Cómo soportar un trabajo que odias
Tú odias tu trabajo. En primer lugar, considera si estás en una posición de dejar o encontrar otro trabajo. Podría no ser fácil, pero siempre tendrás la posibilidad de salir de ese trabajo. Si no puedes cambiar las circunstancias, entonces encuentra una forma de cambiar tu perspectiva. Aprende de la situación, mantente con una actitud positiva y trata de enfocarte en el presente. Haz tu hoja de vida a paso lento pero seguro y encuentra otro trabajo.
Mantener la perspectiva
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Mantén un buen sentido del humor. Esfuérzate por mantener la espontaneidad por lo que haces. Si no puedes soportar a las personas con las que trabajas, entonces ríete por cuán fiables pueden ser las personas tontas e insignificantes. Imagina que vives en una comedia. Convierte las tareas monótonas en juegos. Sé juguetón y trata de divertirte.
- Juega bromas a tus compañeros de trabajo. Diviértete, pero asegúrate de no hacer algo que provoque que te despidan a menos que, por supuesto, quieras que lo hagan.
- Organiza eventos con tus compañeros de trabajo. Invítalos a tomar algo después del trabajo o planifica una fiesta en la oficina. Empieza un club de lectura o un equipo de deportes de fantasía.
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Sé optimista. Deja de lado la frustración al cambiar tu perspectiva. Mira tu trabajo como una situación temporal y no algo con lo que estarás “atrapado” por el resto de tu vida. Mira el panorama completo. Recuerda que el cambio es la única constante en la vida. Todas las cosas pasan y también sucederá lo mismo con este trabajo que odias.
- Pregúntate si todavía trabajarás ahí dentro de 1 año. Si es así, ¿cuál es la razón? Trata de encontrar una solución.
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Enfócate en las cosas buenas de tu vida. Piensa en tus amigos, familiares y comunidad. Orienta tu atención a tus pasatiempos y pasiones. Mira el hermoso lugar en el que vives y sé agradecido por estar vivo.
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Vive el presente. Una forma de evitar perderte en la frustración es lograr perderte en el presente (en los pequeños detalles de lo que haces y en la manera en que te sientes cuando lo haces) al punto de olvidar todos esos pensamientos negativos. El optimismo te demanda que mires el panorama general; sin embargo, vivir en el presente implica mirar hasta la imagen más pequeña posible. Mira si hay alguna forma en que puedas hacer frente a este trabajo aceptando tu lugar en el presente.
- No te detengas en el pasado. Cada vez que los eventos negativos del pasado surjan en tu mente, lleva de nuevo tu atención a la tarea en cuestión. Del mismo modo, no pienses en el futuro. Con frecuencia imaginamos eventos futuros que nunca pasarán, por lo tanto, nos preocupamos por nada.
- Vivir en el presente no siempre es fácil de hacer. La meditación o una meditación consciente te puede ayudar.
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Pierde el miedo a que te despidan. Tal vez odies tu trabajo mucho más porque sientes que lo necesitas para sobrevivir. ¡No seas un esclavo del trabajo! Tu medio de vida es, por supuesto, fundamental para mantenerte a flote y seguir con tu estilo de vida; sin embargo, vivir con miedo no es una forma de vivir. Considera lo que valoras más: ¿la libertad o la estabilidad?, ¿la felicidad o la seguridad?
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Reza. La oración te puede ayudar a superar los momentos más difíciles. Puede ayudarte a aliviar la mente de toda tensión y puede aligerar tu corazón. Cambia tu actitud a “Sí, va a haber un final feliz”. ¡Mantente atento a las oportunidades maravillosas que encuentres en el camino!
Aprovechar al máximo el trabajo
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Mantén tu mente estimulada. Incluso si odias tu trabajo, siempre habrán oportunidades para que aprendas algo nuevo. Pide tareas alternativas que puedas hacer en vez de tu carga de trabajo actual. Empieza a tomar clases en línea en los campos que te interesen. Elige un nuevo oficio o pasatiempo fuera del trabajo. Lee sobre algo fascinante.
- No renuncies a tu deseo de aprender. Deja que tu pasión sea la luz que te guíe durante este periodo.
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Aprende de la situación. Recuerda que incluso un trabajo horrible puede ser una gran experiencia de aprendizaje. Es posible que no hagas exactamente lo que quisieras hacer; no obstante, puedes aprender bastante sobre lo que no quieres hacer. Identifica habilidades o proyectos que podrían ser útiles durante tu siguiente trabajo (más emocionante). Pasa tiempo enfocándote en mejorar esas habilidades. Utiliza tu trabajo actual como un punto de partida hacia el siguiente gran logro.
