Cómo conducir un convertible con la capota abierta todo el año

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¿Te gusta ver el paisaje, sentir el viento en tu cabello (como debe ser), estar rodeado de la naturaleza y la impactante apariencia de un auto convertible? A continuación, te explicamos cómo disfrutar de todo eso durante todo el año.

Pasos

  1. Protege tus ojos, oídos y piel. Mientras más conduzcas un convertible con la capota abierta, más los expondrás y maltratarás. Por eso, toma algunas precauciones.
    • Los ojos: el viento puede transportar pequeñas partículas y agua en los parabrisas. Los líquidos y los objetos, que normal y afortunadamente son pequeños, pueden caer sobre tu cabeza desde otras estructuras. Por eso, todos los que van en el auto deben proteger sus ojos con gafas, más aún si eres el conductor porque puedes distraerte o enceguecerte, ocasionando un accidente.
      • Los lentes con prescripción son un buen inicio, en tanto sean de plástico y no de vidrio.
      • Los lentes envolventes de plástico son mejores. Algunos se fijan en contacto con el rostro para darle una apariencia más elegante y evitar el paso del viento; otros, un poco más separados para poder acomodar los lentes con prescripción que van por debajo y para que no hagan contacto con las pestañas. Algunos vienen con una banda elástica que se coloca entre las patillas para mantenerlos a la mano, otros no, pero se les puede colocar una. Los lentes de sol polarizados bloquean la luz solar directa y el reflejo especular ("resplandor") mucho mejor que otras luces: los de colores son muy buenos para la mañana, la tarde y, en cierta medida, para el brillo del medio día. Estos lentes son baratos y se venden normalmente para pescar.
      • Manipular el hielo y la nieve deja pequeñas partículas en la pista en la temporada de invierno y primavera.
    • Las orejas: el viento y el tráfico pueden causar mucho ruido y, si subes el volumen para no escucharlo, lo más probable es que sea demasiado alto.
      • Disminuye la velocidad: la turbulencia y el ruido harán que aceleres desproporcionadamente. Ir a 110 km/h (70 mph) puede causar mucho más ruido que ir a 90 o 95 km/h (55 o 60 mph).
      • Reduce la turbulencia y el ruido del viento. Al subir las ventanas, reduces la turbulencia al interior del vehículo. Con solo utilizar una cobertura ligera, como orejeras o un gorro, puedes reducir un poco la turbulencia de tus oídos.
      • Si escuchas música, elige algo agradable a pesar de que se escuche poco. No subas tanto el volumen como para ensordecer todo a tu paso. Intenta escuchar las noticias, conversaciones o música country, pop o rock, pero no música clásica. Si escuchas música ajustando el volumen en un tono agudo, podrás entenderla mejor.
      • Podrías utilizar un equipo de protección auditiva como tapones para los oídos, pero asegurándote de poder escuchar tu entorno, solo que no tan alto. Si ves personas a tu alrededor, baja un poco el volumen para no molestar a los demás.
    • La piel. El principal riesgo es que te quemes con el sol. El sol brilla igual cuando hace frío o calor y sus dañinos rayos ultravioleta pueden traspasar la neblina y las nubes. El sol podría resecar tu piel o cuartear tus labios, pero estos males rara vez resultan ser peligrosos, difíciles de tratar o un peligro a largo plazo.
      • Siempre lleva filtro solar en el auto para echártelo antes de un largo o, incluso, corto viaje, si te quemas fácilmente con el sol.
      • Elige el filtro que no irrite los ojos. El sudor, el viento o frotarte los ojos sin haberte lavado las manos antes puede hacer que ingrese un poco de crema a los ojos.
      • Aplícalo minuciosamente en las zonas expuestas directamente al sol: cabeza calva, zonas con calvicie, frente, nariz, mejillas superiores, orejas, cuello, hombros, pecho, antebrazos y muslos.
  2. Mantente cómodo en el frío. Hazlo de la siguiente manera:
    • Protege tu torso y cubre tus extremidades. Protegerte del viento es más importante y más cómodo que la insolación. No obstante, es bueno tener un poco de ventilación.
      • Ponte una chaqueta. Una cazadora o chaqueta de cuero es un buen comienzo.
      • Orejeras. Las que se colocan por detrás de la cabeza mantienen más tu estilo o, por lo menos, son menos notorias.
      • Guantes. Revisa si tienes destreza y agarre al utilizarlos. La lana sintética tupida puede brindarte esas características y además, es lavable.
    • Utiliza la calefacción. Solo emplea una parte del calor sobrante del auto, así que no te costará. Actívalo de manera que el aire sople directo al espacio donde colocas tus pies, donde el aire circula más lentamente, así como en la parte superior de tu cuerpo. Si el aire no sopla directamente hacia los nudillos del conductor, puedes utilizar más calor.
    • Reduce la corriente de aire. Sube las ventanas y la pantalla posterior (si fuera el caso) y/o bloquea el espacio entre los reposacabezas con un protector de plástico transparente (puede interferir con el reclinado de los asientos) o coloca un cobertor de plástico en ellos (confirma una adecuada visibilidad trasera).
    • Utiliza el calentador de los asientos, los desviadores de aire, los ductos del cuello, el timón térmico y otros accesorios especiales si los tuvieras.
      • Si utilizas un calentador eléctrico de reposición, asegúrate de que no agote la batería o de tener al menos un arrancador portátil (con su propia batería) que puedas utilizar si eso sucede.
    • Utiliza tu propio ducto de ventilación. Los consigues en el mercado con la marca "CoolCop". Sujeta la copa del ducto sobre los ventiladores del tablero, cerca de los otros ventiladores. El ducto de ventilación soplará el aire a través de una manguera de aspiración y lo expulsará hacia tu cuello por una boquilla de vinilo flexible y suave en forma de U. Tu cuerpo se encargará de distribuir el calor.
      • Este aparato es bastante efectivo, aunque posiblemente solo para el conductor y el copiloto (que utilizan los dos ventiladores centrales que normalmente tienen la trayectoria de aire más directa). Es probable que no necesites subir las ventanas. De todas maneras, sería sensato proteger tus extremidades del frío.
      • Sujeta la copa del tablero al auto con cuidado y úsalo con delicadeza para no dañar la ventilación. La copa el tablero fue creada para el Ford Crown Victoria, un sedán para todo terreno.
      • Puedes necesitar una cubierta de espuma para evitar los espacios entre la copa del tablero y el tablero.
      • Apoya la boquilla cerca de tu cuello colgándola en el cinturón de seguridad.
      • Distribuye bien el calor sin sobrecalentarte, prendiendo el ventilador durante la mayor parte del camino y disminuyendo la temperatura.
      • No utilices un ducto de ventilación personal si cuentas con poca regulación de circulación y temperatura (puedes acalorarte, sobrecalentar el centro de tu cuerpo o fallar al intentar calentar tus extremidades) o con una trasmisión manual (la manguera puede limitar tus movimientos). Si eres pequeño, utilízalo con mucho cuidado (la bolsa de aire podría golpear con más fuerza tanto al ducto como a ti).
    • Evita la congelación y la hipotermia. Si una parte de tu cuerpo empieza a dolerte, a entumecerse o si sientes mucho frío o curiosamente mucho cansancio, cierra la capota y caliéntate. No conduzcas con la capota abierta en climas fríos llevando pasajeros que sean sensibles a este, que probablemente no respondan a las señales de alerta de nadie se duerma o que sean muy jóvenes o muy mayores (quienes de todas maneras no estarían en un convertible con la capota abierta porque no entenderían la necesidad de hacerlo).
  3. Mantente cómodo en el calor. Es sencillo hacerlo por un corto tiempo a una temperatura caliente moderada: baja la capota y conduce. Cuando haga más calor y por periodos más largos, haz lo siguiente:
    • Bebe suficiente agua. Puede ser agua fresca, fría o incluso tibia: el agua absorbe mucho más calor con la evaporación del sudor que solo calentándose en el cuerpo.
    • Utiliza prendas de colores claros, holgada y transpirables.
    • Algunos autos pueden contar con un aire acondicionado más potente, que son capaces de mantener el interior del auto fresco en un clima caluroso con las ventanas cerradas, pero con la capota abierta.
    • Utiliza un ducto de ventilación personal como el CoolCop, de preferencia vistiendo una camiseta delgada, pero de manga larga para mantener el aire frío dentro del auto. Puede que el ducto no sea tan efectivo para enfriar como para calentar, eso se debe a que los autos normalmente emanan grandes cantidades de calor, pero tienen que trabajar para generar cantidades limitadas de frío.
    • Evita estresarte por el calor. Evita conducir con la capota abierta en temperaturas mayores a 30°C (90°F), a menos que cuentes con un ducto de ventilación o de aire acondicionado altamente poderoso (para todos). Las temperaturas cercanas a una carretera suelen ser superiores y los vientos calientes pueden deshidratarte o sofocarte rápidamente. No manejes con la capota abierta cuando lleves personas durmiendo, muy mayores o muy jóvenes.
  4. Debes saber cuándo cerrar la capota.
    • Lluvia o nieve. Normalmente, el interior de un convertible es tan vulnerable al agua como cualquier otro auto. Por lo general, la capota no puede cerrarse cuando el auto está en movimiento porque el viento puede arrancarla, de manera que cuando presagies una lluvia, date el tiempo suficiente para detenerte en un lugar seguro y cerrarla.
    • Cansancio. El viento y el ruido que se producen al manejar con la capota abierta son agotadores.
    • Crimen. Cierra la capota antes de pasar por un área peligrosa, principalmente al anochecer o donde pueda ser peligroso parar.

