Cómo ayudar a alguien durante un ataque de pánico

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Ver a un amigo teniendo un ataque de pánico puede ser algo muy alarmante. Te sientes impotente en una situación que parece ser muy simple (pero que normalmente no lo es). Sigue estas reglas generales para que el episodio pase lo más rápido posible.

Reconoce la situación

  1. Entiende por lo que está pasando. Las personas con un trastorno de pánico tienen ataques repentinos y repetidos de miedo que duran desde varios minutos a una hora, pero rara vez exceden ese tiempo debido a que el cuerpo simplemente no tiene físicamente la energía suficiente para entrar en pánico durante tanto tiempo. Los ataques de pánico se caracterizan por el temor de que ocurra un desastre o de perder el control, incluso cuando no hay ningún peligro real. Un ataque de pánico puede ocurrir sin previo aviso y sin motivo aparente. En casos extremos, los síntomas pueden ir acompañados de un miedo agudo de morir. Aunque son bastante angustiantes y pueden durar desde 5 minutos hasta varias horas, los ataques de pánico en sí no son mortales.
    • Los ataques de pánico llevan al cuerpo a un nivel máximo de agitación, lo que hace que la persona sienta que no puede controlarse. La mente se está preparando para una pelea falsa o una retirada, lo que obliga al cuerpo a asumir el control para ayudar a la víctima a enfrentar o a huir del peligro que percibe, ya sea real o no.
    • Las hormonas cortisol y adrenalina se liberan de las glándulas suprarrenales en el torrente sanguíneo y se inicia el proceso; esto genera el ataque de pánico. La mente no puede distinguir la diferencia entre un verdadero peligro del que está solo en tu cabeza. Si lo crees, entonces es real en lo que a tu mente se refiera. Es posible que esta persona actúe como si su vida esté en peligro. Trata de poner las cosas en perspectiva. ¿Qué pasaría si alguien estuviese sosteniendo un cuchillo en tu garganta y diciéndote "Voy a cortarte la garganta, pero voy a esperar y dejarte dudas de cuándo lo haré. Podría ser en cualquier momento"?
    • Nunca ha habido un caso documentado de una persona que haya muerto por un ataque de pánico. Solo pueden ser fatales si están acompañados de condiciones médicas preexistentes (como el asma) o si producen posteriormente comportamientos extremos (como saltar de una ventana).
  2. Mantente alerta a los síntomas. Si la persona nunca ha sufrido de un ataque de pánico antes, entrará en pánico por dos razones diferentes; la segunda será por no saber lo que está pasando. Si puedes determinar con precisión que está teniendo un ataque de pánico, esto aliviará la mitad del problema. Los síntomas incluyen:
    • Palpitaciones o dolor en el pecho
    • Aceleración del ritmo cardíaco
    • Respiración rápida o exagerada
    • Dolores de cabeza
    • Dolores de espalda
    • Temblor
    • Hormigueo en los dedos de las manos o de los pies
    • Sudoración
    • Sequedad en la boca
    • Dificultad para tragar
    • Mareos, aturdimiento, sensación de desmayo (por lo general esto se debe a la hiperventilación)
    • Náuseas
    • Calambres abdominales
    • Sofocos o escalofríos
  3. Si esta es la primera vez que la persona lo experimenta, busca atención médica de emergencia. En caso de duda, siempre es mejor buscar atención médica inmediata. Esto es doblemente importante si la persona tiene diabetes, asma u otros problemas médicos. Es importante señalar que los signos y síntomas de un ataque de pánico pueden ser similares a los de un ataque cardíaco. Tenlo presente al evaluar la situación.
  4. Determina la causa del ataque. Habla con la persona y determina si está teniendo un ataque de pánico y no otro tipo de emergencia médica (como un ataque cardíaco o de asma), que requeriría de atención médica inmediata. Si ya le ha pasado antes, puede darte una idea de lo que está pasando.
    • Muchos de los ataques de pánico no tienen una causa o, por lo menos, la persona que lo está sufriendo no está consciente de la causa. Debido a esto, podría no ser factible determinar la causa. Si la persona no sabe por qué, tómale la palabra. No todo es por una buena razón.

