cuenta si tu trabajo puede ser el culpable. Corres riesgo de desarrollar hernias si tu trabajo te exige que estés parado por largos periodos de tiempo y bastante fuerza física. Algunas personas que son vulnerables a las hernias causadas por el trabajo son los trabajadores de construcción, los vendedores, los carpinteros, etc. Si esto describe tu trabajo actual, conversa con tu jefe. A lo mejor puedas acordar algo diferente que tenga menos probabilidades de causarte hernias.

Identificar tu tipo de hernia

  1. Debes saber cómo los doctores diagnostican las hernias. Durante el examen físico para identificar una hernia, el doctor siempre debe indicarte que te pares. Mientras sondea el área hinchada, te pedirá que tosas, te tenses o que hagas un movimiento lo mejor que puedas. El doctor evaluará la flexibilidad y movimiento en el área en la que se sospecha que tienes una hernia. Después de la evaluación, podrá diagnosticar si tienes una hernia y qué tipo de hernia puedes tener.
  2. Reconoce una hernia inguinal. Es el tipo de hernia más común y aparece cuando los intestinos o la vejiga presionan la pared del abdomen bajo contra la ingle y el canal inguinal. En los hombres, este canal sostiene las cuerdas que conectan los testículos, y las hernias por lo general son causadas por una debilidad natural en el canal. En las mujeres, el canal sostiene los ligamentos que mantienen el útero en su lugar. Existen dos tipos de hernias inguinales: directas e indirectas (estas son más comunes).
    • Hernia inguinal directa. Coloca tu dedo en el canal inguinal (el pliegue que está a lo largo de la pelvis que se encuentra con las piernas). Sentirás un bulto que sale de la parte delantera del cuerpo y la tos lo agrandará.
    • Hernia inguinal indirecta. Cuando toques el canal inguinal, sentirás un bulto que sale de afuera hacia el centro de tu cuerpo (lateral o medial). Este bulto también se mueve hacia el escroto.
  3. Las personas mayores de 50 años tienen mayores probabilidades de desarrollar una hernia. Las hernias hiatales aparecen cuando la parte superior del estómago presiona la abertura del diafragma y el pecho. Sin embargo, este tipo de hernia por lo general aparece en personas mayores de 50 de años. Si un niño tiene una hernia hiatal, es probable que sea por un defecto de nacimiento.
    • El diafragma es una capa de músculo delgada que te ayuda a respirar. También es el músculo responsable de separar los órganos en el abdomen y en el pecho.
    • Este tipo de hernia causa una sensación de ardor en el estómago, dolor en el pecho y dificultades para ingerir comida.
  4. Busca las hernias umbilicales en los bebés. Aunque pueden ocurrir más adelante en el transcurso de la vida, las hernias umbilicales por lo general aparecen en los recién nacidos o en bebés que tienen menos de 6 meses. Aparecen cuando los intestinos presionan la pared abdominal cerca del ombligo. El bulto es muy evidente, en especial cuando el bebé llora.
    • Con las hernias umbilicales, verás un bulto en el ombligo.
    • Las hernias umbilicales por lo general desaparecen por sí solas. Sin embargo, si permanecen hasta que el niño tiene 5 o 6 años y es muy grande o provoca síntomas, es posible que sea necesaria una cirugía.
    • Presta atención al tamaño: las hernias umbilicales pequeñas, de 1,25 cm (media pulgada) pueden desaparecer por sí solas. Las hernias grandes requieren de una intervención quirúrgica.
  5. Debes tener cuidado con las hernias incisionales después de la cirugía. Las incisiones (cortes) realizadas durante la cirugía se demoran en cicatrizar adecuadamente. Asimismo, los músculos que están alrededor se demoran en recuperar su fuerza. Si el tejido del órgano se sale por la cicatriz de la incisión antes de que cicatrice, aparecerá una hernia incisional. Es más común en los pacientes ancianos y con sobrepeso.
    • Presiona suavemente pero con firmeza y con tus dedos cerca del lugar en el que se realizó la cirugía. Debes sentir un bulto en algún lugar de esa área.
  6. Reconoce una hernia femoral en las mujeres. Aunque las hernias femorales pueden aparecerles tanto a los hombres como a las mujeres, la gran mayoría de los casos ocurre en las mujeres, porque tienen una pelvis más ancha. En la pelvis, está el canal que lleva las arterias, venas y nervios a la zona superior e interior del muslo. Este canal por lo general es un lugar estrecho, pero se agranda si la mujer está embarazada o si es obesa. Cuando se estira, se vuelve débil y, por lo tanto, vulnerable a hernias potenciales.

Tratar una hernia

  1. Informa un dolor agudo de inmediato. Si los síntomas de la hernia aparecen de pronto, lo primero que hará el doctor es controlar tu dolor. En caso de una hernia encarcelada, es posible que el doctor primero presione la hernia hacia su posición original. Esto puede reducir la inflamación aguda y el dolor y darte más tiempo para una cirugía electiva. Las hernias estranguladas necesitan una cirugía de inmediato para evitar que se mueran las células del tejido y que se perfore el tejido de los órganos.
  2. Considera someterte a una cirugía electiva. Aunque la hernia no sea muy peligrosa, el doctor puede recomendar una cirugía electiva para remediarla antes de que se convierta en algo más peligroso. Algunos estudios han mostrado que la cirugía electiva disminuye la morbolidad y mortalidad en gran medida.
  3. Debes conocer los posibles resultados. Dependiendo del tipo de hernia y del paciente, existe una amplia variedad en las probabilidades de la recurrencia de una hernia.
    • Hernia en la ingle (hernia pediátrica). Estas hernias tienen una tasa de recurrencia baja, menos de 3 %, después del tratamiento quirúrgico. A veces pueden cicatrizar de forma espontánea en los niños pequeños.
    • Hernia en la ingle (en los adultos). Dependiendo del nivel de experiencia del cirujano en operar esta hernia, la tasa de recurrencia después de la cirugía puede ser de 0 a 10 %.
    • Hernia incisional. Un 3 % a 5 % de los pacientes tendrán una recurrencia de hernias después de la primera cirugía. Si las hernias incisionales son más grandes, los pacientes pueden ver que las tasas suben hasta 20 % o 60 %.
    • Hernia umbilical (pediátrica). Estos tipos de hernias por lo general desaparecen por sí solas de manera espontánea.
    • Hernia umbilical (en los adultos). Hay una mayor recurrencia de hernias umbilicales en los adultos. Por lo general, un paciente puede esperar hasta un 11 % de tasa de recurrencia después de la cirugía.

Consejos

  • No cargues nada que sea muy pesado, no tosas demasiado ni te inclines si crees que tienes una hernia.

Advertencias

  • Ve al doctor de inmediato si crees que tienes una hernia. Puede convertirse rápidamente en un tejido muy grave. Las señales de una hernia estrangulada son las náuseas, los vómitos, fiebre, ritmo cardiaco acelerado, dolor repentino que se intensifica rápido o un bulto de una hernia que se vuelve rojo, morado u oscuro.
  • Las cirugías para las hernias agudas por lo general tienen una menor tasa de supervivencia y una mayor morbilidad que las cirugías electivas.
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