Cómo lidiar con el embarazo en el trabajo

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Desde el manejo de riesgos químicos para el feto, hasta cómo la fatiga, los cambios de peso y las necesidades nutricionales impactarán en tu jornada laboral, saber de antemano cuánto te afectará todo esto te ayudará a planear un periodo laboral continuo y exitoso antes de la llegada del bebé.

Pasos

  1. Decide cuándo decírselo a la gente. Generalmente se considera seguro decirle a la gente que estás embarazada al final del primer trimestre. En este punto, la posibilidad de aborto espontáneo se reduce considerablemente y tu embarazo se empezará a hacer más obvio, dependiendo de tu contextura. Por otro lado, si sufres de náuseas matutinas severas, no tendrás más opción que informarle a tu empleador sobre tu embarazo para que entiendan tus frecuentes idas al baño, y para que hagan los arreglos necesarios para ayudarte cuando sea necesario.
  2. Ten en cuenta que esto será diferente para todos. Habrá días en los que te sentirás de maravilla y otros días en los que con las justas podrás mantener tus ojos abiertos. Los cambios hormonales afectarán tus estados de ánimo y probablemente tu habilidad de concentración, aunque eso dependerá bastante de tu tipo de personalidad (así como de tu nivel de interés en el trabajo). No te sorprendas al ver que tienes menos interés en tu trabajo de lo que esperabas; algunas mujeres encuentran al embarazo como una alerta sobre sus sentimientos por un trabajo que no les ha gustado por algún tiempo. Sin embargo, para otras mujeres, el embarazo les deja en claro que adoran su trabajo y quieren a su bebé, ¡así que inmediatamente empiezan a planear cómo manejar las dos cosas!
  3. Piensa en cuándo terminarás tu trabajo y empezarás con tu licencia de maternidad. Algunas mujeres trabajan hasta la fecha prevista, sin preocuparse por problemas que puedan suscitarse. Otras mujeres piensan que es mejor tomarse un tiempo antes de dar a luz para prepararse, descansar y también para ajustarse a algunos de los aspectos menos agradables del embarazo, tales como el aumento de peso, dolor de espalda, cansancio extremo, descuidos y preocupaciones. Cuando estés resolviendo cuando dejar el trabajo, es muy importante que tomes en consideración tus propios niveles de estrés, porque tu estrés puede afectar al bebé que está creciendo dentro de ti. Un poco de tiempo libre adicional ahora, puede hacer toda una diferencia en un bebé más estable después. Por otro lado, si el solo hecho de quedarte en casa sin hacer nada más que preocuparte y caminar de un lado a otro te aterroriza, lo mejor para ti sería mantenerte en el trabajo. Otro compromiso adecuado podría ser continuar trabajando desde casa; el acceso al correo electrónico y al internet hace que ésta sea una muy buena opción hoy en día.
  4. Ten pequeños paquetes de bocadillos en el trabajo llenos de excelente comida nutricional para asegurarte de que estés comiendo bien. Fruta fresca, frutas secas, nueces, galletas saladas, queso, leche o bebidas que no sean de leche, agua de buena calidad, etc., son buenas opciones para tener a la mano. Intenta evitar bocadillos altos en azúcar y de baja calidad. Éstos no te dan ni a ti ni al bebé la nutrición necesaria, sino que te harán subir de peso y contribuirán a que te sientas fatigada.
  5. Háblate bastante de manera positiva. Intenta mantener una rutina normal y cuando las náuseas, los dolores, los malestares y la hinchazón del estómago te depriman, recuérdate a ti misma que vas a salir adelante y que tanto el bebé como tu trabajo son importantes para ti. No te sientas culpable por tener que tomarte más descansos o tener que sentarte con más frecuencia; simplemente haz lo que tengas que hacer para seguir adelante.
  6. No te quedes despierta hasta tarde. Así acostarte tarde haya sido tu costumbre antes de quedar embarazada, este cambio es esencial. Te sentirás cansada sin perder horas valiosas de sueño o tan solo una siesta en casa en un ambiente cómodo.
  7. Mantén tus problemas con el bebé para ti misma o para tus amigos en el trabajo. A tus colegas no les interesa los temas como tobillos hinchados, distensión abdominal y vómitos. No son temas relevantes en el trabajo y no romperá ningún hielo si pasas mucho tiempo quejándote, o incluso peor que eso, si usas tu embarazo como pretexto para no cumplir con tu trabajo a tiempo. Si estás pasando por un embarazo duro, piensa si vale la pena quedarte en el trabajo, o pídele a tu jefe tareas más ligeras por un tiempo. Recuerda que el tema de embarazo en el trabajo aún está siendo analizado sin importar cuántas leyes de igualdad de oportunidades se hayan aplicado. Es muy importante no hacerle sentir eso a la gente al dejarte seguir con tu trabajo como si fuera una adversidad que estás experimentando, o como si tu cansancio fuera a causa del trabajo.
  8. Mantente lejos de sustancias dañinas. Si trabajas en una empresa que maneja químicos, averigua inmediatamente qué es lo que afecta al feto. Los químicos que pueden afectar al crecimiento del feto son una verdadera preocupación. Averigua cuáles son los conocimientos de la empresa al respecto y sus políticas con relación a los embarazos. En algunas empresas, a las mujeres embarazadas las ponen a hacer otras tareas que no impliquen el manejo de químicos durante el embarazo y la lactancia. Sin embargo, este solo será el caso si tu empresa está al tanto de la posibilidad de un problema. En realidad, así la empresa esté al tanto de tu embarazo, quizás no puedan cambiarte las tareas laborales sin que lo solicites de manera explícita. Investiga por tu lado y plantea cualquier problema directamente a tu jefe para asegurar la salud de tu bebé.