Tranquiliza a la persona

  1. Elimina la causa o lleva a la persona a un área tranquila. La persona probablemente tendrá unas ganas tremendas de salir de donde esté. Para facilitárselo, pero a la vez mantenerla a salvo, llévala a un área diferente, de preferencia que sea abierta y tranquila. No toques a una persona que esté teniendo un ataque de pánico sin antes preguntar y obtener el permiso definitivo para hacerlo. En algunos casos, tocar a la persona sin preguntárselo puede aumentar el pánico y empeorar la situación.
    • A veces, una persona con trastornos de pánico ya tendrá técnicas o medicamentos que sabe que le ayudarán a aliviar el ataque, así que pregúntale si hay algo que puedas hacer. Puede ser que tenga un lugar en el que prefiera estar.
  2. Háblale de forma tranquilizadora, pero firme. Prepárate para la posibilidad de que la persona trate de escapar. Aunque estés luchando una ardua batalla, es de suma importancia que mantengas la calma. Pídele a la persona que permanezca inmóvil, pero nunca la agarres, no la sostengas, ni la sujetes incluso suavemente; si quiere moverse, sugiérele que se estire, que dé saltos de tijera, o que te acompañe a dar un paseo a paso ligero.
    • Si está en su casa, sugiérele que organice el armario o que haga otra actividad de limpieza que requiera energía. Con el cuerpo listo para luchar o huir, dirigir la energía hacia objetos físicos y actividades finitas y constructivas puede ayudarle a lidiar con los efectos fisiológicos. El logro real puede cambiar su estado de ánimo, mientras que centrarse en una actividad diferente puede ayudarle a calmar la ansiedad.
    • Si no está en casa, sugiérele una actividad que pueda ayudarle a concentrarse. Puede ser algo tan simple como subir y bajar los brazos. Una vez que comience a cansarse (o a aburrirse de repetir), su mente estará menos concentrada en el pánico.
  3. No descartes sus miedos. Decirle cosas como: "No hay nada de qué preocuparse", "todo está en tu mente", o "estás exagerando" agravará el problema. El miedo es muy real para la persona en ese momento, y lo mejor que puedes hacer es ayudarla a hacerle frente; minimizar o descartar el miedo de cualquier forma puede hacer que el ataque de pánico empeore. Solo dile "está bien", y pasa a la respiración.
    • Las amenazas emocionales son tan reales como las amenazas de vida o muerte para el cuerpo. Es por eso que es importante tomar en serio sus miedos. Si sus miedos no se basan en la realidad y está reaccionando a algo pasado, puede ser de utilidad que le des algunas comprobaciones específicas de la realidad. "Estamos hablando de Juan; él nunca se sale de sus casillas enfrente de la gente por los errores, como solía hacerlo Marco. Él simplemente reacciona de la forma que siempre lo hace y probablemente ayuda. Esto pasará pronto y no le parecerá nada del otro mundo".
    • Pregúntale de forma tranquila y neutral: "¿Estás reaccionando a lo que está pasando en este momento o a algo pasado?". Esto puede ayudar a la víctima del ataque de pánico a organizar sus pensamientos para que reconozca la diferencia entre los recuerdos y las señales de peligro inmediato. Escucha y acepta la respuesta que te dé; a veces las personas que han estado en situaciones de abuso tienen reacciones muy fuertes a las señales de advertencia reales. Hacerle preguntas y dejar que explique lo que le está pasando es la mejor forma de apoyo.
  4. No le digas, "Cálmate", o "No hay nada que temer". Vaya, qué gran descubrimiento. ¡Esa persona ni siquiera lo había pensado! Actuar condescendiente solo la pondrá más alerta. Es más, decirle que no hay nada que temer solo puede recordarle lo fuera de la realidad que está, lo que la obligará a entrar más en pánico. En lugar de eso, intenta decirle algo como: "Entiendo que estés molesto. Está bien. Estoy aquí para ayudar". o "Ya pasará. Estoy aquí para to. Sé que estás asustada, pero estás a salvo conmigo".
    • Es importante que lo veas como un problema real, como si su pierna estuviera sangrando. Aunque no puedas ver lo que realmente está pasando, es algo muy atemorizante para la persona. La situación es real para ella, así que, trátala como tal; es la única forma en la que puedes ayudar.
  5. No presiones a la persona. Este no es el momento para obligar a la persona a responder o a hacer cosas que harán que su ansiedad empeore. Minimiza los niveles de estrés siendo una influencia que la calme y haciéndola que entre en un estado relajado. No insistas en averiguar lo que causó el ataque, ya que esto solo empeorará las cosas.
    • Escucha con actitud de apoyo si de repente trata de explicar cuál es el motivo de su reacción. No la juzgues, simplemente escúchala y deja que hable.
  6. Anímala para que trate de controlar la respiración. Recuperar el control de la respiración le ayudará a eliminar los síntomas y a calmarse. Muchas personas toman respiraciones cortas y rápidas cuando están entrando en pánico, y algunas personas contienen la respiración. Esto reduce la entrada de oxígeno, lo que hará que el corazón se acelere. Usa una de las siguientes técnicas para ayudarle a que su respiración vuelva a la normalidad:
    • Prueba contando las respiraciones. Una forma de ayudar a la persona a hacer esto es pidiéndole que inhale y exhale mientras tú cuentas. Comienza contando en voz alta, animando a la persona a que inhale por 2 segundos y luego exhale por 2 segundos; aumenta gradualmente a 4 y luego a 6 segundos si es posible, hasta que su respiración vaya más despacio y se haya regulado.
    • Haz que respire en una bolsa de papel. Si la persona es receptiva, ofrécele una bolsa de papel, pero ten en cuenta que para algunas personas, la bolsa de papel en sí puede ser un desencadenante de miedo, sobre todo si han tenido experiencias negativas siendo forzadas a usarla durante algún ataque de pánico anterior.
      • Ya que esto se hace para evitar la hiperventilación, puede no ser necesario si estás tratando con alguien que contiene la respiración o disminuye la velocidad de su respiración cuando entra en pánico. Sin embargo, si es necesario, esto debe hacerse alternando aproximadamente 10 respiraciones dentro y fuera de la bolsa, seguidas de respiraciones sin la bolsa durante 15 segundos. Es importante no exceder las respiraciones en la bolsa en caso de que los niveles de dióxido de carbono se eleven demasiado y los niveles de oxígeno disminuyan demasiado, ya que esto causaría otros problemas médicos más graves.
    • Haz que inhale por la nariz y exhale por la boca, exhalando en forma de soplidos, como si estuviera inflando un globo. Hazlo junto con la persona.
  7. Haz que se sienta fresca. Muchos de los ataques de pánico pueden ir acompañados de sensación de calor, especialmente en el cuello y en el rostro. Normalmente, un objeto frío, idealmente una toallita húmeda, puede ayudar a reducir estos síntomas y la gravedad del ataque.
  8. No dejes sola a la persona. Quédate con ella hasta que se haya recuperado del ataque. Nunca dejes a alguien que esté luchando por respirar. Una persona con un ataque de pánico puede parecer como si se comportara de forma antipática o grosera, pero comprende por lo que está pasando y espera hasta que vuelva a la normalidad. Pregúntale qué le ha funcionado en el pasado, y si tomó sus medicamentos y a qué hora.
    • Incluso si no te sientes muy útil, debes saber que le sirves de distracción. Si dejas a la persona sola, lo único que tendrá es a sí misma y sus pensamientos. El simple hecho de que estés allí es útil para mantenerla en contacto con el mundo real. Estar solo mientras se tiene un ataque de pánico es aterrador. Sin embargo, si se está en un lugar público, asegúrate de que las personas mantengan una buena distancia. Es posible que sus intenciones sean buenas, pero solo empeorarán las cosas.
  9. Dale tiempo para que pase. Aunque pueda parecer eterno (incluso para ti, pero especialmente para la persona), el episodio pasará. Los ataques de pánico generales tienden a alcanzar su punto máximo aproximadamente a los 10 minutos y empiezan a mejorar a partir de ese momento disminuyendo lenta y constantemente.
    • Sin embargo, los ataques de pánico menores tienden a durar más tiempo. Con esto e mente, la persona podrá controlarlos mejor, así que la duración es un problema menor.