- Piensa en cómo llegaste hasta esa situación y reafírmate que nunca más volverás a tener un trabajo así de nuevo. Enfócate en salir de ese trabajo.
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Comprométete en hacer al azar buenas obras de bondad. ¿Cuánto puedes sorprender a las personas con tu bondad? Si bien tu situación puede ser frustrante, ¡todavía podrás iluminar los días de tus compañeros de trabajo! Trata de mantener una actitud optimista para que así hagas que tu trabajo sea menos insoportable. Sé el cambio que deseas ver en la oficina.
- Procura evitar que accidentalmente termines como alguien condescendiente cuando seas amable. ¡Algunas personas no están acostumbradas a que las traten muy bien sin ninguna razón aparente!
- Mantén un diario o empieza un blog. Tómalo como un experimento social. Escribe todos los días.
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Haz lo mínimo indispensable. Encuentra una forma de lucir ocupado en el trabajo sin trabajar realmente. Determina exactamente la cantidad de trabajo que tendrás que hacer para mantener lejos de tus espaldas a tus supervisores y luego utiliza el resto de tu energía mental pensando en las cosas en las que preferirías pensar. ¡Ten cuidado! Si te atrapan, entonces posiblemente no tendrás la opción de soportar el trabajo.
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Aprende la manera de lidiar con un jefe frustrante. En muchos casos, un trabajo horrible está estrechamente vinculado con un supervisor que odias. Trata de sentir empatía y de comprender por qué tu jefe es de la forma que es. Determina si hay una forma en que puedes trabajar productivamente con esa persona. Si no es así, entonces podría ser el momento de que uno de ustedes se vaya.
Salir
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Encuentra otro trabajo. Mantén actualizado tu currículum vitae u hoja de vida. Asegúrate de pasar una parte de cada día o semana en la búsqueda de empleo para que así siempre tengas la opción de ver la luz al final del camino. Consulta tus redes, busca en línea y pregunta a amigos y familiares a fin de recibir oportunidades de trabajo.
- Busca en línea. Pasa tu tiempo libre buscando en Internet los trabajos que te emocionan. Elige entre una amplia selección de páginas web de búsqueda de trabajo.
- Haz conexiones. Si conoces a alguien que trabaja en una industria o empresa que consideras interesante, pídele consejos y recomendaciones. Considera ir a conferencias y ferias de empleo.
- Mantente atento. Pon atención a las ofertas de trabajo que hay en la calle, en el periódico o en los anuncios de las páginas web. Siempre busca una salida.
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Tómate un descanso para despejar tu mente. Crea un mejor equilibrio entre vida y trabajo. Tómate unas breves vacaciones o llama e indica que estás enfermo si necesitas un día libre. Utiliza los días de vacaciones y los días en que estés enfermo para crear espacio para ti a fin de respirar. Simplemente no te tomes demasiado tiempo o, de lo contrario, te podrías quedar sin el trabajo que odias.
- Sal de la ciudad durante el fin de semana. Puedes ir a acampar, visitar otra ciudad o simplemente puedes manejar lo más lejos que puedas hasta que tengas que volver. Despeja tu mente. Recuérdate que el mundo es grande y te está esperando.
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Renuncia a tu trabajo. Si ya no puedes soportarlo más, entonces es posible que sea el momento de irte. Haz un plan de cómo vas a salir delante de forma inmediata: tendrás que pagar tus cuentas, mantener a tu familia y buscar otro trabajo activamente. Te será de ayuda si tienes ahorrado un poco de dinero. Informa con dos semanas de anticipación y luego da el salto.
- Procura no quemar las naves. ¡Nunca sabrás si alguien de ese trabajo te podría ayudar más adelante! Aclara que odias el trabajo y no a las personas.
- Considera si pasar la vida en espera es una vida bien llevada. Así que odias tu trabajo, ¿eso significa que tienes que odiar tu vida?
- Si te despiden, entonces es posible que puedas cobrar cheques de desempleo durante una cuestión de meses. Tendrás que demostrar que fuiste despedido por causas ajenas a ti y que estuviste buscando activamente un nuevo trabajo. Si puedes determinar la manera de que te despidan, entonces esta opción puede darte un colchón financiero conveniente.
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