Cómo hacer mímica

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La mímica es un tipo de arte escénico que data de la antigua Grecia y Roma, pero suele relacionarse con la cultura francesa. La mímica es un tipo de arte silencioso que requiere que el mimo se comunique mediante el movimiento, los gestos y las expresiones faciales. Esta ha evolucionado a lo largo de los años y, en la actualidad, está compuesta por diversas técnicas. Para aprender a hacer mímica, tendrás que conocer los movimientos básicos, practicar los más avanzados y vestirte como mimo para así actuar de forma eficaz.

Aprender los movimientos básicos

  1. Exprésate a través de tu cuerpo. Este es uno de los primeros aspectos más importantes que deberás aprender sobre la mímica. No tendrás que hablar ni pronunciar palabras durante la mímica. En lugar de ello, emplearás las expresiones faciales, los gestos y las posturas para comunicarte.
    • Por ejemplo, frunce las cejas y coloca las manos en las caderas para así mostrar que estás molesto.
  2. Evalúa tus expresiones faciales y posturas frente a un espejo. Usa un espejo para determinar qué movimientos son los mejores para expresar las emociones, las actitudes y las reacciones. Al inicio, deberás practicar las expresiones faciales y los movimientos y las posturas sencillos. Puedes usar cualquier postura que se te ocurra; estas aún no tendrán que imitar los movimientos. Los principiantes necesitarán un espejo completo, pero ten en cuenta que deberás dejar de usarlo cuando sea el momento de actuar.
    • Una videocámara será otra herramienta valiosa, si tienes una.
  3. Desarrolla tu imaginación. Es necesario destacar la importancia del uso de la imaginación al crear ilusiones. Es vital que el mimo en verdad considere a la ilusión como algo real. Evidentemente, mientras más real consideres la ilusión, mayor será el realismo que perciba el público. Esto podrá lograrse mediante la práctica.
    • Por ejemplo, puedes imaginar una pared. Obsérvala en diferentes colores. Siéntela en diferentes texturas, cómo una áspera, lisa, mojada o seca. Emplea estas mismas técnicas cuando practiques todas las ilusiones.
    • También notarás que tu cuerpo reacciona de forma natural a la ilusión si te convences de que es real.
  4. Aprovecha un punto fijo. A esto se le denomina normalmente como “pointe fixe”, el cual es el mismo término, pero en idioma francés. Esta es una idea sencilla: el mimo buscará un punto con su cuerpo y luego lo mantendrá estático en el espacio. Esta técnica es la base de todas las ilusiones que un mimo puede crear.
    • Por ejemplo, puedes crear un punto fijo manteniendo una mano delante de ti. Mantenla en esa posición, pero mueve el cuerpo.
  5. Agrégales líneas a los puntos fijos. Podrás crear la línea en torno a un punto fijo agregando un segundo punto en el espacio. Por ejemplo, coloca la otra mano de modo que ambas estén delante de ti. Puedes mover el cuerpo o dejarlo estático y mover ambas manos. La “pared invisible” es un buen ejemplo de la aplicación de este concepto.
    • La distancia relativa entre los dos puntos será la definición de este “elemento esencial”.
  6. Crea una línea dinámica. Busca una pared y coloca ambas manos en ella, aproximadamente a la altura de los hombros. Empuja un poco la pared con las manos y, conforme lo hagas, identifica los puntos de tu cuerpo en donde se acumule la presión. Evidentemente, deberás sentir presión en las manos, pero también deberás percibir cierta tensión en los hombros y las caderas.
    • Si no puedes sentir nada, aumenta un poco la presión hasta que lo logres.
    • Prueba diferentes posiciones y determina cómo cambian la presión en tu cuerpo.
    • Esta es la idea que se aplica al acto de “jalar la cuerda”, pero puede emplearse casi en cualquier ilusión que imite el uso de la fuerza.
  7. Manipula el espacio y la materia. Esta es una frase sofisticada que se emplea para referirse al acto de “crear ilusiones de la nada”. Esta técnica usa muchos de los elementos involucrados en la creación de un punto fijo, una línea y una línea dinámica. Esta se demuestra mejor con una ilusión de ejemplo: el acto de driblar con una pelota de baloncesto. Dale una forma circular a la palma de tu mano encogiendo un poco los dedos. Esta forma definirá el espacio en el que ocurrirá la ilusión y permitirá que la pelota de baloncesto (la “materia”) exista dentro de la misma.
    • La manipulación del espacio y la materia puede usarse para crear diversos objetos, personajes o acontecimientos mediante el uso de este principio.