Enfrenta los ataques de pánico severos

  1. Busca asistencia médica. Si los síntomas no desaparecen en unas pocas horas, considera solicitar asistencia médica urgente. Aunque no sea una situación de vida o muerte, llama incluso solo para pedir recomendaciones. Lo más probable es que el médico de emergencias le dará al paciente Valium o Xanax y posiblemente un betabloqueante como Atenolol para calmar el corazón y la adrenalina en el cuerpo.
    • Si es la primera vez que la persona sufre de un ataque de pánico, es posible que quiera buscar atención médica porque tiene miedo de lo que le está pasando. Sin embargo, si ha tenido ataques de pánico en el pasado, puede saber que recibir atención de emergencia va a empeorar su estado. Pregúntale. Esta decisión dependerá en última instancia de la experiencia de la persona y de tus interacciones con ella.
  2. Ayuda a la persona a buscar terapia. Los ataques de pánico son una forma de ansiedad que un profesional médico debe tratar. Un buen terapeuta deberá poder identificar los factores desencadenantes del ataque de pánico o, por lo menos, ayudar al individuo a comprender mejor el lado fisiológico de la situación. Si empieza con la terapia, deja que proceda a su propio ritmo.
    • Hazle saber que la terapia no es para locos. Es una forma legítima de ayuda de la que forman parte millones de personas. Es más, un terapeuta puede recetar un medicamento que corrija el problema. Es posible que la medicación no detenga los ataques por completo, pero seguramente disminuirá la cantidad y la frecuencia de los mismos.
  3. Cuida de ti mismo. Puedes sentirte muy culpable de estar perdiendo la compostura durante el ataque de pánico de un amigo, pero es normal. Debes saber que alarmarte y tener un poco de miedo es una respuesta saludable al ver uno de estos episodios. Si sirve de ayuda, pregúntale a la persona si pueden hablar del asunto más tarde, para que puedas manejarlo mejor en el futuro.