Consejos

  • No te preocupes por el hecho de que un convertible usado esté menos a la moda que uno de estreno. Cualquier convertible con la capota abierta llamará la atención más que cualquier otro tipo auto.
  • El viento puede enredar el cabello largo, dañándolo gravemente y causando molestias durante todo del año. Puedes optar por una trenza o cubrirlo, pero lo mejor es hacer ambas cosas. Elige una pañoleta transpirable de colores claros para un clima cálido.
  • Siempre cierra tu convertible cuando no lo uses.
  • La exposición al sol es perjudicial para el interior del auto.
  • Una capota plegable rígida normalmente no mejora la protección antivuelco. Para eso existen las barras antivuelco. Algunos convertibles costosos cuentan con estas barras que se activan automáticamente, igual que las bolsas de aire.
  • Si planeas conducir un convertible usado con la capota abierta la mayor parte del tiempo pero que parece haber recorrido ya muchas millas con la capota abierta, es preferible gastar tu dinero en lo que aún sirve de la máquina y la carrocería en vez de perderlo en reparar su interior.
  • Si planeas conducir tu convertible la mayor parte de tiempo con la capota abierta y guardarlo en un garaje, la necesidad de un almacenaje más pequeño para capotas blandas pueden ser mejor que el de las capotas plegables rígidas y resistentes al mal clima.

Advertencias

  • Aunque resulte tentador, nunca intentes ponerte de pie mientras conduzcas para ver mejor sobre el parabrisas.
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