Practicar técnicas de mímica avanzadas

  1. Finge que estás en una caja. Si estás en una caja invisible, podrás tocar el aire delante de ti con las manos (primero con la palma y luego con los dedos). Actúa como si trataras de buscar una salida de la caja invisible; para ello, encuentra las esquinas y los lados de la misma. Pasa una mano por los “bordes” de la caja imaginaria como si trataras de encontrar la tapa y la salida.
    • Si lo deseas, puedes llegar a encontrar la tapa y abrir la caja de forma dramática con ambos brazos y haciendo un gesto triunfante.
  2. Sujeta una cuerda. Finge que hay una cuerda colgando delante de ti y trata de subirla. Deslízate y vuelve a trepar para así generar el mejor efecto. Imagina y siente todo tu peso corporal. Imagina que tus músculos se estiran y se tensan, y haz muecas con el rostro. Al llegar a la cima, límpiate el sudor de la frente.
    • Si nunca has trepado una cuerda real, hazlo bajo la supervisión de otra persona en un gimnasio con materiales acolchados. Memoriza tus acciones y reacciones.
  3. Sube una escalera de mano. Sujeta los peldaños de una escalera imaginaria que lleve hacia arriba. Coloca el metatarso de un pie en el suelo como si estuvieras colocándolo en un peldaño de la escalera. Sube los peldaños manteniendo ambas manos en movimiento. Alterna los pies y las manos cada vez que “subas” la escalera. Concéntrate en la parte superior, como si miraras el lugar al que estés subiendo.
  4. Apóyate en algo imaginario. Finge que te estás apoyando en un poste de luz, una pared o un mostrador. Podría parecerte fácil, pero se requerirá mucha fuerza y coordinación para apoyarse en algo imaginario. La postura básica comprende 2 partes:
    • La parte superior: mantén el brazo un poco alejado de tu cuerpo y el codo doblado de modo que el antebrazo esté paralelo al piso y la mano esté cerca del torso. Ahora levanta el hombro conforme muevas el pecho hacia el codo (manteniéndolo en el mismo punto del espacio).
    • La parte inferior: deberás doblar la rodilla un poco al mismo tiempo y transferir el peso a la pierna doblada. El efecto final debe ser que tu codo se mantenga en su posición, pero que luzca como si apoyaras tu peso en el lugar imaginario en donde repose. Mantén la otra pierna totalmente estirada, ya que esto mejorará la ilusión.
    • Para exhibir esta acción de forma más activa, también puedes tropezarte, resbalarte y perder por completo el objeto en el que hayas estado apoyado.
  5. Lucha contra el viento. Finge que hay mucho viento y que tienes dificultades para permanecer en tu posición. Deja que el viento te mueva de un lado a otro. Para incluir un efecto divertido adicional, puedes tener problemas con un paraguas que se voltee de forma constante.
  6. Finge que estás comiendo. Finge que estás comiendo una hamburguesa o un perro caliente muy hacinados de ingredientes y que estos se están derramando en tu ropa. Usa una servilleta imaginaria para limpiar lo que se haya derramado. Salpícate un poco de kétchup en el ojo por accidente para así generar un efecto cómico. También puedes tratar de pelar una banana y luego resbalarte con la cáscara.
  7. Inventa una historia. Puedes realizar una rutina sencilla o crear una historia. Si creas una historia con tu mímica, captarás la atención del público y generarás una verdadera repercusión artística en el arte de la mímica. Idea con anticipación la “historia” que te gustaría contar. Ten en cuenta que la mímica puede ser muy hermosa y conmovedora si se realiza de forma adecuada.
    • Este es un ejemplo de una historia: es un día con viento (mímica de viento y paraguas) y te encuentras con un amigo cuyo gato se ha quedado atrapado en un árbol. Él te pide que subas una escalera para rescatar a su mascota (mímica de la escalera). Al devolverle el gato (mímica de sostener a un gato forcejeando), tu amigo te invitará una hamburguesa (mímica de la comida derramada).