Consejos

  • Si alguien cercano a ti tiene un trastorno de pánico y los ataques de pánico son frecuentes, esto puede agregarle tensión a la relación. La forma de enfrentar los efectos del trastorno de pánico en la relación está fuera del alcance de este artículo, pero deberás abordarlos con ayuda profesional.
  • Los ataques de pánico pueden ser muy desgastantes para cualquier relación. Aunque puede ser que quieras aceptarlos, al final es mejor que no lo hagas. Mantén tu vida lo más normal que puedas. Si tu vida está llena de factores desencadenantes, así tendrá que ser. Esta es una razón más para que la persona se someta a un tratamiento y enfrente el problema.
  • Lleva a la persona afuera si el ataque de pánico empezó en un lugar lleno de gente o con mucho ruido. La persona tiene que relajarse y salir a un lugar despejado.
  • Si tiene una mascota cerca, algunas investigaciones han demostrado que acariciar a un perro reduce la presión arterial.
  • Algunos síntomas menos frecuentes incluyen:
    • Pensamientos perturbadores o negativos
    • Pensamientos acelerados
    • Sensación de irrealidad
    • Sensación de fatalidad inminente
    • Sensación de muerte inminente
    • Aparición de manchas
  • Anímala a usar el baño. Orinar ayuda a que las toxinas salgan del cuerpo y también ayudará a que la persona se concentre en otra cosa.
  • Si no tienes a la mano una bolsa de papel, trata de hacer que la persona use sus manos juntas ahuecadas. Que respire en el pequeño orificio entre los pulgares.
  • Pídele que imagine algo hermoso, como el océano o un campo verde para que calme su mente.
  • No dudes en llamar a los servicios de emergencia para pedir ayuda, ¡es su trabajo!

Advertencias

  • Los ataques de pánico, sobre todo para alguien que nunca ha sufrido de uno antes, normalmente parecen ataques cardíacos. Pero los ataques cardíacos pueden ser mortales, y si hay alguna duda sobre cuál de los dos es, lo mejor es llamar a los servicios de emergencia.
  • Durante un ataque de pánico, una persona asmática puede sentir que necesita su inhalador debido a la opresión en el pecho y a la dificultad para respirar. Asegúrate de que realmente esté teniendo un ataque de pánico y no un ataque de asma, porque si usa el inhalador cuando no es necesario, el ataque de pánico puede empeorar, ya que el medicamento está destinado a acelerar el ritmo cardíaco.
  • Si se usa el método de la bolsa de papel, la bolsa solo debe colocarse alrededor de la nariz y la boca lo suficiente como para asegurarse de volver a respirar el mismo aire. La bolsa nunca debe colocarse sobre la cabeza y nunca se deben usar bolsas de plástico.
  • Al respirar dentro de una bolsa de papel, se respira de nuevo el dióxido de carbono, lo que puede ocasionar acidosis respiratoria. La acidosis respiratoria es una condición peligrosa que interrumpe la unión del oxígeno a la hemoglobina (sangre). Cualquier intento de controlar un ataque de pánico usando una bolsa de papel debe vigilarse cuidadosamente o no usarse en absoluto.
  • Debe tenerse en cuenta que muchas personas que sufren de asma tienen ataques de pánico. Es muy importante que estas personas restablezcan el control de su respiración. Si una persona no puede restaurar su respiración a un patrón normal y no busca atención médica de emergencia a tiempo, el ataque de asma resultante puede tener graves consecuencias y en algunos casos puede causar la muerte.
  • Comprueba que la causa de la mala respiración no sea el asma, ya que esta es una enfermedad totalmente diferente y requiere tratamientos diferentes.
  • Aunque la mayoría de los ataques de pánico no son fatales, si un ataque de pánico se debe a una razón subyacente, como taquicardia, arritmia o asma, y/o los procesos fisiológicos del sistema nervioso autónomo no están en armonía, podría causar la muerte. La taquicardia no controlada puede ocasionar la muerte.

Cosas que necesitarás

  • Bolsa de papel (opcional )
  • Paño húmedo
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