Consejos

  • Conoce tus derechos legales en relación al trabajo y al embarazo, y también regresa al trabajo después del embarazo. Esto te ayudará a planear mejor tu vida, así como a brindarte la tranquilidad sobre la seguridad de tu puesto.
  • Busca otras mamás en el trabajo con quienes conversar. Ellas sabrán cómo se sintieron para poder trabajar estando embarazadas y podrían darte buenos consejos, especialmente por el hecho de que trabajan para la misma empresa.
  • Cuando más se acerque la fecha prevista, deja tu escritorio y tus archivos limpios y en orden antes de irte a casa cada día. Si te ves forzada a empezar con tu licencia de maternidad inesperadamente (a veces los bebés llegan temprano), la persona que te vaya a reemplazar apreciará el hecho de no tener que rebuscar en un archivador desordenado o en un escritorio revuelto.
  • Compra ropa de maternidad de calidad. Esto te ayudará a sentirte bien contigo misma y te asegurará que tu imagen en el trabajo se mantenga. Compra zapatos cómodos y de calidad. Afortunadamente, hoy en día hay zapatos que son cómodos y elegantes, ¡así que no tendrás que verte perfecta desde la cabeza hasta los tobillos pero mal vestida a la altura de los pies!
  • Sé considerada y agradecida con tus compañeros de trabajo. A pesar de que tienes derechos, a muy poca gente le gusta tener que cargar con el trabajo de otro. No utilices tu embarazo como excusa simplemente porque no quieres hacer algo. Tu reputación durará mucho más que tu embarazo.
  • Reevalúa tu espacio de trabajo para idoneidad ergonómica cada mes luego del primer trimestre. Cualquier cosa que pueda mejorar los niveles de comodidad es de gran importancia.
  • Mantente haciendo ejercicio (de acuerdo con las instrucciones que te dé tu médico). Si solías ir al gimnasio o caminar durante la hora de almuerzo, intenta seguir con esa rutina, simplemente baja a un ritmo adecuado para tu embarazo.
  • No pretendas que tus efectos personales se queden solos mientras estás con licencia de maternidad. Sería mejor que te los llevaras a casa.

Advertencias

  • Tú tienes el derecho de establecer límites. Tus compañeros de trabajo nunca deben tocar tu "panza" sin tu permiso.
  • Consigue asesoramiento profesional de salud cuando te preocupen las posibilidades de que ciertos aspectos de tu trabajo afecten la salud del bebé; investiga pero también asegúrate de que una persona calificada analice tus preocupaciones cuidadosamente. Tu médico podría ser tu mejor aliado.
  • Si te encuentras en la desafortunada situación de ser despedida debido a tu embarazo, inmediatamente busca asesoría legal, o ve al departamento gubernamental responsable de las leyes laborales en tu país. ¡En algunos países es ilegal despedir a una mujer por estar embarazada!

Cosas que necesitarás

  • Ropa de maternidad de calidad
  • Zapatos cómodos de calidad
  • Bocadillos nutritivos
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