Vestirse como un mimo

  1. Colócate una base blanca. Los mimos pueden identificarse de inmediato gracias a su maquillaje característico. Ellos suelen aplicarse una base blanca en el rostro. Busca una “grasa” o pintura blanca, y aplícatela en todo el rostro con una esponja o un pincel. Al terminar, el maquillaje blanco deberá ocultar el tono natural de tu piel.
    • El maquillaje blanco no deberá entrarte a los ojos.
    • También podrías pintarte círculos pequeños con rubor de color rosado claro, así le darás un toque feliz o femenino a la mímica.
  2. Agrega el maquillaje oscuro. Una vez que te hayas colocado la base blanca, tendrás que aplicarte una capa gruesa de delineador negro alrededor de los ojos. Luego deberás cubrir tus cejas naturales con pintura negra. También podrás colocar “lágrimas” estilizadas que lleguen al centro de los pómulos. Para terminar, aplícate un lápiz labial de color negro o rojo oscuro.
    • Ten en cuenta que puedes modificar el maquillaje según tu personaje y preferencia.
  3. Usa el atuendo habitual de mimo con rayas negras y blancas. Quizás los mimos serios ya no usen el “atuendo” clásico, pero puedes utilizarlo como principiante. Busca una camiseta de rayas negras y blancas horizontales (lo ideal es que tenga un cuello ojal y mangas 3/4). Usa pantalones oscuros, tirantes negros, guantes blancos del largo de la muñeca y un bombín negro para complementar tu apariencia. También puedes usar una boina negra o roja.
    • Este atuendo y maquillaje han sido una tradición para muchos artistas de la mímica famosos, incluido el legendario Marcel Marceau.
    • No tienes que vestirte de esta forma. Es más, los artistas de la mímica moderna lo consideran algo trillado.
  4. Escoge un atuendo para tu personaje. Si deseas crear un personaje, deberás adoptar un tono característico con la vestimenta, el maquillaje y la iluminación. Por ejemplo, quizás quieras resaltar la difícil situación de las personas sin hogar que duermen en las calles frías durante el invierno. Píntate un rostro triste, usa ropa andrajosa y emplea una iluminación tenue.
    • Concibe de manera minuciosa una historia que te permita imitar el andar desesperado de la persona desamparada que busca refugio para la noche.

Consejos

  • Si te interesa mucho la carrera de mimo, puedes inscribirte en un curso de una escuela o un grupo de artes escénicas.
  • Ahora muchos mimos denominan su actuación como “teatro físico”, para así evitar el estigma social que la mímica suele inspirar en la actualidad. La mayoría de estos artistas no usan los atuendos o el maquillaje tradicionales de los mimos.
  • Los mimos habilidosos son muy solicitados en campos como el teatro, el cine y el circo.
  • Los mimos más conocidos han interpretado a personajes valientes, pero ridículos. Entre estos tenemos a Marcel Marceau y Charlie Chaplin, quienes interpretaron a Bip y Charlot, respectivamente.
  • Penn y Teller, David Shiner, Geoff Hoyle y John Gilkey son ejemplos grandiosos de aspirantes a mimos y payasos.

Advertencias

  • Para evitar las lesiones por estiramientos, siempre deberás calentar antes de realizar ejercicios de mímica. La mímica requiere la misma agilidad que el baile o la actuación.
  • Nunca interpretes en un lugar público sin tener a un amigo o representante cerca para que supervise la actuación, ya que ellos te protegerán de los espectadores molestos y un público revoltoso.
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